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LA PRENSA LIBRE. COSTA RICA AMERICA CENTRAL bar.
La Loba.
que andaban por ahí en altas horas. Pensa tarde con impaciencia, el árbol del patio vabo plomizo que queda alli con aspecba también en que podía oir los pasos donde estaban hechas seis rayas. to de liquido opalito: es el espíritu: en que se aseguraba que solían sonar en la. Seis peces la luna ba iluminado el aquel momento la mujer se había transEs Kak bualt tik, que modernamente se sala recina y que algunos atribuían al bosque, dijo: aun falta mucho para formado en lobe. Entonces se fué ropronuncia y escribe con toda Fulgaridad difunto Presidente.
completar tu dote.
Cacahuatique, un puello encaramado en La viva tristeza de Oxil tla se ilu En el silencio de la noche, la claridad las montañias del Salvador, fronterizas minó un momento por un rato de ale de la hoguera hizo abrir los ojos Honduras. Por ahí, nació el bravo Gegría.
Oxil tla, que mira en torno, busca y neral don Gerardo Barrios, que siendo, Quitad de este pueblo los tejados ára Porque Oxil tla iba por las tardes a llama a su madre, que ha desaparecido.
Presidente de la República, más tarde, bes, las dos iglesias, los innumerables ár la cerca del maizal vecino, siempre que La jóven se levanta temerosa. Todo es se hizo en Cacahuatique una finca de re boles de mango que se sembraron entre el zumbido de una honda hacía volar silencio. Recorre la casa, y da con la creo, con dos manzanas de rosales y o. los años de 40 50, inaportados de las espantados los pájaros negros de la co vista en el tiesto, en que flota algo cotras dos de limarés, cafetal que llegó a Antillas; quitad las cruces del cemente marca; ide tal modo el poderoso hondero po líquido y como vapor.
dar 900 sacos y una casa como para re rio, su levita de algodón, bordada de cip. hacía ahullar el pedernal en los aires! Aadre, dice la joven, madre fué al cibir la Presidenta, mujer bella y ele ta de lana, al alcalde; sus pañolones de En el verde y floreciente maizal habia templo y dejó impuro el tiesto de las oragaute por extremo. Un vasto patio de seda las aldeanas descalzas;suprimid los oido ella la canción que solía murmurar ciones; una buena hija no debe dejar namezcla, una trilla y una pila de lavar ca caballos y los bueyes, y ya Kak hualt tik entre dientes cuando estaba delante de da para mañana: es preciso acostumfe; una acequia que charlaba día y noche es lo que era antes de la conquista, con su madre: brarse un trabajo regular: que más al lado de la casa, todo construido en la sus ídolos acurrucados en el templo cagas tarde Iquéxapil vea en mí una mujer pendiente de una colina arriba, y de mo paredes ofrecen un intrincado mosaico Flor de pino, recuerdas el día hacendosa.
do que se dominaban de allí las planicies, donde las florescencias y los animales, se En que fuiste, a los rayos de sol, Al decir esto, se inclina, toma el tieslos valles y vericuetos del cafetal cuando mezclen a la figura humana, como el es ofrecer esa frente que es mía to y arroja la hoguera su contenido: se cubría de azahares; la montaña muy píritu humano se mezclaba en la sombría Al beso altanero el fuego crece con llama súbita, pero cerca, en que se veían descender Allosofia indígena los brutos, los árbo Del cacique que guarda el peñol. luego sigue ardiendo como de ordinario.
por los caminos casi perpendiculares les y la roca.
Diá tu madre, cuando haya venido de nuevo y para calmar su terror procuOxi tla guarda el tiesto, se acuesta Como hayais concebido este pueblo La ancha Luna por sétima vez, otro lado montes; por otro un trapi en su faz primitiva, empiezo mi narración, Que yo he de ir a su sombra escondido, la madrugada, la loba Iusmea toda ra conciliar el sueño y se duerme che, tiempos moliendo caña, movido por que es, en el fondo, la que me hizo Dabueyes que daban la vuelta al torno su mián, un mayordomo. que hará al guerrero La piedra de mi honda caer unis pies. busca en vano su espiritu. Pronto va la casa, va, se revuelve, gime en torno, yo a tiempos enfundado en un sudario de Kol ak chiutl. mudada de culebra)
bagazo, solitario y silencioso bajo un a que en la tribu por abreviación acabaron El que así canta en el maizal es Ique despuntar el dia. Oxil tla se despereza, mate copudo, más allá cerros magníficos, por pronunciar Kola, era una mujer que xapil. perro de agua. el frondero más próxima despertarse con un gracioso mitad; limitando la finca, una bondonada que era bruja y además ladrona. Tenia Arambala: ora, Oxil tla ama Iquexa sitio en que quedó el tiesto sagrado. Toen cuyo abismo se enfurecía un torrente una hija, Oxil tla. flor de pino. de ojos pil. Por eso se regocija de que su ma do es en vanol antes que su hija deslanzando ahogados clamores; aire frío, pardos como la piel de una liebre montés. dre no pueda recojer una dote por valor pierte, gana la puerta y se interna por cielo espléndido, y cinco seis mucha Su pié era pequeño; sus manos, que de cien doseles y cien arcos.
el bosque que van asordando sus aullichas bonitas en el pueblo: estos son re solo se habían ensayado en devanar aldos. Aunque volvió las poches subsicuerdos de la infancia.
godón y en tejer lienzos de plumas, guientes aullar a la puerta de la casa.
Mi padre compró la finca la viuda del puestas al sol dejaban pasar la luz como Kola meditabanda, pues ambiciona aquella mujer se había quedado loba Presidente, y dejando San Miguel, vi una hoja tierna. Su pecho era como la que su bella hija sea la esposa de un ca para siempre.
vimos en ella por tres años. Yo ten honda del río. Para completar su be cique, toma una resolución siniestra: lladría entonces unos ocho. Algo más qui lleza, niña aún, su abuelo materno le ma en su auxilio al diablo Ofo, con todo siera escribir sobre aquel pueblo, pero no había pintado el más lindo pájaro en su arte de llamar los nahuales.
Oxil thla fué la esposa de Iquexapil.
hay tiempo; no dejaré. de mencionar, sin las mejillas. Kola llevó un día su Una noche que amenazaba tempestad embargo, uno de los más soberbios cs bija al campo y allí le dijo un secreto fué. la selva invocó a las culebras de Estas formas tomaba la moral en los pectáculos que puede verse. Desde la Tres días después Kola había ido con piel tornasol; las zorras que en la ho tristes aduares.
plazoleta del Calvario se ve extenderse eila al peñol de Aranbala, donde mo jarazca chillan cuando una visión pasa un valle de diez doce leguas de anchu raba Ostal. Cascabel. señor de Aram por los árboles y les heriza el pelo; los FRANCIECO GAVIDIA.
ra. Por el pasaban en otro tiempo, for bala, con diez mil flecheros que defen lobos cuando un espíritu de las cavernas mando selvas de picas, carcaj al hombro, dían el peñol; pues el príncipe se había les pica el vientre y les hace correr por las huestes innumerables de Lempira. En apoderado de la comarca por traición. la llanura; los cipes que duermen en el fondo del valle se ve arrastrarse el Invitado una fiesta, su gente que ha la ceniza y los duendes que se robao AVISOS.
Lempa como un lagarto de plata. El bía dejado en los bosques vecinos cayó las mujeres de la tribu para ir a colgarun lado del río hasta San Salvador se de improviso en la tribu embriagada con las de una nebra del cabello en la bovellamó Tocorrostique; el otro lado hasta aguardiente de maíz. Kola y su hija da de un cerro perforado y hueco, de Taller de reparaciones en general.
San Mignel se llamó Chaparrastique. Oxil tla pusieron a sus pies ona sábana que han hecho su morada. La invocaMás allá del valle se extiende el verde de pieles de ratón montés y un dosel de ción conmovía las raíces de los árboles Calle de la Estación, 17 frente al Carmen.
plomizo de las selvas de la costa; y más plumas de quetzal. Oxtal las besó en que se sentían temblar.
alla como el canto de un disco, la curva los ojos y esperó en silencio. La madre En la bruma del río que había mezazul de acero del Pacífico. Un cielo tem hizo una seña a su hija y ésta ruborosa clado su rumor al odioso conjuro, llegó pestuoso envuelve con frecaencia en las desdoblo el manto y puso a los pies del Ofo, el diablo de los ladrones, y habló nieblas de un deshecho temporal el gi cacique siete ídolos de piedra de río. de tal manera los oídos de la bruja que gantesco panorama. Coino el valle se Entonces Kola habló de esta manera: ésta volvió contenta a su casa, donde Reconstructor General estiende hasta el mar, desde el mar vie Estos son los cuatro dioses de mis hallo Oxil tla dormida.
nen ahullando los huracanes por espacio cuatro abuelos, el quinto es el mío y el Pronto se hablo de muchos robos en y Negociante de pianos.
de cincuenta leguas azotar los liqui sexto el de esta paloma, que trae sa fa la tribu y sus alrededores, dámbares de las montañas de Honduras, milia para mezclarla con la tuya. Uno hubo que puso un lienzo de plu Se ofrece composer loda clase de pianos Por eso habréis oído decir que alguna Oxil tla bajó los ojos.
mas valiosas en la piedra de moler y se en cualquier estado que estén, dejándolos como vez el viajero que pasa la altura de Ton. Ostal, señor de Arambala, tiene escondió para atisbar al ladrón.
golón, desde donde se ven los dos océa tantos esposas como dedos tiene en las Contando con un buen surtido de cuerdas nos, derribado el viento furioso, rue dos manos; cada una le trajo una dote de espantar; la loba saltó sobre él, le Vió llegar una loba quien devo. Ide todas clases y números, pone desde una hasta encordaduras completas.
da por los precipicios horribles. valor de cien doelen, toplumas de ro, y se llevó el lienzo. La población Hace reparaciones generales o parciales, se Cacahuatique es un pueblo en que se no pode ser mi esposa sino mi man daba impaciente que la luna dejase ver o venta de pianos de todas clases, y compra Los Mecheros do Cerquín. Ta paloma Kola desde la puerta de su casa aguar. rantiza su trabajo y cobra precios médicos ve palpablemente la transición del aduar ceba.
tras los montes su disco angosto como toda clase de pianos viejos.
indigena al pueblo cristiano. Los techos pajizos se mezclan los tejados árabes syn avemente y des de la puerta dijo: Kola se leva uto, empujó su hija un puñal de piedra.
Compone acordeones, máquinns de coser y toda clase de instrumentos de cuerdas, y recibe que adoptó sin restricción nuestra arquiTus ojos son bermosos como los del órdenes para cualquier parte de la ciudad tectura colonial. Los cazadores osan solás y tu alme, es sabia y satil como Ahora, he aqui lo que pasó una noche. fuera de ella.
escopeta y la flecha. El vocabulario serpiente: cuando la luna haya ve Mientras Oxil tla dormía profundamenReferencias: una mezcla pintoresca de castellano so iluminar bosque por siete ve te, Kola se levantó desnuda. El frio de pipil, y la teogonia mezcla el catolicismolestaré aquí ve vuelta. Cada hijo la noche es glacial y la sombría mujer Sr. Edanrdo Pochet Srs. Pochet Odio, al pantarismo pavoroso de las tribus. Tete nazca de esta paloma tendrá por echa al horno los troncos más gruesos, Pedro Valiente, Valiente davía recuerdo el terror infantil con que tual una vívora silenciosa o un ja en que empiezan a avivarse ascuas enor Dr. José López Cantillo, Dr. Parreño.
pasaba viendo al interior de una casucha guar de uñas penetrantes. Los niños mes. La bruja entonces toma la sar3. 3 donde vivía una mujer de quien se asegu que fan en mis brazos las orillas de tén de las oraciones, en que presentara las cercas a llamar por boca mía su na a su dios la sangre de las liebres sacriEsta idea me intrigaba cuando al ano hual fiel compañero de toda su vida, ficadas al venir la estación de las lluvias. Letras sobre el Salvador la corniza del cancel de la alcoba; corporis fuertes, cautelosos y de larga vida, da saltos horribles al fulgor de la hoza charriguerezca que remedaba Oxil ta, camina delante.
vende guera, hace invocaciones siniestras a contorsiones de las culebras que se decir esta razón Kola había visto una òfo, y finalmente vomita en el tiesto un 5.
AGSTIN ALFARO.
Silverio Sanchez Duevos.
por quetzar y de ce 16 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Liz ano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.

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