p. 1

Guardar

EL PACIFICO SEMIDIARIO DE INTERESES GENERALES. OFICINA: FRENTE AL PARQUE LA VICTORIA Editor y Redactor ANTONIO ALVAREZ HURTADO. Abogado NA Año XVI PUNTARENAS, COSTA RICA, SÁBADO DE SETIEMBRE DE 1911 NO 1989 Algunos sábados de Ei Pacifico ley infringible que, pues na Aquí están tus ojos, aquí, ció gitano, gitano ha de mo para ellos las palabras que En cumplimiento de nues aire parecerá calentora de rir, y mientras oyes, Lucía, te quise decir: una para cada tro ofrecimiento último, en la amor, y toda la sed de los gitana, los arrebatados liris fleco de tu pañuelo; que gacetilla Sabatinas. dedi lábios, ansia de ta boca. mos del pecador, piensas en cuando estés bailando, sean camos este primer artículo dei tú estarás en pie, gitara, cómo sonarán trasplantados cascabeles y te regocijen con notable escritor español Mar chiquilla, con tu gracia de Já la boca, hermana de la tu el ritmo que tú les quieras tínez Sierra la señorita Sa estatua y de junco, inquieta ya, que por decreto del Des dar. También te ofrecería tora Jiménez, una de las más como llama de hoguera, cotino la está esperando. dos los besos, que no te he preciadas flores del jardín mo si por todo el cuerpo el pecador, Lucía, dese dado, si los quisieras tú: en puntarenense.
moreno, morena, estuviese espera un poco de sa salva esas trenzas negras acaso ardejando ana sierpe su fasci ción, si ha de fiarla tu mi dieran como claveles. Tú veflogio de Pucia nación; y el maleficio de tus sericordia, y se pone un ins rás. Si una noche despiertas ojos, tan graves, trocará en tante desatinadamente triste; y tienes calentura, que sean ASPASOLA bendición el rojo de ta boca, pero tú le consuelas rompien en tus lábios lo que ha sido HIQUILLA, gitana, vamos tan risueña.
do bailar, y en el trenzado tu danza en mi pena. ahoá creer en el diablo por el Porque ésta es tu gracia y prodigioso de tu danza se ra que me voy de Granada, fuego de tus ojos negros; y tu fuerza, gitana, mujer: por rompe su tristeza como un donde hubiera debido nacer, después, bien puedes pedir los ojos eres casi braja, por espojo. Porque no hay pesa déjame que te diga que no nos en albricias un reino, por la boca, niña; y así tienes en dumbre que resista la glo me olvides, para poder lleque no es poco haber ganala distancia breve que va ria de ver ondular ese cuerpo varme la ilusión de que, sido en una vida ła creencia desde tus ojos tu boca la gitano, danzante, chiquilla. quiera un día, has sabido en las llamas de un infierno. sed y la fuente, la herida y Tienes un pañuelo de flecos que estoy en el mando.
De menog se han hecho no el bálsamo, la pregunta al y una falda con muchos voG. MARTINEZ SIERRA pocas milagrosas conversio destino y la respuesta de la lantes. cuando los flecos se nes, tallo de canela con azúbuenaventura.
mueven bailando tú, y vue LOS PUNTOS SOBRE car dentro, y te aseguro yo De la buenaventura, cuyos lan los volantes, es como si LAS IES que en el cielo será día de secretos ya se te han olvi el viento aventase la paja en fiesta mayor, y repicarán 80dado, gitana, Lucía. Cuando la éra para dejar el trigo lim Bastapte ouriosa nos ha las las campanas, y los án te hablan del diablo, te ries, pio.
Tecido una nota dada por el cogeles tañerán granadinas en y cuando te he pedido los los violines, la tardecita en No hay pesadumbre, no, rresponsal de La Republica en secretos de mi porvenir, has ante la gloria de tu danza.
esta ciudad, con respecto una vertido fuerza de penar¡Yo no soy gitana de buena aire de tus volantes y se dora reproducimos para que juzguen que entre un pecador con iniciado un paso de danza: Hecha pedazos, vuela en el gacet illa que publico El Packfi: por el milagro de tus ojos ventura!
al sol. el pecader com ndestros lectores: Tienes razón, chiquilla. prende que ese es tu destino. Nos extranjerisamos. EI Porque ha de ser ello una Qué ventura le va a pedir disipar la tristeza, romper el vapor que llegó últimamente de tardecita, Lucía, gitana. No a la suerte el que tiene la pensamiento, aventar la ceni San Francisco de California. creas en las noches de amor gloria de mirarte y de ver trajo de aquel lugar siete hijos teniendo esos ojos tan ne en tu cara el fuego, la risa y más de la ticrra de Tam Pai te pide perdón, Lucía, Shum, quienes se les encongros: donde estés tá, aunque la faentel Por eso cuando la gitana, por haber pretendido, traron sus papeles debidamensea mediodía, estará por lo vieja que te sirve de abuela con una hora de amor, cris te. este paso los puertos de negro de tus ojos todo el hace salutaciones sobre una talizar el agua, parar el vien Costa Rica; van perdiendo se misterio de la noche. No mano, leyendo destinos por to, inmovilizar la llama: sacarácter pacional con una velo has oído decir: donde está virtud de una moneda de crilegio, chiquilla, sacrilegio, cidad de cleo kilómetros por Dios, está la gloria? Donde plata, en el nombre de Aquel como ponerie a un beso un segundo.
tú estés con los ojos a por quien no puede venir co consonante y clavarle hecho cuáles nos gustan más si los Pero franoamente no sabemos biertos estarán dos luceros sa mala, tú entornas los ojos verso en un papel. No eres chłuos los gringos. encendidos, y para los luce y muerdes con los dientes, para nadie, Lucía, no eres plaudiríamos la suceptibiliros todo el cielo es noche. itan blancos. la viborilla roja para nadie, gitana. Eres tú dad del dicho corresponsal en Será la tardecita, y esta de tu lengua; sin embargo, en misma dentro de tí misma, lo que atañe a los astotos ofirá el pecador solas contigo. tu frente se enciende una fuego en hoguera, vuelo en cales, el nuestra nota, dejara en el huerto, debajo de la pa centella de curiosidad. gAca ala, corazón en vida, palpita traslucir como lo asegura, no erra, y habrá una sombra lu so dudas de lo que no crees, ción inevitable. la mano ataque esos cumplidos servi: minosa y cálida, con una im chiquilla, gitana?
que se tienda cogerte, co quitaría la saposición de que, postura bajo las verdes pám Dara como peña, no haces mo si se acercase a lo infi quien así escribe, no sin querer panas de frescura de cueva; caso de los madrigales. Tu nito, caerá paralizada para darse cuenta de lo que leé; es con lo cual todo el calor del corazón ha promulgado en siempre, por profanadora. Pasa le nappis negros.
za.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano de Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.