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GOTAS DE HIEL LA PRENSA LIBRELO JUEVES DE LA PRENSA LIBRE ieirte si fué no jue COSTUMBRES.
lucío el recebimento.
Como gente, no faltó, La parranda comenzó tempra.
pero se marchó almorzar nito, eso de las ocho y mert aburría de isperar, de la noche. Hacía tanto tie porque el tren se ritrasó y, cuando acerto binir, po de no estirarse uno, que Mis horas de sufrir son infinitas, NTRE las sombras vegetando vivo en las heras ya no había deseo de hacerlo había crecid, Sin que una luz ante mis ojos radie, Horas que el alma de ponzoña llenan, mas que la chiquillería medida que se aproximabad indiferente mi existir maldigo, Horas de mi expiación, horas malditas, Que en el reloj de los infiernos suenan.
que se embutió de aplaudir.
día señalado para el baile. Ade Sin creer en nada, sin amar a nadie.
Gracias que mandó el cura más, después de haber pasado Para mí la esperanza está perdida; illusiones. Amor! fue necesario repicar las campanas la Semana Santa, tan santamen.
Nao me importa mi futura suerte, Que os marchaseis al fin, pero no os siento; rá que la mar de ventanas te como la Iglesia lo manda, es tiene objeto para mí la vida. Lentejuelas pegadas al sudario. tinían su colgaura.
natural sentirse atraído por Que al corazón se anticipó la muerte.
Pedazos de oropel que barre el viento!
Musotros tamien colguemos; compás de la música y querer madre, que el genio la yeva, echar una cana al aire. nadie importa mi dolor eterno, Ya sin amor, y con la fe extinguida, agarró la corcha nueba vago triste, descreído, aislado, Me burlo de las iras de mi suerte; La reunión no era escasa ti del día que mus caseros Como vaga en los antros del infierno abundante. De una circunstan.
Qué carnaval tan necio el de la vida!
y la plantó en el balcón El Tay! desgarrador del condenado.
cia si me acuerdo: había más ma Qué consuelo tan dulce el de la muerte. con las flores de la sala, y yo me puse de gala chos que hembras. No hay caso, ANTONIO PLAZA.
pá tú sólo el corasán.
lo malo siempre abunda. s.
Pero ni ubió rebullicio, go el cuento: Las mejores mo.
ni dió el cocejo dos riales chachas del pueblo porque esto COMPRAN BIZCOCHO. con toda la fuerza de mis pul. esos vendedores callejeros no tiepa poder arcos tranfales no ocurrió en ninguna ciudadmones: ne perdón de Dios.
y acer juegos de artefisio. EL LUGAREÑO.
con sus trajes acabaditos de i7 Compran bizcocho caliente! Hoy que soy hombre y que re Juanico le jué esperar trenar en los días grandes, ha Entre los recuerdos de mi niñez Si no me lo compra, no me 10 cuerdo mis episodios de niño, y montao en eso. no sé, cían ostentación de sus prendas hay uno que será imperecedero; tiente. añadía algunas veces y las impresiones tristes y aleque se le dá con el pie como rueda de amolar personales, según y cómo cada que no borrarán de mi mente ni me hacía mí tanta gracia el gres de la época de mi vida en y corre que se las pela; una se estimaba.
las luchas, ni los placeres, ni los dicho ese, que yo solito me reía que vendía bizcocho, me enor otra! como que enllego Laura, hermosísima rubia, flor sufrimientos, ni ningún poder hu de la ocurrencia.
gullezco de haber recorrido esas mucho ante quél y trayó, de las más guapas del lugar y mano. Un recuerdo de esos que Ese recuerdo va acompañado calles buscando compradores pa según icen, una esquela, causa de los pleitos y desvelos de escrita en mu buenos modos en cierto modo enorgullecen y de otro que es un episodio de mi ra las rosquillas y empanadas los pollos, se presentó elegante llenan el espíritu de satisfacción, vida de vendedor callejero.
y por el propio sargento que mi madre hacía y que tan mente ataviada y con ese aire de iciendo al Eyuntamiento con la que realmente se goza.
quien lleva la seguridad de hacer Un día estaba mala la venta, sabrosas eran; y cuando oigo que mus saluase a todos.
raya. Noté enseguida el desdén Me refiero a la época en que fui apenas encontraba quien me aquel mi grito de combate de Los mozos tras de antiyer con que esta damita atendía yo uno de tantos vendedores ca comprase un cinco de mi artícu Compran bizcocho! que algule an dado una serenata llejeros. esa etapa de mi vida lo, y es claro que yo no gritaba no de mis sucesores lanza, vienen y no quedó ni una rata los que se empeñaban en corteque no la bajase ver; jarla y comprendí dos cosas: que en la que con un canastillo de ya con el mismo valor, mi grito a mi mente la casa en que viviadando vivas raviar había uno para ella y que ese uno bizcocho, recorría las calles de la de combate no tenía la misma e mos, el horno donde se asaba el y partiéndose aplaudir, no estaba en la reunión.
ciudad en busca de compradores. nergia, la misma fuerza que en bizcocho, los montones de maza, chiquío, tubo que salir Empieza el baile. o que dijo Recuerdo que mi madre, siem los días de felicidad, como si di el queso molido, las rosquillas y al bentano y saluar; uno con voz de autoridad. Cada pre dedicada al trabajo y ga jéramos, y casi llorando ofrecí empanadas blancas como la lemientras que yo en un rincón cual acudió tomar su pareja y de rabia me consumía nar el rial con el sudor de su fren vender uno que estaba en la che, antes de asarse, doraditas formaron con ella en la fila de y y madre me detenía, te para ayudar en la lucha por puerta de su casa.
amarillas, después de asadas, los bailarines.
pus me empentó la intinción Yo perdí la primera pieza, pues la existeneia mi padre, elabo. Quién hace el bizcocho. me mi canastillo, el mantel blanco aprovechando un momento raba esas rosquillas y empana dijo.
con que envolvía mi artículo y.
de icir grito pelao: me quedé sin pareja, por obser.
das que denominamos bizcocho y var si Laura bailaba y con quién. Mi madre le respondi cóm la que me robó el cinco de bizco viva el cabo que quedao tan bién más que el sargento! lo hacía. Pura curiosidad! So.
que son tan sabrosas.
preme, es muy aseado y muy sa cho. Infame!
lamente me interesaba por cono.
El dia dedicado moler y asar broso.
LAGIRDAM.
Gümno; pus pa que tú veas cer las pretensiones de esa desde el bizcocho era de esos en que u. Bueno, cómo lo dás. Abril 900.
lo que son. te creerás nosa Diva. y tienen Uds. que na familia pobre no se da punto. cinco por cinco. Vermaño, que no cave más la tal Diva salió bailar con de reposo. Mi madre molia, dad que para ser tan bueno es Carta del pueblo entusiasmo? No lo creas.
el primer pegoste que solicitó su Yo se de dos y de tres mientras yo iba muy lejos muy barato. Cerido del arma mía: brazo.
que por dilante le alaban, traer las hojas de plátano y al. Dame un cinco.
Ya concluyó la primera pieza.
te escribo por el barbero y por enditrás le claban gunas veces leña; mis hermaniY mientras yo contaba las ros pa que beas que te quiero iciendo ques no es Dí gracias a Dios porque cesó mi tas, muy chiquitas entonces, noquillas, la señora de la casa, que y pienso en ti todo el día.
que si tal y que si cual; aburrimiento. Pues señor, no hacían otra cosa que fregar la se había acercado, metía la maSabrás de como er papel que pa mí que no hizo mal había de aburrirme, si había te.
paciencia y pedir quecho molido. no en mi canasto y manoseaba y que mandan al señor cura en ponerse de camino, nido que permanecer haciéndole ritrataba tu fegura e pus, por lo visto, presumo, la corte un taburete viejo mien.
Traída la leña se procedía en escogía los bizcochos. Vendi el con la gorria de cuartel.
que si se escuidia en venir cender el horno y suazar las cinco, me fuí, después de mucho tras los demás gozaban de lo No paíces el mesmo ombre; y la ger te da en icir, lindo!
hojas. Yo estaba encargado de andar volví con un resto de venmia tu si estarás cambiao esto iba a ser la del humo.
Francamente, deseaba bailar las funciones de atizador del hor ta casa, muy triste; ese día me que en er pueblo te an sacao Chiquío, mí no me la dan esa noche. La que sigue no la no a fin de que se calentase lo sentí mucho más chiquito de lo porque ponía tu nonvre.
manque de letras no intiendo, ricontra. que ya comprendo pierdo, me dije para mí, y dirigién.
suficiente y no fuese pasmarse que realmente era, y cuando renle pintaron tan flecucho, chiquio, que me eheché yorar, por onde las aguas ban.
dome uno de mis amigos, veci.
cl bizcocho; debo confesar, en e di las cuentas mi madre, o resul pus me puse cabilar Ni el pueblo está entusiasmáo, no del lugar, le pregunté si allí se logio mío, que llenaba las funcio tó que me faltaba un cinco. Ma que estando en Cabite mucho maño, todo esto sé yo acostumbraba citar las señones de mi cargo como lo haría el mita creyó que lo había gastado, te ivas morir de ambre quien sío el que lo armáo. ras con anticipación para bailar asta que me an conbencio mejor de los horneros, pues nun pero yo tenía conciencia de no Pa mí que es cosa del cura con ellas. Hay tantas opiniones de que an sacao al oio que no cave en el pillejo, acerca de este punto, que lo me.
ca aconteció que se nos pasmase haber tocado un medio de la ventu cara por el elambre; miá túl como que el Concejo jor es enterarse antes de las mala hornada.
ta; y hoy que han trascurrido asina debe de ser, ni puso una colgaura.
neras de bailar de cada pueblo; Hechas ya las rosquillas y em muchos años, todavía me atrevo porque Camilo el sargento Pero ubió misa de a tres porque sin ir muy lejos, una vez panadas con su aliño correspon jurar que en la casa donde me le an sacao tan isperpento y sermón y rogatiba, la falta de esas precauciones me diente, se echaba la primera hor metió la mano en el canasto la que asustao su mujer; y al sargento mucho viba costó la dislocada de un brazo, nada y esperábamos que es señora, en esa casa, me robaron pus, como llá saves tú, y tí denguno: ya bes!
por sólo haber cometido la imantes dir Mariñaque, tuviera asada. Después mi ma el cinco de bizcocho. Ah. intaandava mejor de empaque, Ma alegro que venjas ya prudencia de citar anticipadas dre sacaba el bizcocho del horno, mes, si mi madre hubiera sido el maño, que de salú.
pa ver lo que acen contigo, mente la novia de un hombre time lo ponía en un canastillo con de otro carácter del que es, que Chiquio, sus habis portao manque en de luego te digo gre, el cual, cuando fue sacar un mantel servilleta en el fondo tunda me llevo por culpa de e y er pueblo está mu contento, que contigo no acen na.
la tal novia y se enteró de que y me iba a la calle.
llos. Miserables hay que no sienpero, aunque tú y el sargento yo la tenía citada, se acercó Ni ripica la campana, lo mesmo avís trebajao, ni Dios se toma el trabajo Ya en el arroyo, empezaba mi ten escrúpulo en robar un venmí, me cogió de un brazo y para de poner un mal pingajo cantinela de: y pa mi que en el papel sólo hacerme saber que allí no se dedor de esos que recorren to que mandan al señor cura, colgando de la ventana, acostumbraba citar, con todo ii Compran bizcocho caliente. da la ciudad para vender un pe páice así que se mormura ni te bienen a cantar disimulo me dió tal tirón que ca¡Compran bizcocho! Ese era so de cualquier mercancía, esos como qui as echo más quel, los mozos, ni dan un grito, si se lleva mi brazo. Resumen:e el grito de ataque que me llevaba engañadores de los niños, esos asta la fecha es lo cierto ni por tí monta Juanito sa noche quedé inutilizado para la victoria de volver a casa con canallas toda sía siento la inque sólo el sargento priva, la máquina de alfilar.
bailar.
y tú, ni te dan un viba No yores ni te sasperes, el canasto vacío. Que grande dignación que me causó el acto El amigo que me he referido, como si tuvieras muerto si tu pueblo te abandona, me sentía cuando de regreso de que fuí víctima debiera impo Es lo qui les digo yo: déjalo estar, mi presona me aseguró que podía citar, ami casa coutaba mi madre tonérseles el castigo más enérgico ¿no bienes tú en el papel. te esperará que más quieres. gregando que si queria bailar Adios, maño de mi vía, dos los episodios de la venta, le que las leyes humanas hayan re pus. por qué tanto con el con la hermosa del pueblo. amientras que contigo no?
que Dios te conserve bien entregaba la plata y le pedía gistrado. Engañar un niño!
ludiendo Laura, que aprove.
Icen que el mérito está y El mesmo dirija el tren más, por estar el artículo escasu á un niño pobrecito que se dechara la ocasión de que él no haen el que tóo lo pripara, pa que vengas de seguía.
bía llegado. pesar de la expe en plaza y ser harto demanda dica vender para poner su pei ridiós! y el que da la cara Madre un abrazo mu fuerte riencia, hija de los años y de los do! Yo casi me veía crecer cuan quenísimo óbolo en la manteny mil besos de tu maña y le matan, no ace ná?
do vendía un par de pesos en dos ción de una familia paupérrima, que, ende que juiste campaña golpes sufridos en los bailes, coestá rabiando por verte.
mo en esos momentos los músió tres horas de dar vueltas por ese acto no tiene nombre; el que Sabrás de como el sargento Copio, cos afinaban el acordeón y la las calles de la ciudad gritando tai hace, el que le roba uno de llegó al lugar, y no sé El Sastre del CAMPILLO. guitarra y anunciaban una maCONTRATOS POR MADERA Del Aserradero de José María Bonilla pueden hacerse con el suscrito, en el Almacen de los señores Quelqueja 09, frente al Palacio Nacional. Las maderas se entregaráo, como siempre, en el Depósito situado espaldas del Edificio Metálicu.
San José, Marzo de este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.
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