p. 1

Guardar

EL PACIFICO Semidiario de intereses generales DIRECTOR, REDAOTOR EDITOR, Juan de Dios Matus OFICINA FRENTE AL PARQUE DE LA VICTORIA ANO XITI PUNTARENAS, COSTA RICA, SÁBADO 21 DE AGOSTO DE 1909 NO 1696 PARA Quienes lo ignoren EL PACIFICO eg semidiario absoluta El valor de los remitidoa es con mente independiente.
nal.
Se publica en la tarde de los martes, Los avisos, en doble columns narri uves y sábados, aun cuando sean días de 50 por pulgada, al mes.
fiesta, con la sola excepción de un día de En una sola colamna, 50 DOT las fiestas cívicas y el jueves Santo. da, al mes En la sección de Campo Neutral Re Avisos cortos, de una columna, entre mitidos tienen sitio propio todas las ideas acetillas, cuatro veces su yalor y doctrinas, siempre que la forma en Los avisos por largo tientpo tienen un ellas vergan no ofenda la moral. descuento proporcional.
El secreto de la firms responsable es En todas sus planas hay siempre lectu absoluto.
ra interesante.
El Padico acepta remitidos aun contra La suscripción vale por 00 la empresa, los cuales no contestarà en el id trimestre 60 mismo número en que vean la luz.
id semestre 00 mes Cura radical de la Sífilis Efecto seguro Cura interna sin inveote Tratamiento ideal efectuado con MERGAL SE VENDE EN LA FARMACIA UNIVERSAL DEMAS BOTICAS DEL PAIS LINEA DIRECTA DE VADARES. 20 ENTRE PUERTO LIMÓN (COSTA RICA) BRISTOL (INGLATERRA)
Los Vapores de esta Línea nacen la travesía de Puerto Limón Bristol en 17 días. Sales de Limón cada quincena.
Pasaje de Primera Bristol.
Pasaje de Primera Bristol, ida y vuelta 38 las familias que tomed pasajes enteros se les concede una reba ja del 10 por ciento, Para informes dirigirse las oficinas de la United Fruit Cº en San José en Limón, y a los Sub. Agentes, los Señores Sasso Pirie. HITCHCOCK. Administrador 22 de Mayo de 1909. ASSMANN CA IMPORTADORES BREVA KEYSTONE Depósito: Puntarenas, donde FELIPE. ALVARADO C!
San José Limón AZUCAR DEL INGENIO EL TEMPISQUE DE Federico Sobrado Se vende en la mpañía de Agencia de Limitada Literatura del Sábado Querlan saludar a los veteranos: LA POESIA DE EI Picardia, con estoico continente, hizo sus preparativos de marcha, y aunque LA GUERRA luntarios, ninguno de sus soldados pidió lo rodeaban y agasajaban los jóvenes vo un pedazo de pan.
LOS HAMBRIENTOS Veíanse hombros fornidos que vaollas ban.
Son los grandes muros los que se de Una noche se encontraron dos regimien rrumbad con más facilidad.
tos en una llanura, después del combate Había algunos sentados en el suelo, que da Récherao, se agarraban el vientre pretándoselo per El que acampo primero se engalanó con viosamente, como si quisioran arrancarse el nombre de Picardía.
las entrafias Los hombres pusieron en el suelo sue Otros pasaban como sonámbulos, con armas, y se sentaron mustios, taciturnos, los múscnlos contraídos y la boca llena de sin hablarge piedrecitas. De los puños se les caían Una profunda, profunda pena los ago cada momento los fusiles.
biaba. Aquellos bravos no tenían ya pól Algunos, más escuetos y más duros pavora ni balas. Además, no habían comido Ta el dolor, mascaban tabaco; sus miradas hacia dos días, y no tenían pan.
vagaban como distraídas y extraviadas El campo se hallaba desierto; el odio lo por entre los reclutas, y bromeaban al ar había atravesado. Las caras estaban serias nesarse para la marcha.
y entristecidas.
Al tender la vista por la oampiin no se Un viejecito de rostro apergaminado, quien llamaban Pico Verde, roſa la pun reían sido corrales ofos y grepjas inoen ta de su cinturón, y referís los voluntadiadas rios el episodio de Mirejois, en el citio de Acurrugado de miedo bajo los euroos, el Founes, en que hizo prisioneros él sólo trigo no me animaba brotar.
dos batallones de prasisnoe, bajo las balas ¡Ni pólvora! Di balas! Solo había pies del regimiento Cumbresie.
ensangrentados para proseguir una mar Estos cuentos dejaban suspensos a los cba, más de mendigos que de soldados.
del Gouffiein.
Alle, como unas o en toesas de este Mil rostros juveniles Borrelan los vie campo dramático, se levantaba un murmu jos.
Eran los voniratos Santos Algunos, desengarohando ios tambores, gimiento de reclutas que se enviaba detrás niformes, y ugueterre de los veteranos para enseñurles mar por el snelo los hambrientos y los hartog.
char, mantener correctas sue filas, 80 pesar de que los oficiales, armados de frir triunfar oastones, intentaban apartar a los volunErar pajarillos qae pasaban alegremen tarios, muchos de éstos, turbulentos y te, lanzándose sobre las bombos como si trevidos, resistían aún, huían al palo y se fueran migajas.
aglomeraban y apretaban en las tiendas, Salian de los brazos de sus madres, veb curiosos por ver los preparativos de un ssidos de nuevo, muy nifios, con la mirada swlto viva inocente, sin tener una idea preoi De un campo al otro, brillaba, como una sa de lo que era una batalla.
ascua de fuego, un camino ardiente y roAlll se comía y se bebía.
jo, formado por sombras vivas.
Ei viento llevaba de un campo a otro, EI Picardia, con cariño fraternal, icon las risotadas de alegría, olores de ajo, nundaba a su vez al Gouffien.
perfumes de legumbres, de vino estimaA derecha e izquierda, y le iuz de las lante, de gordura de carne derretida sobre antorcbas, pasaban y volvían pasar miles las bragas.
y miles de hombres, levantando una grites Acostados en la llanura, con las narices ria atronadora.
hacia allá y las gorras hundicas en la tie Aquel ruido duró una hora. Al fiu, co.
rra, como un perrazo husmeando una bue mo los bastones pasaban y algunos ya pena presa, los viejos veteranos del Picar gaban, se rompieron las bandas.
día sufrían en silencio la fiebre del de El Picardia separóse y volvió a la de seo, de la necesidad, de la tentación. recha y el Gauffien la izquierda.
De vez en cuando se oſa gruir una voz: Las antorchas hume aban; cesaron todos Deberían ir traernos comida.
los ruidos Un sargento alzó los hombros, bajó la Un vabo fuminoso se extendió sobre la abeza pensativa y dijo: llanura, y en columna, discreción de as. Bah! jeon muchachosl. que coman! armas, con el correaje bien tirante y aprePero podía pedírseles.
tado, las alas de los tricornios empinadas. Dejémoslos tranquilos, camaradas.
el Picardía partió al redoble de los tam: Que no se diga que al viejo Picardía le bores.
dieron de comer unos reclutas Los vivo Se fué con el vientre vacío, como pasó res llegarán pronto.
aquel día, y como había pasado el anterior.
Los talones mareaban el paso como es. Quándo. Si es por la Pascua, será por la un día de parada, y treinta fantasmas, con Trinidad. dijo el tambor Labomelle. las cajas flordelisadas sobre los músculus, El sargento soltó la carcajada, lo que lo arrastraban furioso la muerte.
hizo reír toda la escuadra. Las compa Era aquello un soilozo que marchaba is cuchicheándose la salida del tambor, Pasó una montaña, una llanura, después tuas después de otras, se echaron también una cuesta, y de repente: reír. Aito!
Todo se olvidó.
El regimiento se detuvo.
Empezaron a oirse canciones a media En un caballo, cubierto de sudor y pols voz, como cantos de grillos en la obscuri.
vo apareció un teniente del Gonftien: dad, y el fuego de las pipas empezó a bri Señor coronel dijo Su señoria bas llar en la tarde apacible que caís, una linbrà visto el desordea de esta noche, untea da tarde de Francia.
de la partida Mis hombres están tranquilos dijo el Los das regimientos se encontraron, 66 coronel, que estaba en su tienda, varios confundieron.
oficiales a quienes en ese momento ofrecía Hicieron muy bien replicó el coronel, tabuco.
Pasaron de un campamento al otro Un correo entro: prosiguió el teniente. y ha resultado que. Señores agregó, después de leer el esta mañana apareciero saqueados los caoficio. una orden del Mariscal de Goigoy. rros de provisiones.
Manda que partamos marchas forzadas El coronel palideeió hacia Friburgo. Parece que atacan. Que Era un soldado, y su honor se confudia se abatan las tiendas, y todos estén listos haciendo uno solo con el del regimiento para marehar. Un robol. murmuro.
La noticia pasó de un campamento a El oficial inclinó la frente.
otro.
Sin pronunciar una palabra, con los ca Vióse a los jóvenes levantarse y acudir ballos al paso, uno y otro pasaron revista ex tropel. la columna.
Hierro para techos Yende en este puerto, JUAN POHRAU)
Puntarenas, abril de 1909.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.

    EnglandFrance
    Notas

    Este documento no posee notas.