2. LA PRENSA LIBRE.
la resу Ina.
Domingo, 17 de Marzo.
el vapor que empuja hacia el do seedorä dä tesoro hallábase gos: ella de quince años y él allí al lado de ellos una larga minio de lo real, contra el alam resguardada por puerta tan de dieciséis, que iban por los abertura donde podían guaLA PRENSA LIBRE.
bre que vincula los pueblos co pesada y maciza que era im caminos medios desnudos recerse y penetraron en la REDACTOR, municándoles vida y calor, que posible forzarla echarla implorando la caridad cuan sala de la sombra eterna.
es la savia del pensamiento, conRafael Carranza.
tra los apóstoles de la redención abajo. do algún transeunte pasaba, Desde luego quedaron sorsocial que le arrebatan su presa.
Nada de eso. No existía y recogiendo las mil floreci prendidos de la obscuridad Nuestro Domingo Ahí enfrente tenemos otra pla puerta alguna; la entradallas del campo cuando se que reinaba en torno suyo, ga: ella no tiene necesidad de era amplia como un vestíbu veían solos.
porque ellos solos desconodescansar por que no se mueve. lo de palacio. Quizá veían Si hubiéseis preguntado cían la existencia del tesoro Hoy debemos descansar. Esa es la ley universal.
Su actitud es al parecer tranqui se allí tarascas y dragones las golondrinas que habitan oculto en aquellas tinieblas.
Para ella to.
dos tenemos acatamiento No tenían miedo porque pero amenazante: es la Espa. vomitando fuego como nos el reborde de los tejados, petuoso.
Los animales los da del Militarismo que parece pintan las leyendas? Tam donde se encontraba la casa se encontraban juntos, cogihombres suspenden sus tareas reposar sobre la Cartilla de la росо.
Sentáronde los jóvenes vagabundos, dos de la mano.
Constitución.
ordinarias.
Lo que impedía acercarse no os lo hubieran podido de se sobre las baldosas muy El bruto goza hoy de la liberAllá. tenemos el comercian al tesoro era que la sala en cir seguramente, puesto que juntos el uno del otro y estad que no conoce y la sementete que con febril excitación re toda estación se hallaba lle jamás les habían visto en ſtrecháronse amorosamente, ra deja de recibir los golpes de vuelve hasta los más oscuros rin na de una oscuridad tan ne trar ni salir bajo techado. Yo te amo! murmuró la herramienta y hasta echa de cones de su almacén para metermenos la visita del labrador.
le por los ojos sus mercaderías al gra y espesa que era impo Carecían de hogar y de ella.
sible distinguir nada en ella. familia; pero en cambio las infeliz transeunte. Aquí se en Yo te amo! contestó él, El hombre rústico aprovecha tabla una lucha entre el que com La comprensión humana golondrinas recorda bany raro fenómeno. Apenas el día de asueto para recobrar bríos y calor, y piensa y dispone pra y el que vende: éste ataca no basta para darse una idea cuantas veces por la maña pronunciadas estas palabras sus operaciones de mañana, concon toda la fuerza de su inventi de las sombras que reinaban na, en la siesta y al caer de y cual si se tratase de una fiando en su sencillez el éxito de ya, y aquel resiste con el apoyo allí.
Las más compactas ti la tarde, les habían rozado evocación mágica, la sala su labor al Dios de arriba.
de su conveniencia. El combate nieblas comparadas con ellas con sus alas en la pradera misteriosa se vió de repente Las ruedas fabriles suspenden es rudo y el triunfo corona al hubieran parecido transpa orillas del arroyo al pie de iluminada de una claridad más astuto.
el precipitado movimiento, y el rencias de la aurora. Los la verdeante espesura de los grande.
El enmarañado mecanismo comartillo del obrero yace en un mercial no cesa un instante: to rayos del sol al dar en la en bosques.
III.
rincón.
dos corren, gritan y entusiasman: trada de la sala, eran recha Los dos vagabundos se sus gritos de extrañeSólo el alborotado enjambre para el comercio el descanso es zados como si se tratase de regocijaban de serlo; jamásza, acudieron los hombres de la populosa ciudad no se da la inmovilidad El movimiento una puerta de diamante ne habían conocido otra vida, y mujeres que siempre vigilatregua un momento.
es el oxígeno, si le falta se as gro, impalpable, invisible.
La aglomeración de tanto elesu placer mayor era vagar ban las ruinas en esperanza fixia.
mento eterogéneo y encontrado Algunos que se habían entre las soledades floridas de que cuaquiera casualidad El escritor tampoco se da un atrevido penetrar tientas del bosque.
viniera hacerlos dueños produce un antagonismo que pug. rato de reposo. El día de fiesta na con el descanso y con la calen aquellas tinieblas, refepara él no hace más que aliviar Toda su preocupación condel tesoro.
rían que, los pocos pasos sistía en encontrar un trozo Se comprende cual sería Aquí el ministro del altar a su trabajo. Aprovecha la tranpostrofa rudamente la avalancha quilidad del taller para poner en habían creído tener sobre de pan en cualquier aldea, el el tumulto que se produjese de la civilización, que como tem orden sus ideas y luego las tras sus pupilas una masa seme cual iban comerse juntos, cuando toda aquella multipestad desencadenada ruge y mite la cuartilla.
jante pez betún que les allá lejos del camino, mor tud vió en un hueco de la amenaza envolver en su corrien. El fruto de su inteligencia es imposibilitaba avanzar. diendo los dos el mismo bo muralla brillar los montones te desbordada el alcázar de la el alimento de la opinión pública tros no habían vuelto salir, cado iy sabe también una de piedras preciosas.
impostura y del fanatismo: ora siempre ansiosa de manjares nue muertos sin duda antes de comida cuando tiene de pos Con los ojos extraviados truena contra la libertad del pen vos, siempre hambrienta.
conseguir volver encon tre un beso!
y trémulos los brazos, todo samiento, contra la enseñanza li Sólo los muertos gozan de ver trar la entrada.
Cuanto un techo que les el mundo se arrojó en busbre, contra la escuela emancipa dadero descanso. Los felicitamos Innecesario es decir que cobijase para dormir, escasa ca de una parte de aquel vada de la tutela litúrgica, contra con Víctor Hugo.
se había tratado por todos los era tambien su inquietud. lioso tesoro que había de medios imaginables de ha. Qué palacio, qué morada, hacerlos ricos felices.
cer desaparecer estas tinie por espléndida que sea, pueSolo los dos jóvenes que blas, pero todo había sido en de compararse con un cielo al murmurar las palabras Yo Antorchas embrea de follage tachonado de es las invencibles tinieħlas, perte amo, habían dispersado La sombra vencida.
lismanes de un poder irre das, lámparas preparadas al trellas brillando como otros manecieron indiferentes sin sistible.
efecto, troncos resinosos, to tantos clavos de oro? pedir parte en el tesoro, por Con estos antecedentes, do se extinguía la entrada Es verdad que no reina que ellos contaban con otro Todo el mundo sabía que comprenderéis que no falta de la sala.
siempre la primavera y el más dulce y más feliz para ellos: un tesoro se hallaba esconrían personas siempre dis Se había tratado también estío; que hay días sombríos El amor que albergaban dido en aquella sala, la úni puestas apoderarse de se de arrojar bombas y cartu y noches glaciales en otoño; sus tiernos corazones.
mejante tesoro.
chos explosivos. Unas y pero ¡bah. qué importan ca que aún conservaba sus CATULO MÉNDEZ.
muros en pie y cuyo techo Los habitantes de la aldea otras estallaban con estrúen estas penalidades los que no se había derrumbado toinmediata así como los dedo pero sin dar una sola rá Jaman?
davía entre las ruinas del los pueblos circunvecinos te faga de luz.
Además, nunca falta un Puede una gota de lodo sobre un diamante caer nían abandonados todos sus antiguo castillo; un tesoro Los emperadores y prín rincón, un escondrijo cualy su brillo oscurecer, inestimable de perlas y peasuntos y negocios pensan cipes ávidos de poseer las quiera donde refugiarse. puede también de ese modo; drería que debía encontrarse do en su constante pesadilla: riquezas y talismanes sepul Un día que vagaban por Pero aunque el diamante todo se encuentre de fango lleno, debajo de algunas de las lo la de hacerse dueños del te tados en la sombra, habían las cercanías del castillo dedicho los sabios: Una rruido donde se encontraba el valor que lo hace bueno sas del suelo quizá detrás no perderá ni un instante, De todas las comarcas de parte del tesoro será vues la misteriosa sala, el cielo se de alguna columna. y ha de ser siempre diamante El afortunado que lo pola tierra acudían unos pie, tra, si conseguis. llevar la fué encapotando y estalló de por más que lo manche el cieno.
otros en lujosas carrozas, po luz. Hiciéronse mil combi pronto la tormenta.
seyese no solamente sería Los truenos y relámpagos Aseguros deincendios.
más rico que todos los reyes bres y ricos, nobles y plebe naciones químicas, pero tóViendo el fuego que una casa y emperadores, sino que yos; pero todus guiados por das con el mismo resultado sucedíanse sin interrupción Magnífica destruía, ia ambición de encontrar tán ante aquella invencible obs y una lluvia torrencial cotambién disfrutaría de todas Cierto provinciano, un día, curidad.
menzó a caer sobre la tierra Exclamó con mucha guasa.
las alegrías y glorias de la incomparable hallazgo.
II.
Sin embargo, ninguno de tierra porque cada una de Los dos jóvenes trataron Después de tantos dispendios ellos conseguía vencer en su Irse quemar voto va. aquellas perlas y piedras preEn aquel tiempo existía de refugiarse entre las rui ¿Pues no dice allí que está ciosas eran otros tantos ta empresa. Acaso la sala po una pareja de pobres mendi nas, cuando distinguieron Asegurada de incendios. Cuentos del Domingo.
vano.
De Garza: 66 soro.
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