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REBECTURA PARA EL DOMINGO. joven Su olu. LA PRENSA LIBREL. TRONSA Lire estudio, me recibí abogado en opil ataca la cxisteurin perfectibilidad Juiere usted verla. So ponyán cu 18.
del individuo de la especie.
aría tan contenta. No tiene sino IPITULO II. Escrito de seguida u 15 ile Julio algunas suas de vida!
de 1861. por la noche. Tres cuartos de hora más tarde esHudecinientos taba yo cerca de la piña. Qnc siulee Afelan lechio sufrir tres clases de TEODOR VALEXZUELA mchancólica estaba! El encanta de la muerte la cubría de la muerte La Lágrima del Diablo.
personas: los maestros, los amigos De El Autonomista, le Bogotá. principalmente, y los clientes, y llena de gracia. Sus ojos artgustiados sc. iluminaron al verme; su CAPITULO SV.
El médico juerguista rozo inc hizo palpitar. casi on sePrivaciones guida adivino Del inferbal abisma con estruendoso vuelo Bindo, me converso le su amor, me Rasgando la tiniebla surgió Satán, quería He sufrido por privación de dinero, Una mañana el doctor Lou refirió su tristo y dulce historia. All!
Ver otra vez la comba donde se espacia el día, por no haber podido aprender la len broso se levantó como de cos la pobre novela de resignada, la noV er otra vez su patria, ver otra vez el cielo.
gua francesa, sobre todo, ne be tumbre, para hacer la visita al vela de ternezas infinitas Al! tovisto privado de los placeres del jue hospital. Había pasado una no dos los perfumes de una alma, el desMiró durante un siglo: cuando colmó su anhelo recordó el proscrito que allá no volvería, ciona la vanidad, porque no he teni che de verdadera crápula, en pertar de la ternura, el mico de Bo Con honda pesadumbre, la formidable y fría do esos vicios.
compañía de un matador de inser amada, el deseo de morir.
vierno un hajo cómico, dos coris. Durante una hora me emocionaron Cabeza hundió en el polvo del solitario suelo.
CAPITULO Epocas notables tas y un capitán de reserva.
y me partían el alma, la cabecita ruDespués. lanzó un sollozo que pareció un gemido los quince años se aceutuó mi ca Va en el hospital, comenzó bia sobre la almohada, los lindos o yerta, azul y amarga pugnó una gota en vano rácter; los veintisiete me casé y hacer sus visitas cama por cama. jos, la boca fina y graciosa. Al fin Por no salir del ojo del gran querub caído.
los treinticinco rí blanquear en mi En una de éstas había un enfer: una voz trémula preguntaba. usted. acaso nunca. nunca. cabeza las primeras canas.
mo recién llegado al benéfico. Qué decir que hacer. VerduCrujieron valle y cumbre y otero y bosque y llano CAPITULO YI.
asilo go con la verdad, consolador con la Porque la gota aquella, buscando inmensonido, trato ¿Qué siente usted? le preguntó mentira. La compasión me guió: Formó al rodar la mole del perfido oceano.
Lombroso. Yo! sí, la amo usted hace larSoy orgullosos despreocupado. Siento mucha opresión en el go tiempo!
JULIO FLOREZ. sensible los males ajenos: toda u Es verdad?
perioridad me impone y toda virtud pecho.
me atrae; soy débil, aunque no soy. el apetito?
Sí, es verdad. Ninguno.
complaciente; ligero, franco y atrevi.
Vi la alegría que no volveré si ver ¿Y dolores?
do para obrar; pronto resolverme; SANGRE en este mundo, la alegría de los de MI, EPICURO Sordos.
indiscreto impaciente para lograr sesperados. en aquel momento, si no amé con pasión, si había en mi almi designio; la resistencia me estimu. Perfectamente. ver, respire ma algo muy dulce: un átomo de la JUAN DE URIBE.
Tu inflexible dilema necesito, la, pero la victoria me es indiferente usted con energía.
hondad que condujo muchos a la Sangre! Licor purpúreo y Opulento Ya que el dolor ini corazón lacera, una vez conseguida. El odio es un Que en la mirada altiva centellea; Ya que la duda en la conciencia impera, El doctor apoyó la cabeza so muerte.
esfuerzo para mi espiritu; me es más II Salta, hierve, palpita, y es idea, el llanto universal es infinito.
bre el pecho.
natural cl desprecio.
Vida, fuerza, calor y movimiento. Hâble usted algo.
Bien sé que nadie escuchará mi grito; los años, los negocios y los pesares Sanguíneo en mi primera juventud, Qué quiere usted que hable?
Desgraciadamente no se qué instinEn el cerebro es luz y pensamiento, Que es sordo el cielo; quela azul esfera me han hecho nervioso.
to la lace dudar en los días siguien Čualquier cosa. Quiero ver tes. Me decía: Es valor y heroísmo en la pelea, Un punto no detiene su carrera, Fuego, pasión y amor cuerdo chisper Indiferente al bien como al delito.
como funciona el pulmón.
CAPITULO VII. Pero llegarás hasta casarte con En el hondo laud del sentimiento.
Resolución importante Pero al paciente no se le ocu migo?
Es el rojo borgoña que el tirano El mal existe; es Dios omnipotente: rría cosa alguna. y entonces Yo se 10 juraba: ella sonreía con aO quiso hacer el mal, y es inhumano; Contra lo que se pensaba y yo mis Lombroso enojado le dijo: Hace brotar del pueblo soberano doración y rezaba. Un día fue tal su no lo quiso hacer, y es impotente. ción firme de serlo. Fumando mucho, mo reí, me hice abogado por en su copa de crímenes apura. No sabe usted hablar? dulzura y mi emoción tan profunda. Sí, señor.
que quise darle la descada felicidad, Mas si el hombre, del déspota la exprime, Contra esta roca se quebranta en vano dejé un día del todo el uso del cigaEs el único bálsamo sublime La mísera esperanza del creyente, Tro. La más grave resolución que be Pues diga Vd. algo, cuente Ud. me costaría tan poco. No estaba ya irtemisiblemente condenada. Con que la herida del honor se cura. Tu Foz, oh genio, encadenó altirano! tomado en mi vida es la de casarme.
uno, dos, tres, cuatro. y no se Voy a hacer publicar las amonespáre hasta que yo le avise.
EDUARDO TALERO, ANTONIO JOSE RESTREPO.
taciones, le dije.
CAPITULO vm. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, Su alegría fué terrible. Su cara briVis principios seis. comenzó decir el en. 116 con maravilloso esplendar, y mienNunca he adulado, y en la oposi fermo.
tras que reía y lloraba y me recitaba PAGINA INIMA Las obras del Doctor Valenzuela ción estoy siempre a mi gusto. Apre Lombroso, rendido por la fati la oración entrecortada de su amor, serán recogidas algún día, para bon cio las formas, pero no acepto las ga, dejó caer pesadamente la ca sentí que acababa de dar a una criadoctor Teodoro Valenzuela arranca leidas por las generaciones nuevas me entristecen los desvíos, el marea se quedo dormido como una mar una vida de felicidad.
De użo de los libros inéditos del ta de la literatura patria, y serán ideas aristocráticas. Me asustan y beza sobre el pecho del infeliz tura humana el equivalente de toda No os diré cómo hice para obtener mos la página siguiente, modelo de con verdadero encasto, porque ellas y las luchas de la República, pero mota.
el consentimiento de mi tutor. En sinceridad, de precisión y de sencillez. son no sólo reflejo de su alma sino nunca lie dejado de pensar y sostener Cuando despertó, el enfermo cuanto al de mi prometida no lo peSin duda fue escrita para que no pa también de su époea, de esa época que es éste el único gobierno legítimo decía, con voz apagada. di; sabía que ella me perdonaría dessara del círculo reducido de su fami tormentosa, quizá la más brillante ante el derecho eterno de la naturaleSeiscientos noventa y ocho, pués. Se hicieron las amonestacioJia. Así lo deja entender en la que que haya tenido la República después za.
CAPITULO DX.
seiscientos noventa y nueve, setenes y preparé todo para el matriantecede, rebosante de temura, y en de la Independencia. Ojalá que la cientos.
monio.
ļa cual dedica sus hijos el libro de mano cariñosa que haya de recoger Mis gostos LUIS TABOADA.
Ella, durante las semanas siguiendonde tomamos ésta. tada párrafo los manuscritos del eminente publiMe gusta la lectura y sobremanera tes, vivió como en éxtasis; su enfervale por un capítulo del hermoso vo cista, para solaz de los espíritus culmedad se amortiguo; una belleza prolumen que propósito de su vida hu tos, no haga esperar por mucho la buena conversación, ver la luna al funda, una belleza de milagro se exbiera escrito el Doctor Valenzuela, tiempo ese instante que los amigos través de los árboles, tomar agua muy era escrito en tous case por un triunfo: towboalmarolla sua aurcola.
novomatimonis tréndum aratase preferido siempre Me deslumbraba, me llenaba tomo. Era él ante todo artista. Réstanos confesar el hurto que he las mujeres flacas a las gordas, y las ternura de sepulcro, la ternura de las Cincelaba la frase, como escultor el mos cometido, y pedir los herede que tienen ojos claros con piel moremadres los lindos niños que no por Mi primer matrimonio duró unas han de vivir. La había llevado un trozo de mármol. Su prosa tenía la ros de ese joyel que nos perdonen el na. Me gustan en la comida las frurigidez de los muros antiguos, sin atrevimiento. Si esta página no ba tas y los dulces, y prefiero el vino de porsales ran sandinterrumpir dans les cuarto especial, recibía los cuidados que por eso le faltara la gracia, el cosido publicada, será una circunstan Oporto a todos los demás.
lor, el movimiento y la melodía que ca agravante de nuestra delincuenser de veras mi mujer. Fue, sin em na de la Caridad velaba por ella noche admiramos en los escritores que aho cia el que seamos los primeros en sacontradicción, la mejor acción de mitos, no me sacieha de ser aquella mira gozan de fama. No era retórico, carla luz, sin consultar con sus ac vida. Me perdono muchas faltas rada de ni menos gramático. En la escala tuales poseedores. Si en alguna épointelectual son éstos los primeros ti ca fue conocida por el gran público, mujeres de moda. He tenido partia mi efímera esposa Me disgustan los charlatanes y las cuando considero la felicidad que di a producia adoración, aquella beatitud por cada uno de mis adepos que se hallan; viven, como si di que los hijos del Doctor Valenzuela calar a versión a los chismosos y En aquella época dictaba yo, de bras. Ab! ciertos crepúsculos La manes, por cada una de mis féramos, Alor de agua en el inmenso no miren con malos ojos esta resulos embusteros, Detestoná las gentes rez en cuando, notas filosóficas un cara, pálida, se desvanecía armoniopala.
mar de las mentes escasas. Eutre rrección, al pie de la cual ponemos, que hablan gritos y tengo horrorá viejo copista que vivía en la rue de samente en la sombra, el sér delicado éstas y los pensadores hay tanta di como una ofrenda su memoria, es dos enfermedades: la elefancia y la Estrapade. Era un muy buen hom murmuraha sus ternezas como ver.
ferencia como entre el tipo de un mo tas líneas pálidas, que nada dicen locura.
bre, y había sido reducido llevar a sículos de un cántico.
lusco y un vertebrado. El doctor digno de sus talentos y de sus virtugénero de vida por una rara se. Mejor que todo. Mejor que Valenzuela era un filósofo, pero no al des, pero que manifiestan todo nuesLo que he sido y lo que seré rie de infortunios, los modo de algunos que creen serlo só tro cariño y todo nuestro respeto hamundo. Lo esHe sido muy amigo del decoro, del code contar a tots que tenía el fa mi vida y que la vida del universo Así pasó el lo porque han leído uno que otro cia él y su memoria.
tiempo. Llegó el día.
mamotreto, pero que ni comprender aseo y del order. Probablemente saba con cierto colorido original, ron un altar en el cuarto. Le pusiecuchaba yo con gusto, pues conver Después del matrimonio civil eleraMEMORIAS lo que es la vida, ni la han vivido en ocuparé algún día un puesto político mientras que charlaba, su hija, una ron el traje de novia. Se envolvió en toda su intensidad. Era escritor de elevado, y si Nego viejo seré escri tímida silueta rubia, copiaha docu su gracia y en su dicha, resplandeció tor, es decir, autor.
esos que atraen por el razonar seNacimiento mentos mercantiles. Dos o tres ve como un día de Maso al declinar vero y el decir ingenioso y elegante.
CAPITULO XII.
ces la encontré sola, y no dejé de no cuando una húmeda gloria se eleva Como polemista era irresistible. DisNací el 18 de Julio de 1828 en la Análisis tinguiose por el uso moderado del ciudad de Buga, capital de la anti, modo extraordinario. Como era bas cuando el himno de las flores se adoradjetivo, en su prosa de exquisito sa gua Provincia del Cauca. Me bau Con una buena educación hubiera tante bonita, sobre todo en su mira mece en la grande agonía de la páli.
bor. Cuando hablaba, no podía ha tizaron al día siguiente, en la iglesia podido ser un erudito y literato no da de tierna sumisión, tuve alguna da luz. Vivió reinte años en una hocer uno otra cosa que escucharle. parroquial, con los nombres de Teo table. Si hubiera seguido la carrera vaga inclinación por ella, la que ra. Cierro los ojos y la yuelvo Tan interesante así, tan agradable, doro, Ignacio, María.
militar, we habría corrido en el pri pronto deseché.
ver. Sus ojos lo han devorado todo, tan instructiva, era su conversación mer combate, pero me habría hecho Siempre le hablaba con dulzura, y tan bellos son que eclipsan la palidez CCPITULO II.
sobre las miserias de la política regematar en el segundo. Nadie me en tuvo que conocer que no dejaba de del rostro. Una sonrisa de santa exnerativa; pintoresco si se trataba de Educación gaña, pero yo mismo me engaño agradarme. Mi dulzura cayó en una tasiada vaga sobre sus labios. Sus sus viajes: y claro si se hablaba de Estuve los siete años en una es menudo. Clérigo, me habría esforza alma profunda, tan profunda, que manecitas se juntan; escucha la voz ciencias, de literatura, de historia, cuela privada de niñas y niños, don do por ser Obispo; negociante, habría me hubiera espantado al conocerla. del sacerdote, el grave lenguaje de la de arte.
de aprendi a leer; luego hasta los on amasado un fuerte capital antes de Entre tanto hice un corto viaje, me liturgia. Nuestros dedos se unen; su religión, tuna de tratarlo, lea esta página, pa hos de mi ciudad natal. Allí aprendi dente, y como he seguido la carrera después volví París terminar ál gran si. pone en él ra que se forme idea de aquella culti Já escribir y empecé cobrar aversión del foro, me he propuesto ser aboga gunas investigaciones. La mañana todas las solemnidades de sa sér.
vada inteligencia, de aquel corazón a los números. Permanecí en Bogotá do de reputación.
misma de mi Ilegada golpcan mi Después cae rendida, sus fuerzas. se sensible, de aquella alma espartana. en la pensión del señor Groot, puerta, y veo entrar mi pobre co acaban, pero qué deliciosa extenuaCAPITULO XII Ella es, como dijera Camilo Eche de fines de 1839 fines de 1841. Capista. Había enfraquecido, tenía los ción! cuán suave debilidad. Murverrí, una autofotografia moral. Allí si nada aprendí en ella, y me hicieron Crosnelas ojos enrojecidos por el llanto y con nura, sueña. Rápidamente descientraída la frente.
de sobre ella la sombra mortal. Va está el perfil del hábil diplomático, sufrir mucho los maestros (todos ig El orden del universo me prueba Señor, dijo, usted me escusará el entrar en el misterioso más allá; se del abogado profundo, del publicista, norantes y crueles con sus discípulos que existe un principio inteligente, venir así.
pero ha sido siempre ponen plomizas sus mejillas, se afla del amigo, del padre, del ciudadano. y los niños, mis compañeros, casi to superior.
Parece escrita por un héroe literario dos malignos para conmigo. De El culto, que es una distracción patan bueno. ini hija se. se muere su rostro. Pero no siente el paso de al modo de Renan. Aquella en que 1842 1844 mé colocaron en el Sera las almas apasionadas y un víncu cortesía que emoción. Es cierto. respondi, con más la muerte. Sigue amando, es feliz, se olvida en el divino sueño. Al les habla al oído a sus hijos tiene la minario conciliar, restablecido por lo moral y social, no tiene objeto po. Está en el bospital, señor. ven pio se apodera de miel espanto, pero misma intensidad y la misma ternu aquel tiempo por el Arzobispo Mos sitivo. En efecto. qué tiene que ver ra que la primera de la Vida de Jesús, quera.
la Causa criadora con el resultado que go suplicarle. decirle. me animo. me resigno esa agonía en la cual el autor ininortalizó sú Algo aprendí de lo que llamahan fi ella produjo? Mas, aunque la edad, con la mirada suplicante y de reped beza cuyos ojos crecen y crecen. Los Se detuvo, balbuciente, cortado, radiante, y sostengo la luminosa cahermana Enriqueta. En el libro hay losotia, principalmente ciencias inte la reflexión me han despreocupado te, abandonando el exordio: cabellos brillan sobre los blancos enotras de un mérito de esos que per lectuales. Los superiores me mira mucho, nunca be dejado de pensar duran, no del momentáneo que al ron siempre mal, por la inflexibilidad con placer en dos ideas: la inmortali te su próxima muerte he creído pojoso traje de seda la envuelve como. Mi hija lo ama usted. An cajes. El vestido de desposada; el lucanzan ciertos trabajadores intelec de mi carácter, que no se amoldaba dad, que deseo aunque no comprender.
en una nube magnífica la muerte.
tuales que se contentan con adquirir al vasallaje clerical de aquella Casa, do, y la vida futura personal. sin darnte tiempo para reponer Por la tarde dice balbucicnte: una reputación que los coloque por de la que conserço un odioso recuer La moral es eterna, superior las me de la impresión que me hizo esa. Me amas. Amas la pobre encima de los intelectos comunes. Ar do.
religiones y las leyes.
extraña declaración, principió una muchacha. Dios mío. Vivitículos de polémica, interesantes no De 1842 1846 cursé jurispruden Es bueno en moral todo lo que con extraordinaria, prolija conmoveda remos largo tiempo. Siento que sólo por el asunto sino por la mane cia en la Universidad del primer dis serve y desarrolle a los hombres y ra historia de amor, tánto, que oí el no puedo morir. Va no puedo ra como fueron escritos.
trito. Luego, previos tres años de las sociedades. Malo, todo lo que fin con lágrimas en los ojos.
morir una CAPITULO Mis aversiones CAPITULO XI.
quei CAAITULO princiAPOLLINARIS NACIONAL.
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