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LECTURA PARA EL DOMINGO LA PRENSA LIBRE de las damas que escondidas van las citas nocturnas.
ve dc pasco; y es precisamente lo Tú, que eres la rosa blanca que va a hacer ahora. Los llevasobre el mármol de la tumba, rá a pascar ¿por dónde. por el así pálida y enferma mundo y por el cielo; por entre. SOTTO VOCE.
quizás tus pecados purgas.
las olas, por entre las brumas. Oh, tísica inconsolable, por los abisinos recónditos del traviata de las penumbras. mar, por entre las estrellas radiantes; veces, por las encruciTú eres la pálida diosa, jadas de la Historia.
Intacto el corazón, el alma pura No hay esperar que lialle que ebria de opio, triste y mustia, Los llevará Atenas; no la Henchida de ternura, La apreciable bondad noble acogida.
hace mil telas de araña de estos días, con su Rey alemán, de ilusiones candidas repleta, Si hubiera sido de la infamia agente, y mil siluetas esfuma; con su mercado inglés, con su coAbandoné el hogar, me lancé al mundo, esa ambición furente y duerme, y duerme soñando media francesa; la Atenas de Y, niño pudibundo, Que del oro hace un Dios, yo alimentara; con fantasmas y con brujas.
antes, para que oigan Sócrates Luché con sus injurias como atleta.
Si el ajeno dolor no me doliera, y vean pasar Pericles y examiLo recuerdo muy bien. Mi noble padre vil cual otros fuera, Vas y vuelves y te alejas, nen las naves de Salamina y las mi amorosa madre Sé que del mundo y de tu amor triunfara.
y apareces y te ocultas, de la otra guerra que cuenta Tucídides.
Sólo su santa bendición me dieron siguiendo exóticas atisias, Entre llanto y congojas. De aquel día De tu mullido tálamo y tu afecto trazando invisibles curvas, Los llevará a Roma el mismo Mi infantil alegría Disfrute tu dilecto. con la blanca frente erguida día en que vuelve Julio César de En tristeza los hados convirtieron.
Pero jamás recuerdes mi agonía.
entre la estelaria chusma.
una guerra lejana, o en que está Hoy en la humilde tumba de mi padre Ciceron en la tribuna de las aEl turbio Magdalena y majestuoso Llora mi anciana madre. Copa de un festín voicada rengas.
Al impulso impetuoso Tú llorarás también sobre la mía.
por la embriaguez de la altura, pasarán por. Tiro y BabiloDe rápido vapor subí afligido, derramando eternamento nia, para llegar, con las cabeciViva la imagen del hogar ausente.
Como la niebla que la tierra envuelre eucarísticas espumas tas inclinadas, muy serios, muy La faz del sol disuelve. Ay! cuál indiferente y nítidos azahares conmovidos acaso con las mejiDisolvió el desengaño mi esperanza, Lo he bajado después y lo be subido. en adormecida lluvia.
llas húmedas cierto establo de Tus sueños de placer, tu orgullo necio Belén y ¡oh gloria. jugarán con mirara las fértiles riberas las nubes ligeras Disipará el desprecio Por tu faz desencajada el niño Dios, y conocerán la verQue la materia en su furor alcanza!
Do el porvenir adivinar creía, y el beso que te circunda, dadera mula y el verdadero Mi ardiente corazóu enajenado, Herido el corazón, el alma herida, eres un copo de nieve; buey, no los que han visto de Dulcemente halagado Emprendo la partida, algo así como la ürna cartón en los nacimientos de diPor sus sueños de gloria se sentía.
La fe por la ilusión que un tiempo traje; ciembre.
en que yacen las cenizas de nuevo, si triste, tomo ufano de las estrellas difuntas. verán los pueblos peleando Lo mismo acontecióme cuando ufano, Mi bordón en la mano por su libertad, y los héroes saMi bordón en la mano, Tal vez, tal vez, Oh misterios Para emprender mi corto y largo viaje.
crificándose por la virtud, y los Veloz la planta Bogotá moviendo íntimos de la Natura!
mártires deshaciéndose en ceniCrucé descalzo el desigual camino El turbio Magdalena y silencioso tú eres la lente fantástica zas para enseñarle una verdad Que. me trazó el destino, Al empuje impetuoso con que un ojo enorme estudia moral al mundo. Porque MasfeY ya por siempre repasar pretendo.
De rápido vapor hajo afiigido, los microbios infinitos rrer va llevarlos de la mano Viva la imagen de tu rostro bello.
y las monstruosas burbujas.
Llegado aquí, por nadie conocido, iclaro que sí. junto a la pira ¡Ay! yo no me querello de harapos vestido, José CHOCANO. de Scevola, y la muerte de Bruto Del desengaño atroz que he padecido. Larga pena sufrí, pobre estudiante; y de Catón, y la última hora de Pero esa vida miserable y dura, Quier mirando las fértiles riberas TIJERAS PARA PODAR CAFE Sócrates, y las víctimas del circo De mi actual desventura, las nubes ligeras, PARA PARQUES. romano, y la cruz del Golgota: No vale jöh nó! jamás! un breve instante.
Del porvenir el esplendor presiento.
Ferretería de MIGUEL MACAYA. Oh! pero que no los entristezMi triste corazón, tan desolado, ca mucho muy menudo poSi como el humo que disipa el viento Yá palpita inspirado Hlon de invierno brecitos. que haga funcionar Se extinguió en un momento Deuna gloria inmortal al sentimiento. para ellos con frecuencia el cineMi risueña esperanza, de la vida Una noche de invierno helada y negra matógrafo de la Naturaleza.
Yá percibo la meta: en este valle OBESO.
Al regresar del baile. Qué le cuesta darles un día una Tu delicado pie tocó una forma aurora boreal, como quien da Que yacía en la calle. unos fuegos de artificio, y enseMARIA EL CORONEL. Usted, Pedro, pasa volverme la casa, cuando esta mu Era una pordioseřà que dormía marles otro la catarata del Niaba por an baen muchacho.
jer ba corrido tras de mí. Han encon Para calmar el hambre gara, recitándoles. al mismo EL PAÑUELO AZUL PEDRO. Es verdad, mi coronel. trado el pañuelo. esa es la verdad. olvidar ut momento su amargura tiempo, los versos de nuestro siempre he procurado complacer La capitulación quiere que me fasilen.
mis jefes. Así, no he robado para mí Háganme fasilar, pero no me despreY sus bcndos pesares.
Heredia, y hacerlos correr, con cien.
En su rostro infantil y macilento buenos patines, se entiende, en fines del mes de octubre del año sino para María.
último, volví a pie de Orleans hacia EL CORONEL.¿Quién es esa Ma Los jueces no podían ocultar su e Amontonaba el aire un trineo que sea fuerte, por enel castillo de Bardy. Por el mismo ca ría?
woción sin embargo, a la hora de tre los osos blancos, en la nieve La espesa cabellera que cubría PEDRO. La María que vive allá le votar, fue condenado a muerte por mino, y delante de mí, marchaba un Sus formas y sa talle.
del Polo. regimiento de la guardia extranjera. jos. en la tierra. cerca de Arene unanimidad. El escuchs friamente la Yo había apresurado el paso para oir berg. donde está aquel gran man sentencia; lvégo, acercándose suOcultaban las sombras de la noche Que los pasec macho. los niesa música militar que tanto me gus zano. No he de volver verla capitán, le rogó que le prestase cua Las profundas señales dos no les gusta estarse quietos, ta; pero la música calló, y sólo algu yo?
Dos golpes de tambor marcaban de EL CORONEL. No lo comprendo Lo ví en seguida adelantarse hacia Que grabara en su rostro demacrado y tieden razón: la sangre les anla mujer, quien habían devuelto el La miseria implacable.
tiempo en tiempo el andar uniforme usted, Pedro; explíquese.
da muy áprisa por las ven as; y de los soldados. PEDRO. Pues bien, mi coronel, pañuelo azul, y oí estas palabras. La miseria! el espectro pavoroso para crecer y desarrollarse los Después de media hora de marcha, lea usted esta carta. Señora, tenga. cuatro francos: 10 Con rabia inexplicable nervios les piden ejercicio. Que ví al regimiento entrar en un campito le entregó la carta siguiente, cu sé si su pañuelo vale raás, pero si así Desgarraba los míseros harapos los lleve cada semana muy lejos, cercado de bosque de pinos. Pregunté jas palabras todas han quedado im fuese, voy pagarlo bastante caro Que le servían de traje, muy lejos. Las mamás no tienen an capitán, conocido mío, si iban presas en mi memoria.
para que usted me perdone el resto.
hacer el ejercicio. Mi buen amigo Pedro. recobrando el pañuelo, lo beso y sentada los pies de la mendiga que inquietarse: en primer lugar. Nó me dijo. pan a juzgar y Me aprovecho del recluta Amola, se lo dió al capitán, Que dormía en la calle no hay otro gasto de viaje que probablemente fusilar un soldado que está enganchado en tu régimien. Mi oficiale dijo, dentro de Al contemplar. su obra destructora el papelito, que será barato; y ade mi compañía, por haber robado al to, para enviarte esta carta y una dos años volverá usted a nuestras Reía con gozó infame!
demás no haya miedo de que se paisano que lo alojaba.
bolsa de seda que he hecho para ti. montañas. si va del lado de Arenelo, condenario y ejecutarlo en un hacerla, porque él me regaña mucho le este pañuelo azul; pero no le diga Como te dije. Van juzgar: Me be escondida de mi padre para berg, pregunte por María y entrégue Conmovida ante tánto desamparo caigap de la torre inclinada de La huérfana miraste, Pisa; ni de la Eiffel de París, ni de mismo iastante?
porque te amo, y dice que tú no vol en cuánto lo he comprado. al dejar un recuerdo de tu paso los mismos hombres de la esta. Sí; esas son nuestras capitula verás. Tú si yolverás no es cierto? En seguida se arrodilló, oro, fue Cayó por tu semblante tua de la Libertad de Nueva ciones.
Verdad que si nunca hubieras de rol con paso firme al süplicio.
York, donde va ponerlos, si Una lágrima pura y cristalina Esta el dia que recogiste mi pa bosque para ver el Yo me alejé entonces y me entré al él, como si todo hubiera sido preris home to be azu cerdie heile o in teneberg, hogy minden cuen. Unos tiros me hicie. Con la santa limosna que en su mano amigo de los niños.
Que rodó hasta juntarse son buenos y aplicados, el nuevo castigo, la justicia y aun la humani para traérmelo. Cuándo, pues, he son saber muy pronto que todo ha7 Temblorösa dejaste. Qué viajes van a hacer. Qué dad. Por lo demás, añadió el capitán, es oir que todos me dicen que tus su pués. el regimiento se había ido, to: Por la mañana al despertar la viña curiosidades van contemplar. Vio con sorpresa grande Cuando entren en el Jardín de si usted es curioso vorla hace con que muieres pero te faſtän dos años to orilla del bosque para encontrar o que en la mano tenia una mioreda las Plantas. cuando vean las esserá larga.
Vi un trémulo diamante. tatuas de cera, y los moņos saSiempre he buscado con avidez esos tonces podremos casarnos. Adiós, mi lånte de mí, huellas de sangre, y un bios y los elefantes que bailan la EDUARDO ECHEVERRIA tristes espectáculos. me figuro que buen amnigo Pedro.
montoncito de tierra frescamente revoy conocer lo que es la muerte en movida: Tomé in gajo de pino, hice polka, y tanta fruta hermosa y TO QUERIDA MARÍA.
el semblante de los moribundos. Seguí tanta for linda, y aprendan los jina Lspecie de cruz y la coloque sobre CARRETONES DE MANO al capitán. s. Procura mandarme tamla fosa del pobre Pedro, olvidado a e Ferretería de MIGUEL MACAYA. nombres de los aromas y de los matices y de los sonidos con que El regimiento se había formado en biếri alguna cosa de Francia, no para hora de todo el mundo, excepto de se hace la belleza de fuera, así cocuadro detrás de la segunda fila y que yo no te olvide, sino para llevar mí y acaso también de María.
UN PERIODICO la orilla del bosque, cayaban unos la conmigo. Besa lo que me mandes. BÉQUET mô los caracteres de los esfuerzos soldados una fosa. Estaban manda estoy segura de que al instante encon.
PARA LOS NIÑOS intelectuales y moralēs côn que dos por un subteniente, porque todo traré el lugar de tu beso.
la hermosura de dentro se levanse hace ordenadamente en el ejército, Acabada la tectura, Pedro volvió a CLAVOS DE HIERRO 5 quintal.
ta.
y hay cierta disciplina, para abondať tomar la palabra.
Ferretería de MIGUEL MACÁYx.
la sepultura de un bombre. Arnold. dijo me eritregó esta Va Masferrer a ser el periodis. Qué cuentos fan oir los que En el centro del cuadro ocho oficia carta ayer, por la noche, cuando me ta de la infancia. le envidiamos se porten bieri, declamados por les hallábanse sentados sobre tambo daban mi boleta de alojamiento. No LUNAMICA res; el noveno, a la derecha y más al pude dormir en toda la noche; po bael cargos le envidiamos más las el que se llevó el premio de lectufrente, escribía algunas palabras socia sino pensar en la tierra y, en Macalidades que lo consagran para:ra en el colegio. Leer bien es bre sås rodillas; pero con negligen ría. Ella me pedía algo de Francia. Easta yo, que amo esaltado ese sacerdocio. el alma fresca, el tan bueno! És resucitar las lecia, y simplemente para que no fuese Yo no tenía dinero, como que acabar las neurosis de la luebay, talento claro. la pluma limpia; tras, que parecen muertas, y hanuerto un hombre sin ninguna fór ba de coriprometer mi haber de tres me hipnotizo entre las redes el pecho en que todo lo de dentro ser que las ideas que la tinta fijó Se llamó al acusado. Era un joven primo, que hace algunos días se fire de esas tus miradas húmedas: se ve por fuera; y en que los ni sobre el papel, desplieguen alas alto, de rostro dulce y noble. Con él ron a la tierra. Esta mañana, cuán sonámbula de los cielos. ños que se asomen no verán si de colitri, echen a polar en de adelantó una mujer, único testigo do me levanté para marchableaba de abrí la no lo que merezca ser mirado nuestro rededor, cantando con sirena de las alturas. que declaró en este astinto: ventana. Un pañuelo azul por sus ojus curiosos, pero angé voz de flauta, o con ecos de lira, Mas cuando a coronel quiso inte un cordety se parecía al de María, Cíäido rondando en las nubes licos.
o con acento broncíneo y prolontrogar esta mujer, el mismo color, las mismas rayas Es inútil. dijo e soldado yo blancas. tuve la debilidad de to vas, con tu rostro de viuda Es un hombré a quien cual lgado.
voy coffesarlo todo: yo he robado marlo y meterlo en mi mochila. Bajé y con tus gasas de novia; quiera puede entregarle sus ni Les van, por medio de la hojion pañuelo esta mujer. la calle ya me arrepentia iba al recuerdo las aventuras bas y sus niños para que los lleita desarmar tin reloj, qué.
mula Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud Costa Rica
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