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LA PRENSA LIBREalli podéis ver a la pantera la por cada hombre en cuyo pecho tierro de que las Animas dejasen LECTURA para el DOMINGO mer sus cachorros, y la leona no se anida el amor maternal, de sacar partido por consejo del acariciar sus hijuelos.
hay generaciones sin cuento que cura; el oficiaba con preferencia PENTÉLICA no es bien que la leona la rinden homenaje a la santa ley en el altar de las Animas; la ma.
pantera de los bosques, y la ove esculpida por mano de Dios en el yor cantidad de aceite y las velas Discipline sus huestes la perfidia; ja y el ave de los prados, enseñen corazón de los mortales, y por la más gordas ardían en las lámpa.
azote con satánica insolencia: al hombre las leyes inmutables mano de Dios en el código inmor. ras y candeleros de las Animas: no le teme al disparo de la insidia, qué de responsos, que de flores, de la naturaleza, al hombre, que tal de Sinaí.
ni al acero. cortante de la envidia es rey de la naturaleza y primera En esa doble ley natural y po qué de novenas y triduos por las quien tiene por escudo la conciencia ¿Que la calumnia su veneno activa figura en el gran panorama de la sitiva está escrito el amor mater Animas benditas del Purgatorio!
no. Obedecería esto quizá su docnos asecha en el combate recio. Creación.
Mientras el rnalo sin castigo viva, Huid adonde el sol no alumbre, El amor materno es el más pu trina de amar los débiles sobre se le arroja la cara la saliva, adonde halléis un espacio virgen, ro y sublime de todos nuestros a los fuertes. Era tal vez un pola saliva infamante del desprecio.
co monomaniaco el señor cura. jamás hendido por respiración mores.
Cum ple, poeta, tu misión. Avante. El célebre abogado de la poblaaungtie se muestre el porvenir incierto.
yiviente; porque donde quiera SEVERO CATALINA.
ción, con tener cierta tacha de Nunca llega Fezán el caminante lleguen los rayos del sol, donde sin que hayan injuriado su semblante exista un ser organizado y sensi.
incrédulo, decía que en aquello las cálidas arenas del desierto.
EL CARACOL ble, allí reinará majestuosainente había algo de egoismo, porque el Que los escombros del pasado queden la idea de la maternidad.
cura de San Lucas era el propio revueltos en el fondo del abismo, Un caracol como pudo un ánima bendita.
y en ese abismo amenazante rueden III Subió a la cumbre de un arbol, esos sucios cadáveres que hieden Ello es que, aparte de esta casi vergüenza y traición y despotismo.
Cuéntase que un pintor céleVible el Aguila y le dijo: chochez, el cura disfrutaba de toHay que abatir aquel que de su altura bre encomendaron un cuadro. Cómo has subido tan alto dos los prestigios de la bondad.
quiere ver de rodillas al de abajo.
donde se bosquejasen un tiem. él le respondió: ARRASTRANDO Dirimía contiendas de familia, La riqueza usurpada no perdura, y el obrero es un dios: se transfigura po el amor y la pureza.
cortaba pleitos incipientes, aceren el Tabor radiante del trabajo. el artista traslado al lienzo caba corazones dispersos, y en El camino es de luto y ovaciones; la imagen de una mujer que lle¡Cuántos, cuántos caracoles más de una ocasión le debieron el camino es de abrojos y laureles; Pudiera nombrarte, Fabio!
vaba en los brazos al hijo de sus sus conciudadanos hasta resoldespertad y luchad generaciones entrañas.
ver cuestiones de orden público.
que afemináis el alma en los salones y destruís la sangre en los burdeles.
Aquel pintor era un sabio. Las Lo que no arreglaba el cura de La vida es lucha secular. La gloria brazos de nuestra madre son el Esposa y madre San Lucas no lo arreglaba nadie.
se alcanza en el fragor de la pelea, trono del amor y la pureza, don. Deeid unto queráis todos aquellos Sobre todo, en asuntos religiosi dudas, gladiador, de la victoria, de en los albores de la vida del Que de ingenio y antid haciendo alarde sos era una potencia. Ya podían no aguardes compasión, y tu memoria hombre brilla su majestad de rey con cerada conceptuosa frase.
Combatis la virtud del matrimonio darle moribundos impenitentes para siempre jamás maldita sea.
de la Creación.
simplemente fríos: el los calentaYo sólo sé que en todos los idiomas, ANDRÉS MATA En esos primeros años de la vi Hasta en el habla ruda del salvaje, ba y persuadía con su sencilla oda, la madre viene ser para La palabra más dulce es la de exposa, ratoria en términos de que no se LA MATERNIDAD Si la caída de una tarde me nosotros una segunda Providen La palabra más santa es la de maitre. le escapaba ninguno. Ese mismo lancólica sentís en el valle un eco cia.
vfcToR BALAGUER, abogado quien se aludió antes, vago que se pierde lo lejos, y En los años de la niñez, la madoceañista y casi ateo, aunque que no es el canto de las aves, ni dre es nuestra primera maestra; El cura de San Lucas hombre de rectitud y de fibra, enfermó una vez con peligro de RECORDÁIS por ventura ildos, es veti aletes de la oración zar las manos al cielo y a bende (CUENTO)
muerte. El cura de San Lucas los años de vuestra infancia? que por vosotros eleva vuestra cir al Dios de las mercedes.
se presentó desde luego en su ca¿Recordáis aquellas horas tran madre.
Por ella aprendemos coordi EN UNA de esas poblaciosa con la pretensión de hablarle quilas en que libre el alma de pe Si en noche apacible del estío nar las palabras mismas de nues nes que no son tan peque solas.
sares y el corazón de inquietudes, acaricia vuestra frente una brisa tras primeras oraciones; de esos nas como un pueblo ni tan gran. Viene usted fastidiarme. dejabais reposar vuestra cabeza consoladora, que no es la brisa primeros himnos que el alma ele des como una ciudad, había un. le dijo trabajosamente el enen el regazo de una mujer? de los campos, ni el hálito embal. va la Reina de los ángeles. cura párroco quien las gentes fermo. Recordáis la ternura con que samado de las flores estremeceos En los años de la adolescencia, en sus admirables síncopas bio. Alcontrario respondió el cunquella mujer os acariciaba, es de placer: es el beso de pureza y ella nos señala los senderos de la gráficas llamaban un bendito. rar vengo facilitarle usted trechaba vestras manos infanti de ternura que os envía desde el virtud, nos avisa de los precipi.
Frisando con los setenta años, que haga lo que se le antoje, eviles imprimía, sin ruborizurse, cielo vuestra madre.
cios, y quizá enjuga la primera de noble figura, rostro placente tando que otro le moleste con sus labios en vuestra frente canAunque la muerte la arrebate lágrima de fuego que hace asoro y sencillos modales, se hacía sus visitas.
dorosa?
la madre no deja nunca de existir mar a nuestros párpados un a respetar cuando era oportuno y como es ello. Recordiis cuántas veces enju para vosotros los que tenéis co mor que no es el suyo.
querer en todas circunstancias. Pues nada: usted seguirá cregaba solicita vuestro llanto, y razon sentimiento. Oh! el amor materno no arran Su trato con los feligreses proceyendo lo que quiera, pero como os adormecia dulcemente al eco II ca lágrimas de fuego; produce día siempre de menor a mayor, de seguro no quiere el escándalo, blando de una balada de amor?
llanto apacible que refresca el al les decir, que era más afectuoso impropio de un hombre de las ¡Oh! Si lo recordáis. Pueblos que rebajasteis la dig.
Los que tenemos la dicha de nidad de la mujer que la considema, como el rocío la tierra, co. con el memorialista ocupado en condiciones de usted, ahora salgo rasteis como un ser casi despremo el céfiro a las flores.
escribir cartas a las eriadas, que digo que se ha confesado;voy ver todavía esa mujer sobre la En los años de la juventud con con el jurisconsulto encargado de la parroquia por la Eucaristía y tierra, In invocanjos con cariño a ciable, venid! La razón os llama suela nuestras amarguras, per dirigir los negocios de los se usted la recibe no, para mí es juicio.
todas horas. Su nombre está esEl ser que vilipendiáis ha dado amiga que nunca nos engaña; la dona nuestros extravios, y es la ñores.
10 mismo; el pueblo aplaude y los crito en el corazón: es el nombre Su vida hubiera sido monóto devotos se tranquilizan. qué va mais tierno de cuantos encierra el vida vuestros héroes y vues amante inalterable y fiel que nos na para otro menos diligente y usted perdiendo en esto?
tros sabios.
Diccionario.
ama sin cálculo y sin interés, sin propenso al bien. Por la maña Pero, señor cura. exclamó Cuando vuestros héroes y vues falsedad y sin celos.
El nombre solo de MADRE nos na su misa, después el confesona. el paciente incorporándose en la tros sabios, cuando los Alejanrepresenta aquella mujer en cuyo Ella es la sola mujer, que sin a. rio, luego los rezos de rúbrica, al cama con ademán airado: por seno bebimos ei dulcísimo néctar dros y los Homeros, los Césares vergonzarse ni avergonzarnos, mediodía comer, su siesta acto quién me toma usted mí. Me de vida; en cuyo reguzo dejába los Virgilios, cruzaban los aza. puerle besar nuestra frente y es continuo, por la tarde visitar cree usted capaz de una supercherosos días de la infancia, una mu trecharnos en su seno.
mos reposar nuestra cabeza; aenfermos menesterosos, y la ría semejante? Primero me aquella mujer que nos acariciaba; jer los alimentaba con el jugo de Ella es la que comparte con noche su tresillo ochavo por llano que haga usted de mí lo que oprimin entre las suyas nues su pecho, una mujer los adorme nosotros los infortunios y los ma que entonces había ochavos que quiera.
trns manos; que besaba nuestra cia con el arrullo de su amor.
les; la que vela nuestro sueño; la donde si perdía, perdía él y si ga. Pues de rodillas, penitente. frente; que enjugabn nuestro llan. Cuando sus labios empezaron que cuenta por segundos las ho naba ganaban los pobres. gritó el sacerdote con voz de brazos al eco blando de una ba les enseñó pronunciar los nom cierra nuestros párpados en el llegó perturbar un poco su con sus culpas y su arrepentimiento.
to: que nos mecía, por fin, en sus articular sonidos, una mujer ras de nuestro padecer; la que Por cierto que eso del tresillo mando y depositar en mi oido lada de amor.
bres para vosotros venerandu s, y instante supremo; el único ser, en ciencia hasta el punto de consulles imbuyó vuestras creencias, y fin, después de nuestro padre, tarlo con el cura anté quien con bras con tan eficaz energia, que Debió decir el cura estas palaDichosos rail veces los que to les dijo había una patria y de no admite consuelos por nuestra fesaba. No sería mejor abolir el enfermo se abrazó su cabeza davia podenos contemplarla con bian adorar; una patria que ellos pérdida, porque se anega su al el juego y dar lo que podia per permaneciendo largo rato en colos ojos de la realidad!
ilustraron luego con el brillo de ma en el mar sin bordes del egois derse los pobres? El compa. municación con él. En seguida Vosotros, los que habéis perdi sus conquistas con el mágico mo intenso del dolor.
do vuestra madre, también po resplandor de su talento.
ñero confesor fue de dictamen fue absuelto y poco más tarde deis verla si tenéis corazón y senSi es indudable que los padres que repartiendo las ganancias, trájole el párroco solemnemente Detractores sistemáticos del ocupan en la tierra el lugar de la quedaban los pobres compensa la sagrada Forma, que el moritimiento.
llamáis sexo débil, recordad que Divinidad, conclusamos por dedos, pero él se le ocurrió la ré bundo recibió contrito entre el Podéis verla en el sueño dora habeis tenido madre; que la te clarar absurdo inconcebible el plica de si las ganancias del jue asombro de cuantos le rodeaban.
do de vuestra felicidad. Si el as. néis todavía!
ateismo.
go eran buena limosna, pues Al salir del aposento, y antes de tro de la noche envía sobre la Los que negáis absolutamente!
tierra su pálido resplandor, figu. la virtud de la mujer, acordaos nal que niegue su madre; si exis rales del sacerdote.
No puede existir un ser racio tal ascendían los escrúpulos mo entonar el Te Deum laudamus rãos que el resplandor pálido del de vuestra madre!
tiere, debe considerarse como uastro de la noche es la mirada del ritual, hubo quien le oyó deY, sin embargo, él era injusto cir al cura. Pues no hubiera ¡Los que al nombre à la me na excepción.
tranquila y cariñosa que vuestra moria de madre no sintáis latir con San Lucas, cuya advoca faltado otra cosa. Las excepciones, tratándose del ción pertenecía su parropuia. No madre os dirige desde el cielo. de entusiasmo el corazón, apar. linaje humano, se llaman por o. quiere esto decir que desdeñase presentaban al bondadoso sacer Campañas de esta especie se le Si veis en la región del cielo. tad, alejáos!
tro nombre monstruos. Su nú al evangelista, sino que sus pre dote todos los días. Habíalas de na blanca nubecilla, flota cual Pero no vayáis los campos, niero es corto por fortuna. dileceiones eran evidentes por las diferentes clases, como, por ejemteune gnea sostenida en sus ex que allí las tiernas avecilias be Si consultamos la historia de Animas del Purgatorio. Cuando plo, la que le promovió una antremos por dos ángeles, es cials san sus madres en el nirlo; allí la humanidad, hallaremos milla algún feligrés le encargaba una tigua sirviente de la mayordoma ma de vuestra madre que al mi el manso recental trisca de gozo res de páginas entre cada dos Ne función de iglesia le inducía que de ánimas de la parroquia. Era raros sonríe de cariño desde el junto a la oveja.
cielo.
No vayáis los bosques, que fuese en sufragio de las Animas; esta última una mujer entrada Por cada monstruo, esto es, no había boda, ni bautizo, ni en en años, de sangre azul y tostarones.
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