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LA PRENSA LIBRE Cuentos del Domingo, PRENSA LIBRE. ron en silencio; pero Eudoro ex COLABORADORES, rán mejor si se cierra los no tituis.
perimentaba un bien inexplicados ius puertas de los tribunales. We ble, y parecíale tan suave el yuparece que esta es también otra ile.
Ley contra los tinterillos, sión. Los títulos no son prueba incDomingo, 24 de Junio.
go de la vida y tan ligera la carquívoca de competencia. Aun bue.
ga de todos sus dolores pasados, Dicen que se trata de proponer una ros estudiantes, aun famosos professque su corazón, inundado de go ley que fortifique la corporación de res de derechú resultan pésimos abo.
zo, se quería derramar en un llan los abogados, quitando del medio gados. Para lo primero, busta buena to más refrigerante que el rocío los tinterillos. Bien se ve que esta memoria y mucha constancia; mienescenes de la mañana, mos lejos del tiempo aquel en que tras que para lo segundo se necesitan Así hubo saciado el ham Pedrarias Dávila trajo Darién la or condiciones de análisis, presteza y que La cena de Cristo. das antes, hicieron la cruz sobre den de no admitir allí abogacos. por fertilidad de inteligencia, talento de pan el pecho, con rostro grave y la bre, el mendigo, tomando el bios contraídos.
que estaba sobre la mesa, lo par de la colonia, por fomentadores de en fin condiciones superiores aquécuanto eran perjudiciales al bienestar exposición, originalidad de medios, Había un hombre lleno de fe, Eudoro se retiró a su casa y, tió y ofreció la mitad Eudoro. disputas y litigios; y que no partici las. Después, no todo el que obtiene que creía piés juntillas cuanto descorazonado, imaginando que al ejecutar tan sencilla opera pan los proponentes, de la aversión las licencias para abogar ha sido buen nos enseñan la religión y la mo ya nunca se aproximaria al cie ción, Eudoro advirtió una imper con que Napoleón miraba los de estudiante. En veinte años que llevo, ral, y, sin emdargo, tenía horas 10, se dedicó a una vida activa, ceptible claridad que, naciendo nuestro gremin. Hubiera querido desde que comencé mis cursos de de?
de desaliento y sequedad de al laboriosa y modesta, emprendien de las sienes, rodeaba toda la ca establecer, decía él, que no se retri. recho, ao recuerdo ningún caso de es.
ma, porque le parecía que el cie do algunos negocios de los cua.
beza del mendigo, y jugaba en buyera los procuradores y abogados tudiante que escollará en la prueba lo dista mucha de la tierra, y que les se prometía lucro. El socio sus cabellos como el sol juega en sino cuando ganaran el pleito. De ese final; y no es posible que la razón de nuestros suspiros, nuestras efuel plumaje de un pájaro.
modo cuantas disputas evitadas! Por este fenómeno sea que en Costa Rica que admitió gozaba fama de prosiones de amor, nuestras quejas, bo; sin embargo, lo cierto es que que es bien evidente que ni uno solo cuantos han tenido vocación por la Eudoro se levantó con ímpetu dejaría de rechazar una causa, desde carrera de abogado hayan sido aptos turdan siglos en llegar hasta el engañó Eudoro malamente, irresistible, y postrando su rostro el primer examen, si la juzgaba du y trabajadores. priori, entonces, Dios que invocamos, el Dios disc despojándole de su capital y ha contra el suelo, vino besar y dosa. No habría que temer que un debemos decir que entre nosotros el tante, inaccesible en las imíni ciéndole pasar ante el mundo por empapar de lágrimas los piés del hombre, que viva de su trabajo. qui título no es señal de idoneidad.
cas alturas de la gloria. No du tramposo. Esto último fué lo mendigo, conociendo que era siera encargarse de un pleito por el En cambio, es posible que una real daba de la realidad divina, pero que más dolió Eudoro porque Cristo, Hijo de Dios, y que en simple placer de perorar; y aun en habilidad para negocios judiciales ela creía muy alta y había llega estimaba su honra y sufría ver aquella noche venturosa, por fin ese caso, el mal no sería sino para él xista sin título que la haga presumir.
solo.
do ser en él idea fija la de a güenza horrible al verse infama se había aproximado el cielo la Parece que entre nosotros el Ciencias experimentales no es dable mal no está en los abogados; sino en aprenderlas sin el material que ofrecercársele, la de ponerse en rela do y notar que se apartaban de tierra.
ción directa con el que todo lo él las gentes con desprecio. En Cristo le miraba amorosamenlos tinterilios. Con todo y ser de la cen colegios y universidades; pero profesión, disiento de los que tal creen. ciencias como la del derecho no veo puede y lo consuela todo. su espíritu germinó un odio te. te, fijando en él los grandes y La idea de que la justicia se adminis porque no se puedan conocer aun sin. Persuadido de que el claustro naz contra el calumniador, y la meditabundos ojos. como Eu trará mejor y más pronto si se impide el auxilio de un profesor. Aparte de está bastantes peldaños más cer sed de venganza le amargó la doro se confundiese en protestas la intervención de los tinterillos, la esto, la práctica en cuestiones judiciaca del cielo que de la sociedad, boca.
de humildad, preguntando por estimo una pura ilusión. Los proee les es de una utilidad grandísima, No Eudoro así se llamaba el cre Una noche, pasando por cierta qué se había: dignado el Señor sos, el género y tono del debate, no es de admirar, pues, que haya tinte: yente entró de novicio en las calle desierta, Eudoro vió un visitar aquella casa, respondió se modificarán sensiblemente. Si ar rillos que defiendan bien un pleito; y carmelitas. Espantó sus her hombre que se defendía contra lentamente: gucias y triquiñuelas usan los tinteri sobre todo que después de aconsejamanos el fervor de su vida mo tres que le tenían acorralado Yo vengo siempre por las llos, efugios y chicanas han usado y dos por quien más sepa, sobre la in usarán. para no hablar de los presen troducción de la demanda la defennástica, y cuenta que en el con iban darle muerte. El farol calles. Cada noche quiero cenar tes y no ofender nadie, muchos ar sa y la dirección general del asunto, vento estaban acostumbrados contra el cual se apoyaba, le a con el que durante el día haya bogados. De éstos lós ha habido, lo lleven buén término, como cualgores que la humanidad encu Eudoro reconoció a su enemigo de todo corazón su enemigo. pero con ia diferencia de que en el Oreamuno, don Juan Rafael y don ver austeridades y adivinar ri lumbraba de lleno el rostro, y vuelto bien por mal y perdonado que habrían podido dar lecciones de quier abogado. Tinterillos fueron don obstrucción Mr. Parnell mismo; Rafael Ramírez, don Francisco María bría. Los de Eudoro, sin em Tuvo un instante de fluctuación; bargo, pasaban de la raya y lle quiso alejarse. y de pronto Por eso me acuesto sin cenar tan un caso mediaba la libertad de Irlan Félix Mata; y muy orgullosos debegaban asombrar los viejos, volvió; iba armado; y cargando tas noches.
da; y en el otro se servían malas cau riamos estar si todos los miembros curtidos por una vida entera de con denuedo los asesinos, los EMILIA PARDO BAZAN. sas, que son las que necesitan el em del Colegio de Abogados reunleran maceraciones. verdaderos vetera obligó emprender precipitada pleo de ese sistema. Tan dañado las facultades intelectuales y morales, nos de la penitencia. Eudoro fuga. Antes que el socorrido le modo de pleitear ne tiene su origen los conocimientos y la experiencia de EN DIAS DE LUCHA. en la ignorancia de los directores de aquellas ilustres personas.
ascendía por la áspera cuesta de diese las gracias, Eudoro se alelos litigantes, ni desaparece con las Qué para curar sea preciso el pase la mortificación, creyendo que a jó también.
luces jurídicas. Al contrario, con ellas del Estado, se explica porque está de sí se aproximaba al cielo, y no Casi llegaba a la puerta de su Señor, señor, los rares de la idea be aumentan los elementos para 50s por medio la vida de los individuos.
tanto por merecerlo después de casa, cuando hé aquí que le sale Tienen también sus recias tempestades. tener esa guerra de mala ley. La Pero así como para construir una çasu muerte, como por sentirlo en al camino un mendigo, descalzo, Mi espiritu en la sombra titubea ayuda que los adelantos químicos sa, para armar y dirigir una maqui: Como Pedro en el mar de Tiberiades, vida, por cerciorarse de su rea. harapiento, encorvado, pidiéndosoda eg los anarquistas, esa misma naria, para explotar una hacienda ng lidad. Juzgo evidente que el le en voz lastimera, no dinero, Hierven las aguas en que yo navego; recibieniencia al abogado poco es pedimos al arquiteeta, al mecánico, al demonio del escepticismo era sino algo de comer. Me caigo Mi pobre esquiſes perecer avanza.
che la you, aquí y en todas partes, agricultor que nos presente la venia Tu que la luz le devolviste al ciego, quien inspiraba la sordina tales de necesidad, gemía el pordiobor ejemplo, La República está de las autoridades, así tampoco se nos Devuélvela si fe y mi esperanza, ánhelos, porque si Eudoro estu sero, y Eudoro, tomándole de la publicando. las quejas del comercio, debe obligar obténerla para defenEres el que yo amé cuando pequeño, viese completamente seguro de mano ente conmigo, le dijo que no encuentra la debida protección de nuestra propia causa para enNo el Jehova de los biblicos esojos, de los tribunales contra los deudores comendarla otra persona, titulada que al morir, el cielo se abre al benignamente. Partiremos la Acade, que mi alma tiene sueño que liquidan sus aggocios por el me no.
que lo gana, no expérimentaría cena. y dormirás al abrigo del lentamente ya cierra los ojos.
dio, expedito y su salvo para mu Las razones que podrían alegarše tan ardiente afán de sentirlo a temporal y de la lluvia.
Aparece en la liquica llanura chos, de una quiebra. La República en favor del proyecto no son sólidasi quí, de acercársele, y, por de Subiendo la escalera uno trás Para que en ti descanses mis miradas cree que el mal está en lo anticuado y no queda de él sino una cosa, en cirlo así, de tocarlo con sus ma otro, Eudoro encendió luz y paY pása con tu blanca vestidura de las leyes. Podría ser que mejores que los inịciadores no han parado Serenando las olas encrespadas!
nos y verlo con sus ojos. Fue só la cocina calentar el caldo textos legales aliviaran el malí pera mientes, de seguro queda el mones lo MANUEL GUTIÉREZ NAJERA, que fuese, Eudoro prac de la víspera y la humilde pitanhay que desengañarse, éste tiene su polio en bien de una pequeña clase; tico terribles asperezas consigo za: al entrar en el comedor, lleraiz en el sistema de obstrucción por sin nada de positivo que lo exeuse, y mismo: descalzo, debilitado por vando la tartera olorosa, pudo ver CAMBIOS.
una parte y en la excesiva indulgen en contrario a los principios de una el ayuno, acardenalado por las la cara del pobre, que le cia, en la debilidad nativa de nuestro sociedad democrática.
esperaTodo cambia en el mundo! syer estaba carácter, por otra; que las institucio En los Estados Unidos el gremio disciplinas; de rodillas en la cel ba, sentado la mesa ya, y notó Ese lirio ep botos: nes, como es bien sabido, valen por de abogados no tiene existencia leda, cuyas desnudas paredes apa con sorpresa que ni era viejo, ni Esas oubes que vagan en caso los hombres que las manejan, y nada gal; son tan pocas las trabas allí para recían salpicadas de sangre, se feo, ni tenía sucias las manos, ni En la cupa del sol Esas tiernas, inquietas gelpadrinas el ejercicio de la profesión, que ésta pasó las noches enteras velando enmarañado el pelo; en cuanto En las olas del az, En punto, pues, carácter, la togales prácticamente libre en Francia y pidiendo, entre lágrimas y şo edad, representaba unos treinta Tu pensamiento en el recuerdo mio, ne preduee diferencias. Habrá bue se agita la cuestión de destruir ļą pas llozos, Dios que se dignase años, lo sumo, y su rostro oval (Porque al fin nos supimos adorar. abora, nifia, ahora, el blanco lirio nos y malos tinterilios, como habrá den de abogados, son todo y que les proximarse su siervo. Fué inúo y su cabellera rubia, partida y Deshojándose está: buenos y malos abogados. privilegios de que ella disfruta no llez til: sólo el triste áullido del vien flotante en bucles, era de admiraLas nubes de Oriente en el caso, Pero como, al fin y al cabo, la pe gan los que el proyecto de aqui se to en los árboles del huerto con ble belleza.
La golondrina en mi desierto hogar, ricia de los que intervienen en un pro rioso que en vez de seguir la pendice que establece. Sería, pues, cuventual, respondió sus llama Sonréía dulcemente. Eudoro le Tu pensamiento en la brillante içek De otra nueva pasión; cesos de gran importancia, ya para mientos desesperados.
Enton sirvió con reverencia, no atre79 alegre y satisfecha y venturosa, el interés del ciiente ya para facilitar diente democrática tomáramos la veces salió del convento sin profe viéndose sentarse hasta que se sisizga y triste, y sin consuelo yo! los jueces su tarea, podrá creerse reda de la legislación de clases.
sar, y los frailes viejos, edifica 10 ordenó el mendigo. ComieRICARDO DOMÍNGUEZ. que juicios se sustanciarán y fallaRICARDO JIMÉNEZ. Caklos G, AM7:4GA, se por 20 mas los.
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