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2. LA PRENSA LIBRE 19 por PRENSA LIBRE. saboreando el placer de su trjun. Naturalmente aquello era pe Eso tiene que acabar por u.
fo; pero el domingo, cuando fué dir un imposible.
na catástrofe dijo alguno. y solicitar los setenta y cinco cén El enfermo alzó los hombros y (en realidad, después de represenNomingo, de Setiembre.
timos con que mi tía le gratifica tiró sobre sus ojos la sábana co tar la comedia delante de la genba semanalmente en vista de sus mo César tiró en otro tiempo el te durante treinta y seis horas, ini pequeñas necesidades, ésta tomó lienzo de su toga y esperó bra tío cerró los ojos y devolvió el su desquite declarando que ya vamente la muerte.
alma.
no había dinero para los imbéci La tranquilidad había desapa En seguida llegó lo que llega les obstinados.
recido por completo del alma de siempre en esas ocasiones: un orLA ESCALERA.
casa de mis tíos dejaba mucho Una cochinada ¡caramba. mi tío, cuyo seno llevaría en ade. denador de pompas fúnebres seque desear en su parte exterior El tío tuvo intenciones de apa. Iante una llaga igual la que lle guido de una cuadrilla de ente Lo que es mi tío comenzó tampoco en punto comodidades learla, de golpearla, pero tuvo va el Rhin alemán desde que rradores, los cuales pusieron mi decirme el loco de La Brigue. era perfecta. aunque si bastante también la fuerza de contenerse, Condé triunfador supo desgarrar tío en su cajón de pino y se lo e.
era un viejo tonto, pero muy buen; bien hecha, después de todo, paLa rotu charon la espalda gritando: de hacerse el indiferente, de po. su verde manto. hombre por lo demás; y, en cuan ner buena cara y aun de silbarra de la pierna no valía nada en. Arriba. ra aquel par de imbéciles que enya sonaban to mi tía, también era una vieja contraban motivos de disputa en entre dientes un airecillo alegre. realidad; el verdadero mal había en la noche profunda del corremiserable, bromista como no hay la necedad sorprendente y en la Luego, siguiendo su costumbre nacido en su corazón al mismo dor los zapatos llenos de clavos dos.
extraña imprevisión con que sus dominical, salió después del al. tiempo que sus pantalones se de esas buenas gentes cuyos somAmbos vivían en Puy Évéque, habitaciones estaban arregladas, muerzo, sin un real en el bolsillo, rompieron en los bordes de a. breros galoneados y cuyas espalhondonada lúgubre del Vendô. El dormitorio, situado en el piso para vagar durante cuatro horas quellas gradas, llenas de grietas, das azules de pizarra se perdían mois.
segundo, comunicaba con el co por las calles, bajo una lluvia te. de su escalera.
en la oscuridad, cuando mi tía, rrible.
Su casa, que no tenía sino dos medor, situado en el primer piso, Por la noche volvió a su En tanto mi tía, era una mujer interviniendo dulcemente, les inpisos, estaba situada en un ex por medio de un corredorcillo, casa mojado hasta los huesos y fuerte y conocedora del alma hu dicó con el dedo la otra escalera, tremo del pueblo, dos pasos de estrecho como las indianas de afectando el ligero balanceo de mana, se puso cuidar al enfer la suya, la que ella había las antiguas fortificaciones. Esa peseta y largo como un día sin cuerpo y la pesadez de lengua de mo ell vez de celebrar su victoria construído, la que su marido no vivienda en donde no se oía, des pan, en el fondo del cual se los hombres que han bebido un son de cornetas. Sabiendo que podía ver, y les dijo: de la mañana hasta la noche, sino encontraba una escalera, no menos poco. historias que él inventa hay ocasiones en que la humil. Ustedes se equivocan del ca.
el ruído de sus querellas, había absurda pero sí más peligrosa, ba para hacer creer sti mitad dad sabia del vencedor es un gol. mino. Es por aquí por donde se sido heredada por mi tío de su que hacía pensar por lo oscura y que los imbéciles obstinados pe de hierro candente en las he baja.
buen padre, quien la había here. torcida en el alma de un usurero. contaban fuera de casa con más ridas del vencido, no quiso manY luego, mientras, puesta de dado del suyo, el cual, su vez, Como era muy difícil subir de un amigo capaz de brindarles char con una palabra equívoca, ni codos sobre la baranda con las la tenía del bisabuelo de mi tío. ahí sin romperse bonitamente la algunas copas.
con una alusión agria, ni con mandíbulas apretadas, seguía con y así hasta lo infinito.
cabeza, ocurriósele una vez mi esa comedia grotesca si una mirada maliciosa, el brillo in interés el descenso perpendicular Desde tiempos inmemoriales el señora tía hablar de la necesidad guió representándose todos los maculado de su triunfo. y vacilante de su difunto, la bueinmueble iba pasando de generade remediar aquello, construyendo domingos. Los dos cónyuges ha Durante los once días que mi na mujer murmuró. Ya te había yo jurado que ción en generación, como el pa una escalera humanamente prac bían hecho de la terquedad una tío guardó el lecho, ella no olviquete de naipes que los jugadores ticable para unir las dos piezas. cuestión de honor, y ni uno ni dó un solo minuto su papel. La algun día pasarías por allí.
de bacarat van haciendo de pasar Mi tío se quedó anonadado tro cejaban. Luego dejaron de expresión de su rostro tenía, sin JORGE COURTELINES.
mano en mano. Cada uno de los ante la grandeza de aquella idea; hablarse, dejaron de conocerse. embargo, algo de radiante, y la propietarios habíalo restaurado, por lo. cual creyó necesario pro. Durmiendo juntos la manera de sonrisa enigmática, incrustada en TREN EXPRES.
según el gusto de la época, bien clamar en alta voz ia. inepcia dos extraños que la suerte reu las comisuras de sus labios, era Dices llorando que voló impaciente por el techo bien por el cimiento: del plan, circunstancia que, natu. niera en el mismo lecho de una bastante terrible para que su pero todos habían olvidado algu ralmente, decidió ini tía eje. posada cosmolita y marchando troz ironía persiguiese al enfermo es posible, mujer; mas ten presente na parte, dejándolo siempre con cutar en el acto su proyecto. De con orgullo, cada uno por su hasta penetrar con puntas de fuee recuerdas que fuiste mi alegria.
una pata en el aire y con la mi positaria de los fondos comunes, escalera, las horas de comer, go en la médula de sus huesos.
Lo sé, lo sé muy bien.
tad atrasada de medio siglo res. Ilamó en seguida un carpintero sentían desenvolverse en sus al. Para formarse una idea vaga del Pero no me detengas, sida mia, que va a partir el tren.
pecto la otra mitad, obligándolo y un albañil, quienes acabaron mas los sentimientos furiosos estado moral de mi tío, es nece Cien veces te juré que soy tu esclavo: asi representar un papel ridícu el trabajo, ayudados por sus a Jirreconciliables del odio. sario figurarse el martirio de un lo juro rail y inil; lo y singularmente dudoso. Su prendices, en poco más de una Un día, al bajar por su cami hombre convertido en pelota de pero será un amor que 2! in y al cabo aspecto era el de un personaje semana. Mi tío había mirado no por el suyo mi tío dióſ alfileres Jeanne Ouvriere por que hubiese vestido sus piernas los obreros silbando y fumando un mal paso. y cayendo rui ia influencia de un génio malévo liQué luimos muy dichosos, muy felices. con el pantaloncillo acañonado su pipa. Cuando se quedó solo dosamente en aquella oscuridad lo. Cada una de aquellas tazas asas no me deja oir lo que me dices del gran siglo y su talle con la con su mujer, no pudo menos que de cueva, donde quedó boca arri de tila que mi tía azucaraba al la.
levita vulgar de un lechuguino dicirla: ba como un lechoncillo, se rom do de su lecho con afectaciones Me juras que este amor es el primero contemporáneo. Ahora ya debes estar con pió una pata.
y que viene ese afán?
corteses y con delicadezas odio.
Blira qué confusión. Cuánto viajero!
Entre los cuatro muros de esa tenta de tu obra. Admirable Mi tía, como era natural, co sas de enemigo convencido de la ¿Lo ves? Todos se van.
casa de Yanot, vivían pues, como escalera, en realidad. y ele rrió. Para socorrerlo. superioridad de su fuerza, eran cDonde estaré, preguntas, estas horas el perro y el gato, mis buenos gante. y decorativa. y có No; para mostrarle su alegría a para él una herida mortal. En Lo menos cien leguas.¿Por qué lloras?
tíos. Animados el uno contra el moda. En todo caso yo no he legría inmensa. Sus primeras tales circunstancias, pues, más Yo voy en tren exprés!
otro, y por una antipatía tan prode pasar nunca por ella. palabras fueron sorprendentes: hubiese valido que el enfermo es Dices que estás muy triste desde anoche.
funda como instintiva que se ha Mi tía, que no esperaba aque. Veinte francos! Si me hu cupiese en su pierna estropeada Lo siento pese mí!
Mas espera, mi bien, que entre bía ido acentuando lentamente llo, se puso pálida y preguntó biesen dado veinte francos no es rogando Dios que helase sobre no me quedo yo aquí.
durante los treinta y cinco años su marido: taría tan satisfecha. ella.
Va me acusas, cruel, porque inconstante de existencia común, provincial. Tú no pasarás nunca por esa me; Vieja sin vergüenza. gri Una mañana la fiebre, con su formidablemente imbécil y des escalera?
tó mi tio indignado vieja bandi. cortejo endemoniado de delirios, Imaginate tú que cada instante provista de todo objetivo, basta. Ya lo creo que no respon da! vieja maldita. No vino agravar su estado. El po Serena tu inquietud. ello es forzoso ba que uno de ellos expusiese dió mi tío. En toda mi vida, hay idea de mujer tan monstruo bre hombre discurría como una una manera de pensar para que. por qué no? volvió sa. mujer borracha diciendo que su Porque al fin es un caso muy dudoso si descarrilare.
el otro expusiese la manera dia preguntar mi tía. lo que mi Pero ella le importaba poco mitad se entretenía haciéndolo metralmente opuesta. Por qué? tío respondió: todo eso.
Su alegría era tal que, cocer fuego lento después del Tu penes stande y tu pesar profundo. Vaya usted saberlo! Por cual. Porque no me da la gana. sofocada y resollando como un haberlo desollado vivo; que ella pero es preciso recorrer el mundo quier cosa, por nada, por mero Él sonreía contento de sí. Ella fuelle, no podía ya sino mostrar había puesto cuatro lamparillas placer, por la razón que tuvo atolondrada, se callaba. con el dedo ia nuez de su gar encendidas en los cuatro extre No llores más, que ofensa tus encantos tantas lágrimas son; Caussade para matar Latour Al fin dijo violentamente: ganta, para hacer ver que las pa mos de su mesa de noche en se. no detendrá por tí sus adelantos nelle. Lo cierto es que ambos Eso ya es demasiado ¡Caram labras no querían salir, por el es. ñal de alegría y que luego había estaban hechos para exasperarse ba!. Pero te juro que has de trangulamiento de su goce. hecho fuegos artificiales en todas Sonó el pito fatal, altimo toque, mutuamente, pues mientras ella pasar por ella. Ah! mujer encantadora que las habitaciones para celebrar su Mañana, dulce bien, si no hay un choque, estás gimiendo aun!
era roma, agria, agresiva, él era yomrespondió el otro con supo decidirse al fin mandar muerte Tonterías, en fin, te ardoraré en Irún.
sarcástico, desdeñoso, amigo de seguridad y con calmante juro llamar un médico! El cual reco tonterías enormes; todo un 14 de Adiós, mi amor. mitiga tu esperanza los alzamientos de hombros y de que no he de pasar.
mendó, después de colocar el pri Julio encerrado en un cerebro en Raje e vapor. la máquina se lanza, los silencios insultantes. así se acabó la discusión. mer aparato, una tranquilidad ab fermo de Prudhomme sin honEs necesario decir que si la Durante tres días mi tío siguió soluta para el enfermo.
JOSÉ SELGAS a.
12 llamå de mi amor; que vamos al vapor.
se irá en ferrocarril.
el ruido del vagón.
mariana. Claro es. el coche, será mi corazón!
se cambia de estación. Te he de olvidar?. No sé.
en gran velocidad, la civilización. Adiós. Al tren Al tren!
ra.
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