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BEGTURA PARA EL DOMINGO LA PRENSA LIBREGUAY UTAN DENYJUN Secharme de sus juegos de munc gustiada. Qué te la pisado?
cas. porzuc. porque decía Apenas le pude responder: teNo sé por qué capricho extra 11. muy seria que los hombres no nía tal placer con tenerla junto!
no lor se me ha ocurrido hojar habían nacido para jugar con las Tóma, me dijo, no seas flojo; CA mi diario, ese libro que por tíu mujeres.
esto es mejor que las guayabitas.
ESPERANZA EN DIOS.
tos años lia permanecido oculto Tendría razón? posó sobre mis labios sus allá en el fondo de una alacena, Pero por qué esa seriedad? Ha labios rojos y ardientes.
DE DE MUSSET.
Sus fojas, pesar de su olor a bria acaso leido lo que yo sin sa ese beso prolungado, que sin Fragmento.
moho, mc traen la remembranza ber qué era, sentía por cila, y a duda lo debo esa salida. por¡Oh; tú al que nadie comprender alcauza.
de las horas que he vivido. su pesar me agradecía el que la que el campo tiene la propiedad Xi sin mentir reniega. Qué me importa que amari amara, porque toda mujer ayra de despojarnos en parte de la Tú que nacer nie hiciste y que la tumba ilentas, con la tinta Jescolorida dece las manifestaciones de amor máscara que nos obliga la soy las líneas medio borrosas, hue que se le hacen, aun cuando sólo ciedad. lo vino cortar icon Me obligarás mañana que descienda, lan humedad, veje. si aún sea porque ellas halagan su va qué ira lo recuerdo. la turba de ¿Por qué permites que de tí se dude las puedo descifrar, si en ellas nidad?
chicos y de nodrizas que en busca Si adivinar te dejas?
revivo el pasado y experimento Dominado por los recuerdos de nuestra se aproximaba gritando. Cuál extraño placer en tí ocasiona cierta fruición que semeja el re ese pasado, árdua tarea me es el. Carlos. Caa. a. ar. los.
La buena fe tentar que nos sustenta. flejo de las sensaciones de ese en no perderme en el laberinto de ¿Dónde estás. Desde que al hombre percibir le es dado tonces, cual si el dedo del tiempo las reminiscencias.
EMILIO DELMAR.
Siente en sí tu existencia.
no hubiera surcado mi rostro De esa partida de chicos que La creación, su solo patrimonio, y blanqueadome el cabello? íbamos a coger guayahitas sil Agosto 27 de 1898.
Es un templo do humilde te venera; Pero el libro no es propiainen vestres, ella hacía parte, casi enY te unifica sí desde el instante te un Diario. Es la crónica de los cabezaba la excursión.
En episodios más fuertes que he ex¡AL FIN SOLOS. Cómo la veo correr por el llaà pensar comienza.
que perimentado.
no con la cabellera rubia suelta Toda fruición que siente y toda angustia Allí, solo balló cabida la rela por los hombros y azotada por La nupcial ceremonia terminada, Le explica bien tu voluntad suprema.
ción del día en que estuve en pe el airc; con sus mejillas rojas co se va la concurrencia con premura, Probar tu propio sér, hé aquí el conato ligro de muerte; la vez aquella en mo peonía; su blanca frente sal y la novia, radiante de hermosura, De nuestra débil ciencia; que me batí en duelo; la ocasión picada de perlas cristalinas; sus mira su amado pálida y turbada.
Hacer deletrear tu excelso nombre, primera en quc ví Letty; la fe labios húmedos y sus manitas La más noble ambición que el alma alienta!
cha de un largo viaje; una nota pegajosas de coger las frutitas Sola ya la pareja enamorada, tiembla de amor, de gozo y de ternura; Ya te llames Jesús, Júpiter, Brahma, hecha en las antípodas. un epi de los arbustos!
él enlaza anhelante su cintura ya justicia eterna, sodio trágico en que tomé parte. Cuán bien la recuerdo escoy ella en su hombro se inclina desmayada Manos no hay que tí no se levanten, inconsciente juguete de la suerte; duras que llevan color uchuva entre un rumor de encaje. raso y seda; un asesinato en el que serví de giendo las guayabitas más maUn beso suena prolongado, ardiente, Ni un solo corazón quc tí no atienda.
el día en que la dije adiós para que son grandes, y pecosas como el frases de pasión murmura mares, El sér más infeliz en este valle Tan rico de miserias, siempre; y, así, cosas por el esti el huevito de un colibrí, para poEntona a tí sus gracias desde el punto lo, grandes para mí, indiferen perla con sus deditos melosos en y el velo aparta de la virgen frente, tes para los demás, y todo con tre mi boca y poderme regañar mientras, deshecha, por la alfombra reria Que una leve esperanza le consuela.
fechas que si veces sólo se sepa cuando de intento se los mordía. la corona de blancos azahares.
Sólo tí el Universo glorifica ran por semanas, en otras líneas Aún me parece verla correr; cóROMÁN MAYORGA RIVAS En su expresión diversa; llevan años de por medio. mo oigo sus gritos de alborozo, Por cada gota de agua te bendicen Y, hojeando, hojeando, porque cuando por casualidad encontra LETRAS ESMALTADAS, Los incontables seres que lo pueblan.
en ocasiones cuando me siento ba entre el matorral alguna fru varios tamaños y formas.
De cuanto hiciste destruir no es dado dominado por la neurosis de es tita grande como cuartilo y que Ferretería de MIGUEL MACAYA.
Ni un átomo siquiera; cribir, cuando me atormenta con de muy madura había tomado Todo es veneración por ti en el mundo la fuerza de una necesidad física, tintes casi achocolatados, LA NATURALEZA tí rico de amor en sus pobrezas.
el deseo de poner en signos mis Recuerdo su zagalejo grana, su pensamientos, fenómeno que me chaquetita también de color de POR IVAX TOURGUESEF ¿Por qué, si es tanto así, de polo polo hace reconocer que la idea no es grana, su sombrero pajizo de El mal su imperio asienta, tanto fruto del esfuerzo de la vo anchas alas, atado desde la coEntré en una inmeysa sala subY su aguijón letal ni aun perdona luntad, cuanto el desarrollo es pa por una cinta que se las hacía terránea de altas bóvedas. la sacra virtud ni a la nobleza. Toda ella estaba iluminada pontáneo de un gérmen fisiológi caer sobre las mejillas, y sus zaSi cuauto el ojo alcanza testifica co; ahogo la efervescencia por patitos que me recordaban esos surgir del suelo.
por un resplandor que parecía Tu divinal. clemencia, producir, reviviendo en el pasado: tinteritos que vendían real en tu poder omnimodo, Dios mío, Volteo páginas.
la tienda de frente casa.
En el centro estaba sentada u¿Por qué del corazón la fer se aleja. Llego casi a las primeras na mujer de majestuoso aspecto, La veo. con su rostro. cntona¿Por qué tanto elemento discordante. Estoy en 187.
do con fuego de vida por el calor vestida de un amplio traje serde.
Tengo apenas ocho años. y el movimiento y con sus ojos Apoyaba en la mano su cabeAquí y allá campea. Dó la muerte y el crímen se dirigen Sor un muchacho travieso, alo chispeantes, semejantes a dos za y parecía meditar profundacado. Todo el que me ye exclama: violetas húmedas, grandes, dulmente.
Al celestial amparo de tu Alteza. Ah niño necio!
ces y con ráfagas de perfume de Naturaleza y al punto nació en Comprendí que estaba ante la pesar de que estoy en las lí alma.
La piedad ¡oh Señor! por ti sentida mi alma algo como un temor saneas correspondientes al año de Corriendo ella adelante y yo grado, reverencia silenciosa.
Debió de ser intensa, setenta y pico, veo por una nota corriendo siempre en pos, dejaCuando del Caos su admirable obra al pié, que esto lo escribí cinco mos la turba de chicos y criadas y, después de saludarla con resAcerquéme a la mujer sentada, Nacer llorando vio tu Omnipoténcia!
años después, pero comprendo muy atrás hasta que dimos con si fué tu intención subyugarla perfectamente que lo peto, la dije: el mu un arbusto cargado de guayabique los males que encierra, chacho de trece escribía, fue lo tas, que parecía un arbol de Na estas pensando. Acaso en los Oh madre común. En qué través de los cielos no debiste que el niño de ocho sintió.
vidad.
futuros destinos de la humaniEntrever permitirle tu grandeza.
Está tan gráfico. Rodeado estaba de olivos en dad. En las condiciones neceAún hoy al leerlo, no me a flor y cuando pisó ella la alfom sarias para que alcance toda la ¿A qué el hombre infeliz, ruin gusano, cuerdo de cómo, cuándo, ni dón bra de oro que las flores habían perfección y dicha posibles. tí soñando llega. de lo escribí, pero sí experimento tendido, no me atreví seguirLa duda con su peso Lentamente volvió la mujer comprime; después de más de una quincena la. me pareció una deidad so hacia mí sus ojos sombríos, peMucho poco vislumbra y tánto espera, de años, las sensaciones de ese bre un mar de fuego.
netrantes y temibles; entreabrié.
Si criatura vil, júzgasle entonces, cuando en esa bella De llevarle a tu diestra, tarde del mes de junio, una par vabitas. Míra, me dijo, cuántas gua ronse sus labios, y oí su voz resonante, como de hierro que choÀ los velos del orbe impenetrables tida de niños alegres y bullício. De esas no podremos comer, carà con hierra.
Les debiste ordenar que te envolvieran; sos, se dirigían por la calle real le respondí pesaroso.
de x, en dirección a los afueras. Pensando estoy en el modo siempre tu poder se sentiría, de la ciudad coger guayabitas clamó con Vaya. que si comemos, ex de dar mayor fuerza a los músT ignorado a la tierra, sonrisa tentadora, culos de la pata de la pulga, pade San Juan, Mas de tal ignorancia en el ropaje vén acá.
rá que más fácil le sea evitar las Menos duras serían nuestras penas.
Eramos bastantes, más de una Me acerqué tembloroso: siem persecuciones de sus enemigos.
Si el padecer y la plegaria en vano docena, y eso, sin contar las pre que me le acercaba, sentía co El equilibrio entre el ataque y la tu mansión se elevan criadas que llevaban a los más mo escalofrío, y ella se ponía roja. defensa se ha roto. Es necesario pequeños de la mano, porque, Cierra la inmensidad y aislado góza Te voy alzar; te agarrarás restablecerlo.
jamás he acostumbrado elcontar de la primera rama, y luego tú. Cómo! exclamé balbuceatEl divino esplendor que te rodea; mis enemigos, y siempre me he seguirás trepando.
do. eri eso estás pensando. y Pero si tal no fuere y nuestros ayes enseñado a considerat los sir. diciendo y haciendo, me co nosotros los hombres no somos En tu oído resuenan, vientes, como a los peores de este gió por la cintura, me oprimió tus hijos predilectos. Rásga el velo terrible que te oculta gremio.
contra su pecho y lo juro por mi Ella frunció un poco el entreV haznos sentir de padre tu clemencia.
Eramos más de doce, repito; honor! me oprimió más de lo tie cejo.
La antorcha de la fe verás trocarse chicos de pantalones a la rodilla cesario.
Todos lus animales dijom De subito en lungbrera, y chicuelas con basquiñas cortas.
Me puse rojo como carmin; son mis hijos. De todos me preoLa major de ellas tendría diez lla, quizá por el esfuerzo, algo cupo igualmente y a todos por á la doliente humanidad dichosa años: me llevaba dos.
Sin la duda mortal que la atormenta.
a pálida; y entonces, igual los extermino: Su nombre era.
Súbe, no seas bobo, y sacúde Pero. el bien. la razón.
Las lágrimas que vierte inconsolable, El dolor qué la asuela Como se llamaba. No le digo: las ramas que yo recojo, ine dijo la justicia. murmuré.
en este caso, priva aún en el nom con imperio, cual si quisiera ena. Esas son palabras humanasDisiparse verás tu mirada, bre el pudor del niño que le hacía cubrir una emoción.
Tepuso la voz de hierro yo no Como ante el sol la vaporosa niebla, temer el traicionar su amor pri Era. moy débil. mis fuerzas no conozco ni el bien ni el mal. YuesSólo oirás en plácida armonía mero, dando a extraños la for bastaban; así fue que viendo mi tra razón es mi ley. qué es Tu exaltación suprema, de su corazón virgen.
impotencia exclamo: la justicia. Yo te dí mi vida, yo Un concierto de gracias semejante Esto es un secreto, un secreto co. Dáme la mano que voy tre te la quitaré para dársela oAl que siempre jamás tu empírio llena.
mo el que todo el mundo lleva en par.
troś séres sean gusanos hom Avergonzada al hondo del abismo el pecho, porque a pesar de que Me agarré al gajo como pude y bres, indistintamente. Ta, mienCorrerá la blasfemia; han pasado tantos años, pe logré subirla donde yo estaba, tras no te llegue la hora, sígue En tanto que la muerte en este hosanna sar de que hoy. Sea lo que sea, pero al esfuerzo vidimos ambos en la lucha, procura defenderte y Mezclará sus acentos placentera!
ella para mí todavía es la niña tierra.
no me importunes más. OBESO.
que solía menudo de. Te has herido? preguntó an. Quise replicar, pero toda la tiegrande Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguet Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica
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