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LA PRENSA LIBRENorade, me consideraba muy di dia quedé como embobado, LECTURA PARA EL DOMINGO choso. Hacía que me contaran no osando moverme por no deslas novedades del país de allá a pertar de mi embeleso.
bajo, los bautizos, los matrimo Al obscurecer, cuando el fonnios; pero lo que me interesaba do de los valles comenzaba po.
TEMPESTAD cl huracán desperezó sus alas sobre todo, era saber como esta nerse azul y las ovejas se agrus convencido de su orgullo mismo ba la hija de mis amos, nuestra paban balando una contra otra señorita Estefanía, la más bonis para entrar en la choza, oí que le dijo al mar: En furias no me igualas; ta en diez leguas la redonda. me llamaban desde la cuesta, y y azotó las espaldas del abismo.
Sin manifestar que tenía dema ví aparecer nuestra señorita, Le dijo el ancho Cielo al mar profundo: Con agria y estruendosa gritería, siado interés en ello, me informa no ya risueña como hacía poco, Tú me quieres vencer, monstruo de cieno en inmensa cascada las gaviotas ba de si iba mucho a las fiestas, sino temblando de frío, de miedo, las veladas, si le salían nuevos de humedad. Parece que abajo, castigarte voy; y en un segundo se alzaron raudas de la mar bravía, galanes; y los que me pregun en la costa, había encontrado el se armó del rayo y se lo hundió en el seno y con sus alas, por la lluvia rotas, ten qué podían interesarme aque río Sorgue crecido, y que trataná aquel titán que tiembla sobre el mundo: emblanquecieron la región vacía.
llas cosas, mí, pobre pastor, do de pasar todo trance, estuRetorcióse en su cárcel de granito Rugido arriba, abajo tronamenta, respondere que yo tenía veinte vo punto de ahogarse. Lo teel fiero monstruo, y con violencia rara, negrura arriba, lobreguez abajo, años y que aquella Estefanía era rrible es que aquella hora de la lo más bello que yo había visto noche no había que pensar en encrespando sus olas, lanzó un grito rayo que hiere, tumbo que revienta: en mi vida.
volver la alquería, porque nuesy con su espuma le escupió la cara, Oh! qué horrible y qué hermosa es la tormenta Mas, un domingo que yo espe tra señorita no hubiera podido la inmensa cara al piélago infinito.
entre el Cielo y el mar: lo alto y lo bajo. raba los víveres de la quincena, encontrar el camino para atraveComprendiendo el inmenso cataclismo, JULIO FLOREZ sucedió que llegaron muy tarde. sarlo, yendo completamente soPor la mañana decía para mí la, y yo no podía abandonar el La falta es de la misa mayor. rebaño. Esta idea de pasar la Apreciaciones ha salido ilesa del riguroso exa tom, tom, llamando a los animales, después, eso de las doce, vino noche en la montaña la atormenmen que ha debido hacerle. Pien como ponerse de rodillas, quitarse el una gran tempestad, y yo supuse taba mucho, sobre todo causa so que de haber encontrado fal sombrero y rezar al compás de los que la mula no había podido po de la inquietud de los suyos. Yo nerse en marcha a causa del mal la calmé lo mejor que pude: Entre nosotros es cosa sabi tas gramaticales al libro, el Sr. golpes de pecho tres veces el Ave estado de los caminos. Al fin, En julio las noches son corda no sólo en el terreno social Gagini las habría manifestado Maria In atender horas ni lu eso de las tres, habiéndose despe tas, ama mía. Es cosa de ay en el político, sino también en con franqueza, ya que se trata de gares en el momento de alzar en el jado el ciclo, la montaña relu guardar un momento.
el campo literario, se elevan cier uno de sus raros discípulos en sacrificio de la misa.
ciente de agua y de sol, sentí en. encendi un gran fuego para tas curiosas divinidades mane quienes ha advertido verdadero la ermita sucia de forro en tre el goteo de las hojas y el des secar sus pies y su falda mojada ra de santos, de cuyos méritos talento. Sólo he de observar que donde se practicaban los sencillos bordamiento de los hinchados a por completo con el agua del responde, con la fuerza de su dic la corrección con que está escritoritos de una religión bastante rroyos, las campanillas de la mu Sorge. En seguida la llevé letado inapelable, tal cual círculo el libro, la ha podido apreciar mi sana, ha sucedido el suntuoso la, tan alegres tan simpáticas che y queso; pero la pobrecita no encumbrado y soberbio de dioses oído, más que el conocimiento de templo, soberbio bazar en donde día de Pascuas. Pero no era el comer, y al ver los lagrimones como un repique de campanas en pensaba ni en calentarse, ni en diminutos. Para la vulgaridad, las reglas que talvez yo no poseo, se cotiza precios convenciona mandadero, ni la vieja Norade que se asomaban sus ojos, me la devoción por esos muñecos es aunque esto parezca extraño y les una falsa salud cel espíritu quien la conducía. Era. adi dió ganas de llorar también.
punto menos que un dogma; pa. quizás incomprensible. La ausen El cuartucho aquel largo y bajo vinen quién? nuestra señorita, Sin embargo, la noche había ra los parásitos, vividores que cia completa de esa fraseología de techo como una caja de fós hijos míos! Nuestra señorita en cerrado por completo. En la necesitan de cierta sombra al am de relum hróu y de golpe, de esa foros, de suelo hecho rajas y cos persona, sentada entre las canas cresta de las montañas no que paro de la cual haya de formarse fraseología hueca y vana y por turones, de paredes viejas y con tas de mimbre, sonrosada y fres daba más que un polvillo de sol, culto por esas falsas eminencias pretenden disimular su escasez de Sido reemplazado por el edificio nas y del aire refrescante de la Poniente. Quise que nuestra sellega a ser una necesidad apre imaginación y veces su caren lujoso y cómodo, con el cual se tempestad.
ñorita entrase reposar en la miante que apaga los pálidos des cia de saber, es circunstancia muy ha comprado muchas veces la El muchacho estaba enfermo, choza. Extendí sobre la paja tellos del carácter hinca las con notable que dá El Moto un va dignidad de los pueblos. Ya don la tía Norade de vacaciones en fresca una hermosa piel nueva, le ciencias al peso de un fervor hi lor cuya excelencia sólo podrán Frutos, el antiguo maestro que fanía me dijo todo aquello apeán sentar fuera delante de la puerta.
casa de sus hijos. La bella Este di las buenas noches, y me fuí pócrita, para las perso apreciar en toda su extención, a parecía llevar en su frente an dose de su mula, y tumbién que Bien sabe Dios, que a pesar del Das sensatas, para los que no quellos que gusten del arte sen cha y de angulosas entradas: La llegaba tarde porque se había fuego amoroso me quemaba la desean glorias ficticias porque cilla y buenamente expresado. LETRA CON SANGRE DENTRA. desa perdido en el camino; pero al ver sangre, no ocurrióseme ningún cuentan con energias suficientes Los que se entusiasman con los pareció para siempre; su puesto la tan endomingada, con su cin mal pensamiento; nada más que para conquistar, al avance de su frutos extravagantes de ciertos lo ocupa un bachiller, muchas ta de flores, su elegante falda y un gran orgullo al pensar que en esfuerzo, méritos ciertos; para innovadores, tendrán necesaria veces literato y no siempre de sus encajes, tenía más bien tra un rincón de la choza, muy cerca los que son humildes sin ser ba mente que hallar en esta noveli costumbres ejemplares. zas de haberse retardado en al del curioso rebaño que la miraba jos, y modestos sin ser pobres de ta, el destello más ingénuo de la Quien reflexione como yo, todo gún baile que de haber buscado dormir, la hija de mis amos coespíritu, los tales ídolos no son vulgaridad.
esto, no se imaginará que iOh. Qué graciosa criatura! más blanca que todas las otrassu camino entre los matorrales, mo una oveja más preciosa y otra cosa que grotescas figuras El Moto. recuerdo queri Mis ojos no se cansaban de mi reposaba, confiada mi guardia.
causantes de risa y provocado La poesía, esa poesía pura y do de aquellos tiempos dichosos, rarla! Es verdad yo no la ha Jamás el cielo me había parecido ras de lástima. El triunfo de los fresca que parece acariciar nues es también una especie de após bía visto jamás tan de cerca. Altan profundo, las estrellas tan talentos humildes cuando llega tras frentes como ligera brisa; esa trofe sangriento lanzado contra gunas veces en invierno, cuando brillantes. efectuarse es enérgico chispa poesía virginal y sencilla que no la corrupción de la época? los rebaños bajaban al llano y al De repente la portezuela de la zo de blasfemia, horrible sacrile tiene sus dominios en donde el El Moto es para mí una do caer el sol me retiraba la al choza se abrió y apareció la bella gio que conmueve de manera hon vicio ha establecido su imperio, ble protesta; contra la presun quería para cenar, ella atravesa Estefanía. No podía dormir.
da las entrañas del círculo que ni tiene relación alguna con la ción necia, y contra la corrupción ba rápidamente la sala, sin ha Las bestias hacian crugir la paja expide por su cuenta y riesgo las vagancia alcoholizada ni con la que daña y mata.
blar apenas los criados, siem al moverse, balaban en sus sueejecutorias del talento: ipobres sensibilidad puesta de rodillas pre engalanada y algo altiva. nos. Prefería estar cerca del fueY ahora la veía alli, delante de go. Viendo aquello, le puse mi mendrugos arrojados a la men ante una cortesana ni ante un dicidad intelectual!
déspota, resplandece en esas pá ¡Oh viejos venerables, columnas mí, por mi causa. no era para piel de cabrito sobre los homperder la cabeza. poderosas inconmovibles Por eso cuando por sus méri ginas que he leído con cariño y bros, activé la llama, y permaneque Cuando hubo sacado las pro cimos sentados juntos sin hatos descuella alguna de esas in que conservaré para leerlas de sostuvieron una sociedad fuerte teligencios ignoradas que brota nuevo cien veces, siempre que an por lo honrada, pura hidalga! visiones de la canasta, Estefanía blar. Si habéis pasado alguna lozana y espontánea de entre el hele sentir la influencia de aquella Así como vuestra materia vivirá se puso mirar con curiosidad vez la noche la luna, sabréis su alrededor. Levantando un po que a la hora en que nos dormigrupo de jóvenes por la aristo hombría de bien, ya tan lejana, de por siempre en el complicado or co su bella falda del domingo que mos, un mundo misterioso surge cracia literaria no consagrado, nuestros abuelos y saborear des ganismo de la naturaleza, vues hubiera podido ensuciarse, entró en la soledad y el silencio. Encumple los que bregamos en escripciones tan hermosas y adotra alma, es decir, vuestro re en la choza; quiso ver el rincón tonces las fuentes cantan más te campo de las letras, como rables como las que contiene El cuerdo, no se ha extinguido aún; donde yo me acostaba, el jergón claro, los estanques encienden modestos ensayadores, armados Moto.
ahora ha sido cariñosamente rede paja con la piel de carnero, mi llamitas. Todos los espíritus de únicamente del empeño inque En presencia del magnífico cua cogida por un joven de diez y grande capa colgada en la pared, la montaña van y vienen librebrantable y del entusiasmo sen dro de La Luminaria, no he po nueve años, quien la ha estampa mi cayado, mi fusil de piedra. mente; y hay en el aire rozamientos, ruidos imperceptibles, como tido, aplaudir regocijados las dido menos que experimentar a do con orgullo en la bandera que Tcdo aquello la divertía.
excelencias de la obra en que esa quel contento franco, virtuoso Con que es aquí donde vi si sintiéramos crecer las ramas, eleva ante la muchedumbre de ves, mi pobre pastor. Cómo nacer la yerba. El día es la vida inteligencia ha podido revelarse. ingénuo que nuestros progenito estos días!
BILLO debes aburrirte aquí, siempre so de los seres; pero la noche es la El elogio en estos casos no puede res sintieron al ver elevarse por lo. Qué haces. En qué pien vida de las cosas. Cuando no se resultar injusto y sí puede servir los aires aquel montón de hojas Marzo 1900.
sas. está acostumbrado ello se siende estímulo la persona que lo secas ardiendo, amarrado a la Yo tenía deseos de contestar te miedo. Así nuestra señorita ha merecido, al mismo tiempo punta de un palo, símbolo quizás Las estrellas En usted, ama mía. y no hu estaba temblorosa y se me acerque entraña la protesta más se del carácter de entonces, siempre biera mentido, pero mi turbación caba al menor ruido. Una vez, vera y elocuente, lanzada la ardoroso y siempre erguido, proera tan grande que no encontra un grito prolongado, melancólifaz de los que consideran el méri vocando la admiración del raqui.
Relación de un pastor provenzal. ba palabras. Yo creo que se aco, partió del estanque que relupercibió de ello, y que la pícara cia más bajo y subió hacia nosto como privilegio exclusivo de tismo de ahora; y el orgullo que En tiempo que yo cuidaba el se complacía en aumentaria con otros ondulando. En el mismo círculos determinados.
siento no tiene limites al consi ganado sobre el Luberon, perma sus maliciosas preguntas. acto una hermosa estrella e.
Todas estas consideraciones me derar que entre mis antepasados necía semanas enteras sin ver al. tu novia, pastor. no su rrante se deslizó por encima de ha sugerido la lectura de El Motalvez existió el tipo de aquel ma viviente, solo entre los pas be vette algunas veces. Debe nuestras cabezas en la misma dito. el primer libro que Joaquín vetusto lugareño, vestido con una tos con nii perro Labri y mis o ser seguramente la cabra dorada rección, como si aquel lamento García Monje acaba de publicar, camisa blanca en otros días y ahora vejas. De vez en cuando el ermi. aquella encantadora Esterelle que acabábamos de oir llevase. consecuente con ellas, me he tirando semejar de zaraza por las taño del Monte del Ure pasaba que siempre anda por la cima de una luz con él.
decidido escribir algo sobre esa manchas, y con los pies metidos en por allí buscando hierbas, bien las montañas. Qué es eso. me preguntó Ella misma, al hablarme así, Estefania en voz baja.
preciosa novelita que honra en zapatones de capellada abierta. apercibía el negro rostro de algún carbonero del Piamonte; pe parecía la encantadora Esterelle. Una alma que entra en el pami sentir las letras nacionales. Hombre aquél para quien la exigen: ro eran gentes sencillas, silencio con su linda sonrisa, su cabeza raíso, ama; hice la señal de la cia y el orden marchaban aunados! sas fuerza de vivir en la sole echada hacia atrás y su apuro cruz, Férrea mano que sujetaba muchas dad, que habían perdido el gusto por marcharse, que hacía de su Ella se persignó también, y La parte gramatical de la obra, services. Varón virtuoso que lo mis. de hablar y que no sabían nada visita una aparición.
quedó un momento con la cabeza es cosa que no discuto ni siquiera mo se iba caballero sobre una mula de lo que se decía allí abajo en Adios, pastor.
levantada, muy recogida. Desanalizo, no sólo porque la tarea de esta finca la otra como ocupaba los pueblos y ciudades. Así que. Salud, ama mía.
pués me dijo: es seria y dificil impropia de el puesto de Alcalde Cuartelero cada quince días, cuando yo oia se marchó, llevando sus ca. Es verdad, amigo, que vosquien, como yo, no ha pretendi cuando se ofrecía. Igual cosa era pa, tro cortijo que me trae las prolas campanillas del mulo de nues nastas vacías.
otros los pastores, sois brujos. Cuando desapareció en el pendo nunca gozar fama de entendi ra él irse con un par de alforjas al visiones de la quincena, por el ca diente sendero, me parecía que Pero aquí vivimos más cerca de Absolutamente no, señorita.
do, sino también porque ha sido pico de la albarda y otro en la grupa mino que sube, y veía aparecer las piedras, rodando bajo los las estrellas, y sabemos lo que juzgada ya por un maestro, el de su cabalgadura, llegar a los sitios poco a poco por encima de la cascos de la mula me caían una allí pasa, mejor que las gentes de señor Gagini, quien en esa mate con sus manos agrietadas esparcir costa, la cabeza despierta del una sobre el corazón. Las oí la llanura.
ria tiene autoridad reconocida, y en las piedras la sal y gritar tom, mozo, la cofia roja de la tía largo tiempo, y hasta el fin del Ella miraba siempre lo alto CONTRATOS POR MADERA Del Aserradero de José María Bonilla pueden hacerse con el suscrito, en el Almacen de los señores Quelquejeu C, frente al Palacio Nacional. Las maderas se entregarán, como siempre ha ella Repósito situadgerá nespaldasdele Edificio Metálicooosta Rica: Son José Marzo de 1900
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