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2 LA PRENSA LIBRECuentos del Domingo, to mar PRENSA LIBRE.
llevándose una mano los ojos car espartos para el nido que ha CRONICA.
para limpiarse con el reverso las cian entre los árboles del jardín.
últimas lágrimas, dijo señalando Él quería mucho Carmen porDomingo, 29 de Julio.
con la otra una graciosa rubie que creía que era una niña bueEn el número 66 de El Escita en aquel momento saltaba na; pero desde esa tarde dejaría pañol. periódico que se pula cuerda: de tenerle cariño porque ella le blica en Panamá, bajo el tí Ella. ella es la que tiene había despreciado, le había he tulo de Marie Francois Sadi la culpa. Me ha dicho. cho una ofensa que no podía ol. Carnot, leemos lo siguiente. Vamos. qué es lo que te vidar nunca. continuación publicamos ha dicho. No seas ton Pero qué es lo que te ha di algunos rasgos biográficos La mancha de carbón. cidos, burlando la vigilancia del cho. preguntó la madre con del ilustre asesinado Mr. Saviejo guardador del parque que El niño pareció reflexionar, se creciente curiosidad.
Deseo saBastante concurrido estaba a les volvía la espalda, con las mamo ber cuál es la ofensa qua te ha di Carnot, que tomamos de quella tarde el paseo del aparta. nos metidas en los bolsillos del puso encendido, vaciló un do barrio, un jardín que limita roído sobretodo, como si el frío de la madre, le refirió en pocas mento, y agarrándose al delantal hecho tu amiga.
nuestros canjes y que dediNueva ola de sangre volvió a camos al Honorable señor la ciudad por su extreino occi no se le quitase de encima: otras palabras una historia interesante teñir el semblante del niño. Ca Cónsul de Francia Mr.
dental, donde las bandas del formaban un cerco completo pay apasionada.
lló por un instante, y luego, co de Contouly y la simpática ejército acuden una vez la se ta que entrase una saltar la La niña de cabecita rubia se mo deseando revelar un secreto, colonia francesa residente en mana para ejecutar el trozo de cuerda que dos de ellas hacían Él la conoció le dijo a su madre casi al oído: el istmo.
alguna opereta, que no por ser girar en sentido rotatorio, mien ilamaba Carmen. Carmen ya no es mi amiga.
sabido de todo el mundo deja de tras que algunas se iban sentar un día que entró al parque acomEn seguida trae el artículo Vestía un Hlace poco, cuando quise aceralegrar los chicuelos y pilletes jadeantes en los bancos coloca pañada de su aya.
que en el número 1573 de 27 que van reunirse en aquel si. dos debajo de los pinos y se lim traje de terciopelo rojo, cofia de carme al lugar donde ella se ende Junio publicamos en este tio, lugar preferente de sus jue piaban con la fresca manecita el raso blanco y botinas lustrosas. contraba saltando la cuerda en gos.
sudor que rodaba en gruesos hi La niña era inquieta y le gusta compañía de otras niñas, me vió periódico sobre el malogrado Presidente de Francia, y El sol moría con majestuosa los por las mejillas enrojecidas. ba meterse en los prados de vio con ira, reparó en la mancha neEl murmullo crecía, crecía has letas lirios para arrancarlos, gra de iis calzones y me dijo que de acuerdo con datos tristeza detrás de las montañas, que cambiaban el color verde ta ahogar el canto de los gorrio por un espíritu de destrucción empujándome para que me ſue. que nos dió el Vicc Consul nes ocultos entre los árboles y el que el no le agradaba mucho. ra: quítate, que nos mancha el Francés Mr. Ritt, escribiclaro el azul profundo del por rechinar de les carros que pasa. Apenas llegaba Carmen la carbón.
en los parajes donde cac Una sombra de indefinible sen muerte de Carnot.
mos al día siguiente de la ban cargados de mieses. Nadie puerta del parque, burlaba la viuna mancha de sombra. El mon.
tiiniento hizo contraer las rudas reparaba sino en lo que podía in gilancia de su aya y corría hacia facciones de la madre.
Agradecemos al colega el te de la cabeza encanecida, el teresarle y así fue como todos los prados. El día que la cono.
honor que nos hace al dedigrandioso nevado que parece ció estaba pasaron indiferentes ante el posentado en un ban. Momentos después el jardín car nuestro artículo al Cónmofarse del estrago de ins siglos, bre muchacho que se había ido co muy bajo, la sombra de uno estaba solo. Las puertas de hieLos sul colonia francesa resierguía la frente de bíblico patriar. un extremo del jardín, huyen de los pinos, leyendo en su libro ero cose jierone call ofercarses ca por entre nubes sanguinolen do de aquella multitud que parede fábulas. ió que la niña vesombra dentes en Panamá; pero más tas y pizarrosas como queriendo cía despreciarlo, y agarrado la nía en direccion suya, cerró el lifantástica de embozados gigan agradecidos le estaríamos si tes y las luces de los faroles de la observar con ojo de curioso las Pero con tristeza una bro y se puso il mirarla.
verja lloraba últimas escenas de la altiplanicie; verja, combatidas por el viento en vez de decir tomamos de antes de llegar las flores que frío de la noche, se ramificaban nuestros canjes hubiera dilos rayos postreros del sol, bron: pena que acababa de herirle muy crecian al rededor del pino don en afiladas lenguas que apenas cho de La Prensa Libre.
hondo.
ceaban el follaje de los tupidos de él leía, los piés de Carmen vaNadie habría sabido la causa rozaban el cristal empañado.
árboles del parque y la ciudad de su suſrimiento, si mismo no cilaron cayó al suelo. Quizás SALOMÓN PONCE AGUILERA.
En la Puebla de esta ciudad parecía reconcentrar en deter lo hubiera revelado la mujer se habría hecho daño si él no anminados puntos la agitación buhay dos candelerías pestilenSU CORSÉ que acudió consolarlo. da listo y corre sostenerla Cuantes: una de un señor Garita lliciosa y mareante del día.
La do levantó la cabeza que tenía tiempo. La niña le agradeció Corrido el cortinaje, y otra de ñor Fuentes. Esta luz que se apagaba hacía desa sepultada entre los brazos hori mucho la nobleza de su acción, y desde entonces fueron buenos aparecer insensiblemente el coloEl nido de la alondra que mi sueño última sobre todo es insozontales, pudo contemplarse la rido de las nubes que cruzaban hermosa fisonomía de un niño migos. las seis de la tarde portable.
Jarrones de Sajonia descansaban en formas caprichosas la bóveda Llamamos nuevamente la como hasta de ocho años, more quedaban siempre de encontrarSobre consolas de bruñido mármol: del cielo; ya sólo dominaba el del sol que moría, atención de la Policía de Hiazul enfermizo, el color preferido no, de ojos vivos y profundos se en el jardín. Él era el más puntual la cita, porque el haya Los posurimeros rayos Hacían resaltar en la penumbra giene hacia dichos lugares.
de las mujeres anémicas, mien pesar del llanto que los empañaba, de pelo cortado al rape y de Carmen se detenía en casi to.
de tras abajo se diluía el azul oscu facciones un acentuadas das las puertas de las casas para ro y el verde terroso tiñendo El domingo 12 del entrante saludar sus amigas.
que contrastaban notablemente trechos la inmensa sabana cu.
Una vez lo llamó Carmen para Los brillantes espejos venecianos.
Agosto, se verificará el próxibierta de trébol.
con sus pocos años. Sólo por el ca un rojo sillón que parecía mo sorteo de la Lotería del Los muchachos seguían divi brirse la clase social que pervestido que llevaba, podía descu. que tuviera el extremo de la su dueña esperar, medio borrado cuerda que iba saltar. Su aya Hospicio Nacional de Locos.
didos en grupos, jugando al vo.
tenecía.
tenía el otro.
Calzones de dril cuaEn esta Lotería se rifará Cuando ésta prolante apostando carreras: las dros negros, medias azules des nunció las palabras de costum peast entonces en las frentes pálidas el célebre brillante valorado mujeres, envueltas en ligeros a teñidas, un saquito de merino abre: una. dos. tres. en 500, regalado al HosEn los azules ojos brigos, se paseaban en grupos, ljustado al cuerpo por una faja la niña entró firme, con una sonpicio por un filántropo de es.
viéndose obligadas veces se.
que debía ta capital.
pararse en dos alas para dejar el que remataba en una hebilla de risa deliciosa al sitio cobre, cachucha verdosa de cole ocupar para que la cuerda, papaso franco al carrito que conducía un pequeñuelo dormido engial y botines de cuero gastados sando sin estorbo por debajo de Nos aseguran que don Braulio ella en el momento preciso en En las virgenes carnes sontosadas en los púdicas senos de alabastro. Morales, propietario acaudatre blandos cojines. Se habla. y cubiertos de polvo. Arturo. Pobrecito mío. que daba el salto, no se le enre.
ba de crisis ministeriales; del alza le dijo la mujer en cuya ternu: dase en los pies y la hiciese caer.
Quien fuera su corsé, me dije entonces, lado de la provincia de HeQuién fuera su corsé de blanco raso, redia, ha comprado un predel oro; de los maliciosos con ra se conocía la madre. Por. Otras veces, cuando él estaba en cio fabuloso la casa contigua ceptos de algún periódico res qué estás triste. quién te ha el jardín en compañía de otros al Banco de la Unión y que pecto de la conducta del Minis ofendido para que llores. Ha chicuelos, apenas veía llegar tro en un contrato gravoso bla, cuéntame lo que te ha paCarmen se retiraba pretextando ocupa actualmente el Depópara la nación; de las exporta sado.
cualquier disculpa y se iba a senDESPUÉS.
sito de materiales de don ciones probables fin de año; de mientras la mujer lo interro tar en un banco pequeño, allí Después que yo me ausente, no ine busques de Jongh; y que consla última novela de Zola; de los gaba de ese modo, se inclinaba donde ella se entregaba su ha Niña, en el panteón, truirá en ese sitio una casa monopolios y hasta de la expo. sobre él para enjugarle las lá bitual ejercicio. Largo rato per Ni busques esta Hama que me abrasa más grande y superior en tosición de pinturas que algún ar grimas con el delantal mancha manecía inmóvil, con la cabeza Ni busques mis miradas en los astros. dos sentidos la valiosa tista anunciaría para el próximo do de carbón que llevaba sobre entre las manos y los codos apo. Ni en las sombras que vagan por las noches bella casa de tres pisos que mes de Diciembre.
el burdo vestido. Los sollozos yados sobre las rodillas, divertido Mi ardiente inspiración!
están terminando los señoGrupos de niñitas con trajes impedían al chico pronunciar una en ver la niña jugar con sus si quieres eacontrarme entero, busca elegantes de vivos colores co. palabra. Cuando se repuso un muñecas, saltar la cuerda tirar res Troyo y Ca. si buscas mi imagea, no a busques, rrian en todas direcciones y cru poco, respiró con ansia el aire piedras los gorriones que baja Sino la guarda ya tu corazón. El señor don Venancio zaban por entre los prados flore que faltaba sus pulmones, ylban escarbar la tierra á bus José Peox CONTRERAS.
García, siguiendo este ejemDesde el balcón de enfrente ví su cuarto, Arrulla en las mananas con su canto.
tanto Las doradas molduras de los cuadros, Las lámparas de bronce, Los ricos muebles de nogal tallado, Las cortinas del lecho, y en el muro Por la naciente sombra, Se veía un corsé de blanco raso. en los risueños labios, en los cabellos aureos, En las cinturas breves en los eburneos brazos, En el velo flotante de las novias de las nilias en los sueños casos, Para saber si late, Si late aun su corazón ingrato. ISMAEL ENRIQUE ARCINIEGAS.
En mis versos miamor; Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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