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PRENSA LIBRECuentos del Domingo, en asunto Cuando tu cáliz ví tan hechicero cu vivida tinta encantadora, PRENSA LIBRE. eilos, sobre todo en las mágias, mar por la tarde en el ensayo, y El Gobierno, sin presentar proyecconocía el domicilio de todos los asi vivía sacando únicamente de to, excitó al Congreso para que men.
individuos de la compañía, y era, la vida los festines nocturnos en de reponer las elecciones primarias Domingo, 13 de Mayo.
en una palabra, la agenda útil y los que saciaba su gula de buitre. del Cantón de Goicoechea, y de ocho de los nueve distritos del Cantón de curiosa que podía consultarse pa Pero de pronto cerróse el teaSan Ramón.
ra resolver una infinidad de cuestro por quiebra de la empresa El inválido Demetrio Ruiz promotioncillas de bastidores, menudos que durante tantos años lo explo vió la continuación del expediente en incidentes de la vida extraña del tara, y Felipín perdió su hogar, que tiene solicitada una pensión. Es teatro por dentro, ese mundo su centro de vida. Aún volvió el primero, pero no será el último.
FELIPIN. ba su brazo de miquillo enamo aparte del común de los mortales; algunos días la portería; aún va sabemos que los pretendientes de rado, por detrás del talle de algu que siente, piensa y hasta habla ayudó mover trastos y decora pensión son infinitos y forman Cuando el último em jambre.
Aquella criatura desmedrada y na corista que pasaba canturrean de modo distinto del resto de la ciones.
El señor Nutter Cox, apoderado de anémica vivirá mucho tiempo en do, moviendo compás las ca humanidad conocida de ellos sólo pleado salió, no se volvió saber la memoria de las gentes com deras.
como agrupación de morenos.
la casa Le Lacheur, de Londres, pimás de él, y há quien supone fué pasivas, que le conocieron co Oía los insultos sin pestañar dejaba libre, que era casi toda la la mendicidad, pero lo más se establecida desde Agosto de 1893 Pero en cuanto su servicio lo provincias, otros que se dedicó de se autorice por el Congreso la continuación de una demanda que tiene rreteando siempre, ejerciendo o y recibía los golpes con manseficios ruines de tercerías por los dumbre evangélica, no se sabe noche, ya estaba el chicuclo sus guro es que el hambre y la en contra don Policarpo Trejos. En e pasillos y escaleras del antiguo sí por miedo de que con las proanchas y recobrando sus impulsos fermedad habrán dado con él en se juicio el Juez Civil de eredia dey famoso teatro de.
testas se hicieran mayores por cenario y subía y bajaba reco.
se dirigia cautelosamente al es un hospital.
claró de oficio la suspensión de los Era su aspecto indefinible, que no los sintiese; lo cierto es. Quién sabe si aquel desdicha procedimientos, fundado en que el mezcla confusa de pilluelo des que en ambos casos perdía su rriendo como una sombra los es do habrá sido sorbido por ese su demandado goza de la inmunidad escarado y chiquillo cobarde, de sonrisilla habitual, ponía la cara condrijos. Tan pronto se le veía midero llamado cárcel. donde van tablecida por el art. 68 de la Consticuerpo canijo. Cubría su cabe fosca y quedábase como clavado en la primera caja de arrojes, parar los espíritus deformes, tución.
La solicitud fué pasada comisión.
zota una enmarañada cabellera en el sitio con sus ojasos negros como en la de topes esperando las almas viciadas, los apetitos negra en la que no había entra abiertos por el estupor, el brazo alguna señal. como estaba ha crecientes y mal satisfechos, todo Veremos que se resuelve en este ado nunca un peine; así que toda izquierdo en posición de defensa blando misteriosamente con un lo impuro y mal sano con que relaciones comerciales internacio la gente rumbona del teatro pú y el derecho sirviéndole de apoabonado en la galería de los pal diariamente nos codeamos y que nales. propósito observaremos sole por mote Peluca.
yo en la pared más inmediata. cos plateas, volviendo al instante no nos tomamos el trabajo de que hay dos resoluciones contrarias Sus brazos eran largos, desen cuanto a la inmunidad parlamen.
Con todas estas condiciones, con un recado y una cita, reci desinfectar. proporcionados y terminaban en Peluca era hombre de negocios, biendo aquí propinas y allí insul. ALFREDO FEIJÓO. taria: uno de los tribunales en asunto Banco Herediano contra don Manuel unas mañazas afiladas y hueso aunque no pudiesen atestiguar tos que él aguantaba estóicamen sas, en cuya piel dos sabañones que fuesen lucrativos sus míseras te. Todo por el arte.
LA FLOR DE MAYO.
Zamora (que la inmunidad vale sólo en tiempo de sesiones y diez días desy la suciedad habían dejado sus ropas, siempre mugrientas y proClaro es que Peluca sacaba sus Flor voluptuosa de la agreste selva, pués) y otra del Congreso de 1891 huellas rojizas indelebles. cedentes de donaciones poco ge cuartejos de estas operaciones, Del verde Mayo lubrica sonrisa. si mal no recordamos) én Llamaban la atención en aquel nerosas por lo inservibles.
pero nunca se cuidó más que de En cuyo seno la sonora brisa Santos (que la inmunidad dura los El ámbar de otras flores va a guardar.
rostro de mínio, unos ojos muy Negociaba el gran Felipín con gastarlo en comidas, para él opícuatro años y diez días más. grandes y expresivos, negros y instintos celestinescos concertan paras.
No le molestó nunca el Se leyó en seguida la Memoria de llevar aquella boína grasienta y Me pareciste de la virgen Flora brillantes, en los que parecía ha do tratados amorosos los que Relaciones Exteriores y Carteras aLa huella leve que dejó al pasar. nexas, y se pasó a comisión. Insisti.
berse reconcentrado exclusiva dedicaba toda su actividad y to negra ni el chaquetón amplio, ni Belia cual la sonrisa de un arcángel, mos en que este procedimiento es imente la única vida sana de a das sus energías, siendo el alma los pantaloncillos desfilachados Cual los sueños de América inocente, Mayo, para diadema de su frente, cútil, no ser que el Congreso sosquella miseria fisiológica, andan de las pasioncillas fugaces de en con sendos cuchillos puestos por En un jardín del cielo te escogió; tenga y resuelva que la dictadura no te caricatura humana, sin desa tre bastidores.
no se sabe qué costurera descoes dictadura y que en consecuencia rrollo y sin vigor intelectual. Un poeta de la casa, le llamó nocida, y así vestido con camisas exija al señor Rodríguez la responY acaso junto tí la roja aurora Pues su entendimiento era tan la golondrina mensajera del co que denotaban la falta de madre sabilidad de todo lo hecho desde Setardo para discurrir como eran ro y el buzón exprés de la masa y de hogar, sentía nostalgias de ABICAIL LOZANO.
tiembre de 1892. Pero si el Congreso mantiene la teoría de que el dictatorpes para moverse sus piernas anónima de adoradores de las gourmet y gastábase todas las dor no es responsable, no debe apro.
arqueadas que recordaban al an niñas. Ejercía un oficio, empleo noches el dinerillo ganado por el dar las antenas de la araña. que él decía que en cierto modo día, en cualquier taberna donde bar actos que no podria improbar.
una feroz puñalada Sería eso un contrasentido.
La edad de Felipín tampoco le daba un aire respetable en el se usa lista.
interior del se supo nunca con fijeza, pues teatro. Se decía ¡Peluca echaba, canas al aire El golpe matarme pudo, Según resulta de la Memoria indiaunque su cara lampiña y páli criado de cómico, pero no del con demasiada frecuencia!
lus tiernas cartas de amor!
Allá en las últimas horas de la cada, nuestra cuestión de límites con da, de labios caídos y orejas eprimer actor qué daba mucho Ayer te encontré cambiada; Colombia está cruda. La última nenormes y su media lengua temque hacer según aseguraba, im madrugada; en esas horas pregociación tiende renovar el tratado y tu acento halagador, blona y tartajosa, pudiera sypopidiéndole servir sus intereses y cursoras del alba, durante las Mucho recelo, traidora, arbitral y fijar límites provisionanerle ser un rapás de 15 16 sus gustos, sino de racionistas cuales, en las grandes poblacioles. Se han dado poderes instrucpartes por medio, últimos escor nes surgen la superficie todas ciones al señor Peralta, nuestro Miaños, por la precocidad de sus muecas picarezcas y por su indizos artísticos, que hacen todos las inmundicias sociales, podía nistro en Washington, para que se entienda este respecto con el de Coferencia estóica para soportar los en de lombia en misma capital, acaso injurias, creyérasele ya dotado si toda la noche para emplearla el vicio y la policía no entra. Allí, de la inadurez necesaria para cosentado ante, una mesa, comía ra, consiente en dar su represenprovechosamente.
nocer la parte dura de la vida, tante iguales facultades.
Fuera además preciso que así vorazmente un plato de cualquie Viernes 11.
La demarcación material de lími de esa vida la que parecen con Jocurriėse, pues eran cortas las ra de esas delicadezas culinarias Sesión breve y de puros trámites. tes con Nicaragua tampoco ha condenados por preceptos de dere ganancias que encontraba en se de salsas espesas, fuertes, pican Mucho trabajo para el Secretario çluido. Con motivo de un incidente cho consuetudinario los jibosos mejante servicio. Solían darle tes, que llaman en su ayuda al guilar; casi ninguno para el taquí so al de Nicaragua que se nombraran de espíritu, que todo lo soportan de salario algunas dos tres pe vinazo amargo, repleto de tanínografo, dos ingenieros, uno por cada parte, y porque sus sentimientos entume. setas mensuales, no siempre pa y amílico, coloreado de campeche Poco público y luz cléctrica exce. un tercero en discordia por el Gobiercidos por la burla, replegados al gadas, y las migajas sobrantes inductor, seguro del delito san lente en todo el Palacio.
no de los Estados Unidos, para defifondo de su espíritu por el des de las comidas, los días que ha griento causa eficiente de la imSe leyó y firmó el acta de la sesión nir en toda su longitud la línea divi precio universal, no se exterio bía función por la tarde, y tal becilidad de la muerte.
anterior, en que se da chenta la lisoria. Esto proposición tan racional rizan más que en los ayes balbu cual cigarrillo que él sabía susgera de las palabras pronunciadas a Gabinete de Managua.
y equitativa ha sido rechazada por el Podía contemplársele destacan cientes de la agonía.
yer por los señores Rodríguez y Lo Refiere además que don Alejo traer de las ropas cuando las ce do grave y dignamente entre la ría y en que se inserta íntegramente Jiménez, Cónsul de Bélgica, por haPero Peluca, era una especiali. pillaba y las guardaba dobladi. compañía soez de mendigos, ra el discurso del señor Astúa, Secre berse mezclado en la política y aun dad para soportar denuestos y su tas.
teros, rufianes y otras mil nota tario.
en planes de trastorno del orden público, se le canceló la patente; que se Nunca se le vió en Eso sí, Felipin siempre sabía bilidades de la trampa madrileña, Tres licencias concedidas para no ha firmado con Nicaragua un contrafadarse ni llorar cuando recolec quien pudiera prestar un sombre. séres nocturnos, espejo viviente asistir las sesiones: al Padre Trejos to de extradición, que el proyectado taba interminables series de pun ro de copa un fraque, el colore de la buscorería, parroquianos por cuarenta días, don Policarpo con los Estados Unidos, por diferentapiés y pescozones, obsequios te, los poivos de arroz para la asíduos de las tascas y las pre Trejos por el resto de este período, ácias de legislación, no ha sido conconstantes de aquellos quienes cara, el mastic. Era el primero venciones.
den Saturnino Lizano hasta el fin del cluído; que la justicia ha andado muy Si las cosas continúan de esta dir de boca. Al Colegio Agrícola le bien y la gracia y beneficencia pecumplimentaba encargos más en avisar las salidas, sabía cuan Después Peluca desaparecía manera, dentro de poco no quedarán dedica sa párrafo encomiástico, y se menos galantes, cuando hus do hacían falta comparsas, cui como sapo que se sumerje en su más que ios porteros en el Con deshace en alabanzas de las Esposimeando entre bastidores desliza dando siempre de ser uno de charco, hasta que se le veía aso greso.
ciones de Madrid y Chicago. tal vez de la noche en el silencio El dios de la montaña te enamora, Dulcemente dormido le encontró.
TRES CARTAS.
Como sultana irritada mne tiraste al corazón.
inas me sirvieron de escudo era dulce tu mirada.
que no me valgan ahora tus tiernas cartas de amor.
EDUARDO DE LA BARRA.
frir golpes.
mes.
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