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LA PRENSA LIBRE.
Año VI.
San José de Costa Rica, jueves de Agosto de 1894 NO 1610 EN HONOR DE FEDERICO PROAÑO.
MAESTRO El Times en Bogotá.
sensatez del aborrecimiento fundado en afección tan baja como la de la envidia. No es el Times, el gran Times de Páez. pobrecito. Adriano Londres, que pudiera cubrir Brighan Páez.
Quisiera yo llevarlo Young y sus veinte mujeres, sirviénorillas del lago de Tiberíade, tierra doles de sábana de recel de lujo; no de los milagros, impetrar uno en su es ese Times que tiene de tributarios favor, fuerza de lágrimas los piés los príncipes de la tierra, hace del Todopoderoso. Padece, ainigo, temblar los que no quieren sujetar.
y sufre; sabes que entre padecer y se su dominio; no es el Times que sufrir va la propia diferencia que enasí está campeando en mesas de mi. THE TIMES tre la necesidad y la virtud. Padenistros y embajadores como en el tacimiento es gravamen general; bue.
ller del zapatero y el barbero en esa nos y malos, todos padecen: sufrir no babilonia donde reinan la libertad y saben sino los hombres favorecidos la paz: es otro Times, Taimesito pe.
por Dios con esa fuerza oculta que se queñuelo, muchacho, niño recién nallama paciencia. Paciencia cs boncido, pero de barba ya taheña y esdad, paciencia es valor, paciencia es cabrosa, cuyas hebras son saetas que resignación; y estas virtudes sacan van derecho al corazón de los malvaburlada la desgracia, porque sus dos. Nobles propósitos, ideas supe.
golpes caen sobre diamante infrangible riores, lenguaje culto, fino, según los donde están grabados en caracteres ejemplares de los buenos tiempos del luminosos los secretos de la gloria.
habla castellano. qué más se había Padezcamos, pero suframos: los que menester para llamar la atención de no saben sufrir, esos son lo que paja más ilustrada ciudad de Sur Amédecen verdaderamente. Niño, has rica, esa Atenas andina, que allá en venido al mundo para padecer: padesu altiplanicie está resplandeciendo ce, sufre y calla; estas eran las pacon sus sabios, sus oradores, sus poelabras con que los antiguos mejicatas, sus mil ingenios que pican en nos saludaban al recién nacido. Páez, ciencias y artes liberales, sin descuiAdriano Páez. Un mundo de darse jamás de la política. Adriadolor pesa sobre él, y nada dice: Job no Páez, el infatigable husmeador del se queja, Job levanta la voz al cielo: talento, que con delicado olfato lo estotro Job está callado respecto de siente y lo descubre en el más oscuro sus males, porque considera que los rincón de América, ha sentido el Ti.
del cuerpo no son nada: el espíritu mes, se ha ido tras él, lo ha descues el todo; y ese está puro en él, está bierto, ha hecho presa, no para deblanc excransparente. Cuando sacuvorarlo, sino para sacarlo paz y da os miembros que lo aprisionan, y salvo, bien como el delfin sacó sobre ga libre, ha de vosu cuerpo Anfión del medio de los lar la eternidad, y ha de desapare.
Admiro el talento de Páez, cer en becedno de la luz infinita.
su laboriosidad ejemplar, su ardiente americanismo; su corazón, su carácter DIARIO así y todo, trabaja Adriano Páez, 12 DIA CENTRO AMERICA me admira mucho más. Inteligencia trabaja incesantemente: el trabajo es es prenda común; cual más, cual meuna religión para él: corazón activo, inteligencia ardorosa, el movimiento nos, como no seamos tontos, nadie le falta su poquito; prendas como las és ley de su rica naturaleza: trabaja que le adornan Páez, son de todo por Colombia, por América, por el mundo: Páez es hombre de inmenso punto raras. Para él no hay vanidad mérito: si le sobrevivo, me he de ponacional, egoísmo, deseo de prevalecer sobre los otros: no existe el Taner luto por mi propia cuenta y como chra ni el Carchi: Venezuela, Ecuapersonero de mi patria.
dor, Perú, Chile, Buenos Aires, son El Times no podía ocultarse la mirada escrutadora de ese ilustre Co.
su patria tanto como Colombia. Dontan mucho más arriba de donde he autorización de darla la estampa. de Caro, Cuervo, Páez; hasta cuando lombiano: los encarecimientos que de brilla un ingenio, allí está el atizarlo con la sensata alabanza que nun llegado por mis merecimientos. Me Victor Hugo no fué menos pronto y periódicos del Perú, de Chile vinie hace de ese periodiquito, merecidos ca es adulación; donde palpita un co importará poco hoy día que los mal. cortés cuando leyó mi elegía del Te ron en mi auxilio, yo estaba pasando son por él; más supone que es obra razón grande, allí está él contar las sines hallen punto de murmuración rremoto de Imbabura, Yo le hubie por loco en mi pátria: si tarda ese so mía, causa de su buena frase, y yo, pulsaciones de ese órgano del dolor, en esto de corresponder según el cau tándole mi admiración desde que se en la casa de prates.
ra dado las gracias Páez y manifes. corro, amigos y enemigos me maten por lealtad, debo sacar la luz del Hoy mismo un mundo al joven modesto que, mereese altar de los misterios del alma. dal de mis facultades los repetidos fa vino mí con una corona en la ma capón infame, pagado por Ignacio ciendo tanto, ha ocultado con tanto Dije ahora poco que Nelson no había tenido idea del miedo: Adriano vores de un escritor quien no co no; pero ahi estaban los envidiosos, Veintemilla, dice que yo mismo soy el empeño su nombre hasta ahora poco.
Páez no tiene idea de la envidia, no nozco siquiera; pero ya estaba rebo bio de lisonjas, y tamaña deuda la he partes se ha dicho en honra mía, y que ésotro castellano que así rasguea tan autor de cuanto en Colombia y otras Páez estará curioso de saber quien es sabe lo que ello. es: lo menos ese sando en mi pecho el deseo de hacer estado pagando con afectuoso silen mis manejos se extiender hasta Euro garbosamente la lengua de Cervantes cruel afecto no le carcome las entra le justicia, y sólamente el recelo de cio.
ñas en medio de tantos otros martipå. Ved pues Lamartine y Victor, en país de donde la tiranía, el desrios que le están santificando sù des que digan los malos que hay comer. Todos verán que estas son mis pri Hugo sirvierdo de simple instrumen enfreno, la barbarie están ahogando gracia. Censuras de Páez no he vis cio de alabanzas entre nosotros, me meras palabras en favor de Adriano to de mis vanidades; y lo que es peor, la ilustración y aun la inteligencia?
to: ese noble joven no nació para ser ha contenido.
Los hombres oscuros Páez: dándome por bien servido, co de mis patrañas. Teniendo así don Llámase FEDERICO Proaño ese esla pesadilla de nadie, sino de los tira, tenemos siempre este linaje de apren mo dicen, yå pasaba por ingrato; no que mí me insulta, el insulto del a critor de papeles chiquitos; chiquitos, nos: lo que veo cadá rato son apo siones; no así los claros, para quienes visto, que sus juicios, sus encomios, vadas, ecritores célebres en Améri gruesas; el aljófar sirve para hilos que lo sóý: sepa ese amigo mío nunca siático. es personas de posición ele pero buenos. Unas son las perlas logías de hombres que a su juicio las la urbanidad, la generosidad no ha sus merecen, laudatorias Menas de sensaEL de admiración acerca de ca, que son quienes me han favoreci rodean gargantas de Hermiones.
tez y buen gusto, fuera de las ocasio llan contrarresto en la vergüenza, Ha mí, mucho me han conmovido, mucho do con sus encomios. Miguel Anto café grueso no es el mejor; el de la nes en que se deja arrastrar por una biendo llegado manos del señor La me han servido en un país donde ver nio Caro, Rufino José Cuervo, José Moka es menudillo, redondo y no fuerte preocupación imprimida en su martine uno como. poemita, una pie des y azules se levantaron darme Joaquín Ortiz, Jorge Isaacs, Adriano hay quien no se deje embriagar por esos humos aromáticos, El mérito pecho desde que era niño de letras. cita infantil que yo escribí en París mi Cosmopolita la luz del día. Lo critos de mi puño y letra, y hanlos del Times, todo le pertenece a Fede: discurso es un arrebatado torrente de respecto de él siendo muchacho, ine digo con dolor: hasta cuando empe. autorizado con sus sus ilustres nom rico Proaño; yo no tengo ninguna Si hiperboles, de figuras que me leván dirigió inmediatamente una carta, con zaron llegar Quito las opiniones brés. Hasta dónde no llega la in parte en esa graciosa miniatura.
e τουά Bι με 81, mares.
SCOIDENTE.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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