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2. PRENSA LIBRES Como el destino, serena, su alma de tristeza.
Diciembre tendrá sus bielos, Domingo, de Marzo.
las huellas de los carros, surcos Meditación, Han colaborado en dicho núme.
llenos de agua turbia que semero los señores don Ramón jan arrugas de la edad, labradas Melancolía profunda Molina, Felipe Estrada ArtuPRENSA LIBRE.
En silencio mi alma llena, siglo tras siglo en la tracha somAl ver cuán veluz el tiempo, ro Ambrogi, joven salvadore.
bría, granítica y salvaje.
Como rápida saeta no, Justo Facio, Maximiliano Anduvieron sin detenerse hasDe su arco desprendida, Grillo, Eduardo Hall, Emilio Pa.
Para no tornar, se aleja. ta llegar una revuelta, donde Tiende la noche su manto; checo, Antonio Solórzano, se alzaba un retablo de ánimas Pubblise el cielo de estrellas; Juan Diéguez, Ramón Zelaya y Bate sus alas el sueño: chafarrinado de añil y almazaJuan Rosanna.
Baja el silencio a la tierra: rrón.
Arriba, todo esplendores; UN CABECILLA. qué hora vinieron los ciEl cabecilla, encaramóse sobre Abajo, todo tinieblas, En la tarde del viles. cuántos eran. qué les has Todo reposo: mas sigue De aquel molinero viejo y și dicho?
un bardal y ojeó receloso cuan Su labor naturaleza, domingo próximo, en el Circo de Como la constancia, firme, Toros, habrá una magnífica colencioso, que me sirvió de guía La molinera sollozó más fuerto de alli alcanzaba verse del para visitar las piedras célticasíte.
rrida. Ese día harán su estreEn vez de contestar, desató camino. Amartilló la escopeta, yendrá luego la aurora Joven siempre, siempre beila, no los nuevos y famosos torea.
del monte Rouriz, guardo un re se en denuestos contra aquellos y tras de asegurar el pistón, se Que hace envejecer al hombre, dores que acaban de llegar. Se cuerdo duro, frío y cortante co enemigos malos, que tan gran santiguó con lentitud respetuosa De arrugas su frente llena, de cristiano viejo. su espíritu de dudas mo la nieve que coronaba la destrozo hacían en la casa de un cuenta con toros bravos de Chi, cumbre. Quizá más que sus pobre, que con nadie del mundo Sabela, arrodillate junto al riquí. No dudamos que el CirY pasar4 el nuevo dia co tendrá esa tarde un lleno com.
Con sus afanes, sus penas, facciones que parecían talladas se metía. El marido, la miró retablo de las berditas.
La mujer obedeció temblando.
Marchitas sus esperanzas, pleto.
en durísimo granito su historia con sus ojos cobrizos de gallego Sus ilusiones deshechas. Encomiéndate Dios, Sabetrágica hizo que con tal energía desconfiado.
Pasarán las estaciones: Medida radical.
hubiéseme quedado en el pensala. con rápida carrera. Ay, demonio. No eres Pasarán siglos y siglos.
En un periódico americano re.
miento aquella cara tabacosa, cu tú la gran condenada que mí. Ay, hombre, no me mates! abril tendrá sus violetas, dactado por mujeres, una redacyo color apenas se distinguía del me engaña. Tú le has dicho Espera tan siquiera, saber si La noche, coros de estrellas, tora, la señora Alexandre, alaba paño de la montera.
donde está la partida. aquellas prendas padecieron mal La tarde, sombras que atristan, la virtud de la fainilia francesa, Si cierro los ojos creo verlo. Ella seguía llorando sin con alguno. Ei alba, luces que alegran. Pasarán generaciones y después dice: Erá nudoso, seco y fuerte, como suelo.
El guerrillero se pasó la mano Cual hojas que a impulso ruedan Si fuese yo dictadora de Pael tronco de una vid patriarcal. Arrepara, hombre, de qué por los ojos, lnego descolgó del De los vientos otofiales; rís por ocho días, mandaría Y otras ciento, y otras nuevas los mechones grises y desmedra. hechura esos verdugos de Jeru cinto el clásico rosario de cuensalchiche a media docena de noHan de pasar con sus duelos, dos de su barba, recordaban esas salén me pusieron. Atada mis. tas de madera con engaste de Sus amores, şus querellas, velistas franceses. Esos son los manchas de musgo que ostentan mamente como Nuestro Señor! alambrillo dorado, y dióle la Sas lágrimas y sus risas.
Su ambición y su miseria, que calumnian la moralidad de en las ocacidades de los pómulos El guerrillero repitió blandien vieja, que le recibió sollozando Contendiendo sin reposo las familias de su país.
ias estátuas de los claustros des do furioso la escopeta: Aseguróse mejor sobre el bar. En este grano de arena Tendríamos curiosidad de coQue en el infinito espacio, mantelados; sus labios de corcho ver como respondes pu dál y murmuró austero: Atomo viviente, rueda; nocer los nombres de los favorese plegaban con austera indife nela. Que les has dicho?
Está bendito por el señor Sin que el curso de los siglos cidos. Por de pronto nos parerencia; tenía un perfil inmóvil y. Pero considera, hombre. Obispo de Orense, con indul Alcance dejar su huella, Ni en el cristal de los mares, ce que Zola sería la primera víc. pensativo: una cabeza inexpresi Calló dando un gran suspiro, gencias para la hora de la muerNi en la frente de las sierras. tima sacrificada al pie de la estáMas en fin vendrán los tiempos va, de relieve egipcio. No, no sin atreverse continuar, tanto te.
tua de la virtud, le olvidaré nunca. En que el alba ya no vea la imponía la faz arrugada del El mismo, se puso rezar con Ascender de humildes chozas Había sido un terrible guerri viejo! El no volvió a insistir, monótono frío visvisco. De tiem Nubes de humo cenicientas, Pensamientos de un cartero.
Ni oiga místicas plegarias, llero.
Cuando la primera gue Sacó el cuchillo, y cuando ella po en tiempo, echaba una inquieNi la esquila de la iglesia, La mujer casada es una carta rra civil, echóse al campo con creía que iba matarla, cortó las ta ojeada al camino.
Ní los bélicos sonidos Lá molinera se fué poco po Del clarin de la pelea; que llega su destino.
sus cinco hijos, y en pocos días ligaduras, y sin proferir una paY contemple pensativa co serenando; en el venerable logró levantar una facción de labra, la empujó, obligándola La joven soltera es una carta Extinguidos ya en la tierra surco de sus arrugas quedaban gente aguerrida y dispuesta que le siguiese. La molinera no De los prados la verdura, que aún no ha sido expedida.
oscilantes las lágrimas; sus maLa solterona es una carta que batir el cobre. Algunas veces cesaba de gimotear.
De los mares los branidos, fiaba el mando de la partida su Ay! hijos de mis entranos, agitadas por temblequeo De las fuentes las endechas, se ha quedado olvidada en la lisLas canciones de las aves, ta generale hijo Juan María, y se internaba ñas. Por qué no había de de senil, hacían sonar la cruz y las Los rugidos de las fieras, la suegra es en la montaña, seguro, como lobo jarme quemar en unas parrillas, medallas del rosario.
Inclinose golpeando el pecho Todo átomo de vida, una carta para la que no hay que tiene en ella su cubíl. Cuan antes de decir dónde estábas?
Toda sombra de existencia. en que ruede en los espacios franqueo.
do menos se le esperaba, reapa li Vos como sóles! Yo una vie. y besó la tierra con unción. Has acabado?
Arida, triste, desierta, recía cargado con sus dos esco ja con los piés para la cueva. Ella juntó las manos con exal la pálida vislumbre Tres cosas.
petas llenas de ataduras y re Precisaba de andar mil años tación cristiana.
De los fúnebres cometas Gelido, inmenso sepulcro miendos, trayendo en su compa peregrinando, por caminos y ve. Hágase Jesús, tu divina Tres cosas que amar: el valor, De una humanidad ya muerta.
ñía algún mozo aldeano, de as redas para tener perdón de Dios. voluntad. la gentileza y el cariño.
FRANCISCO SELLÉN.
pecto torpe y asustadizo, que, de Ay, mis hijos. mis hijos. Pero cuando vió al terrible Tres cosas que admirar: el infuerza de grado, venía en La pobre mujer caminaba an viejo echarse la escopeta la catelecto, la dignidad y la gracia.
gustiada; enredados los toscos vorida y corrió hacia él con los ra y apuntar, se levantó despaNOTAS NOTICIAS.
Tres cosas que odiar: la cruel. la ida y la vuelta, solía re dedos de labradora en la mata brazos abiertos.
dad, la arrogancia y la ingratitud.
caer por el molino para enterar cenicienta de sus cabellos. Si se. No me mates. no me mase de cómo iban las familias que detenia mesándoselos y gimien tes por el alma de. Teatro de Variedades. Tres cosas en que deleitarse: eran los nietos y de las piedras do, el marido, cada vez más som Sonó el tiró y cayó en medio Esta noche se pondrá en escela hermosura, la franqueza y la que molían. Cierta tarde de ve. brío, la empujaba con la culata del camino con la frente aguje. na. La Pasionaria, libertad.
precioso rano, llegó, y hallólo todo en de la escopeta, pero sin brusquedrama en tres actos y en verso Tres cosas que desear: la saEl cabecilla alzó de la arena desórden. Atada un poste de dad, sin ira, como vaca mansila parra, la molinera desdichába. sima nacida en la propia cuadra, cioso: besó el crucifijo de bron Leoponldo Cano y Masas.
ensangrentada su rosario de fac del notable poeta español don lud, los amigos y un espíritu con.
se; y llamaba inúltilmente sus que por acaso cerdea. Salieronce, y sin detenerse cargar la Terminará la representación Tres cosas que estimar: la cor: nietos, que habían huido la al de la era, abrazada por el sol de escopeta, huyó en la dirección de con la festiva zarzuela en un acdialidad, el buen humor y el esdea; el Morito aullaba, con una un día de Agosto, y después de la montaña.
píritu tranquilo.
Había columbrado hacia un to, original de don Rafael M?
pata maltrecha en el aire; la puer atravesar los prados del Paso de Tres cosas de que apartarse: ta estaba rota culatazos; el gra Melías, se internaron en el hon momento en lo alto de la trocha, Liern, y música del maestro Mala pereza, la locuacidad las los rnic de dos giagalli, titulada Picio, Adán y chanzas de mal género.
enfundad no y la harina alfombraban el do caminejo de la montaña, tan guardias civiles.
Compañía.
suelo; sobre la artesa se veían fresco con sus humėdades de gru Confieso que cuando el buen Tres cosas que cultivar: bueaún relieves del yantár imterrum ta, tan fragante con sus setos de Urbino Pimentel me contó esta nos libros, buenos amigos y buen Guatemala Ilustrada.
pido; en el corral, la vieja lucha florido sauco, tan lleno de ale historia terrible, temblé, recorhumor.
El númaro 6, año II de esta de castaño, revuelta y destripa gres sustos con sus pasaderas dando la manera asaz expresiva Tres cosas por las cuales se da.
con que despedí en la Venta de interesante revista de ciencias, debe luchar: patria, hogar y hobailarinas, tan amenazador con Brandeso al antiguo faccioso, El cabecilla contempla aquel sus revueltas y encrucijadas, tan Karto de acatar la voluntad solaliteratura centroamerica nor.
desasti e sin proferir una queja.
Después de bien enterarse, acertrágico con sus cruces negras que pada y granítica de aquella esnas; taae en su primera pági Tres. cosas que gobernar: el cúse su mujer, murmurando recuerdan algún sangriento su finge, tallada en viejo y lustroso na el retrato y firma autógrafa genio, la lengua y la conducta.
roble.
con aquella voz desentonada y ceso, y tan viejo tan viejo. que del Lic. don José Rodríguez, Tres cosas que nutrir: la vir caótica de viejo sordo: hasta en las lajas tiene impresas DEL VALLE INCLAN. Presidente de esta República. tud, la bondad y la sabiduría.
Los rumores de las selvas, la suegra.
grosar las filas.
11 tento.
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