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LA PRENSA LIBRELos Jueves de La Prensa Libre lla señora hasta el punto de ser con la tela, diciendo que aquella do apoderarse al momento de avir la sopa en una taza. persona no quería dar por el quellas pinturas burladoras que. De qué es la sopa. le pre lienzo más que 800 libras. según él, eran un engaño.
LA ULTIMA PAGINA DEL QUIJOTE guntó el marido.
Indignado de ver regateada su Ah. las pinturas estaban eje. De arroz, contesto ella. obra, el pintor la hizo pedazos y cutadas sobre el muro. Hubiera Bueno, replicó él. Procura la pisoteó. Un Rubens por 800 querido demoler la casa; pero el III reunir unos cuantos granos para libras. exclamó. Es una ver remedio hubiera sido peor que el Hoy, como ayer, en la tierra El doctrinario ambicioso este mi amigo, güenza!
mal.
Qué vemos? Traga virotes Que va quimeras sembrando, á fuerza de rebuscar, me to. El posadero, incapaz de com La mesa le indignaba más toQue, echándola de Quijotes, Corre, en sus sueños de mando, caron catorce.
prender que se rehusasen así bue. davía, tanto, que al punto la hiViven con el juicio en guerra. Tras la dama del Toboso.
No hablemos del cocido: unos nos escudos, y desvanecida súbi zo trasladar al granero.
Es ello verdad que aterra; Gloria! Miraje engañoso.
veinte garbanzos, una ligera sostamente la esperanza de cobrar La aventura circuló por la ciuPero en el social fermento, Fortuna! Mar sin bonanza.
pecha de tocino y algo así como en el momento, gracias a la loeu dad, y sin duda alguna, los co¿Qué es el hombre, ese portento Tras una u otra se lanza; carne, aunque nosotros no lo a ra de su hueped, echaba chispas, merciantes, hosteleros y mercaQue los demás avasalla? Que al cabo, en la tierra impía, segurariamos. Rechazar 800 libras por un deres compadecieron al pobre peUn loco siempre en batalla Cada loco há su manía, Después la señora misma nos trapo emborronado! Eso es u. tate así chasqueado.
Con los molinos de viento. Como dijo Sancho Panza. sirvió el principio: sesos en salsa. na locura. ordenó a su hues. En poco tiempo, el famoso II que debían ser de mosquito, ped que en el momento optase cuarto adquirió cierta celebriIV juzgar por el tamaño.
por pagar marcharse de la ca dad. Algunos viajeros tuvieron ¿Qué es su ciencia. Negaciones. Mientras más, señor Miguel, Aún no habíamos acabado de sa. Este sacudió tristemente sus honor el ocupar este alojamienY sus hazañas? Locuras. Corren del tiempo los años, comer, y ya estaba la señora de bolsillos.
to doblemente ilustrado por las Ciego que camina oscuras, Trayéndole desengaños López recogiendo las migas ciel Exasperado el posadero, iba a pinturas.
Juguete de sus pasiones, Amargos como la biel; mantel con un cepillo de los dien ponerle ya en la calle, cuando El hostelero no comprendía na Acariciando ilusiones, Mientras más el oropel tes.
Rubens le declaró bajo su pala da de estas manías, repetía a No sabe lo que desea, De la vida le fascina. Tiene usted pollos? le pre bra que sería pagado íntegra cuantos llegaban la burla de que en la revuelta pelea Vuestra pluma peregrina guntamos.
mente en el término de ocho días, fue objeto.
De angustias y de esperanzas, Más le Hama la razón. No, señor; pero guardo siem Dicho esto, y sin esperar la resCierto día, un inglés entusiasVa siempre rompiendo lanzas aunque es perdido el sermón pre estas miguitas porque a mi puesta del intratable posadero ta admirador del pintor eminente, En pro de una Dulcinea. Quién no aplaude la doctrina? marido le gusta tomar algo en subió a su habitación y se en preguntó al hostelero si quería tre horas.
cerró.
RICARDO PALMA.
cederle aquellas pinturas cam Si; ya veo que tiene buen Durante los ocho días fijados bio de buenos escudos.
diente.
por el, Rubens salió poco. Ape. Mucho tiempo hace dijo el Mujeres económicas despacho de tu padre, y no debes. Su única pasión es la mesa. nas se le veía bajar una vez al hombre que si estos borrones tener ganas.
Las hay que con cuatro trapi Los niños ¡claro! no engor. Pues echadas en agua, con un guardaba cuidadosamente la lla muro, los hubiese arrinconado en. Ve usted este puñado de migas día. Siempre que se marchaba no estuvieran hechos sobre el tos visten su familia y da gus dan ni crecen y andan siempre poquito de sal, se las come él en ve de su cuarto.
el granero.
to verla.
por cocina para ver si pescan cinco minutos.
Al expirar el plazo cuyo fin se Además de esto, añadió, tengo. Desengañese usted; todo con alguna piltrafa.
Cuando saliamos de casa de había comprometido por su ho en el desván una mesa del mismo siste en la disposición de las per. Señora! grita lo mejor la López tropezamos en la calle con nor a pagar, bajó con una peque. genero; si os conviene, tomadla.
sonas y en la buena voluntad. cocinera; Venturita se ha comi un amigo, y en poco estuvo que na inaleta en la mano, y llaman.
El inglés, enterado de la humoEsto nos decía una señora, do el corcho de la botella del a no le claváramos el dieute.
do al hostelero, le dijo: rada del artista, dijo al patron ponderando las condiciones de ceite. Qué te pasa. nos preguntó.
cierta amiga suya, casada con. Ven acá, dice la madre. Go Vienes pálido. He cumplido mi promesa: en que la llevaría en el acto y que en cima de la mesa de mi cuarto en pago le entregaría tantas moneun procurador retirado. loso. Nunca te ves harto! Te Sí, vengo de comer de casa de contraréis todo el oro que os dedas de oro francés como había en Pasado algún tiempo, tuvimos voy matar!
López.
la mesa.
bo. Buenas tardes.
el gusto de conocer al ex procu. Esta señora es de las que tie Oh, qué suerte ha tenido ese tendiéndole la mano, el gran Como puede suponerse, el hosrador, que era un infeliz y lleva nen muchísima disposición para tunante! Ha encontrado una artista salió de la posada tan telero aceptó el trato y se embolba una levita que parecía la fun todo, según ella misma dice, y no mujer buena, honrada, económi hospitalaria, como un gran sesó los escudos tan liberalmente da de un violoncello.
gasta nada en modista, ni en ca.
ñor que acababa de cumplir un ofrecidos. Así la mesa de los es Jesús. dijimos en voz baja a sastre, ni en sombrerero. Sí, tan económica, que no acto de desprendimiento.
cudos salió de su granero. Sosnuestra amiga. Cómo han ves. Con un pantalón viejo de su me puedo tener en pie. Ay. Buenos tardes dijo el aludi pechó al fin el hombre que Rutido ese hombre. marido, le ha hecho al niño ma. Qué tienes. Algún vahi do echando mano al sombrero, y bens había cumplido su palabra Pues ahí donde usted lo ve, yor una blusa y una gorra, y el do?
subió de cuatro en cuatro los es. pagando con largueza la hospinos contesto, todo lo que lleva pobrecillo va por ahí que parece. No, no es vahido; es la econo calones que conducían la habi talidad que le había concedido. encima es obra de su esposa. un cosaco. Al pequeño se le mía de la señora de López. tación que acababa de abandoC. DIGUET.
Qué manos tiene aquella mu ha quedado estrecha la bata, y LUIS TABOADA nar Rubens no se puede mover ni sentarse.
La puerta estaba abierta. Así, NOTAS Nosotros admiramos la fuerza Ayer dijo el marido de esta seantes de entrar, percibió las piede voluntad de esas señoras que nora, como hay machas: LA MESA DE LOS ESCUDOS zas de oro y plata mezcladas so El distinguido artista guatese proponen sacar de un tapete Pero, mujer, ten compasión bre la meza.
malteco, don Justo de la Cruz, usado unos pantalones para su de Manolito! El pobre está en Corrian los primeros años del Cuádruples y dobles luises, es sucumbió al fin víctima de la fieesposo, y los sacan.
prensa.
siglo XVII.
cudos y medios escudos brillan bre amarilla que contrajo a su Más de una vez nos hemos in. Porque es muy glotón, y enclinado reverentemente ante una gorda fuerza de comida; por lo mago del colorido y los efectos que suficiente.
Pedro Pablo Rubens, el gran tes y tentadores en cantidad más paso por Puntarenas.
Como es bien sabido de todos, madre de familia que ha vestido demás, la bata le viene justa; pe grandiosos, no llenaba aún el Los ojos del hostelero brillaron vino dicho señor entre el número dos hijos suyos con los resi ro por la mañana se mete en la mundo con su nombre: habitaba de codicia, y sonriendo penetró de los profesores de música conduos de una colcha, y aún le ha cocina, y todo lo que encuentra en París en una modesta posada en la habitación para coger todo tratados en Guatemala para insobrado tela para formar una al se lo traga. Ayer mismo le sor situada no lejos del palacio de su ese dinero del que ya había de. tegrar la orquesta de la Compamohadilla.
prendí comiendo las mondas de protectora María de Médicis. sesperado.
ñía de Opera que actúa en el TeaPero Dios mío. Cómo sa las patatas.
Lo mismo en ocasiones en que. Decepción! Apenas puso la tro Nacional, y desde su llegada lían a la calle aquellas criaturas. Con decir que son muy econó rico, vivia lo gran señor, que mano sobre la mesa, retrocedió esta capital le prineipiaron los Bueno que la mujer mire por su micas y muy mujeres de su casa, en otras en que no poseía un cén desconcertado. El tablero de la síntomas de la terrible enferme.
casa y economice todo cuanto yalereen disculpar sus defectos timo, siempre pagaba mal su mesa estaba pintado. Todas las dad; y no obstante su delicada pueda, y haga de un duro dos, algunas señoras.
posadero.
monedas de oro y plata, tan se situación, emprendió tenaz lucha como suele decirse; pero que en No hace mucho que nos decía Este, insensible al honor de al ductoras, erau obra del pincel del para cumplir con su deber y así su afán de buscar economias vis una de éstas: bergar al primer piutor de la maestro.
lo vimos en la orquesta en las ta los chiquillos como si fueran. Mi esposo es bueno como el poca, y profesando por las artes Transportado de cólera nues primeras funciones; pero al fin monas, eso nos parece ridiculo y pan, pero despilfarrador como el ese desdén supremo que caracte tro hombre, reconoció los arma abandonó el campo cuando ya ceasurable.
solo Gracias mi, no estamos riza a todo buen comerciante, a rios; las ropas que el artista no la voluntad no pudo contra el La mujer económica es una pidiendo limosna. En fin, bas premiaba de vez en cuando a su se había llevado, vendidas, po agotamiento de sus energías.
ganga, mientras no exajera su te decir usted que quiere mu inquilino.
dían resarcirle de una parte de la Por naturales precauciones toafición.
darse la elástica cada quince Un dia, encontrándose de mal deuda.
madas con vista del azote que de Hemos conocido una señora días! Asi no hay ropa que baste. humor, le amenazó con plantarie Los guardarropas se hallaban esa epidemia acaba de sufrir la que recibía todas las tardes a su al decir esto, deja ver los pu en la calle como al más vulgar de felizmente bien provistos; justi ciudad de Alajuela, aislaron al esposo, cuando regresaba de la ños de la chambra que llevaba los truhanes, si no pagaba en el llos de terciopelo y satén de va señor de la Cruz en el edificio naoficina, con estas palabras: puesta, y que en vez de percal pa acto.
rios colores, capas nuevas, som cional conocido con el nombre de. Jacobo, quítate los calzon recía de hierro colado.
Aquella mañana Rubens había breros con plumas, bótas, espa Industria Algodonera y allí cillos.
Todo extremo es odioso, y a estado en el Louvre, pero no po das, nada faltaba. Se disponía fue objeto de esmerada asisten Pero, mujer.
bominamos de esas mujeres que seía un maravedí. descolgar un hermoso justillo cia por parte de los Doctores En casa no los necesitas, y derriten el dinero entre las ma. Qué hacer? El posadero no color cereza, cuando notó que to Bonnefil y Toledo, quienes no o.
puedes estropearlos. Ponte mien nos y dejan sin blanca los espo estaba dispuesto a escuchar do aquel guardarropa, tan rico, mitieron esfuerzo para salvarlo, tras esta enagua mía, que ya es sos; pero. mire usted que las razones que su inquiliuo podía más de lo que él suponía, estaba pero todo fue en vano dada la ta vieja.
que salen agarradas. darle. Necesitaba dinero, y pron también pintado.
clase de la entermedad y el avanHay mujeres que cuentan los En cierta ocasión fuimos invi to.
Lo ilusión era completa. Bon ce que ésta había tomado al pringarbanzos antes de echarlos al tados comer en casa de nuestro El artista, replegándose en las dad divina. ese embadurnador, cipiarse la curación.
puchero y los reparten entre los amigo López, esposo de Ifigenia, últimas trincheras, descolgó un ese hambriento se la había pega Digno de especial encomio es niños, dieiéndoles: natural de Ribadeo.
lienzo de la pared, escribió cua do!
también el interés que el Sr. Mi. Toma tú, nueve, porque eres Va usted comer muy mal, tro letras una persona conoci. en tanto el gran Rubens, nistro de Policía manifestó por mayor; tú toma cinco, porque nos dijo ella.
da pidiendo 1, 200 libras por el comprometido por su honor, ha la asistencia del señor de la Cruz eres chiquitín. ti te quito dos. No lo dudo, dijimos aparte. cuadro, y envió un mozo la bía tenido palabra; su deuda, al ofrecer y proporcionar ampliaporque te he sorprendido esta Pero no nos podíamos figurar dirección indicada. Veinte minu realmente estaba saldada. mente los recursos al efecto nemañana comiendo obleas en el que llegase la economía de ayue. tos después volvió el comisario El buen hombre hubiera queri cesarios.
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