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யயயயய THI bre. LA PRENSA LIBREOARTA DE NUEVA YORK LEGTURA PARA EL DOMINGO Agto. 12 de 1899.
En vísperas de salir del liospi.
tal, no gozar de su libertad, sino sufrir en una de las cárce.
JUAN les de la ciudad, la condena que su falta merece, hállase en estos ln día llamó Juan el Intendente de aquel instituto benéfico momentos Herman Hauser, inozo de 26 años, de buena familia y le dijo: y no mala posición pecuniaria, Tiene hoy diez y ocho años contar de la noche en que, requien ha sido el primero que tie.
ne la gloria de liaber saltado al ciennacido, fué depositado en río desde el Puente de Brooklin, la portería de este asilo. Nadie lo ha reclamado en tanto tiempo, quedando con vida para contar el cuento y referir sus sensaciode consiguiente es huérfano.
nes.
La nación le ha costeado su vida y le ha dado la enseñanza que se Muchos desesperados con la acostumbra eu estos centros de suerte que han querido hallar un refugio de desamparados; pero fin menos lúgubre y más rományá su edad los reglamentos le tico que el de hacerse pedazos el.
retiran toda protección oficial.
cráneo de un pistoletazo, queVa salir del establecimiennarse las entrañas con un tosito, pero estoy seguro que con sus go, han elegido como seguro meconocimientos y buena voluntad dio para realizar su designio, de trabajar no le faltará colocaburlar la vigilancia de la policía, ción decente. Doy U. junto trepar por los andamiajes y dar con mi bendición sacerdotal, cuael salto mortal desde las alturas renta francos, que es de cuanto de la gigantesca construcción. puedo disponer de mi peculio partodos, sin faltar uno, han hallaticular.
do lo que deseaban.
El infeliz no dejó agujero de la Sin embargo, el caso actual es gran metropoli donde no acuúnico en su género y merece, por dicra ofreciendo sus servicios. lo tanto, los honores de la pulos dos meses nadie se había comblicidad padecido de su suerte, y la refeHerman Hauser, viajaba en urencia de su historia provocaba no de los carros eléctricos que los que la oían, mas bien risa de sarcástico desdén, que mocirculan por el puente. Al lado vimiento de compasión por la suyo iba sentada una alegre muchacha de ojos decidores innedesgracia.
Los recursos entre tanto se hagables atractivos. Si durante el bían agotado y se moría de hamviaje se habían cruzado los dos iniradas tiernas, ó, en otros térUn día, en las afueras de la ciu.
minos, si habían llegado una dad, cuando caía exánime, un secreta inteligencia, es cosa que, hombre le llevó de comer. Descomo es de suponerse, lo saben pues hablaron y Juan aceptó las él ella, pero no el público.
proposiciones. Aquella noche se Lo cierto del caso es que, al dedio un gran golpe de utilidades cir de testigos ocularss Jauricu.
enormes. La policía no pudo lares, cuando el carro iba por la capturar los ladrones de una mitad del Puente, la joven, con gran goyería.
Pedro Morales Pino voz meliflua, dijo una de las Juan había ingresado en una compañeras que llevaba: Cómo compañía de bandoleros!
me gustaría ver un hombre Trascurridos dos años y des Morales Pino tendrá, sobre poco más o menos, 30 años. Es moreno, de tez india, de ojos claros brincar del Puente al río: sería pues de una serie de crímenes, la y vivos.
un rasgo de heroísmo digno de policía dió con la guarida de los malhechores aprehendiendo va die y me jacto de haber oído mucha guitarra en mi vida que rasguée con más gusto, desenvoltura 10 ni hubiera tiempo de impedirLa bandola entre sus dedos gime, llora y se retuerce como una mujer enamorada. No sé de na mi más afectuosa admiración. rios, entre ellos Juan, que ha y sentimiento. Al oírle, en su cuarto de artista lo Murguer, recordaba yo las noches que pase en lo, viose de repente que un hom.
bía llegado capitanearlos. El Sevilla, en las tiendas de montañeses, rodeado de hembras de rompe y rasga, libando cañas de Man bre salto del carro, trepó las alla sentencia a muerte no se hizo zanilla ámbar derretido entre los olés y las palmas que arrancaban a los juerguistas el cante jondo, tas barandillas del Puente con aesperar.
las peteneras y malagueñas de los cantaores, que brotaban como quejidos mezclados al temblor de gilidad de mono y se lanzó al La noche víspera de la ejecu las bandurrias y guitarras.
vacío.
ción, un indivíduo que tenía el Oh, qué noches aquellas, orillas del Guadalquivir, impregnadas del olor de los naranjos y Un grito de horror escapóse de triste privilegio de penetrar en abrillantadas por una luna cuasi tropical. los labios de los espectadores, las celdas de los que van morir, Morales Pino es algo más que un simple tocador de bandola. es un compositor de talento. Su grito de horror que se repitió entró en la de Juan, saliendo in Lira Colombiana, en que late el alma dolorida de ese pedazo de América, en que se oye como el la más agudo y hondo cuando es mediatamente.
Cuando al siguiente día el ver compuso innegable temperameto artístico. Has algo en ella de El Lamento del csclavo, de Espade da al mismo sitio de uno de tanmento del indígena que va poco poco desapareciendo, es una pieza musical que revela en quien la vió que con la caída del cuerpo dugo fué por la víctima, el presó ro, el insigne y ya muerto compositor cubano. Quién, al escuchar el hondo lirismo que se desprende, tos cientos de embarcaciones de llado! Quién había suministra como un aroma, de la patética danza del músico colombiano, no se siente conmovido y suelta la vapor que cruzan el río con verdo el arma?
imaginación sentimental por las regiones del ensueño sin fin?
tiginosa rapidez.
El Comisario resolvió averi la bandola de Morales Pino debo yo sugestiones artísticas, consuelos pasajeros, posturas de Sin embargo, merced una feguar el misterio. Siguió el fúne alma inefables. par que acariciaba él su instrumento, absorto en el ruido sonoro que corría por las liz casualidad, el vaporcillo no bre cortejo al cementerio, y al lle cuerdas como un escalofrío de ritmos, me acariciaba mí, sin darme cuenta, las peñas y amarguras hizo pedazos el cuerpo del mozo, gar preguntó al guardador de que dormían en los rincones de mi corazón.
y antes, por el contrario, contrilos sepulcros si había visitantes.
Esa Cuba guerrera (marcha) no sonaba en mis oídos como himno bélico, que enciende la sangre buyó ponerlo salvo, pues dos Desde muy de mañana han en y arrastra la pelea. Al través de aquellas notas sollozantes, yo veía mi pobre tierra empapada en de los marineros, al ver la caída, trado un caballero y una señora, sangre. humeante el caserío, famélico y en harapos al guajiro de la concentración, y sobre este cuadro se precipitaron en socorro de cste Terminado el enterramiento, se de muerte y de miseria, levantarse la luna, triste, compasiva, besando con beso tierno y mudo el deRelativamente, fueron pocas y vió a los dos visitadores arrodisolado paisaje antillano.
de escasa significación las herillarse, con religioso recogimiento, Nuestra música me refiero la americana raras veces alcanza la tonalidad épica que pide meta das que recibió, por lo cual, sesobre la tierra removida de la re les y tambores. Somos hijos del fanatismo, mamamos leche de tiranía, y los pueblos que no conocen gún lo dijimos, está ya en vispeciente fosa.
ni la libertad ni el derecho tienen que ser y son irremediablemente tristes.
ras de salir del hospital.
Entonces el Comisario se acer Así en el pasillo colombiano como en el punto criollo, guajiras, dicen en España, suena como un Soportaría Hauser con gusto có a la mujer y le dijo: tengo que grito melancólico, el que lanzan los proscritos, los enfermos de ideal, los hambrientos de justicia. seguramente, los meses de pri hablaros; soy el Comisario inssión que le aguardan por lo que tructor.
FRAY CANDIL. los Códigos califican como tenta Bien, qué se os ofrece? le contiva de suicidio, si en el fondo testo con poca benevolencia.
del horizonte viese fulgurar aque Tranquilizaos señora. La ac. OH, SANCHO! en tanto que Quijote en la pelea Ilos ojos decidores que lo tras.
ción de la justicia se detiene anRueda entre el polvo con la adarga rota, tornaron y la sonrisa aquella de te los bordes de una fosa; pero Invocando a la hermosa Dulcinea esos labios parleros que articudecidme, por qué vuestros ojos On, Sancho! Tú no has muerto! Entre la inquieta soñando en la insula remota; laron el deseo supremo. Pero es estan enrojecidos por las lágri. abigarrada multitud del día, el caso que la seductora Miss, lemas y por qué habéis dado un a He visto destacarse tu silueta dios eterno al criminal que acaba Pasas tú por el mundo que se inclina jos de calificar el hecho como ac. En medio de estruendosa algarabía.
to de heroísmo, lo estima como de enterrarse?
Al mirarte surgir en el proscenio. la más incalibicable de las ma Caballero, para la humani Mas cuán cambiado estás! cuán elegante. Que en esta edad bizarra y peregrina jaderías.
dad, para la justicia, ese hombre ¿Quién será el que al mirarte te reproche. Sólo alumbra una luz: la de tu genio.
era un gran criminal. para mí. luego hay quiénes se atrevan Has trocado la albarda por el guante negar que las mujeres son ca. era tan solo el hijo de mi al¡Oh, manchegos! Oh, bravos paladines. prichosas. lo son, y mucho, ma! olvidando el rocín, andas en coche.
Que marcháis por el áspero camino sobre todo cuando tropiezan con. vos caballero, dijo el ComiSario al hombre enlutado, quién Dejando a un lado el exterior ropaje. majaderos.
Al compás de los bélicos clarines sois?
Arreo vistes hoy de caballero Desafiando las iras del destino; ALIRIO DIAZ GUERRA. Yo fuí quien ayer suministré ¿Quién pudiera oh! buen Sancho en ese traje CABLES la cuchilla con que el criminal se Descubrir el enantes escudero. Cesó vuestra misión. Os maravilla. ha suicidado. Yó. era su Colgad la espada del ruinoso muro, Setiembre, Labori recibió ayer padre y. Soy el primer ayu Sólo tu ruin espíritu no muda. dante del verdugo. comprenY en Sancho, el escudero sin mancilla. tarde dos paquetes que supone sean Hoy como ayer encarnas la materia.
deis?
Saludad a los héroes del futuro. anónimos insultantes. La policía los MALDONADO Qué es tus ojos esta amarga y ruda examinará; Dreyfus desvirtúa lo aceBatalla del dolor. Sólo una feria.
Qué importa el ideal. Mustio y herido verado por Rollin y el testimonio dado por Greencer; Labori leyó lo relaComo vosotros al tremendo embate Lo único que pido Dios cionado por Greecer ante la Corte Eres el mismo. Aun brota de tus labios en mis cortas oraciones, De la lucha tenaz, quedó tendido de Casación haciendo ver que después es que no me las de largas La bonachona y fuerte carcajada. de ésto ningún informe había sido suSobre el sangriento campo del combate.
ministrado por él en 1894 en contra ni aun de buenos oradores.
Paseas con orgullo entre los labios de Dreyfus: Refiriéndose Gonze al caTu figura burguesa y desgarbada!
RICARDO NIETO. rácter de Layoux, dió un pésimo inAPOLLINARIS NACIONAL.
Depósito en San José: Calle 17 Sur.
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