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2. LA PRENSA LIBRE Cuentos del Domingo.
cer se PRENSA LIBRE. do su asentimiento, y ya entraba las risas, tímidas en el matrimo Mi corazón latía con violencia Cuando «lijc temblando. clla quiza.
en el portalón con la fuente del nio y fuerte en el anfitrión, con re para su cuucación. le contendria.
cocido y la libreta, mientras otro gular asombro de los criados, no Alas Juan me interrumpió con energia Domingo, 30 de Setiembre.
criado cargaba con el resto del acostumbrados en su aino tales. Calla, calla por Dios. ésta, jamás. ajuar. Siguióles entonces el ma jolgorios, de remate obligó al poSólo falta Tomás, el inayorcito; Tan sincero, tan noble, lan lcnl!
trimonio, sin atreverse pisar bre albañil aceptar cinco duros Es ci vivo retrato de su paclse: fuerte por las magníficas escale por vía de indemnización que el este, exclamé, del lado de la madre ras de mármol, guiado por el ma infeliz recibió con los ojus nubla. Nadie en el mundo lo podrá arrancar!
yordomo; atravesó varios salones, dos por las lágrimas, y aquella. ninguno, ninguno. repetimos. ninguno! exclamamos en concierto; El cocido de albañil, y volcado luego en el cuenco el en que resultaba muy singular la fi. tarde los socios del Casino en con expresión de gozo indetinible; amarillo y humeante caldo de un gura blanca del obrero reflejada contraron su habitualmente hi y luego se escribinos La casualidad hizo que el pró pucherete que sacó de una cesta en las grandes lunas, y al cabo pocondriaco y triste compañero, que aceptar su propuesta era imposible.
asomara la ventana de y que empapó las rodajas en el se detuvieron en un amplio co regocijado y alegre, bajo los rosu cuarto tocador en el momento acto, empezando todas flotar, medor con friso de roble, sillas desados auspicios lo declaró él sentimos más valor, más energia, sostenemos con mayor aliento cuidando la mujer de refrenar la cuero y aparadores cargados de mismo de una fácil digestión.
El rudo trabajar de cada dia en que aquel albañil de la casa en construcción de enfrente se tapadera de la vasija, empujada plata antigua. En la rica estan sin embargo, ni el faisán ni Verdad es que ganamos el sustento amparaba de la sombra del pala por los garbanzos, de los que al cia se descubría una mesa cubier. el rosbiff tenían mayor virtud que con alanes prolije in cio para comer.
ta de rico mantel, con un centro los garbanzos, sino que con aquel Empero en el hogar reina el contents, guno más atrevido escapó, pe.
El marqués resar de la vigilancia, precipitándo. abarrotado de flores y tres cubier humilde cocido de albañil había no falta ninguno de los hijos.
pantigado en una mecedora y futos.
subido al solitario comedor del Si la miseria alguna vez alcanza se en la escudilla.
mándose un veguero, recién salEl incitante perfume del cala. El prócer, sonriente y enaje aristócrata una ráfaga de mútua Al llegar al umbral de nuestra puerta, No la de hallat abierta; tado de la cama, bostezando ca. do pan subió hasta las narices nado, les aguardaba de pie junto felicidad. Sencillamente. Porque tenemos puesta la esperanza, da instante, leía con aire aburri del prócer y produjo en todo su un sillón de los preparados pa ALFONSO PÉREZ NIEVA.
En Aquel que de todos es consuelo do los periódicos de la mañana y ser como un extremecimiento de ra sentarse la mesa, y al verles con los ojos en la tierra fijos, los diarios franceses de la víspelicioso. Qué bien olía. Su es exclamó: los pobres protege desde el Cielo ra, cuando le llamó la atención tómago, averiado por los amar.
CUÁL? cl pan les da para sus tiernos hijos. Perdonen ustedes el asalto; cualquier ruido de la calle; abrió (DEL INGLES. CESAR CONTO.
gos medicinales y por las mosta pero he olido sus garbanzos desla vidriera y vió entonces al jor zas incitantes, desabrido iner. de la ventana; yo tengo perdido. Cuál ha de ser, cuál ha de ser, Dios mío?
nalero con su traje blanco y sujte, combatido por la eterna dis el estómago, sin apetencia alguna, vo mi esposo miré y él me miró; Ultimas noticias cara de clown embadurnada de pepsia, y no ya inútil para la di y de pronto, sintiendo ganas de Querido Juan, que me ama todavía Con la misma ternura que aquel dia POR CABLE.
yeso, sentado en la acera y recos gestión, sino falto de gana, pare comer unas cuantas cucharadas en que el ciclo bendijo nuestra union.
tado en el muro, mientras la conció resucitar, y el prócer, que has de su cocido, me he dicho. puede Ambos mudos estábamos: yo quise Chima y Japón.
sorte extendía sobre la losa una ta odiaba ya al alimento, experi. que estas buenas gentes no se o Ese triste silencio iutcrrumpir, ci voz muy baja y trémula le dije: Londres, Setiembre 26. El Cenbasta servilleta colocaba enci mentó un deseo invencible de to. pongan! Ellos me harán parti. Repite lo que ofrece y lo que exige trul News inserta telegramas de Toma del mantelillo una honda fuen marse tres o cuatro cucharadas cipe de su puchero, y yo les in En su carta Roberto Dice asi: te de loza ordinaria, ribeteada de de aquella aromática sopa.
Pevitaré mi almuerzo. Por eso Dadme uno para siempre, el que escojais Juan ley6: De vuestros siete hijos kio en que desmiente la nota de que azul, una libreta, dos cucharas de ro. cómo realizarlo. Rusia Inglaterra habian interve¿Iba él, me he tomado la libertad de in yo en cambio os daré tierra y casa; palo y dos vasitos para el medio un título de Castilla, conocido de terrumpirles.
Tendréis fortuna y bicncsiar sin tasa, nido en la guerra chino japonesa co cuartillejo de vino.
todo el mundo, bajarse la ca. La albañila fué la primera que el hambre ahuyentartis de vuestro hogar. mo pacificadores, fin de lograr arUna curiosidad invensible le a lle y sentarse comer miano se repuso, y con la nobleza de coVi la pobreza; en su semblante vi Torné mirar Juan; en su vestido misticio entre las naciones beligetó al prócer la vantana. Rerantes.
mano con los artesanos, expo razón peculiar de la artesana ma Las huellas del insomnio y la fatiga, quirió, pues, Lc Figaro para fin niéndose que alguien le riera y drileña, replicó: Del trabajo tenaz, que yo, su amiga, Contrabando de guerra. mi pesar, no puedo compartir.
gir que leía y no cohartar a los le calificara de loco. Solo el es. por qué nos hemos de o.
Londres, Setiembre 16. El Wets comensales. con su atención, y a pectáculo de un caballero, tras poner, señorito. Esto es practisiere que mantener y que educar pensé en nuestros hijos: iay, son tantos!
lintster Gassette publica us despa poyándose en el alſéizar, les cla cendiendo la legua aristócra car una obra de caridad y los po Lueso exclamé con aparente calma: vó el rabillo del ojo, dispuesto cho telegráfico anunciando que las ta, tragelándose un cocido en a bres también las hacemos cuando ven y escojamos el que se ha de dar. autoridades chinas capturaron el rano perder detalle.
Desde luego: migable armonía con un obrero y podemos!
aquel amor y compañía del jorna. apoyado en un muro, era bastan.
Con paso lento, asidos de la mano, por inglés Pathant, procedente de. Pues a la mesa ahora mis La penosa revista al comenzar, lero New York, por sospechas de que lley su costilla, aquella compla, te para llamar la atención de los mo!
Liegamos la cuna de Maria; vaba contrabando de guerra.
cencia que se les advertía en el transeuntes. Qué hacer? Los pobres artesanos habían on, cuán hermosa estaba! Parecia, Una rosa entre lirios y azahar.
rostro por hallarse juntos, le tra El matrimonio habíase engulli creído que solo se trataba de que Canal de Panamá.
jo la mente al marqués la re do mientras la sopa, y después jaquel señor que decía que no le e con su tosca mano la toco; El pobre padre quiso acariciaria París, Setiembre 26. El liquidamembranza de su hogar suntuo de remojadas las fauces con un pedía nada el estómago, se co ella hizo un ligero morimiento, dor del Canal de Panamá ha expreso, pero frío y desierto. Su es trago, libre ya la boca del puche miera sus garbanzos. pero sen Ove nunca olvidaré, dijo. Esta nó: sado que sólo han sido suscritos posa y su hija mayor estaban ya ro, precipitábanse en la fuente tarse almorzar con él. ResisFuimos a una camita donde juntos treinta mil francos de la nueva emihacía un mes en su villa de Bia los garbanzos, empujados por dos tiéronse cuanto les fué posible. Formaban dos un grupo encantador; sión de bonos, es decir, menos de la rritz, donde se reunía toda la fa trocitos de carne y tocino. Pues pero no hubo más remedio que fan lindos, tan pequeños, tan queridos!
102 parte de los que se pusieron en milia pasado el verano, su hija anda, que el cocido no olía peor. ceder y colocarse ante el plato. como, cuando están asi dormidos, y venta.
menor, la viuda que vivía con e Nada. Que se lo iban co destinado cada cual, Una lágrima vi que humedecía lios, hallábase instalada también mer! El marqués entonces se que el prócer se sonreía viendo su La rosada mejilla de Julián; Inforines!
con sus dos chicos en un hotel de apartó con un movimiento brus aturdimiento y su vergüenza.
La cnjugue con un beso de ternura, Washington, Setiembre 25. La dijo. El pobre es una criatura; las Arenas, su hijo único, viajaba co de la ventana y se entró en su ¡Vaya un hambre que se le ha Este tara poco le podemos dar.
Legación japonesa tiene ya informes desde principios de estío detrás cuarto. poco el albañil y su bía despertado de pronto! Sirvióoficiales y fidedignos de la batalla Alli está Luis; su pálido semblante de Guerrita, sin perder ni una mujer veían acercárseles un ma se un plato de garbanzos enorme, aun en medio del sueño deja ver de Yolú, el del presente mes.
La corrida del diestro, y él, aguar. yordomo de frac, corbata blanca pudiendo afirmarse que se engu que a veces me pregunto con espanto fiotilla japonesa compuesta del Madando que hubiera cuarto en y grandes patillas, que encarán iló él solo el cocido, y sus hués Si mi suerte será Hlorar por el. turhina, Hsskashanda, Hasidalo, YaSobrón, permanecía solo en Ma dose con ellos, les decía: sing, Narawa, Takashino, Akitsusa, drid, entregado mayordomos y. Mi señor, que es el amo de pedes hízoles comer avc, payo, Por largo espacio, con los ojos húmedos salmón, una infinidad de manja. Mirándolo estuvimos; Juan al fin Chyada, Waru, Hejen, Fuso, Akagi, ayudas de cámara y refugiado en este palacio, me manda rogar res desconocidos para ellos, y to Dijo sintiendo como yo sentía: Saikide encontró hacia la costit del el Casino, donde paraba más que ustedes que tengan la bondad de. éste nunca jamás lo entregaría, do por su alto precio, de los que Ni por un mundo ni por mundos mil. Norte de Hai Yung Tao la flota en su casa, huyendo instintiva suspender un momento su comino habrían soñado con calar en mente de su soledad. Acordose da, y subirse con todos sus trebeAlli Pepillo está: muchacho malo! china formada por numerosos barsu vida. Algunos les resultaron Nunca sumiso, siempre en rebelión, el opulento almuerzo que le jos almorzar con él.
cos, dos blindados y seis torpederos.
esperaba, sin conversación, sin ri El albañil y su esposa se queá sus paladares ineducados en No me deja un momento de reposo: Comenzaron inmediatamente reñido sas, con el periódico apoyado daron atónitos y tan aturdidos, la cocina escogida, poco agrada Tan discolo y travieso el picaron. encuentro, prolongado por cinco hoen las copas, sin otro halago que que no acertaron ni responder. bles. El prócer, harto de refina. Pobrecito! Para este sacrificio Hubo muchos barcos hunlos lametones de Lili, la perrilla Todo podían esperarlo, incluso mientos, no los probó y engullóse Le tocará la suèrte al infeliz?
didos incendiados por los japoneTatozete favorita de las niñas, que que los echasen de allí, menos se en cambio el pepino crudo de niqh nunca dijo el padre con ternura; ya se consideraba como de la famejante invitación. Cómo. Un postre de los artesanos, olvidado Lo puede soportar y corregir.
El cólera.
milia, y por remate sin apetencia, título, un poderoso, descendien ante tales excelencias culinarias Al lado de la cama de Eloisa y se le escapó un suspiro.
do hasta su miseria y elevándo que no volverían caer en suer Caimos de rodillas Juan y yo; Berlín, Setiembre 26. Se han La albañila había llenado mien los! No soñaban? Sí, soñar! te. Hija del alma la queremos tanto! presentado en el distrito del Vístula tras la fuente de rodajas de pan El mayordomo no había aguardaEs nuestro orgullo y del hogar encanto En el almuerzo menudearon. Por su bồndad, su gracia y su candor.
47 nuevos casos del cólera.
en tanto ras.
ses.
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