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LA PRENSA LIBRE Año VI.
San José de Costa Rica, domingo 14 de Octubre de 1894 NO 1664 els te.
ve PRENSA LIBRE. aquí cosas notables; si no fuera Figúrese znis vigilias, mis te. Pero eso lo imaginó Ud por la inconsecuencia propia del rores, mi calvario. Es decir: creolo Fió realidad? pregunté.
hambre, y por alguno de los tres que no habiendo pasado por tales cuando Tristán xe lu calmó algo Domingo, 14 de Octubre.
Bene: igos del alma, en particu amarguras, ni concebirse pueden. la em:ción.
lar. nos meteríamos en la Desesperando de los remedios hu. Imaginarlo La efigie exisTrapa.
manos, miré hacia arriba, y no a te, y puede Ud. cerciorarse chan. 0á gumentos tan especiosos, apreta sin intercesor, airumé ruegos y. Pnes, en efecto. conocía mes Tristán de Cárdenas para colme de ofertas San Antonio efigies de San Antonio sin el niEL NINO DE SAN ANTONIO. cs naturaleza.
Si aquí capiese que nos contase su milagro; ipás de Padua, el amigo de las muje. no turmuré como si hablase una disertación filosófica, me po pudimos conseguirlo; se negó res y de los sitius, al santo por conmigo nisma.
resueltamente, declarando que era antopoulasia, de quien yo había EMILIA PARDO BAZÁN.
Entre varias personas de en comprometo probar esta que el mayor de los cobardes y temía sido rievoto sielopre.
tendimiento que 1) tenían ni el parece paradoja siendo una ver El tanto no me oyu. Ah!
mal gusto y la mala ventura de dad de Perogrullo. E! milagro nuestras burlas. Sin embaago, Usted creia que el milagro haLAS ABETAS.
cuando se disolvió la tertulia El universo es un ser impíos, ni la fanfarroncría de os inmanento. hía consistido en sinar al enfer Federico Balart.
ser intolerantes, suscitóse la a milayro espantoso de puro gran quedamos solos en el gabinete, a mito. Bah! Milagros de e.
El sol naciente por las verdes rejas sos los bace el santo diariamentractiva inagotable cuestión de de y de puro incomprensible. No mi primera insinuación, Tristán de los follajes vierte sus folgores, entorno lus ojos cores que lo sobrenatural, viniendo a discu lo Femos porque formamos parte No te vd. cada paso en cuya lumbre báñanse las flores entreabriendo sus túnicas bermejas.
tirse el milagro, por qué era tan de él. Jesús le dijo a una santa quiere recordar y habló asteen que un chico se echa fuera de u Al empezar mi historia, te na ventana y no se cae; que otro Por entre ellas se espercen en parejas, frecuente antaño y hoy escasea que suspiraba por ballarle. Diguarnidas de corazas de colores, de tal modo. Hubo quien se li tícil es que me encuentres si no no que lo que a mi me pareció empuja un quinqué de petrólect, besando rosas y fingiendo amores mitó decir escasez; pero na fal me buscas en tí wisina, en tu procon sed de miel las candidas abejas.
procligio no le parezca Ud si lo vuelca y no s: abrasa; que este no un suceso casual insignifi rueda cien escaleras y no se hace Mas de los jugos de sabores varios tó quien resueltamente pronuncia pio corazón: cante: Es lo que antes decía ni un chichón; que aquél se meta que liban de la fior en los sectarios se la palabra desaparición. Bien argujeron interruminos: las milagčos, hoy día son in entre las ruedas de un coche y no hay en sus celdas el más puro almibar.
Los que defendían la persisten piéndole: todo eso será ly cierBardo, asisea tu canción sonora: cia del milagro protestaron enfio, pero nos quedarnos. Io mismo ternos e individuales. Yo expe saca ni un rasguño. Nouge bebe en la copa del dolor tu acíbar, rimenté ciertas impresiones que vd. decir a las madres que sus hi 1o dulce brinda al corazón que llora.
nombre de las. 3Maravillas que se que estábamos en cuanto a expliROBERTO BREXES MESÉN.
realizan en Londres. los días de car por qué antes abundaban los se me figuraron causadas por la jus viven de milagro. intervención directa, en mi vida, El mio murió. Me puse como Riča. 10. 94.
procesión solemnelos paralíticos milagros en él orden sensible, de uu poder superior todos los un insensat:s; sí, creo que estuve curados instantáneamente al su ahora no se uno para, un res poderes de la tierra: si no com fuera de juicio bastante tiempo.
mergirse en aquellas aguas, estre. medio.
PRÓLOGO.
parte mi fe respétela al menos, ya Me entró, no misantropía, sino mecidas, como las de la piscina Verán ustedes coino lo en que abro mi corazón tan lealmen otra cosa más rara, raisoteismo. Åqúel domingo por la mañang probática, por chaleteo del ángelriendorepuso. Tristán. Éstoy tem. mală voluntad contra Dios y sus que desciende infundirles vir cunforme: en otro tiempo, Dius se Bien sabe que yo tuve un ui santos. No dejé de créer, pero y el colchoncito de blanca lana Hla cuna vino del almacén, tud; en nombre de las llagas de manifestaba en todo su esplendor ão; pero no sabrá tal vez que soy si de amar. Casi diria que aho para ia cuna llegó también.
Luisa Lateau adornada por la las multitudes. Cuando. sepa. es decir, iqüe era! uri padre a virtud del cielo con rrecí.
cinco san raba las aguas del mar Rojo al mantísimo, un padrazo de esos que pecados de aquella época. fueron Mis delirios, mis rabiosos Junto del lecho de los esposos grientas señales. esto respon paso del pueblo hebreo y las jun riven pendientes de la salud de la el tibio nido se colocó, otras tantas blasfemias en acción.
dieron los escépticos que las lla ta ba contra Faraón; cuando echa criatura, que se baban al oir sus y con encajes, voluptüosos gas de Luisa Lateau eran un fe ba un clavo la rueda del carro gracias y, se pasan el día cin ella Cest de platicar. o vide las era la colgadura se le formó.
ciones, no pisé en un año los nómeno patológico ya explicado solar, y sacaba, aguas vivas de la ea brazos, prestándose sus ca¡Qué buen domingo. qué hermoso día. templos.
por la ciencia, y que las curacio veña; cuando convertía en rosas prichris y dejánduse arrancar el punto estaba de oscurecer, El día del aniversario de mi nes de Lourdes se originaban de los panes y en corderos los leo bigote. Adenas de este cariño pequeño, a la misma hora en que los cortinajes en componer.
y alegre Clara, se divertía una impresión puramente subjeti nes del Circo, entonces. quién lo liustintivu y natural, yo creía fir había solado su blanca álmita, va, un sacudimiento inoral que duda. las naciones y las razas se memente que mi inocente hijo era como yo vagase sin rumbo. por Aquí las colchas, recién sấcadas, repercute en el organismo; caso convertían est tropel; y el milagro un símbolo de mi ángel custolio las calles de Madrid, me detuve blancas y ubias de su baúl, coinparable los felices resulta dirigía la marcha de la historia. y que su presencia santificaia mi la puerta de una Iglesia donde y encima puestas dos almohadas dos que obtienen algunos médicos Ha suc dido con esto de la mani casa y mi espíritu. Mis pasiones no recordaba haher estado jamás trasparentando su fondo azul.
empleando el hipnotisin para festació» divina lo que con la poe y mis flaquezas las ofrecía al pie Encontrábame tan triste, tan so Sobre la cuna la cruz bendita combatir males, que en la botica sía, que al principio fué épica y de la cuni, conio al pie de un al lo, tan anegado en las aguas del con una palma pequeña al pie, no hallan remedio. Entonces, u colectiva, y ahora ya no puede tar.
dolor, que sin reflexionar de lo y al otro lado, la virgencita no de los presentes, Tristán de ser más que lírica individnal. Se me uptojaba que si yo e que Kacía, entré. Era la hora de que para el niño guardada fué.
Cárdenas, que había guardado si. Créanme ustedes: ahora hay mi ra bueno, Dios me conservaría la cafila de la tarde, y lo primero Vino la noche, la casta cuna, lencio durante la discusión, tomó lagros lo mismo que en la edad mi hijo a leido los poemas qne divise, en un altar lateral, fué ya concluída, puesta quedó, la palabra, y todo el mundo calló antigua, solo qne son milagros lie indios a ellos, cada paso, la efigie de San Antonio de Pa y un apacible rayo de luna para oirle, pues su voz era arino ricos, para una sola persona, y el sales relucir atos ascetas que, dua. Sentí como un golpe, y me entre sus ropas se acurrucó.
niosa y sibraute, y su palabra, que los siente no los cuenta, por por la vátud de säis mortifica acerqué vivamente colérico, pe Abriendo Clara su costurero, nunca vulgar, chispeaba veces que, dada la incredulidad gene ciones. llegan a adquirir tan so dirle cuentas al santo, pregun en la mesilla puso el quinqué, elocuencia fogosa.
ral, teme que se mofen y le ten brelupang vigor, que se impo tarle por qué me había quitado mientras, fumando rico veguero. Si ustedes cren en Dios di gan por mentecato. Para pricla neñ áfos: diósės mismos. La idea mi hijo, mi gloria. De pronto alegre Carlos tomaba el té.
jo con su habitual énergía. 10mar un milagro se nccesita hoy me agrada, y es en el ánió, la me quedé inuóvil de sorpresa.
Junto a la mesa Clara cosía, comprendo como le regatean la ser más valiente que el Cid ¿Ba mista ſuë:expresa, el Frangelio Usted habrá reparada, sin duda, y el buen esposo, fuera de sí, omnipotencia. No niegó que hay jan ustedes los ojos seguro allegir que el reino de los cielos en que San Antonio de Pa la suelta cuña lenta mecía, ocasiones en que esta omnipoten estuy de que cada cual de ustedes sufre molencia. La bondad es dua sien pre le representan los de gozo lleno, diciendo así: cia se manifiesta de un modo más tiene su milagro oculto: cada cual una poderósa energía; yo me re escultores con el niño en brazos: Verás, mi alma no se equivoca, evidente en el orden sensible, en ha percibido el calor de la zarza vesti de bondad, para evitar una Pues: por pribera vez de mi vida yo te lo digo: será mujer.
lo físico; pero en el orden meta que ardía en el monte Horeb. prueba, que creía no tener áni. reía un San Antonio sin niño. Tendrá tus ojos, tendrá tu boca, físico, no concibo manifestación que ninguno mé desmiente. mo para resistir.
y mientras los ojos de la efigie cual la del sueño que tuve ayer.
más clara de la que diariamente, Lo que pasa es que nos lo guar La prueba víno. La criatura parecian fijarse en los míos seveLos ojos negros, grandes, rasgados: con la razón, no cesamos de per damos. Secretum meum cayó enferma, de una de esas fie ramenis, nuté que su mano, al castaño el pelo también tendrá, cibir. Saponen ustedes que no mihi. Créanlo ustedes: si brezillas que al pronto nu alarmau, zando el dedo índice señalaba al y de sus labios tan encarnados, hay milagros. Lo que no hay no fuera por el miedo, saldrían pero que día tras día consu! nen. cielo.
la misma fresa se encelará.
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