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LA PRENSA LIBRELEGTURA PARA EL DOMINGO es vida. resque jer le dió para que tuviera fuer la infancia y el compañero ama sura, vestida con sus trapitos de zas. Por más que el buen viejo ble de la juventud.
Semana Santa. Me acerqué iba resuelto ser formal, ape. Estaba tan cambiado! Sus ella, y después de las frases de renas había andado dos cuadras mejillas pálidas y enflaquecidas, glamento, abarqué su talle con LA PROMESA sos de madrugar al día siguien cuando comenzó a subírsele el sus ojos hundidos, y las arrugas mis brazos y nos contundimos en te, para hacernos al despertar licor la cabeza, y olvidando que surcaban su semblante de aquella entusiasta muchedumbre. Pedro, por Dios, ya esto no mucho cariño antes de comen las amonestaciones de su cara nunciaban al hombre que ha su que la felicidad animaba.
zar los trabajos de todos los mitad, se dijo. qué diablos, mi frido mucho.
mujer tiene la culpa já quién se Después. tres meses trascudías.
Cuando recuerdo lo bueno que Se ve, querido Mariano, que ¡Qué bueno eras entonces. le ocurre dejarlo uno enjuaga el tiempo te ha tratado con du rrieron para mí con la rapidez de eras antes de aquel malhadado do y sin beber! sin pensarlo reza y que los desengaños han tres segundos, en un idilio difícil tiempo en que hiciste servicio en Tu única distracción era sentarte de describir, de esos que no por el cuartel, no te reconozco. No junto mí, ponerte ispiarme más, se metió una taberna en impreso en tu alma su huella imsé que especialidad tengan esas mucho, darme una manotada donde gastó el peso de Nuestra borrable, le dije después de unos ser algo frecuentes dejan alguna vez de ser bastante hermosos.
ordenanzas militares, que con en la espalda y cantar con la Señora, bebiendo alegremente momentos de silencio.
Mi pasión indomable halló en vierten un hombre honrado vigüela cuando tus ojos miro. con unos amigos que allí le de. La larga ausencia que nos en un borrache empedernido, en yo vi una flor hermosa qui paró la casualidad.
ha separado, ha sido fecunda aquella hermosura peregrina la Cuando la noche lo llevasatisfaccion más cumplida de sus un sér vicioso y miserable quien siera darte un cántico divino.
para mí en acontecimientos dolomenores caprichos. Éramos muy la sociedad desprecia y la justi De veras, Pedro, esto ya no es ron la posada, se hallaba más rosos. Voy referirtelos si te felices, pero nuestra dicha, como vida. Siempre que vienes tan no socado que un policial cuando dignas escucharme, forman ellos todas las cosas de este mundo, cia persigue. Treinta años van che y más borracho que bueno, está franco, y dicen que en su una historia triste que en vano tuvo pronto su fin. En una tartranscurridos ya desde nuestro casorio, y sólo yo sé cuánto he suspiro con dolor por aquellos vida volvió ñor Pedro pasar he procurado olvidar, y que vive de muy triste, de esas que la nallorado en los últimos diez, ya lices. No piensas corregirte. tiempos en que éramos tan fe un sólo día en sano juicio. tan asida mi memoria que creo turaleza parece esperar con cierBILLO. ya no se separará de ella nunca. to temor la venida de la noche, que tan feliz me juzgaba en los. Calla, mujer, no seas neciaEn esto habíamos llegado ya estaba yo sentado con mi amada primeros veinte, halagada siem¿A qué vienen ahora esos EN SU REJA.
al Parque Central, en una de cu cerca de un arroyuelo cristalino, pre por tu cariño tierno, al que daba mayor intensidad la vida pingues porque me entretuve un Fermosa gentil doncella, yas bancas nos sentámos, y descuyas aguas pasaban susurranarreglada y la conducta ejem poco en la taquilla. Al cabo Por lo fermosa voltaria; pués de haber manifestado mido, indiferentes nuestras pala.
plarísima que entonces observa de la vejez viruelas! Yo creía Ayer supe sin encono deseo de conocer la historia ofrebas.
que ya te habías hecho a mi mobras de amor y nuestras sabroVuesa mujeril fazaña; cida por mi amigo, éste la cosas confidencias.
Recuérdalo bien. Tenía do. Juraría por este chiquero veinyo magüer que para esposa menzó en estos términos. Por qué no me has hablado En veras vos cortejaba, te años y, aunque esté feo el de de cruces que ña Juliana, esa Cuando hace veinte años la nunca de tu padre. pregunté sin cirlo, no era tan peor que diga maldita vieja que el malo se alDel agravio non me curo, muerte de mi padre que me dejó saber por qué mi dulce compamos. Un español que estaba de ce en buena hora, es la que te Que non me fiere la infamia. en una situación apuradísima, nera, después de estampar en su maestro en el pueblo, ine llama trae metida en esas cachas. Hame obligó también salir del boca un beso ardiente, el último Miembrome bien un anciano, colegio en que contigo estaba, que había de darle después de ba la real moza, y los mucha ce días que vengo observando Home de pro, me fablaba chos del lugar, que me bailaban que hablas mucho con ella por lo bajo, y eso me da mala es De vuesa virtud ansí, para atender las necesidades haberla amado tanto.
la carabana, decían de mí Allae en mi noble patria: de mi familia, yo me trasladé Mi padre era un señor muy era una negra muy suficiente; si pina. Vámonos la cama y de Las fembras, fijo querido, Paquita, en donde me dediqué al distinguido que vestía con suma hubiera sido por casarme en ese ja tus resongos para cuando no haga sueño.
Tienen de mármol el alma, cultivo de la yuca, negocio exce elegancia. Recuerdo que venía tiempo, partidos neques no me mientras más falagüeñas lente, con el cual he podido reu verme de tarde en tarde y me faltaron. entre ellos estaba Amnir un no insignificante capital traía muchos juguetes. Después brosio, el hijo mayor de nor La pobre vieja no pegó los más polidas, más falsas.
de cuarenta mil colones, como se no he vuelto verlo nunea. En Casiano, de quien se contaba ojos en toda la noche. se la Por ende yo vos consejo, les llama los pesos en estos tu mirada he creído adivinar que tenía un terrenito de frijo pasó pensando en la promesa Si las salerosas gracias buenos tiempos de tantas cosas muchas veces su aire bondadoso les, otro de maíz, un carretillo que ña Juliana le había aconDe alguna vos captivaren, raras. Una tarde en que pasea y la expresión de su franqueza y dos juntas de bueyes. Mi sejado que hiciera la Virgen Como la goceis dejadla, ba yo caballo por los alrededo ingénua. Por eso, y porque tú madre, que en paz descanse, de de los Angeles para que quitaCa de fembra conocida res de mi finca, me fijé por casua usas un reloj y una cadena de cía que casándome con él ten ra el vicio su querido Pedro. La dolzura siempre encanta. lidad en una casucha de aspecto oro que no parece sino que fuera dría para ser dichosa, porque Ofreció que irían Cartago, Perdonadme, pues, señora, miserable. Hubiera acaso con la misma que el usaba, me has nada melea una mujer con que cuando el marido cumpliera un Si en guisa vuesa mudanza tinuado mi marcha sin preocu producido siempre una impresión la estén diario besuqueando si año de no beber, y que éste suNon lloro el desaguisado, parme más aquella pobre vivien indefinible.
en cambio no le tienen ni siquie biría la iglesia de rodillas darle Nin cuido vuesa inconstancia; da, si una voz dulce y suave que Quedé aterrado al oír tan exra un plátano verde para co un paseo la sagrada negrita, de ella salía no hubiera llamado rraña revelación; la cadena y el de quien tántos milagros cuenta Mas téngovos que decir Que las mujeres casadas, grandemente mi atención. Insen reloj de oro que yo llevaba siemVos cras pobre, un poco her la tradición. Al amanecer se siblemente me fui acercando y a pre, eran herencia preciosa de mi Desfalleciendo en la honor moso y parecía que me respe quedó dormida profundamente, Se nublan con una mancha medida que lo hacía, más fresca buen padre. Eché correr entabas bastante. Me llevabas to arrullada por los sonoros ronQue desface sus encantos y más hermosa llegaba hasta mi tonces buscando un abismo dondas las noches un pañuelado de quidos de su consorte, soñando aquella voz tan llena de senti de sepultar con mi cuerpo misepolvorones y alguna vez una que estaba en los primeros tiemÉ nunca jamás se lava.
miento y de ternura. Una imagi rable este crimen nefando que botellita de anisado, y los do pos de su matrimonio.
Tratadvos, si vos casais, nación de diez y nueve años no atormenta implacable mi exis.
mingos en la tarde ibas al paII Con más firmeza; sed casta; necesita más para dar rienda tencia.
tio de casa tocar acordeón. Un año había transcurrido des Vestid con llaneza siempre suelta su ardiente fantasía y No hallé el abismo, pero desde Por eso te quise mucho, y so de la noche de la promesa, y fincad en vuesa casa.
para construír con el pensamien entonces mi vida es un eterno bre todo porque eras muy noble Pedro había vuelto ser un Ansí topareis la dicha to un palacio encantado, en don remordimiento. Yá ves que pey sin orgullo y, según mi padre, buen hombre, como él decía Que la mi fe vos dió en guarda, de sólo existe la triste choza de sar de ser todavía joven, como el peón más valiente que había riéndose. un viejo muy aseado. que acaso tope al fin un pobre campesino.
he envejecido. He sufrido tánconocido El anciano matrimonio se le En otra fembra más cauta.
Me apeé del caballo, al que a to.
Nos casamos muy enamorados, vantó ese día muy temprano, marré un tronco, y llamé resuelLa mi madre fué mujer VENEGAS.
y entonces pude yo conocer cuán como antaño lo hiciera, con las tamente la puerta de aquella to valías, según fueron tus por ropas de repicar gordo. La vieDechado de esposa honrada; cual ella existen muchas, morada que había despertado NOTITAS tes y tus manejos para conmi jecita estaba que no cabía en tan vivamente mi interés. Salió Que virtud no es flor escasa.
go. Te levantabas aclarando, te sí de contenta, y no ser porHay fembras, en vos lo vide, abrirme una joven muy bella En nuestro puesto ibas lavar al yurro y después que ya era un poco tarde para que ostentaba en su rostro agra festar La República que nuesNos vemos en el caso de maniQue tienen duras entrañas; de beber tu jícara de café con tales cosas, hubiera dado algo ciado los dos ojazos más grandes Las hay cierto muy melífluas.
una tortilla caliente untada de que sospechar los maliciosos sal, me dabas un abrazo muy el gran abultamiento que a su ansí como voz de ingratas.
y más negros que en mi vida he tro cuerpo de cronistas está comvisto.
puesto en su totalidad de jóvenes apretado y te ibas tu traba cuerpo hacía media docena de Del anciano que antes dije ¡Oh. me dije entusiasmado, imparciales, patriotas y animajo, más contento que un caballo fustanes bien engomados que Me han servido las palabras. esta mujer será mía. yo he de dos del deseo de procurar el bien cuando llega al potrero después llevaba encima. Ayudó su es Por ende, de hoy adelante, de la comunidad. No hay entre sentir su seno palpitante estremede haber caminado un buen tre poso subir la carreta que Si otro sér me captivara, cerse de amor entre mis brazos y deseoso de heric al Gobierno ellos ningún mal intencionade, cho. las nueve te llevaba el en el patio estaba lista. le pu Verede primeramente he de apagar el eco de sus cantos almuerzo, envuelto en una ser so un rollo de bagazo para que Si vos tiene semejanza, divinos con el sonido armonioso todo trance, como lo indica el villeta muy blanca, y nos sentá se sentara más cómodamente, non teniéndola, al punto de mis besos.
colega; nos preciamos de que bamos comerlo bajo un palo y se arrodajó su lado con el Lo amaré cual vos amaba.
No sé con qué pretexto discul nuestros cronistas, más de disde mango, tan satisfechos como corazón vuelto una pascua y la OBESO. pé mi llamada importuna; solo cretos, son sinceros. El infor si estuviéramos en la gloria. cara hecha una pura arruga, recuerdo que en aquel instante me que uno de ellos trajo de que las dos, ya estabas de regreso; como que las arrugas son las cruzaron nuestras miradas al público al examen del Colegio se había restringido la entrada comíamos, te ibas darle vuel huellas que su paso deja el EL RELOJ DE ORO con la misma rapidez con que en de Señoritas no sólo lo oyó de ta los bueyes ver si estaban pesar, sin que la alegría consiga el espacio se cruzan los relámpabien llenitos, mientras yo pre borrarlas después.
Recorría yo la calle del comer gos.
varias personas, sino que lo reparaba los trastes y echaba los las muchas horas de cami cio pensando en muchas cosas, cibió de un maestro, y es deber desperdicios los chanchos y no llegaron Cartago y se apea cuando sentí que una mano La segunda vez que nos enconde los cronistas servir de voceros las gallinas, y la oración ya ron en casa de unos conocidos posaba en mi hombro. Volví el tramos fue en un baile que un al denuncio de cualquier acto que estábamos sentados en el corre antiguos. Después de dar el. rostro y me encontré con la fiso peón de mi casa daba para cele pueda lesionar el derecho de los dor, yo remendando tus trapi. ve Maria Purísima! que era nomía de un anciano que me mi brar sus bodas. Llegué en los ciudadanos, como que es la prentos y vos entretenido trasteando el saludo que en aquel enton raba con afabilidad. Al principio instantes precisos en sa la encargada de velar por los aquella guitarra que te había ces se estilaba, salió Pedro me fué imposible reconocerle por multitud de parejas se deslizaba derechos de los pueblos.
costado una onza en la tienda cumplir la promesa, no sin ha más que forcé mi memoria evo al són de la música bailando ale Para ensanchar la de Don Pepe. las ocho rezá berse tomado antes un par de cando mis recuerdos más lejanos, gremente. La busqué con la visciudad de los muertos bamos el rosario y nos recogía huevos en medio vaso de con pero después, previas ciertas ex ta y la encontró mi pensamiento; Se nos dice que el Municipio mos pensando en cosas buenas trabando mistado con sirope de plicaciones, ví en el desconocido estaba sentada en un rincón de piensa, para el ensanche necesay nos dormíamos pronto desco rosa, que la bendita de su mu la Mariano, el amigo querido della sala, resplandeciente de hermo rio del cementerio de esta ciudad, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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