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2. LA PRENSA LIBRE III tas. La enOh LA PRENSA LIBRE. llegar los suyos, un poco antes, NOTA EDITORIAL. editorial, Nuestra labor, que del bombardeo esta: es la síntesis de nuestras no Hasta pronto: siempre vivo.
REDACTOR, bles aspiraciones. Ahora, en Después, nada.
Oposición y liberalismo el criterio con que hemos asisEnrique Loinaz del Castillo.
tido al proceso de los hechos Nuestro anterior editorial, de Setiembre, hemos aprobaDomingo, 28 de Octubre.
Al fin, el armisticio se firmó sobre las garantías, sirvió in do en lo que tiene de respeto los preliminares de la paz.
debidamente El Heraldo la justicia la conducta del. en Campos Elíseos, sin entusiasmo, dura en nuestro credo polí ril rigorismo con algunos aEL REGRESO. Morlé, y fuertes! Mil trompey bajaron hasta las Tullerías, don. tico.
cusados. Esto es independe permanecieron parapetados Vamos a demostrar al esti dencia, rectitud de criterio. DE JEAN NIHILUS. como lobos.
Qué guardias harian. Coramable colega que esa preten porque también la concien1. Qué era de Morlé. ceros, por lo menos! Rolando, dida sesgadura no existe, cia que sumisa se pospoHIPÓLITO Morlé era un pa sobre todo.
Este era ei mayor.
Una tarde al regresar Blanca que es una interpretación e ne la oposición sistemática, triota probado, entró en el servi Morlé lo había bautizado inten del Ministerio de la Guerra, can rrada y aun ligera de la ac acusaría debilidad.
cio voluntariamente, se había bacionalmente con el nombre del sada de correr de despacho á!
titud que en esta grave cues, tereza está en ser consecuentido con denuedo en Italia en la valeroso paladín, aquél bravo que, despacho, en busca de noticias de tión, suscitada por una ten te a los principios. Al pié Crimea, en México, en Africa; en no esquivaba el deber, un patrio su esposo, sin duda prisionero en suma, regresó sus lares con los ta de los tiempos antiguos.
Alemania, tocaron suavemente a tativa del asesinato político, de la bandera estamos.
galones de ayudante y la medala puerta de la escalera. Sin nos sugirió nuestra concienDice El Heraldo no saII lia militar.
perder tiempo en quitarse el som cia y el anhelo de ver nues bemos que algún abogado No tardó mucho en casarse; no brero y abrigo, abrió. Un hom tra República exenta de las se haya negado defender La guerra estalló como una bre!
usurpaciones criminales y de al terrible Araya, y ahí esera su temperamento para vivir bomba.
aislado él guardaba en su co Hipólito. exclamó. tú. los horrores que afligen 0 ta oh memoria infeliz. Después de Sarrebrück. vivo!
razón de soldado, sobre todo, un tros pueblos inás habituados su número del 23 de Setiemgran lugar Blanca, una vecina ilusión de un despacho. Woerth, sin inirarle más, le echó los a la violencia.
Reischoffen.
bre en que publicó la negaá quien prometió matrimonio.
brazos alrededor del cuello. Hemos dicho que el Go tiva del señor don Luis Soto Hipólito Morlé cumplía sus Ah. cuando el de este supo. Sí, mujer querida. y bierno ha respetado la Redesastre, Morlé no pudo conte los niños?
Quesada, nombrado para depromcsas.
pública al no suspender más fenderlo. Se contradice lueEl más sencillo y honrado de nerse. Duermen. Será mañana, al que las garantías individualos hombres, Morlé no se separa Túlves. le dijo a Blanca, si despertar. Qué sorpresa! Delles, sin haber usado para el go El Heraldo cuando reba del retrato de Blanca, que via no vuelvo la pelea me muero dónde vienes?
del estado y la despotismo esa disposición sociedad toleren o consienjó a través de las trincheras de de rabia y de consunción; ya ves. De Spandau. De una for del Congreso.
Sebastopol y los llanos de Al morir por morir, más vale que taleza donde toda comunicación al Poder Legislativo que en Censuramos tan al cascabel la toboba geria.
sea empuñando el arma!
con el exterior me estaba prohiy continuación desea que Pobre retrato, usado por el fro. Insensato. Qué fiebre de un momento de impresión bida. Esto me ha hecho sufrir el poder público deje en dió al Gobierno más faculta.
te del traje, amarillento causa sangre te enloquece así. tus más, porque en cuanto al resto.
del calor tórrido de. Africa, con hijos. des de las solicitadas y nece paz los reos del atentado Qué llamas el resto. contra la vida del Presidente las esquinas roídas, pero sobre el. Mis lijos tendrán en mí un sarias. Queremos en este Cara esposa, a no has visto cual encontraba siempre los con buen ejemplo; esto ya es algo.
tornos de un rostro tan amado. Vo te retengo más.
ble contra la autoridad naque tengo un brazo de menos país de leyes benignas, de le y de la conspiración indudaPuesto ya me he acostumbrado.
Cuando se juntaron para ir Y tu yes que han proscripto la pe Nosotros creemos, que es tu idea, vé! Entra en un harás lo mismo, no es verdad? na de muerte y la prisión la alcaldía, Blanca tan graciosa, cuerpo de franco tiradores, bátemás bien, que sin dejarles debajo de su velo blanco, le dijo te! cada uno su deber, se Es el izquierdo el que falta: im perpetua, que se cumplan eá su futuro: en esa completa paz, se debe sas leyes en todos los casos porta poco. gún su conciencia; para tí los sa.
tratarlos con humanidad, no Al menos, señor Hipólito, bles, para mí los hijos. Por eso no te amo menos, que ellas prevén. Queremos como cascabeles y tobom, cuando estemos en nuestra casa, Va, no hablará demasiado de sus Blanca se enterneció al pronunY como quiera que la voz de Sí, me lo amputaron, al otro que, sin apelar odiosas me.
iado del Rhin, no muy mal, por didas de severidad, que no bas, porque no lo son.
campañas, no es verdad. cierto! Pero me es igual. Si ha de consentir un pueblo Por lo demás, la declaraciar esto, Morlé repuso, muy con qué viene esto, seño supieras lo que he llorado pen honrado. y viril, se asegure ción que nos hace, de movido también: que rita Blanca. os atemoriza la Sufro cruelmente, créeme, sando que podría morirme sin bepor el esclarecimiento de los nuestros pueblos hispanoa No. Pero basta lo que he por la pena que te causo; pero sar los míos. No hablemos hechos y la acción moderadamericanos ya no toleran imsufrido durante vuestras terribles yo no podría vivir dentro de es más de esto! Desde mañana de las leyes la paz decorosa posiciones, la teníamos sabitas cuatro paredes, mientras que vuelvo mi trabajo con mi jefe, indispensable la vida de la ausencias, y quiero. concluir con da y creemos que, si debió esos dolores. Sin embargo, si otros corren al peligro: al deber. como convenimos.
República. acusamos cohacerse con energía en époesta exigencia contraría mucho Le he avisačo mi jefe, él com Un hombre digno! Te es mo inmoral espectáculo los cas de imposición despótica, mi esposo.
prende estas cosas.
This tepagai peraba siempre. Morlé no es grillos y esposas que se han hoy que como lo reconocen. Basta, señori. ah! Pue rá mis sueldos integros durante todos, El Heraldo tambiéndo decir señora, de los que están destinados mo puesto los prisioneros.
cuando no mi ausencia; y, si. quién sa.
Semejante actitud no es la no hay despotismos que lanfaltan sino minutos para be? me sucede alguna desgra rir, decía, lo volveremos ver!
inonia.
cia, no temas, he tomado mis me.
Antes de comer el menor bo que determina una sesgadu cen las vías de fuerza, esam Y, aprovechando que se halla didas. cado, Morlé quiso ver los niños ra, un ahora que aleje la an por lo menos extemporában sólos, asió apasionadamente Unos días después de esta extigua dignidad. Es, al con que dormían ya. En puntillas, la mano, aún desguantada de plicación, Hipólito Morlé salió de trario, la confirmación sen para mañana, si por des Blanca y la cubrió de besos, Paris con una compañía de fran se deslizó en el cuarto, sin dessata y noble de nuestro pro gracia los actos de nuestro No, nunca más te hablaré de co tiradores que se incorporaron ſpertarlos y con mucha terneza, grama. No somos gobier Gobierno impusieran al pabatallas; pero por ejemplo, si alá la fuerza del general. Failes besó, en la frente. Después. nistas. dijo La Prensa Li triotismo una protesta viril. gún día es necesario batirse otra dherbe se reunió con Blanca, que preci bre, ni opositores sistemáti. nosotros invitamos a nuesvez, entonces no ser que esté Al principio sus cartas llega pitadamente arregló la cena.
cos. Desde estas columnas paralizado de brazos y de piés, ban con regularidad, pero de re. Ahora puedes hablarme de aplaudimos con sinceridad tros amigos de El Heraldo, iré. sobre todo, si es del la pente cesó la correspondencia. batallas, dijo ella, esos cuento los actos del Poder que nos lá todos los que amen el País, do del Este. sé. iré, puesto París se vió sitiado, sin comunica no me atemorizan más, puesto parecen beneficiosos lá trazarla en la púrpura y cenque la patria es sagrada. Como los príncipes y las princión alguna, durante los pocos me que has vuelto mi lado. suramos con mesura todo a de nuestras venas; que para cesas de los cuentos de Perrault, ses de asedio. Apenas de vez en Casi. entero. el brazo quello que creemos contrario sostener en casos graves lo los señores de Morlé vivieron di cuando, alguna paloma mensajera que queda en Prusia, pues bien, lá la justicia á los intereses que el acero escribe se tiñen chosos y tuvieron. cuatro traía los enmurallados una mi cuando Rolando sea grande él lo nacionales. Esta es una de de rojo las banderas liberaniños, dos varones, el sueño de siva lacónica. Morlé pudo hacerdirá buscar!
claración solemne de aquel les.
cional.
guerra. la cerenea.
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