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LA PRENSA LIBRE Diario independiente, de intereses generales, órgano de la Empresa Tipográfica. La Empresa será de un modo solidario Editor responsable del periódico, legal y moralmente. Artículo 38 de los Estatutos de la Sociedad. AÑOI.
Administrador y Redactor, Juan Ferráz.
San José, Domingo de Febrero de 1890.
Oficina imprenta, de la Universidad, nos 95 12 NUM. 206.
Febrero de 1890. Tiene este mes 28 días.
POR ADOLFO BELOT.
lo de san Pablo.
hermana de san Benito; santa AustraberGuillermo ermitaño.
Martes 11. Memoria de la Pafundadores.
campos Elípor dónde Brasil.
CALENDARIO.
FOLLETIN. le hablaba nunca sino de lo mu leta era el Imperio rencido; pero Cierto día, las seis de la tarcho que amaha.
insumiso aún, preparando el por de, el principal de Robežto le diAmábala tanto cuanto era ama venir.
jo. Puede Ud. irse; hoy cierto UN MANOJO DE AZUCENAS. do. Habríase dicho que pretenCuando todos esos rumores de más pronto que de costumbre. Es Domingo Sexagesima. San Tito, obispo de Creta y confesor; discípudía reemplazar él sólo todos los duelos. todas esas historias bata menester prepararnos para la fiesmuertos queridos. Rodeabala de lladoras, tan frecuentes entoncesta de mañana.
Lunes 10. Santa Escolástica, virgen, mil cariñosos cuidados, mimaábala, en Paris, llegaban oídos de la Era la víspera del 23 de Agos(Continuación. prodigabale ternezas sin fin. No señora Leferre, la esposa del anti to, del día de San Luis, santo del ta; santa Sotera virgen y mártir y san ¡Valiente, sí! Tiempo hacía que era un hijo; era más bien una hija guo jefe de escuadrón, embargába Rey.
ella lo había advertido, y tembla afectuosa y tierna.
la congojoso miedo. Ay! si al. Éntrose Roberto por la calle de sion de Ntro. Jesucristo.
ba por ello. Sin embargo, nunca ¡Y cuál le derolvía ella todas guno de esos duelistas, de esos ca Dauphine, asombrado de verse liSan Fructuoso, obispo y compañeros máry había tenido querella ni batidose esas ternezas, todos esos mimos morristas, de esos furibundos. tu bre aquella hora. Como su matires; san Saturnino, presbítero y mártir en duelo: pero cuando se hablabai Qué solicitud, nunca disminuída!
viese la fatal ocurrencia de buscar dre no lo estaría esperando todasan Desiderio. obispo de Lyon y sän La; delante de él de batallas, hechos Ella no vivía sino por él, para el. querella su hijo. de matarlo, co vía, ocurrióle, para llegar casa, zaro obispo y los siete siervos de María, de armas, muerte heróica; cuando Habíase entregado toda entera mo habían matado a los otros! tomar el camino más largo, hacer se citaba un rasgo de valor, reíase su último hijo, su único amor, sui Pero después de mirarlo, se se un poco el haragáu.
Fasomar el carmín en su blanca tez, sola alegría.
renaba congratulándose de haber Emprendió por los muelles, por Cabiotelegramas brillar su dulce mirada, estreme Sin embargo, en aquella época, engendrado su querido Roberto el Senarío, abajo, marchando hacia recibidos en San José, el de Febrero, viacerse todo su sér. Escuchaba fe si Francia vivía en paz con las pequeño, iubio, sonrosado, con el Ocaso, hacia el sol que se oculbril, ansiosamente; parecía acrecer naciones vecinas, los franceses enpies y manos de niño. Quién taba por detrás de los San Juan del Sur, las p. 18.
su vida con lo que le contaban. tre sí se querellabán harto, y se batirse con él?
sería tan cobarde que pretendiera seos. El tiempo era magnífico. Berlin, Febreio Ha sido firmado de su madre tenia la fragilidad y batian sin tregua. Jamás el due¿Quién podría tibio el ambiente, de púrpura el el tratado de comercio entre Alemania la gracia; de su padre la firmeza y lo, siempre floreciente entre frantener la gloria, por antojo, de ma horizonte; en la superficie del río y Turquía.
la audacia. Con el exterior feme ceses. estalló con mayor violencia, buena?
tar aquella criatura inofensiva y los reflejos luminosos parecían haRo Janeiro, Febrero Está anundas de oro.
ciado que para el doce del corriente senino de la ună, el almae viril del con tanta rabia, como en los pri Además, dónde podría ofrecer. Mire va, torpe!
abrirá el Banco de los EE. UU. del otro.
meros años de la Restauración, se ocasión para tropezar con aque. Una ramilletera era quien le Pero ya que tenía ella que te Era una fiebre, una epidemia, unali Berlin, Febrero Suiza ha aceptado mer? Ñada por el momento. La locura. En provincias se bátian allos hombres peligrosos, aquellos dirigia estas palabras, porque hala invitación del Emperador Guillermo Europa fatigada, diezmadá, no como en París, por un codazo, por la atmósfera en que ellos vivían, res.
seres malignos? El no vivía en bía tropezado con su cesta de fiopara concurrir a la conferencia internaobras.
quería más guerras; los pueblos una mirada, por nada. sobre Londres, ebrero Un periódico de todos se reposaban. al fin. todo, por nada, en el campo, en el públicos, donde se suscitaban las dió mil perdones.
no iba cafés, teatros, jardines Paróse y todo ruborizado, le piParís anuncia que el Gobierno francés subix Luis XVIII al trono había bosque y durante la noche, algu querrellas, donde los duelistas de La ramilletera, linda muchacha, hará muy pronto un empréstito de prometido la paz, y de uno a otro nas veces hasta en las calles, bajo profesión buscaban adversarios pa mirábalo y pareciéndole interesan.
ochocientos cincuenta millones de fran extremo del país las madres repe un farol, con o sin testigos¿Qué ra sacrificarlos como víctimas.
te en medio de su confusión vertían: Se concluyó yá, no más ha importaba. Había tanta prisa Salía él tan poco de casa! De gonzosa, con sus vivos colores y Ronna, Pebrero 1: Su Santidad ha tallas, ahora podremos retener apor matarse! La verdad era ques ordenado a todos los Obispos donde ha ser rica, no lo habría dejado salir sus grandes ojos azules asustados, nuestros hijos, criarlos, y que se después de veinte años de luchas, jamás sin acompañarlo. No sién díjole con voz más suave: habido el dengue permitir los pacientes que comian cuanto ellos quieran sin hagan viejos a nuestro lado. Se de cadalsos y de cañón, después dolo, le había sido forzoso permi. No me comprará Ud. algo. restricción. ha restablecido el orden natural. de cien batallas, Francia no había tirle que tomara un empleo, que aquí tengo magníficas azucenas Londres, Febrero Veinte comellos serán los que nos verán mo tenido tiempo aún de apaciguarse, entrase en la oficina de un librero para la fiesta de mañana.
No se pañias de esta ciudad, propietarias denir. Ella pensaba como las otras y respiraba todavía el olor de la de la calle de Dauphine, para lle las venderé caras. Tiene Ud.
muelles, han firunado recientemente un madres; creía en la paz eterna, pólvora y sangre derramada.
var las cuentas y la corresponden una cara tan noble. convenio para hacer oposición las o universal, en tanto que el Rey vi. Los guardias de corps, que re cia. Todas las mañanas bajaba Algo turbado tedavía, racilaba.
tras compañías que emplean operários viera, en tanto que los Borbones presentaban el nuevo régimen, Fél de la colina de los Molinos, Las azucenas no lo seducían; no para llevar flete otras ocupaciones ocupasen el trono; se había vuel. los oficiales en situación de reem donde madre hijo habitaban, se era la flor que él prefería.
de muelle, Calcúlase en ciento cin to realista ardiente, con la espe plazo, que presentaban el pasado, guía por los muellos, el Puente La florera adivinó sin dnda su cuenta individuos el desastre de la miranza de conservar su hijo. eran los más encarnizados para Nuevo, llegaba su oficina, y has pensamiento, pues inclinándose a na Aberschain. Se han recogido a medida que él iba creciendo darse de cuchilladas. Si por aca. ita la tarde noche, las siete, no su oído, le dijo por lo bajo: la vez sesenta cuerpos.
San Petersburgo, Febrero: El en edad inteligencia, quiso ella so no lograban tener un desafío salía para regresar por el mismo. Ya conoce Ud. tengo según Gobierno ruso está formando un puer hacerlo partícipe de sus ideas, lo unos con otros, la emprendian, no camino casa. Esperábale ella:la opinión de cada unos Si quieto comercial en la Bahía de Streetlitzky que por error llamaba sus opinio importa con quién, no importa para cenar; poníase la mesa, ha re buscaré en el fondo de la cesta, adyacente Sebastopol.
En su respeto filial la deja por qué, a fin de entretener el puño, blaban de las noticias del día, se acaso encuentre algunas rioletas.
Lisboa, Febrero. Las autorida ba hablar sin contradicción; pero y aumentar la lista de sus haza decían frecuentemente mil terne. Violetas. repitió él, se animó su mirada.
des municipales han dado cien contos por lo bajo, muy bajo, su concien nas.
zas; enviándose mútuos bėsos con Deslizó ella la mano hasta el para el fondo de la defensa nacional. cia murmuraba: Si mi padre, si ¡Ay. En aquella época no con la punta de los dedos por cima fondo, y sacó un ramito de rioleEl señor Arzobispo ha ordenado al mis tres hermanos murieron por venía hacer parada de sus opinio de los platos. veces algunos tas que le presentó, después de cleio que colecte fondos para el mis el Emperador, es que lo amaban ynes! Quien estimaba sú :vida, de amigos llegaban los postres, y se haber mirado recelosa en su derre.
mo objeto.
admiraban; yo debo también, co bía abstenerse de decir. Amo al formaba tertulia, que duraba hasParis, Febrero Ayer se presen mo ellos, amarlo y admirarlo. Rey he amado al Emperador. ta las once. Este era su único exdor, pues bien sabía que la viole.
tó Mr. Rouvier, Ministro de Hacienda, luego leía hurtadillas la historia Un antiguo oficial de Napoleón, ceso.
ta no tenía olor de santidad.
ante el coinité de la cámara de dipu de los años que acababan de tras un joven realista, le habría pedi. Así vivian dichosos, su pro mente y lo escondió bajo la pe.
Tomó el ramo, lo aspiró lentatados y les mostró la necesidad de encurrir, Esa historia le parecia do inmediataments razón de sus pio gusto; él, sin deseos, sin ambi chera de la camisa. Iba pagar, contrar nuevos niedios fia de asega. de esa afecciones o de sus ecuerdos. ción, inconsciente de su edad, de cuando hizo esta refiexión: Si rar el equilibrio financiero. Sus ob grandiosa, soberbia, servaciones fueron que un nuevo em suerte, poco poco, recordando ra, sobre todo, arriesgado llevar su jurentyd en pleno desarrollo; mi me gustan las rioletas, mi mapréstito hecho por el Gobierno era alos suyos y admirando su jefe, revestirse de ciertos objetos que ella, reposándose en esa vida trian. dre da la preferencia las azucemenazante. El dijo que el Gobierno se volvía imperialista, al lado de pasaban por emblemas. Nadie te quila de todas sus agitaciones an nas. Precisamente quería ella comestaba resuelto suplir del país ba una madre convertida en realista nia ya derechoʻá mostrar su oficio tiguas, procurando olridar el paprar un ramo para mañana 20 qué, pues, no ha de tener también cer los esfuerzos necesarios para los por desesperación, por temor. por ciertas flores: la azucena era sado para mejor gozar de la dicha su parte de placer?
gastos de la nación Empero, ella nada sabía; él no la causa realista triunfante; la rio presente. Continuará. COS.
nes.
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