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EL PACIFICO To Afecciones Pulmonares leves crónicas exigen el empleo inmediato de la mejor medicina.
Como tal, centenares de médicos y millares de curados recomiendan la EMULSION de SCOTT lao con Hipofosfitos.
107 AMAOS LOS UNOS miembros humanos que recogían en carre097 LOS OTROS tillas de los campos circun vecinos. Se veian allí pas caras espantosas y sin ojos, CUENTO en que ya habían empezado a saciarse los perros Lambrientos y las aves de rapifia; Como en los tiempos de las antiguas le. otras cun gestos horribles de ira, de odio, yendas, Cristo y San Pedro bajaron del de dolor, o de desesperación; otras con los Cielo, empañaron sus bastones de viaje pa vidriosos ojos clavados en el cielo como ra recorrer la Europa, ensangrentada por implorando compasión o venganza; manos la más espantosa guerra que vieron los crispadas que empuñaban pedazos de arsiglos pasados ni esperan ver los venidemas o que parecían querer desgarrar las ros.
enormes heridas por donde salían los icte.
Andando, andando por caminos sembra tinos o goteaba aún la sangre ennegrecida; dos de cadáveres, por campos asolados y girones de uniformes de diversas nacionaentre escombros de ciudades y aldeas calci lidades, mudos testigos de qi e aute la nadas por incendio y destrozadas por la morte, los jefes y los humildes soldados, metralla, llegaron una tarde a un lugar los ricos y los pobres, los ingleses y los ale que acababa de ser teatro de tenaz sitio y mapes, los franceses y los austriacos, los furibundos y sangrientos combates. turcos y los rusos, eran todos una sola coParados sobre una muralla medio de Sa: una misma carne patrefacta, que había rruida, el maestro y el discípulo tendieron que destruir cuanto antes para que no lanla melancólica mirada por ese cuadro de zara la peste mortal sobre los vivos que desolación, testigo mudo de la barbarie de debían continuar la tarea de matanza, exla guerra y del salvajismo de las pasiones terminio y destrucción.
humanas desencadenadas.
Sobre esas montoneras de despojos hu Qné dices de esto Pedrol, dijo Cristo manos, vertían los soldados cántaros de al cabo de un rato de dolorosa contempla petróleo y otras sustancias combustibles.
ción Era de ver lurgo, entre las llamas azulaPedro alzó sus ojos húmedos y no con das y los torbellinos de humo infecto, retestó; pero aquel que todo lo ve y todo lo torcerse los cadáveres como con dolores de sabe, leyó en ellos esta respuesta: altratumba; crisparse piernas y manos des Señor, que en lugar de haber predica nudas y amarillentas, como con angustias do amaos los unos a los otros. parece infinitas; abrirse grandes ojos, como asomque hubiérais ordenado: matang y des brados de aquel infierno, y confundirse en truíos sin compasión unos a otros. una sola llama y en íntimo consorcio, los Entonces Cris:o clavo su mirada dulce y irreconciliables enemigos de la víspera. Se serena en el viejo vacilante; Pedro sintió alzaba de aquella inmensa pira un rumor un rayo que le penetraba hasta el fondo siniestro formado por los silbidos del viendel alma, y todo turbad, exclamo: to. rugir de las llamas, el reventar de. Es verdad, Señor. al mirar tas tem los hinchados rientres y el estallido de las plos destruídos, tu imagen santa hollada cartucheras.
por los cascos de los caballos y tus hijos Los enterradores, o mejor dicho los in matándose como fieras, he dudado de tu cendiarius, alejándose lo más posible do aobra. pero tú tienes poder suficiente para sacar de todo mal. Hágase señor quel calor infernal, se sentaron a la sombra de un árbol y con las manos sucias y enta voluntad. ya que hemos visto el negrecidas por su atroz tar a, se pusieron de Aceite de Hígado de Bacacolmo de la maldad humana, retirémonos a comer tranquilamente.
a tu reino, desde dondo enviarás remedio Oh! Señor, esto es horrible, dijo Pe.
para tanta miseria, dro, y calló; pero en su mente leyó Cristo. aún hay más Pedro; toma tu cruz y estas palabras: Hemos arado en el mar!
sígueme.
La mirada azul y sunvísima de Cristo, camina que camina fatigosamente, llegó otra vez al corazón de Pedro, y algo llegaron a otra ciudad que no era un mon muy raro sentiría sin duda, porque alzó al tón de escombros como la primera, sino un cielo los ojos anegados en lágrimas y mor.
inmenso hospital. Casi no había hombres. maró: Padre nuestro que estás en los cieNo se veían sino mujeres llorosas y niños TEODORO ROIZ escuálidos que circulaban de una parte a Todavía hay más Pedro, sígueme.
otra, por entre procesiones de camillas en Grn Fabrica de Andando, andando llegaron otro día a la que algunos soldados viejos e inválidos cumbre de un cerro, desde donde se divillevaban heridos y enfermos a los diversos saba una iom nsa extensión de cielo, de Casa fundada en 1899 salones donde las hermanas de la caridad, tierra y más allá de mar.
con la cruz roja al pecho, les prestaban los Mira al cielo, Pedro.
auxilios posibles. Por doquiera se veían Así lo hizo el viejo y vió venir del conmiembros humano: destrozados, sangre, fin del horizonte un enjambre de aves cadáveres, instrumentos de cirugia y apaPUNTARENA SCOSTA RICA.
enormes con rapidez extraordinaris. Al ratos médicos, en medio de un confuso vo.
cerío, en diversos idiomas, de gritos de do de ciudades y de pueblos, empezaron a fin llegaron y volando y revolando encima lor intenso de gemidos angustiosos, oracio arrojar sobre ellos una lluvia de bombas, nes y maldiciones, súplicas y estertores de que al estallar con formidable estruendo, agonizantes, que los ateridos vientos de la en un instante destruían casas, palacios, tarde, cargados de emanaciones deletéareas, universidades, bibliotecas y templos, sellevaban en sus alas, como para diseminar paltando entre las ruinas muchedumbres BERLIN Alemania a la vez tristezas y epidemias por los cam.
de hombres, mujeres y niños en medio de CASA PRINCIPAL DE GRAY ESTILO, ESPECIALISTA EX VESTIDOS, ROPA, AJARES, DE pos arruinados.
gritos de angustia y de dolor indecibles.
Nadie parecía ver a los misteriosos via Son esos los dragones del ApocalipBACIONES MUEBLES. Telas de lana, seda y algodón para vestidos de señoras. Vestidos medio confeccionados de tal, seda y velo lavable. Pañoletas, mentas de viaje, cocho y abrigo, fresados jeros; pero donde quiera que pasaban iba sis. preguntó Pedro.
dejando Cristo uno como tenue perfume. Son los zeppelines y los aeroplanos Paletots, Abrigos, Trajes, Vestidos, Batas Faldas, Blusas, Enaguas, Sombreros, te. ete.
Confecciones para señoras que calmaba los dolores, acallaba las blas. con que los hombres han conquistado el femias y suavizaba el horror de aquel in aire, no tanto para civilizarse como para Trajes para niños fierno.
destruirse. Ahora mira al mar.
Vestidosy abrigos para niños. Vestidos y Paletots para señoritas Trajes para niños. Abu Qué dices de esto Pedrol, volvió a gos y Pelerinas preguntar el Maestro. Continuará)
Ropa para caballeros en los ojos del discípulo, medio desvanecido por los miasmas y lleno de espanTrajony Paletots. Trajes para excursiones, para cama y sport Sombreros y Gorras.
to y de tristeza, leyó esta respuesta que Telas blancas de algodón, biao, mantelería, ropa de baño, ropa interior blanca, ropa paramos los labios callaban con temeroso respeto: guantes, corbatas, medias, ropa interior de panto, corsés, delantales, sombrilla y pangun Que hemos predicado en el desierto! CAYERON LOS DARDANELOS La mirada luminosa penetró de nuevo Fidan catálogos y entien sus pedidos a VICTOR FARIA, San José, cesita 882 en el corazón de Pedro, y algo indefiniblo y misterioso le obligó a exclamar: LA PRIMOROSA, tienda bien. Inexcrutables señor son tus designios. abastecida y apreciada del público por Pero salgamos pronto, que ya no podemos la baratura y buena calidad de sus ar CERVEZA HIGH GRADE ver nada más horrible.
Aún hay más Pedro. Anda, anda, tículos, cambiará de domicilio para comodidad de los clientes AMERICANA)
anda. así haciendo, llegaron a otro sitio elo Su nuevo local será el antiguo esta.
vado, donde un humo negro, denso y féti blecimiento del señor dlejandro Me do, que venía de la llanura, estuvo a punto neses, configno a Juan Benito Wong de dar con ellos en tierra.
y frente a LA NORMA de David Agente LUIS CASALVOLONE. Puntarenas. Qué es esto, Señor preguntó Pedro Naja tapándose las narices.
Aprovechando su dueño el trasla Es el perfume de la muerte. Mira al do, ofrece en baratillo que durará un llano y verás de donde sale.
El apóstol bajó la mirada y vió un esmes, las existencias de su establecipectáculo que le hizo crisparlos nervios. miento.
En una especie de fosas de poca hondura Visitadlo en su nuevo local y queda que ocupaba anchos espaciosos, unos sol réis sati fechos.
de Alejandro Garrido Tucuix dados andrajosos y ennegrecidos, iban haSARKIS BRATS cinando, como pilas de leña, cadáveres y SITUADA FRENTE AL PARQUE DI LA VICTORIA más cadáveres y sangrientos trozos de los.
Jabones y Velas Almacén de Abarrotes y Licores RUDOLPH HERZOG NUTRITIVA FARMACIA LA VIGTORIA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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