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LA PRENSA LIBRE Cuentos del Domingo. 2 de la existencia en la cortosz ruta, EDUARIO BELTRÁN DIĘZ. marchitaron angustiadas; y no Ahora bien, mi amable seño Deducimos de esto que Munroe al sentían placer en que otros de rita, si quiere usted saber el có emitir esa salvaguardia de la in nuestros compañeros llegaran mo y el por qué soy sabedor de tegridad americana lo haya hecho besarles las corolas, y mientras lenguas de pájaros y de flores, con perfecto conocimiento del a Domingo, 15 de Marzo, tanto el redomado pícaro tocamíreme usted, que ya se lo dirán sunto, y cuyo objeto no es otro que toca las rejas de. la casa en mis ojos.
impedir los progresos del Antiguo que vivía la hermosura, no se RUBÉN DARÍO.
Continente por estas regiones del Naero Mundo.
HISTORIA DE UN PICAFLOR. de Oro, un primo mío más ga acordaba de los jardines ni de llardo que tú, de ojos azules, te sus olorosas enamoradas. No Idea grandiosa fué, en verdad, AIOR la de Moproe; quería que las geCaento invernal. nía el traje de un tornasol ama es cierto que era un sujeto azás rillo que cuando el sol fe arre perdedizo? Ganas tenía de lle Qué es el amor? la renda impenetrable neraciones contenporáneas pudieque nuestros ojos la verdad oculta: ran levantar la frente orgullosa. Ah! sí mi amable señorita. bolaba le hacía parecer llama con garme las rejas por donde el esperanza que brilla unos intentes, Tal como usted lo oye trás de un alas.
vagueaba y decirle pico lleno: Ilana de fuego fato que no alumbra; aitiva, y que cou énfasis padieran jarrón de paulonia y eso de po ¿Y qué pasó tu primo? re caballero primo, es usted un tra decir: puestra patria es libre; Ilusión que se forja el pensamiento nerse el sol. Parlaban como ni puso el otro un tanto amosta palón. Estamos?
sus deseos de libertar América.
zado.
Llegó ños vivarachos, no se daban punun día fatal.
Ello ha gritos de la materia rebelada de las garras de las potentes nacontra una ley como del hombre absurda. to de reposo yendo y viniendo Escucha, siguió el consejero, bía de suceder. Yo, yo lo ví con ciones europeas, viene ser su Qué es el amor? El suetio irrealizable de un álamo vecino una higue tomando un aire más grave y la mis propios ojos. Mientras Pluque los poetas soñadores buscan; mayor gloria como hombre púuna ilusión que muere si la tocan; ra deshojada y escueta, que está deando la cabecita. Escucha y mas de Oro revolaba, la ventablico, el coronamiento de su pouna flor que, al besarla, ya está mustia: Mkás allá de donde usted ve aquel echa en tu saco. Era Plumas na se abrió y apareció riendo la lítica. Pero. ay. ignoraba Una quimera que persigue al hombre, rosalito, un poco más allá. de Oro hermoso, monísimo. Qué joven rubia. En una de sus madesde que abre los ojos en la cuna, Monroe que en su patria iban Que quiére usted saber la mono que era. su historia! nos blancas como jazmines, con hasta que rueda al insondable abismo, realizarse hechos, cüya historia manera, el cómo y el por qué engerien de podredumbres, la tumba!
En esas bellas ciudades llama las palmas rosadas, en la siniesdesacreditaría tan plausible idea; tendemos esas cosas los poetas? das jardines, no había otro más tra tenía una copa de miel, jy en ignoraba quizá el espíritu de sus Fácil cuestión.
preferido por las flores. En días la otra? Ay! en la otra no tenía compatriotas.
Ya lo sabrá usted después que de primavera cuando las rosas nada. Plumas de Oro voló, COLABORADORES.
le rëfièra eso que le ha infundi lucían sus mejores galas, con y aleteando se puso chupar la Los Estados Unidos, hoy en do ligeras dudas, y que pasó tal cuánto placer no recibían en sus miel en aquella copa, como lo día, se han hecho árbitros de los como lo cuento: una cosa muy pétalos, rojos como una boca hacía en los lirios recién abiertos. Monroe y su doctrina. destinos de las otras repúblicas sencilla: la confidencia de un ave fresca, el pico del pajarito jugue Mi primo, no tomes eso, que espequeñas; han querido demostrar bajo el cielo azul: tón y bullicioso! Las no metás bebiendo tu muerté. La doetrina de Monroe ha sido las demás naciones enropeasHacía frío. La cordillera es olvides se asomaban por las ver chilla y chilla, y Plumas de objeto de grandes discusiones de y al mundo enteron su amor por taba de novia, con su inmensa des ventanas de sus palacios de Oro. siempre en la сора. De parte de la prensa, tanto ameri los americanos en general, y sus corona blanca y su velo de bru follaje y le tiraban escondidas repente la rubia aprisionó al des cana como europea. Sin embar fervientes deseos por emancipar ma; soplaba un airecito que ca bešos perfumados, con la punta graciado con su mano derecha. go. conviene insistir en el mismo del Viejo Mundó, el Continente laba hasta los huesos; en las ca de sus estambres; los cláveles se Entonces él chillaba más que yo tena, puesto que encierra una de Colón.
lles se oían ruidos de caballos estremecían si un ala del galán Pero ya era tarde. Ah! Plu; importancia capital para los futu Sin embargo, abramos la Histopiafando, de coches de pitos, de al paso les movía con su roce; y mas de Oro, Plumas de Oro ros destinos de América, ria de América y nos convencererapaces pregoneros que venden las violetas, las violetas pudoro no te lo decía. América para los americanos. mos de su disimulada ambición: periódicos, de transeuntes, ruidosas, apartaban un tanto su velo La ventana se volvió a cerrar. Hé aquí el resumen de la con en 1846 llevan la guerra contra de gran ciudad; y. pasaban ha de hojas y enseñaban el lindo y yo, afligido supliqué para ver sabida doctrina, cuya interpreta Méjico, porque pretendíán apodeciendo resonar, los adoquines y rostro al mimado picaflor que vo por los vidrios qué era de mi po cion aunque es bien clara ha rarse no sólo de Tejas, que se halas aceras los trabajadores de laba rápido luciendo su fraque. primo. Entonces escuché sid falseada, un tanto en la ac bía agregado los Estados Unitoscos zapatones que venían del cito de plumas pálidas, cortadas que. Dios de las aves: En tualidad, por gran número de dos, sino también de grandes extaller; los caballeritos enfunda por las tijeras de la naturaleza. tonces escuché que la dama de personas, cogadas por un ameri tenciones de terreno que jamás leg dos en luengos paletots, y las Pinaud de los elegantes del boscía otra como ella: canismo estremo. Coloquémo había pertenecido; pero no tavie.
damas envueltas en sus abrigos, que. Plumas de oro era un. Mira, mira, le trapéz qué nos en el terreno de la imparcia ron inconveniente en aplicar los sus mantos, con las manos gran picaronazo. Vaya si sa lindo disecado para el sombrero. lidad y resolveremos fácilmente mejicanos el derecho de la fuerza, metidas en hirsutos cilindros debía cosas. Horror. Comprendí la la cuestión.
y hé aquí cómo realizáron su olspieles para calentarse. Porque Bajo las enramadas en las no espantosa realidad. Volé re. Es indudable que Monroe, al jeto: por indemnización piden los hacía frío, mamable señorita. ches de luna, cuentan auras ma ferirselo las rosas, y entonces, emitir su doctrina, tomó por base territorios de California Nuevo Pues vamos a que yo estaba liciosas que ellas mismas llevaron las espinosas vengativas excla los principios de equidad y de Méjico. y lo obtienen.
donde usted se ha reclinado, en en sus jiros, quejas tenues y apa maron como mecidas por el vien justicia que le sirvieron como norEn 1856, ponen su mirada en esté mismo jardin, cerca de ese cibles, aromas súbitos y vagoro to: ma de conducta, cuando estuvo estás bellas regiones de Centro sátiro de mármol cuyos pies hen sos aleteos. Bravó, que lo coja por bri. a la cabeza de la Unión Ameri América; comprenden que la ad.
didos están cubiertos por las hojas de la madreselva. Veía caer mas de Oro no era un tunante? ver quién dice que Plu bón!
cana; pero es aplicable la ac quisición de estas ricas provincias Días después la tirana que asė tual cuestión pendiente entre Ve les sería importantísima. Wallos chorros brillantes del surtidor Ay. cuánto amaban las flores sinó al infeliz se paseaba nues nezuela Inglaterra? Examine ker, deja la abogacía para hacersobre la gran taza, y el cielo que Pues ya verás tú, imprudente, tra vista por los jardines, llevan mos el punto.
se jefe de la expedición que debía se arrébolaba por la parte del lo que le sucedió, que es lo que do en el sombrero el cadáver frío Bajo el Gobierno de Madison, hacer la reconquista centro ameoccidente.
te puede suceder como sigas en de Plumas de Oro. Ya lo Monroe fué enviado la Gran ricana: Do omite medio alguno De pronto empezaron ellos tus malas inclinaciones.
créo como que estábamos en mo Bretaña con el carácter de Minispara conseguir su descabellado garlar. lo hacían de lo lindo, da. como que estamos todavía. tro Plenipotenciario, con el obje intento, y consiguió. la muercomo que no sabían que yo Digo que una mañana de priVamos, has escuchado tú, im to de arreglar con el Gobierno de te. El equilibrio europeo estamavera Plumas de Oro estacomprendía su garloteo. Ambos prudente, historia de mi cuita aquella Nación, ciertos abusos co blecido por la paz de Westfalia, eran tornasolados, pequeñitos lla sazón bajó al jardín una de taba tomando el sol. En aque do primo? Pues no eches en sa metidos por almirantes ingleses, en 1648, salvó esa vez la Améonis. Dieron vuelta por el jarco roto mis advertencias.
en buques norteamericanos. Aho rica Central: Inglaterra se alardín, chillando casi imperceptibleesas mujeres que parecen flores Oh ¡qué triste es la historia ra bien; no obstante su habilidad, mó por el ascendiente que iba to.
mente, y luego en sendas ramas y que por eso nos encantan. Te del picaflor. Monroe no pudo llenar su come mando la Gran República, imprincipiaron su conversación.
nía ojos azules como campánutido satisfactoriamente, causa pidió que llegaran expediciones. Sabes que me gusta, le dilas, frente como azucenas, la. luego, mi amable señorita, de la intransigencia del Gobierno filibusteras, enviando sus buques jo el uno al otro, tu modo de bios como copihues, cabellos como se fueron volando, volando aque inglés, y el roinpimiento fué ine de guerra resguardar los puerproceder? No es poco el haber.
las espigas y en conclusión pa. los dos picaflores, del álamo la vitable. Poco tiempo después, tos centroameričanos.
te sorprendido esta mañana corra qué decir que Plumas de higuera, de la higuera al rosal Monroe sucedía Madison, en la Oro perdió el seso?
tejando la hermosa dueña del El equilibrio europeo se hace del rosal al espacio.
Presidencia de la República.
sentir aun en estas regiones, sienjárdín vecino, riesgo de rom¡Qué contínuo revolar; qué ir oí. que decían las flores en El Gobierno de Norte Améri do el sostén de estas pequeñas peřte el pico y quebrarte la ca y venir de un lugar otro para voz queda, tan queda que sólo yo ca (se comprende fácilmente. subdivisiones del Nuevo Contibeza contra los vidrios de su ser visto por la dama rubia!
la oi en aquellos instantes: para el desempeño de la misión nente. Parece inexacta esta afirventana. Oh. habráse visto maAh, Plumas de Oro, no sa. Entre las estrellas y las mu diplomática aludida, escogió en mación, pero la práctica nos deyor incauto? Como sigas dejan bes lo que estás haciendo. jeres, son éstas las más terribles tre sus grandes hombres, el de moestra su evidencia. Se sostiedo las flores por las mujeres, te Desde aquel día las flores se rivales. Aquéllas están tan le más prestigio por su talento en nen expensas del poderío de las pasará lo mismo que Plumas quejaron de olvido; algunas se ljos. las transacciones diplomáticas. naciones de primer orden, así coen. les Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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