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LA PRENSA LIBRE. COSTA RICA AMERICA CENTRAL DE Don Jantel Blanco Heredis Limón 99 Puntarenas Liberia San Ramón 98 wi parte.
AGENTES ¡Cuanto apena el ver uno de esos mi Cuando se abre un tomo de Heine in idea de la mancra del poeta, que ya sacrocosmos, más rastos que el universo, rece que entramos en uno de esos jardi. be que atenerse sobre ese terrible procontenidos en la reducida bóveda de un mes que tanto gustaba el de pintar, las blema. LA PRENSA LIBRE cráneo roto, perdido, aniquilado! Caán marmoreus esfinges de la escalinata afi La pobre alma dijo al cuerpo: No te tas y cuán lentas combinaciones habrá lan sus garras en el ángulo de sus pe abandono, permanezco contigo; contigo Carrago menester la naturaleza para formar una destales, nos miran con sus ojos en quiero abismarme en la noche de la Teodorico Alrarado. cabeza parecida!
blanco y nos miran con una intensidad muerte, y contigo beber la nada. Has Alajuela Menardo Reves. Eurique Heine babin nacido en el dia que asusta; sobre su lomo leonado se ven sido siempre otro jo; me has envuelto La Union José María Coto. de Enero del año 1801, circunstancia como estremecinientos: su cuello de mu carifiosilmente como en vestido de rosa Salomón Agrilor. que le hacía decir, riéndose, que él era el jer palpita como si latiese en coazón ba suavemente forrado de Amarillo; jay. es Baguces Jesús Velázquez. primner hombre del siglo. Tupffer ob jo aquellos contornos rigidos; rechipan preciso ahora que completamente desSimon Amador.
serra los inconvonientes que hay, cuan las puertas al girar sobre sus gomes en nuda, despojada de mi querido cuerpo, Federico Faerrón do se envejece, en llevar las centésimas mohecidos y se cree ver el pliegue de un cono ser puramente abstracto, yo me San Mateo Jesús Valverde del siglo, que perpetuamente vos recuer vestilo que desaparece bajo un arco, co lance vagar, allà arriba como una ha.
Florentino Lobo.
da nuestra edad y parece que nos arras ano si el espíritii de la soledad huyese da bien aventurada, en el reino de la luz, Se solicitan agentes en las denuſe poblaciones tra con él; Heine abandono a su compa sorprendido por nuestra llegada. en esos fríos espacios del cielo donde de la República.
nero en el quincuagésimo sexto viaje. El musgo, las ortigas, las bardanas ban las eternidades silenciosas me mirav bosEl tiempo era frío, nublado, triste; las brotado entre las desnnidas losas de la tezando; allá se arrastran llenas de bashomas seſinindas para la conducción del terraza, los arbolillos sin cultivar los de tío y producen un ruido insipido con sus INSERCIONES.
cadáver, las de la mañana; unos pocos a tienen el paso con sus ramas, como si zapatillas de plomo. Oh. Esto es atemigos y admiradares del poeta se pasea pos saplicasen que no siguiésemos ade rrador! Ah! Quédate aqul conmigo, ban delante de la casa mortuoria, esperan lante. Las rosas parecen ensangrenta querido cuerpo!
ENRIQUE HEINE. do que el fúnebre cortejo se pusiese en das entre las espinas, y las gotas de lla El cuerpo dijo a la pobre alma: Ah!
murcha para el cementerio. Heine babia via suspendidas en sus pétalos brillan co Consuélate; no te aflijas de esa manera, proliibido toda pompa, toda ceremonia; mo lágrimas; las flores ahogadas por las Debemos sobrellevar resignados la suerCierta mañana vinieron a decirme que considerábase como muerto desde hacia Hierbas nocivas exhalan perfumes extra te que nos depara el destino. Era yo la un extranjero, cuyo nombre desfigurado mucho tiempo, y quería que lo poco que nos que producen vértigos.
torcida de la lámpara; es menester que por mi doméstico, no pude comprender, de quedaba saliese en silencio de aque En el estanque el agua negruzca se me consuma; tú, el espíritu, serás elegisolicitaba hablarme. Bajé la habita lla habitación que no debía abandonar si corrompe bajo la liierba verde, y la na do para brillar alla arriba, lindísima esción en que recibia yo las visitas, y ví Ano para trasladarse la tomba. La vis yade roja es chata como la estampa de trella de la caridad más para.
un bombre muy finco, cuyo semblante ta del fóretro, muy largo, muy ancho y la muerte. El sapo salta a través de los recordaba el de Gericault, y terminaba muy pesado, en que aquellos restos pe senderos y va contar nuestra llegada soy sino materia; caſa hueca, es preciso Yo soy ya solamente un harapo; do en una barba puntiaguda, rubia, y en la queños estaban tendidos más desahoga su tía la vítoru. Sin embargo, el viento cual veíanse blanquear muchos hilos de damente que en su lecho, evocó en todos suspira sus elegias, y el ruiseñor canta sido, un poco de polvo. Adios, y conque me deshaga y vuelva a ser lo que he plata.
nosotros el recuerdo involuntario de este penas de amores idos; en la ventana de suélate. Por otra parte, acaso en el cieBuscaba yo entre mis recuerdos quien pasaje del Intermezzo: Id buscarme la casa, casi destruida aparece una don lo se divierta uno más de lo que tú creas podría ser aquel huésped matinal que me un ataud de tablas sólidas y gruesas: es cella fresca y rubia, envuelta en su bata Si encuentras la Osa mayor en la bósaludaba familiarmente y me tendía la menester que sea más largo que el puen de raso, semejando esas badas neerlan veda celeste, dale muchas expresiones de mano con la franca cordialidad de un a te de Maguncia; y traedme doce gigantes desas que Gaspar Nestcher se agrada de migo antiguo. No conseguí juntar su más fuertes que el vigoroso San Cristó pintar en un fondo de rocas de dulcanombre a aquella cara tan cambiada; pe bal de la catedral de Colonia, del Rhin; maras; es encantadora, pero no tiene coTeófilo Gautier.
ro trascurridos algunos minutos de con es necesario que lleven el ataud y lo razón, y en su seno se encierra un pozo versación, un rasgo ingenieso del desco arrojen al mar, un ataud tan grande pide de nieve.
nocido me hizo exclamar: una grande fosa ¿Sabéis por qué es me Jamás caerá en falta con nosotros; pe Este es el diablo, es Heine.
nester que el féretro sea tan grande y to si tenemos alma y nervios, valiéranos EXTERIOR.
Era efectivamente Heine, convertido tan pesado! Porque voy depositar en más habernos enamorado de una de esas de Dios en hombre.
él juntamente mi amor y mis penas.
mujeres que llevan pintado el vicio en Pocos meses después, Enrique Heine En efecto: el ataud era demasiado gran sus pómulos enrojecidos. Esa doncella CABLOTELEGRAMAS.
caía en cama para no levantarse más; des y si no fué arrojado al mar, se le de nos dará la muerte con mil suplicios inopermaneció ocho años clavado en la cruz positó en una huesa provisional en pre centemente diabólicos, y ni en el día del San Petersburgo, Julio Muy poco de la parálisis por los clavos del padeci sencia de poetas y de artistas franceses y juicio osaremos resucitar por miedo de se ha sabido en estos últimos días desde miento.
alemanes poco numerosos, que permane volver a verla.
las noticias publicadas por Guillermo soDurante esta larga agonía, presentó el cían formados respetuosamente, conven Heine tiene de común con Goethe quebre la renovación de la triple alianza. Lo fenómeno del alma viviendo sin cuerpo; cidos de que asistían los funerales de sabe pintar mujeres verdaderas; una 11 que se dice de Berlín hay causa al Czar del espíritu prescindiendo de la materia; un monarca del talento, aunque no había tea le basta para que una figura se di upa faria tal que ha revocado todo el la enfermedad le había arrogado, dema allí ni gran cortejo, ni negro estandarte buje viva y completa. Qué engañoso programa del verano próximo. Nada crado, disecado como su antojo, y en con estrellas, ni discurso enfático, ni blan encanto, qué pérfida languidez, qué risa autorizativo se sabe todavía. Todo el aquella estatua de Dios griego habia ta dones de amarilla cera. Colocada la 16 de hiena, qué lágrimas de cocodrilo, qué mundo cree estar oyendo decir que el llado, con la paciencia minuciosa de un pida, casla cual tornó descender por la ardiente frialdad, qué alada llama, qué mismo se ha creado aprovechado una artista de la Edad Media, un Cristo des triste colina, y fué perderse en el hor coquetería de gata! Ningún poeta ha oportuvidad para hacer comprender a carnado hasta el esqueleto, en que los miguero infinito de la vida bumana. sabido mover con más gracia la cola de sus enemigos lo que el cree sobre ellos y Dervios, los tendones, las venas aparecían Pocos poetas me han conmovido y dragón en la comisura de unos labios de la triple alianza. Hay en la naturaleza salientes.
emocionado como Heine. Desconozco rosa. Con qué convicción dice de Lugi humana, elementos vagos que se hacen Aún así desfigurado, Enrique Heine el idioma alemán, es cierto, y solo he gaan, el amante de Melusina: Hom por el momento impacientar tornando al era todavía harmoso; y cuando levantaba podido admirarle en las traducciones; pe bre feliz, cuya querida no era serpiente individuo unas veces iluso, otras frenétisu párpado caldo brillaba una ehispa enro qué hombre será este cuando, aun pri sino medias!
El Czar saturado de estos elemensu pupila casi ciega; el genio resucitaha vado del ritmo de la rima, del feliz ordeSi Heine no ha labrado en sus paros tos, cree que de un momento a otro pueaquella cara muerta; Lázaro salía de su pamiento de las voces, de todo lo que la más resplandeciente estatua de dioses de bacer quebrar las combinaciones de fosa por algunos minatos, aquel espectro constituye el estilo, en una palabra, pro: griegos y bajo relieves de bacanales toda Europa. Una de las pruebas más que envuelto en sus sábanas, parecía es duce todavía efectos tan maravillosos tan poras de forma como los antiguos, significativas posibles de una verdadera tatua fúnebre yacente sobre un monu Heine es el poeta lírico más grande de esta, cuando menos, al nivel Uhland y liga que une a Alemania y Austria, se mento, hallaba voz para hablar, para reir Alemania; su sitio está naturalmente al de Tieck, si narra las leyendas católicas dió ayer en el campo de batalla Anigpara lanzar ironias ingeniosas, para dic lado de los de Goethe y Schiller; tal apa y caballerescas de la Edad Media. gratz en Bohemia donde se reunieron tar páginas seductoras, para dar rienda rece mis ojos aunque la poesía traduci Heina saca del cuerno maravilloso de las diputaciones de los eficiales de varios suelta sus estrofas aladas, y en aque da en prosa do sea sino un rayo de luz Achſm, de Armin y de Bretano sonidos regimientos austriacos, rusos sajones, llos días en que la piedra de su tumba envuelto en paja, como Heine mismo ba que hacen estremecerse a los ciervos en conmemorará la acción del vigésimo quin mortificaba con más dureza sus miem dicho.
el fondo de los bosques y bajarse los to aniversario del conflicto que destruyo bros, para gemir lamentaciones tan tris. Ninguna naturaleza hubo nunca que puentes levadizos de los castillos feuda por completo las pretensiones de la famites como la de Job en su estercolero. se compusiera de elementos más hetero ies. Cuando jinete en su corcel se lan lia Hapsburg para dominar Alemania.
Sus amigos debieron alegrarse de que géneos que la de Enrique Heine; era si za la carrera, muy luego roza con su Paris La Francia no pretende esesa espantosa tortura concluyese al fin, y multáneumente alegre y triste, creyente calzado la blazonada falda de la castella conder el enojoso abatimiento que ha de que el verdugo invisible diese el gol exceptico, tierno y cruel. sentimental na cazadora, y nadie maneja el vepablo sido lanzado por la promulgación de nuepe de gracia al infeliz atormentado; pero y burlón, clásico y romántico, alemáu y con más gracia, va triple alianza en la que se pretende pensar que aquel luminoso cerebro, ama francés, delicado y cinico; entusiasta y Nuestras costumbres literarias, muy hacer creer que Inglaterra está en autos, sado con luz y con risus, del que surgian lleno de sangre fría; todo menos fastidio dulcificadas, acaso hagan que aparezcan Ha circulado de pronto la noticia entre imágines, zumbando como abejas de oro, so. la más pura plática griega, unía excesivamente crueles algunas ejecucio los artistas franceses de la compañía de sólo resta hoy un poco de pulpa gris, es el sentido moderno más exquisito; era nes de Enrique Heine; con los males Opera de Augusto Harris, que si ellos un dolor al que no es posible resignarse verdaderamente el Enforión hijo de Faus poetas era implacable; pero no tiene toman participación en las representaciosin protesta to y de la hermosísima Elena.
Apolo derecho a desollar Marsyas? La nes que se darán en Convent Garden el Oierto que estaba en vida encerrado No es propio de este sitio examinar y mano que empaña la lira de oro empuña jueves próximo delante del Kaise, es muy en un ataud; pero, acercándose el, era apreciar su obra, que hablará por sí mis también el cuchillo para disecar el sáti posible que sean tenidos como trai posible oir la poesía cantar bajo el ne ma; pero no podemos por menos de indi ro grosero; voy a terminar con una pa dores cuando ellos vuelvan entre sus progro ropaje.
car la impresión que nos produce. gina del libro de Lázaro; ella dará una pius conciudadanos.
co.
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