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EL PACIFICO Semidiario de intereses generales DIRECTOR, REDACTORY ADMINISTRADOR de Dios Matus ANO IX PUNTARENAS, Costa RICA, SÁBADO 17 DE FEBRERO DE 1906 NUMRO 1187 AZUCAR Literatura del sábado Ego te absolvo FEDERICO SOBRADO Se vende en la Compañía de Agencias en esa ore prar el loro.
RICARDO GONZALEZ VERANES DEL se encerró en su alcoba, horrorizado ante INGENIO TEMPISQUE la idea de que iba teper todas horas en su casa al inglés. Dió órdenes termi DEnantes doña Brígida para que no abrie (Especial para EL PACÍFICO)
ra jamás la cancela aquel pegajoso in soportable moscón Don Bernardo Caravantes, canónigo de Pero el mister nunca perdió la esperanSevilla, tenía un loro cuya locuacidad era za de salirse con la suya y puso sitio en El tal animalito fué consi regla al canónigo, alquilando la casa de derado por los inteligentes como un ad enfrente para avechar sin descanso su mirable caso de verborrea, nunca visto ni víctima.
de Limitada.
ordo desde el descubrimiento de los loros. Ay, señor. dijo el ama, al ver aso.
hasta la fecha.
mar las rubias patillas por una ventanaUna tarde, al galir don Bernardo de su Ya lo tenemos de vecino!
Don Bernardo agarró escape la male casa para ir a la catedral, púsosele delante un caballero inglés, alto, delegado, ru ta de viaje y so fué Alcalá de Guadaira, BREVA KEYSTONE bicundo, con largas patillas de color de con ánimos de permanecer allt uua larga azafrán, y estrafalariamente vestido, el temporada, y confiando en que el enemi cual caballero, saludándole con mucha go perdería la pista.
corrección y finura le dijo en chapurrado Al día siguiente se encontró con ol mís. ASSMANN Co.
castellano: ter en el comedor de la fonda. Señor canónico: osté tener un loro es. Mi comprar el loro. tupendo and fenomenal, mi querer comRegresó Sevilla como huyendo de la Depósito: Compãi de Agencias peste, pero padeció todo el camino ls. Caballero, siento no poder cemplacer causa morbosa en figura de inglés, quo se de Costa Rica Limitada le; pero no vendo el loro.
despachó su gusto, martirizándole el of. Por qué no vender el loro do con la eterna canción. Es un recuerdo de familia. contes. Se encerró en su casa piedra y lodo, t6 don Bernardo por decir algo; y siguió pero recibia cartitas repletas de variacioBOTICA DE PUNTARENAS su camino después de despedinae cortes nes sobre el tema inmutable. Mi dar mente del inglés.
mucho dinero por el Toro fenomedal.
DE Dos dias después, passando nuestro ca. Para el bueno del canónigo llegó ser nónigo por Las Doticias, tropezó manos a uua obsesión el inglés; quedóse Haco y boca con el mister pálido, comenzó padecer de los servios. Osté perdonar, señor canóxico lo sentfa sobresaltos. Asaltábanlo por la dijo éste Mí tener un gran capricho por noche extrañas pesadilias, en las que se Acaba de llegar a esta botica un extenso y variado surtido de dro comprar el loro; mí no haber dormido es le aparecía unas veces el hijo de la nebutas dos noches pensando en el loro; mí polosa Albión con cabeza de loro, y otras gas frescas, patentados, perfumería y cuantos artículos pertenecen al nerme enfermo si no compro el loro. viceversa, el loro con patillas rubias y hatamo.
El despacho de recetas es especialidad de la casa, las Repito U. que no me desbago de blando la lengua de Shasckpeare.
serán que el Por fin un día, al encamioarse la ca preparadas con esmero, personalmente por el propietario. Mi lo pagará el doble de su valor.
tedral y dar de bruces con el inglés, que La botica permanecerá abierta desde las seis de la mañana hasta las Le digo que no vendo el loro. Buele aseguró se moriria de peaa si no entra once de la noche y durante el resto de la noche se atiende por el mismo mas tardes.
ba en posesión del animahto, don Baruar precio cualquier receta que se lleve.
Al día siguiente le estaba esperando el do volvió a su casa, seguido del inevitable Acudid y vereis que la Botica de Puntarenas es la que vende más ing ós a la puerta de la catedral, y le acomister, descolgó la jaula con el loro y se metió de nuevo.
la entregó diciéndole: barato y su servicio po admite competencia. Mi comprar todo costa el loro; Tomelo usteil. se lo regalo! Me dar el tiple por el loro; mí estar ya firvoda el corazón, señor mío, que si volviera oirle usted decir mi comprar el loro, lento por el loro. y detener mi viaje por el loro.
sería yo el que corriera peligro de muerte. Pues mi no vendo el loro ningún Salib satisfechísimo el ioglés con sti precio, contestó ya medio sulfurado el buen loro, mientras don Bernardo se dejaba canónigo, que aunque hombre apacible caer en una butaca, vencido y sin alientos, comenzó a sentirse molesto con la terque después de la largursima y descomunal batalla El cual le esperó pie firme, y con una Asomóse doña Brígida al balcón gino cachaza verdaderamente británica lateando.
puerta del templo, donde le dió otra can. Mire, mire, señor amo! gritó al ca Informes en la redacción de El Pací tata sobre el in variable tema de la com nónigo Mire quó contento va el indir pra del loro calle abajo con nuestro pobrecito loro Desde entonces se recrudeció de un modo terrible la persecución; a turno dia.
Don Bernardo no volvió más vet al rio se lo encontraba en la puerta de su casa, acompañábale a la catedral, le bus inglés. Acordándose de las pasadas de caba en el paseo, lo rondaba la calle.
sazones parecíalo que se había salvado de Oiga usted, doña Brígida, solía decir alguna grave enfermedad. Recobró les Bernardo su ama, cuando se dispocarnes y el color perdidos, dormía como nía irse a la calle. Hágame el favor de nitud del placer de vivir.
un patriarca y nunca gozó con más ple echar un vistazo a la calle, ver si está Poco más de un año después de lo da: Puntarenas por ahí ese verdugo de mi tranquilidad, rrado, en la época de Pascua Florida. ejer ese sinapismo ambulante.
ció don Bernardo su sagrado ministerio. Sí, señor; plantado está en la esqui dedicando largas horas al confesionario. Entre sus muchas penitentes, acercóse vapor del once del corriente; llegaron sus almacenes. Pues ya no salgo!
una joven, no mayor de veinticinco abri.
Conservas variadas de Europa y Estados Unidos. Uu variado sur Una tarde fué visitar don Bernardo les, espléndidamente hermosa, vestida de tido de gaeas, zarazıs, frazadas, colchas, manta, lienso, generos para intidien figura del inglés. No bien fue sus seductoras facciones y la tristeza en el magistral, y detrás de éste apareció la negro, con el arrepentimiento piatado en abanas manteles, vinos franceses italianos y de California.
Recomendamos a nuestros clientes el Cemento Romano a Portlads. presentado, se apresoró decir; sus ojos, que eran grande y negrísimos Osté perdonar, señor Bernardo: mi una auténtica y apetitosa Magdalena.
Clase corriente (11 50 barril comprar el loro estar peligro de muer La confesión de la joven fué mny inte te.
id fino 12 50 resante. Educada con especial esmero id. Qué no vendo el loro. grito ya superior por sus padres, pertenecientes a distingui 14 50 tanqae amostazado y perdida la paciencia el das familias cordobesas, jamás había de nónigo Puntarenas, 12 de febrero de 1906 linquido, ni con el pensamiento en mate. preteztando una repentina cefalalgiaris de amorios.
José Manuel Doña Ofrece sus servicios como práctico ad del aires agricultor en todos sus diversos ramos.
fico. Puntarenas, de febrero de 1906.
Alberto Fait Da Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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