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QUÉ SAIS. JE?
res. LA PRENSA LIBRErentas; no podía colocarlo en los das, lo que en general se llama Los Mueves de La Prensa Libre bancos, ni en empresas industria afeite de las mujeres, haya sido les, ni en tierras de labor. una niña de quince, ni de veinte En los periódicos insertó anun años, cuyas mejillas la rosa picios que decían: Se compran de favor, cuyos labios el clavel sin regatear, todas las fincas que se rinde confesándose vencido.
estén de venta, y todos los esta. La inventora de esas brillantes blecimientos de joyería, al con porquerías fue una vieja preEst quædam flere voluptas.
tado.
sumida que vio apagados sus coOVIDIO.
No bien era propietario de una lores, idas para nunca más vol.
El corazón del hombre es un arcano Así como el laurel el rayo atrae, nueva casa, echaba de ella los ver sus gracias y frescura. Que Inescrutable, imagen de Oceano, Sobre la gloria la centella cae inquilinos y clavaba la puerta; estas vejancas desdichadas se enLaberinto sin límites ni fin; De la envidia encubierta y suspicaz.
en su palacio tenía almacenes de comienden la ciencia de las bruAyer gozó y hoy sufre; ayer lloraba, Aquél de triunfo emblema fiel ha sido; alhajas y preciosidades artísti jas para mostrar lo que no son, donde el yermo del dolor miraba, Mas, a pesar del rayo. quién ha huído cas. En cuanto se abría una ex aun no tan malo; pero que una Hoy encuentra un jardín.
De tí, Circe falaz. posición de pinturas eran suyos muchacha que está reventando y.
Esta es la ley: la ley que obligados No sé si lo que llaman heroísmo todos los cuadros, buenos ma abriéndose como una flor del pa.
Todos vivimos, buenos y malvados, Es virtud, embriaguez fanatismo, El niño, el viejo, el hombre, la mujere; Odio, ambición, delirio, saciedad.
los, por lo que pedían sus auto. raíso, acuda para embellecerse El vasailo y el rey, el opulento En la noche que forman las pasiones, esos matadores de la belleza, esY el proletario, el de saber sediento No alcanzo de mis propias emociones Se bañaba con champagne, su to es lo que no nos cabe en la el harto de saber. saber la verdad, perior, comía tortillas de sesos imaginación. La una, sobra de El dolor que en el alma halla cabida, El insecto coral labra su ruina, de canario cantor, y muslos de sí misma, escoria del oro que ha Pierde al cabo su espíritu homicida Al elevar el suelo que hoy domina loro parlanchín; se hacía traer derrochado en treinta años, tie. cesa de ofender como dolor; El hombre y el Oceano ayer cubrió; peces vivos del Volga, del Ama ne necesidad de cubrirse el rosY no hay de goce bulliciosa fuente El ensueño del áureo vellocino zonas, del Nilo y del río Azul de tro, si es ocultadora de la verQue no agote desvíe indiferente Dió principio la ciencia del marino, El tiempo volador.
la China; mando hacer para su dad, y se anda caza de admiraQue nunca lo encontró.
servidumbre colchones de trom ciones y amoríos; la otra, joven. Es esto un bien un mal? Oh! yo he pensado la zizaña el trigo anda mezclado; En ocasiones que uno mismo el hado petillas de mosquito macho; pu fresca, blanca. qué tiene en su Así unidos, el riego y el arado Es de todos aquí; que no es verdad Los hacen de la tierra producir, so pavimento de oro y brillantes persona que fingir ni ocultar Que con la dicha priven los felices, Y, cuando la estación propicia llega, varios salones de su palacio, y nuestros ojos? Entre las flores Si del destino en todos los matices Juntos y un tiempo el labrador los ciega ajustó la construcción de una to de mi jardín, orillas del cual esExiste la igualdad.
Su hoz al esgrimir.
rre de Eiffel con puntas de colmi cribo, descuella la azucena, coEn balde el hombre la intención concibe Así oh dolor! no sé cómo llamarte, llos de elefante.
mo la infanta heredera de la real De mejorar su suerte, piensa, escribe, Aunque mi corazón tu espada parte Pero todo era poco ineficaz familia. Habiendo llovido anoDescuaja montes, profundiza el mar; En mil pedazos al cebarse en él: para consumir diariamente aque che, la madre tierra ha cobrado Porque siempre la ley de la armonía No sé si de la vida en el abismo Hace que toda causa de alegría Son en definitiva un jugo mismo lla renta colosal, y según pasaba pujanza y brío: el sol comparece Lo sea de pesar.
El néctar y la hiel.
el tiempo iba haciéndose cada sobre un mundo espeso de nubes El aloe es amargo y oloroso; No sé si la ignorancia y la pobreza vez más dificultosa la realización purpúreas, amarillas, violadas y El opio que los miembros da reposo, Dan al pecho del hombre más tristeza de tan tremendos gastos. El pode cien otros matices y combina.
También lleva el delirio al corazón; Que el influjo del oro corruptor; bre millonario se levantaba to ciones: un diluvio de luz llena lueEl hierro que extermina también crea; Si es la ciencia dudosa que aquí hallamos dos los días a las cinco de la ma go los huertos bajando de los Aurora veces es la infanda tea Escala vacilante en que pasamos Que enciende la ambición.
De un error otro error.
ñana, y con un millón de pesos montes, y las flores la reciben y debajo del brazo salía suspiran aspiran como sedientas de los seA la abeja que almíbar nos procura, Ignoro si el veneno de Locusta do de su palacio para husmear, cretos divinos que esa mensajera un tiempo con la candida dulzura Sería en el ansia de congoja adusta Su ponzoña le vemos infiltrar; Para el pecho dulcísimo cordial; ver, averiguar y descubrir dónde. del cielo acarrea en sus entrañas.
El viento que nos lleva hacia otros mundos, Si es más fuerte el que lucha con sus penas cómo y en qué se gastaría aquel La azucena, digo, en su oriente Nos sepulta también en los profundos Que el que quiebra de su hado las cadenas capitalazo.
está nadando en hermosura pro.
Osarios de la mar. un golpe de puñal.
Vida más aperreada no la ha pia, tan lozana, tan suave, tan El Nilo al desbordar fecunda y tala; El llanto en ocasiones es dulzura, bía llevado cuando era un pobre seductora con sus naturales ataComo la Pitonisa, el genio exhala La sonrisa repliegue de amargura, miserable; raro era el día que lo víos, que si esta deidad insensible Parte de su existencia al trasmitir Sarcástica blasfemia la oración, graba verse sin un céntimo antes puede infundir pasiones, los espíLa creación que su mente ha concebido; Aureola el estigma de un suplicio, de las cinco seis de la tarde. ritus incorpóreos de la atmósfeY cuántos ¡Ay! la muerte no han sufrido Implacable tortura el beneficio, Por la verdad decir.
Plegaria la canción.
Por fin, una noche comenzó ára, los ángeles imcompletos que Ignoro si mejor es el verano veces avaricia es la largueza, sonar la hora de las doce en los pueblan el aire, se mueren de aDe la existencia que el invierno cano, Reserva y disimulo la franqueza, relojes. y Lorenzo tenía en mor por ella, á sus plantas yaSer titán pigmeo, hombre mujer; La inocencia y candor, malignidad; su poder 16 millones y medio de cen desmayados implorando comSi es mejor ser humilde que irascible; El intrépido arrojo, cobardía, reales!
pasión de esa divina ingrata.
Si es mejor ser sensible que insensible, La prudencia, denuedo y osadia, Inmediatamente se le apareció Qué diríais, oh vosotras, niñas Creer que no creer.
Impiedad la piedad.
el ángel con una espada de fue y señoritas de veinte años, si la No sé si deberemus dar gemidos No sé lo que deseo, lo que busco; go.
princesa de ese jardín se diese sus Cuando vemos en momias convertidos veces con la luz misma me ofusco. Vas morir! le dijo con voz trazas para mejorar su color y Los ídolos de nuestro ardiente afán; veces en tinieblas veo mejor: terrible.
Ni sé si es egoísmo el sentimiento veces el reposo me fatiga; su frescura, mediante los secretos Que nos hace sufrir en el momento Cuando me muevo, veces se mitiga. Perdón! gimio Lorenzo, ca de una fada maligna cuyo minisQue eterno adiós nos dan.
De mi sangre el hervor.
yendo de rodillas. He hecho lo terio fuera la persecución y ruina Ignoro si el azote de la guerra. Oh confusión. Oh caos. Quién pudiera humanamente posible por gastar de las obras más cumplidas de la Como las tempestades, en sí encierra Del sol de la verdad la lumbre austera este aborrecido dinero; casi me naturaleza? Bien así como esa Elementos de bien bajo su horror; pura en este limbo hacer brillar!
he vuelto loco ideando medios de flor, si blanquease su blancura Si las hordas de Atila prepararon De lo cierto y lo incierto quién un dia, desacerme de él; he agotado to os parecería loca de atar, así las mismas comarcas que asolaron del bien y del mal, conseguiría Un destino mejor.
Los límites fijar!
dos los recursos.
vosotras, jóvenes, cuando blan. Mientes. contestó el ángel queáis lo blanco, sois para noso RAFAEL NUÑEZ. No te has acordado de uno, el tros pobrecitas, quienes de bue Lema de Montaigne.
supremo, el que te hubiera dado na gana encerráramos en un hosahora la vida en la tierra, y des picio, si hospicio hubiera donde pués la gloria en el cielo.
os sirviesen reyes la mesa y reiEL POBRE MILLONARIO pues leo en tu pensamiento que, pertarse Lorenzo por la mañana. Cuál?
nas os quitasen los chapines. El consideras la riqueza como la dió un grito de alegría al ver. La caridad! exclamó el án blanco anexo la mujer es como QUESTO mayor felicidad de este mundo, y realizado su sueño: sobre la mesa gel, atravesándole con la espada. el blanco natural en la leche: si lo me es fácil proporcionártela. Tá había un enorme fajo de billetes RAMIRO BLANCO.
cubrís por mejorarlo, echáis Tan pobre era Lorenzo que, por mismo te señalarás la renta de banco. De un salto se tiró de perder el acierto de la naturale.
todo ajuar, tenía en su buhardilla Quiéres mil pesetas diarias? la cama; contó con manos temLas obras maestras de esun catre con un jergón, un baul. Más. contesto Lorenzo. blorosas el dinero, y observando LA BELLEZA ARTIFICIAL cultura, las grandes fábricas de en el que guardaba cuatro hara. Mil duros?
que era ya muy tarde salió de esAtenas, el templo de Júpiter, el pos, una mesa inválida que se. Más!
tampía gastar el millón, lo cual Como si fueran más hábiles Parthenon ponían la fachada al sostenía por un milagro de equi. Cincuenta mil?
consiguió con suma facilidad.
que la naturaleza, las mujeres mundo, limpia de ingredientes librio arrimada la pared, y una Más aún!
Desde entonces fue Lorenzo el han adolecido en todo tiempo del superficiales que ocultaran la sisilla desvencijada. Quinientos mil duros dia más activo de los hombres; el prurito del hermosura ficticia, blime belleza que los ha vuelto Muchas noches se acostaba rios?
que siempre se levantaba tarde, con la cual tratan de oscurecer célebres: ni cal, ni estuco, ni yeso.
con hambre, y esta antipática Todavía es poco.
tuvo que adquirir la costumbre los primores inherentes la fa Así el rostro de Minerva, el de la señora no le permitía disfrutar. Un millón de duros?
de madrugar fin de dar salida milia humana, se proponen en Venus púdica no admiten las riun sueño tranquilo y reparador. Pára! Me conformo con esa al millón de duros que indefecti gatuzar los hombres vendiendo dículas embarraduras con que porque llenaba su mente de mil renta.
blemente aparecía todas las ma una cosa por otra. Si tienen creí las mujeres, más bellas que esas fantásticas quimeras en forma de. Concedida; pero te impongo nanas sobre su mesilla de noche. do que el resplandor ominoso divinidades sin alma, viven empesadilla. C:si siempre soñaba una condición: te has de compro Compró casas, palacios y so con que salen brillando por las peñadas en afearse y envejecerse con hartazgos y grandezas, lo meter gastar diariamente esa berbias quintas de recreo; caba. calles puede algo en nuestro áni antes de tiempo. Qué delirio es cual hacía más dolorosa inso cantidad. Si al dar la primera llos de tiro y silla, magníficos ca mo, sepan, al contrario, que ese ese, niña? La azucena se contenportable, al despertar, su extre campanada de las doce de la no rruajes, jogas costosísimas, mil efecto es mortal para ellas. Si se ta con sus gracias propias, y no mada miseria che conservas en tu poder un so caprichos que pagaba peso de dan entender que tragamos ga pasa por la vergüenza de pedirle Una noche soñó que se le apa lo céntimo. vendré matar oro; tenía un ejército de criados to por liebre, se engañan por la la tiza una misericordia de recía un ángel, circundado de tan te. Aún estas tiempo de re y daba banquetes espléndidos mitad de la barba, y salen mal li blancura: el armiño no se queja espléndida luz que a la del mismo nuneiar.
que costaban una fortuna.
bradas en nuestros juicios y opi del Hacedor, ni va hurtar lo que sol eclipsaba. Me someto esa condición. Estaba privado de emplear su niones. Seguro está que la inven le falta: la paloma, con lo que es. Voy a hacerte feliz le dijo Desapareció el ángel, y al des dinero en cosas que le produjesen ltora de las blandarillas y las mu suyo la ayuda Dios, satisfecha se za.
ESQUINA DE LA 52 AVENIDA LA CALLE 18.
no faltará el más completo surtido de SUELAS y otros materiales para Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
RAPATERIA

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