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XP PRENSA LIBRE Cuentos del Domingo.
bertor.
mos.
amante.
ño de artista, y se podría sentirlona la dicen que estamos aquí. COLABORADORES.
miedo de tocarla por temor de Queremos acariciar tu cutis de roverla deshojarse desaparecer. sa y ver entornarse tus ojos no no era visión, sino mujer, nos quieren mirar.
Cambios.
Domingo, 16 de Junio.
carne apretada y pura, ambrosia Pero Adelina no despierta y humana seryida en la mesa de ellos se entretienen en jugar con Cualquiera que sea la persona los dioses mortales, deliquio y los colores de las madejitas ile se que ejerza actos públicos, está EL CORAZON DEL DIAMANTE. Pienso le decía en cómo amor.
da que hay en un lindo canastillo expuesta que ellos sean critiyo, oriundo de las oscuras entra Su corazón se ensoberbecía donde se ve también una labor cados; esta es doctrina democrá.
Era una piedra magnífica, ta ñas de la tierra, puedo causar a con épicos acentos de alabanzas de bordado casi concluída.
tica. No hay fueros ni privilegios; llada en brillante, montada airo. sombros los que viven desde que sin fin. Era hermosa, se lo de.
samente en un alfiler de señora, nacen la luz del sol. Ved esa cía quien podía decirlo: un homAdelina duerme con pesado sue quien en todo y por todo se ajuste la razón y la justicia, quien de oro purísimo, una obra maes mujer que me está mirando, todobre. Ah! isi pudiera oír aquella ño, y su respiración acompasada en todas las ocasiones se muestre tra de joyería que valía una for perfume y frescura primaveral. orgullosa mujer que la llamó pollencio de la alcoba. El aire allí es interrumpe no más el sosegado si.
consecuente con las doctrinas de tuna. El alfiler se destacaba en Su pecho dice con orgullo quebre muchacha y que la conceptibio y perfumado. En la almoha un partido del cual se ha sido je.
un primoroso estuche, color rubí nadie le profano; y que en él no tuó de menos valor que un estufe, ese merecerá elogio de parte da se ve algo que se confunde con oscuro, y se exhibía teatralmente ha nacido todavía el amor, Es che!
de los que militaron bajo la misen el escaparate los atónitos o muy bella, hombres y mujeres la Niña, ese divino pecho debe la blanca tela, y unos cabellos ma bandera; el más pequeño des.
La jos de los transeuntes. miran tanto como mi; ellos de ostentar riquezas y esa cabeza negros que flotan en ondas.
liz, es motivo suficiente para oca.
garganta desnuda. un brazo Como la joyería estaba en la deseo, ellas de envidia. Sus o ferguirse majestuosa sobre los al.
sionar la censura. Aquello que mórbido abandonado sobre el cocalle más céntrica de Madrid, el jos centellean como los astros que mohadones de un carruaje en los en una persona de las que comescaparate tenía constantemente ví por primera vez la noche que paseos de Madrid, decía la voz Adelina se remueve en su lecho indiferencia, atrae la atención en ponen la generalidad, es visto con ante sí un numeroso grupo de me despojaron de mi capa de amorosa. La belleza no debe escomo la ninfa en las aguas. Se personas pertenecientes distin cuarzo en la boca de la mina. tar oscurecida porque es despre.
el individuo que goza prestigio tas esferas sociales; ahí se veía ¿No las veis? Yo, de piedra cociarla, y la que desprecia los do incorpora y mira todos lados en la sociedad. es deber del por mañana tarde al opulento mo soy, me siento conmovido. nes de la Naturaleza es indigna con asombro, y no se fija, como periodista honrado quien no que a la vista del diamante seduc. ella me mira, y me mira con de ser hija de tan egregia ma.
otras mañanas, en aquellos rayos guía otro interés que el de la sotor calculaba el esfuerzo necesa amor, mí que no valgo lo que dre. Dime tu nombre, para que de sol que la dicen lesde el gabi ciedad, procurar atraer la atenrio para poder hacer un desem su más fría mirada.
yo lo pronuncie amoroso. Dime pete: Aquí estamos, aquí estación del público los actos ejerbolso de tal magnitud, y pensaba que me amas y engáñame si quiecidos por los hombres notables en la satisfacción que habría de era verdad. Una muchacha res, que vale más una mentira tuAl posar su mirada en la me fin de que conozca su manera de proporcionar la esposa á la de esbelto cuerpo y de hechice. tuya, que todas las realidades de silla de roche, hiere sus ojos una proceder, y emita su juicio y se ro rostro con la lozanía de unos la tierra. Yo tengo tesoros, es visión multicolor que quiere ce ponga en guardia para lo veniLas hermosas miraban los lím dieciocho abriles, formaba parte decir, yo no los tengo, porque garla; pero los rayos del sol están dero. Que en incisos de un cre.
pidos reflejos y se desvanecían del corro que admiraba el mag tos tienes tú, pues que tuyos son. faera y brillan más.
do esté variando un cualquiera, de esperanzas y de orgullo. En nífico brillante.
Los que antes te ofendieron, aho Adelina lanza un grito y abre de acuerdo con la graduación ter.
el misterioso ideal recinto de La niña iba elegante, pero mo ra se doblegarán ante tí, y tus y cierra sus brazos como para es mométrica, es cosa baladí; pero lindísimas cabezas bullían pensa desta. Llevaba alguna alhajita, ojos harán mirar al suelo los trechar algo. algo que ha huido que un jefe ya de edad y de ilusmientos en tropel frenético, se le. pero de poco valor. La alhaja era ojos de las mujeres más sober para siempre.
tración escogida lo haga, esto es vantaban tempestades ensordece ella. Sus pupilas, que enloque bias.
La puerta del gabinete se abre. asunto grave y de trascendencia doras, porque la idea surgía con cían, şus labios bermejos que des La hermosa niña había huído Perezosa. dice una roz, y un para lo futuro, pues que los el estallido del trueno, impulsada tilaban los ámbares de besos ho del escaparate por evitar la ten hombre con el cabello casi blanco, miembros de un partido necesi. por la ola recia de la vanidad y micidas.
tación, pero la tentación la se entra en la alcoba tranquila y ca tan fijeza en las ideas de sus elede la soberbia, despertada por Sin duda debió de pintarse en guía como su sombra, y su voz riñosamente. Es el padre de Ade gidos. Amargo y más que amar.
la mordedura del áspid de la en su cara el deseo de poseer aque era cada vez más dulce y ener. lina, que funda en su hija la ale go es pensar haber elegido un vidia.
lla preciosa piedra, deseo pueril vante. Se veía asediada y tenía gría y el orgullo de sa ancianidad Washington, y la larga resulMuchos ojos negros de mujer todavía, como el de una niña por grandes deseos de no encontrar privado hacía algunos años de la tar con que el tal se convierte en y muchos azules y garzos se cla un lindo juguete.
salvación para aquel asedio, en el conipañera de su vida.
vulgar y terco cacique. Fatal es varon con insistencia en el gran En aquel momento oyó una que pensaba sucumbir, mas con La hija le mira con terror en elegir un Núñez liberal, y resulcristal del escaparate, mirándose sonora carcajada de mujer; vol. la escultórica actitud de la lucha silencio, y el amoroso padre avan tar con su conversión en un into en él como en un espejo y pre viósė y vió que la miraban dos que hace hermosa la figura del za hacia ella para darle su acos leranté y tirano discípulo de Lo.
guntándose. Seré lo suficiente. lujosas señoras, una de las cua vencido.
tumbrado saludo: un beso. yola. Salir por donde lo hace el mente hermosa para conseguir les conoció. luego todo aquel nuevo hoPero antes le hiere los ojos. un periodista del Tejar, natural es eso. Pobre muchacha! dijo una rizonte era sus ojos el de una reflejo extraño que parte de sobre que los hombres cainbien de iY aquellos ojos brillaban como de ellas la que la acompañaba. aurora, Después de haberse creí la mesilla de noche.
deas. equivale decir: natural el sol en los espléndidos días de Está mirándolo como una ton do ultrajada, ínfima y hasta.
es que los hombres no tengan cielo sereno. Tenían destellos, ta. Pobre! sólo el estuche vale fea, se veía repentinamente arre.
Se acerca, ve un estuche a ideas. El aristócrata de nuevo no diamantinos, siderales. Eran más que ella. siguieron su batada grandes alturas, aclama. bierto, coge una alhaja que hay cuño, el eterno cantor de los ho astros de más calor y de más vi camino riéndose todavía. da como la reina de la belleza, en él y la examina. La reconoce; teles, de las cocinas y de todo lo da que los que allá, silenciosos, Ella oyó esto. Una llamarada amada, opulenta diosa.
él también la había visto como en ellas elaborado, tuvo un rasgo todo Madrid.
en lejanas esferas brillan, porque de despecho la encendió el ros. Procuraba lanzar de su mente de ingenio, nos hizo su retrato en aquellos ojos llegaban al corazón tro, haciéndola más hermosa. la idea de su casta pobreza que. Qué es esto, hija mía, qué una frase; helo aquí de nuevo: con su luz, porque aquellos ojos Pues qué, itan poco valgo acariciaba como perro fiel. La es esto. pregúnta con tembloro Lo natural és que los hombres no producían el amor y eran inex yokm se dijo fuera de sí. Fortuna, la Abundancia, la reci sa voz.
tengan ideas. después agrega haustas fuentes de deliciosos en. Divina criatura. adorable! bían en sus brazos, y la palabra Adelina inclina la cabeza bajo como adorno, para el marco susueños, porque aquellos ojos eran murmuró una voz apasionada porvenir. sonaba en todo su la pesadumbre de algo que opri. ponemos. esto después de una ojos de mujer y de mujer her sú oído, como contestando su sér con metálicos acordes que en me mucho; los sollozos la ahogan coma, detalle que agregamos, pregunta niña encantadora, rei entusiasta crescendo componían y no puede llorar.
fin de que no reclame: aunque La piedra brillaba, brillaba na de la belleza, yo prenderé so la grandiosa sinfonía de su belle. Hija mía, hija mía repitió en ciertos casos esto no es un siempre mirando a todos con la bre tu pecho, si tú quieres, esa za triunfante.
el anciano con desesperación obstáculo para que un hombre múltiple luminosa expresión de pobre joya indigna de que la miteniendo en la mano la preciosa sea inconsecuente, falso, sin casu pupila única. Unas veces pa ren tus ojos.
Son las siete de un mañana delljoyả.
rácter y hasta servil. No hemos recía sonreir de vanidad satisfe La niña tembló de alegría co mes de Mayo; en este hermoso Una lágrima que dejaba surco hecho otra cosa que copiar tex.
cha, y otras asombrarse de la ad mo antes de coraje. Su tez inmamiración que producía.
culada se coloreó suavemente de vanta temprano.
més, el sol no es perezoso y se le en la mejilla cayó sobre el mag tualmente; hasta la coma tuvimos nífico brillante, el cual, en el mo presente y luego. si sẽ lagPodría pensar? Tal vez. El rubor. Su alegría salió con el En el modesto gabinetito de mento mismo, se deshizo en lu menta ¿y qué? quién lo manda pensamiento es luz, y el diaman áliento y la hizo sonreir. Estaba Adelina penetran sus rayos silen minoso y menudo polvo sobre el ser testarudo!
te tenía mucha. No cabía duda, que enloquecía. Su carne pare ciosos que parecen querer dirigir pavimento.
Aquí en América española don.
pensaba. Qué pensaría? Pre cía pétalos de rosa y de azucena se hacia la alcoba donde duerme Sin duda el diamante aquel te de se lucha entre la bayoneta y guntádselo al rayo de sol que le que se abrían lanzando besos la niña gentil que los saluda to Inía corazón.
la sotana, esa idea de la moderhería quebrándose en la mágicas de fuego. Se dudaba si aquello dos los días con cariñosa sonrisa.
no escuela positiva és peligrosa.
facetas.
era mujer hechicería de un sue. Despierta, despierta, dorini. FERRER LALANA. en general, lo repetimos: en el.
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