Los Jueves de La Prensa Libre TODAVIA!
por él!
Longue nui.
Todavía tu imagen refulgente Viene turbar mis sueños, y mi mente Vuelve a incendiar con su abrasante luz, Todavía palpito al oír tu nombre, al mirarte sucumbo, débil hombre, Como al soplo del austro el abedul.
Aquel amor que me ofreciste un día En su copa celeste refundía Cuanto bello y gentil el mundo da; tus labios, doquiera que ellos chocan, Donde un instante, un solo instante tocan, Fuego indeleble dejan en señal ¿Y te amo aún. Yo no lo sé. Mi vida, De la tuya hace tiempo desprendida, Me parece rebelde la pasión; Pero hay horas, hay horas en que al verte, No pudiendo ya unir tí mi suerte, Prefiriera vivir sin corazón.
iQuién pudiera traerte una vez sola Aquí, mi pecho, encadenar lä ola de éste que encierra turbulento mar. Quién pudiera borrar lo que ha pasado. Tu hado funesto y mi funesto hado. Quién pudiera un instante revocar!
Yo soy tuya! Yo tuyo Así dijimos, al hacer este voto no creíamos Que otro nunca pudiéramos hacer. lo hemos hecho. Lo hemos hecho, impía!
Tú lo hiciste primero; tu falsía Me arrastro pronunciar otro también. Cuántos años pasaron ya, señora, De este doble perjurio? En esta hora Me parece que ayer fuera no más.
Pero no! es imposible! que a tu lado Juega y sonríe y canta alborozado El fruto aciago de tu unión fatal.
iQuién puiera borrar lo sucedido. Ese niño a tu lado entretenido Me llamará su padre entonces, sí.
Pero no es imposible! Ese inocente, Odio, dolor frenético, creciente, Es lo que inspira, mi pesar, en mí. es esto amor. El paso de los años, La luz de la razón, los desengaños No han borrado el poder de la pasión. El beso de la esposa, criatura No tan bella cual tú, pero más pura, No ha borrado del tuyo la impresión?
Yo no lo sé. Yo la amo con mi vida, al mirarla de amor estremecida, Me estremezco también. No es esto amor?
Quisiera levantarle un paraíso Como aquel que por Eva Adán deshizo: Tánto así, tánto, la idolatro yo.
Mas jay! cuando la miro, yo te miro; Yo escucho tu suspiro en su suspiro, De tu acento la música en su voz; El paso de sus plantas es tu paso, Su labio, el mismo perfumado vaso Que tu amor un instante me ofreció.
Y, sin embargo, jay! tú no eres ella, Lo recuerdo muy bien! La tibia estrella Jamás abrasa como abrasa el sol: En tí hallo el mar que proceloso brama, En ella el lago que apacible clama; Tú eres el huracán, élla el rumor. Te amo por fin? Yo no lo sé; lo ignoro.
Sueño contigo, y en mis sueños lloro, despierto pensando sólo en ti.
Quisiera verte. No dejarte nunca. De nuestra historia desgarrada y trunca Las sueltas hojas yo quisiera unir!
Pero ¿Será esto amor? No sé. Responde: Di si este cuadro tras de sí no esconde La espantosa verdad de una pasión.
Dí si no llora el alma con el llanto Que derraman los ojos; si en su encanto Quimeras verdad los sueños son, Dime, mujer. los ecos de mi lira, Cual los rayos sangrientos de una pira, No llevan hasta ti su vibración. esta qué significa. Indiferencia, Odio, desdén, o la mortal demencia De una fiebre que agosta el corazón?
Díme, mujer, responde si el delirio Es un fuego vulgar, o si el martirio, El martirio del alma está con él; Díme si puede sucumbir la mente, Sin que antes se haya en nuestro sér doliente Mezclado con la sangre ardiente hiel.
Díme. Pero más bien díme si tu alma Duerme al rocío de la dulce calma En estas horas en que velo yo; Díme si el nombre de tu amor primero No es tu corazón más placentero Que el nombre odioso que el deber te dió.
Díme que me amas, dílo; qué ocultarlo, BIVOJIO Si no puede más tiempo disfrazarlo La luz de tu alma, tu mirada azul. Si en tu párpado casi adormecido Yo descubro el secreto bendecido Que en vano intentas ocultarme tú? 103, Oh! Nos amamos, sí; pero es preciso Separarnos, Es preciso alejarnos, nunca vernos, mu Que es inmenso el peligro de perdernos, Ši al deber no sucumbe la pasión. LA PRENSA LIBREEN EL CEMENTERIO Insistí de tal modo, que al fin Rápida cedió la desdichada y me ofreció Cinco amigos estaban comien estar a las siete en punto en el. Armando me dijo Luis us.
do alegremente en un restauran sitio que le indiqué.
ted ama Rosita y yo también te, cuando uno de ellos, José Bar La comida fué muy cordial y la amo.
dona, que era el orador de la fies. la conversación que entablamos Lo presumía.
ta, dijo: muy animada y tierna. Ella es algo coqueta y está Tiempo atrás me ocurrió una La viuda y yo fuimos los me jugando con nuestros corazones.
aventura singular, que voy a re jores amigos del mundo. Duran. Es preciso obligarla que se de.
feriros. Una tarde del mes de se te tres meses la estuve viendo cida por uno de los dos.
tiembre salí de casa sin saber con frecuencia, hasta que al fin. Oh! quizás ame otro.
donde ir. Al fin se me ocurrió la tuve que abandonar su trato, N6. De cuantos la cortejan idea de ir a dar un paseo por el causa de un largo viaje que me solamente usted y yo hemos mecementerio de Montmartre, don ví obligado a emprender. recido alguna distinción y por lo de tengo muchos amigos que ya mi regreso me había olvida tanto alguna esperanza. Sin em.
no existen, y los que en vida do ya de mi desconocida del ce bargo, para resolver esta incerti.
consagré todo el afecto de que mi menterio, y ni siquiera se me o dumbre creo que debemos prealma es capaz.
currió ir a visitarla.
sentarnos ella y obligarla deEntré en el camposanto, y al Pero al cabo de un mes, hallás cidirse. Le parece usted bien?
pasar por un sendero, entrete dome yo un día en el camposan. Perfectamente.
niéndome en leer los epitafios to de Montmartre, se me antojó Pues así lo haremos.
inscritos en las tumbas, poté la ir ver la tumba del pobre capi Aquella misma tarde nos pre.
presencia de una mujer muy her tán muerto en el Tonkin, y la en sentamos Rosita. Al saber mosa, según todas las apariencontré abandonada, desprovista nuestra pretensión se sorprendió cias, vestida de riguroso luto y de flores y coronas y sin que na mucho, pero reponiéndose en searrodillada ante una sepultura. die llorara ante ella.
guida, dijo sonriéndose: Me puse contemplarla y ví Sin comprender la causa de se Señores, ustedes me ponen en que lloraba copiosamente, como mejante soledad, me dirigí a otro un grave compromiso. Que essi no le fuera posible soportar el barrio de aquella gran ciudad de coja. Que me decida. Esto inmenso dolor que en aquel mo muertos, cuando de pronto vi ve es obligarme decir quien, en mi mento experimentaba.
nir hacia mí un hombre y una concepto vale más y quien vale los pocos instantes la oí so mujer asidos del brazo y vesti menos. Los dos son jóvenes, simllozar y la ví caer luego sin sentidos de riguroso luto.
páticos y.¿por qué no decirlo?
do sobre el duro mármol del pa. Oh sorpresa. Oh estupor. Son guapos, sí, guapos; no se ruvimento in nediato a la tumba. Al acercase la pareja reconocí boricen ustedes. Los dos son Corrí hacia ella con objeto de la viuda del capitan. Era ella. cumplidos caballeros, elegantes y prestarle auxilio, y mi generosa La desgraciada me vió, se puso con talento. Ya ven ustedes que intervención no tardó en produ encaruada como la grana, y al es imposible, imposible decidirme cir el efecto apetecido.
pasar por mi lado me hizo una por uinguno de los dos. Pero, Como era natural, leí la ins. seña que significaba: No me re en fin. ya que me obligan, haré cripción escrita en la sepultura conozca usted, por Dios. No que la suerte sea quien decida y ante la cual oraba la desconoci me comprometa usted! fije nuestro porvenir.
da, y que estaba concebida en es El hombre era un caballero dis La suerte. exclamaron los tos términos: Aquí yace Luis tinguido, elegante, oficial de la dos un tiempo.
Teodoro Carrel, Capitáu de in Legión de Honor y de unos Sí. dijo Rosita sonriendofantería de marina, muerto glo cincuenta años de edad.
voy a escribir el nombre de usriosamente en Tonkin. Rezad El buen señor llevaba del brazo ted, Armando, en este pedacito la enlutada, haciendo, al pare de papel; y el de usted Luis, en La enlutada me dijo con lágri cer, la misma obra benéfica que este otro. Ahora doblaré los pamas en los ojos que aquella era había yo realizado algunos me peles, uno de ustedes cogerá el la tumba de su marido, el cual ses antes.
que más le guste. ya me había fallecido los dos años de Me quedé estupefacto, como si comprenden ustedes. aquel sematrimonio, dejándola sola en el viera visiones, y, sin comprender rá el afortunado.
mundo.
la causa de lo que acababa de No había otro remedio y nos La infeliz era huérfana de pa ver, trataba de averiguar qué conformamos. Luis escogió el dre y madre, y vivía con la mo clase de seres podría pertenecer papelito, miró el nombre, bajó la desta pensión que le pasaba el aquella criatura sepuleral, que cabeza, saludo ceremoniosamenGobierno.
tan descaradamente profanaba te y se marchó. Oh! yo había Procuré reanimarla, la levante con la mentira el sagrado recinto sido el afotunado. Pero mi aledel suelo y la dije: de la muerte, que tanto pavor gría duro poco y viendo Rosita. No debe usted permanecer a inspira aún los hombres más que me había quedado pensativo, quí más tiempo valerosos y despreocupados. Me siento tan débil me con. No sé lo que hubiera dado por. Qué tienes. No eres feliz?
testo que casi no puedo andar. saber de quién era aquel día viu. N6, pues tu corazón me lo di6 Apóyese usted en mi brazo. da mi desconocida. la suerte y no el amor. Si Luis. Gracias, caballero; la necesiGUY DE MAUPASSANT.
hubiese triunfado.
dad me obliga a aceptar su ga ¡Tonto. dijo interrumpiénlante oferta.
dome lee.
Salimos del cementerio, y al TODO ES RELATIVO me dió el otro papelito. No verla tan abatida, tomé un capude contenerme: la abracé con rruaje y le pedí las señas de su (DE BALART)
entusiasmo y la besé con ter domicilio para comunicárselas al La gaviota cenicienta nura.
cochero.
parece cuando alza el vuelo. El nombre escrito en aquel paCuando llegamos a su casa, me negra sobre el claro cielo, pel, era también el mío!
dijo la desconocida: blanca en la oscura tormenta. No me atrevo subir sola la Conservando su raudal escalera, porque vivo en el piso el mismo frescor la fuente, cuarto y casi no puedo tenerme LOS AHOGADOS EN sabe en invierno caliente, en pié.
sabe en verano glacial.
EL RIO CHIQUERO La acompañaré usted, señora.
El sol, cuando débil arde Fué obra de la. Vamos, pues.
tiñendo el cielo de grana, desgracia? Fué Subimos muy despacio, y al lle hace alegre la mañana, un crimen? Esgar a la puerta de la habitación como hace triste la tarde.
tudiemos.
repuso la enlutada: es que, al parecer, en vía Entre usted, si gusta, des más luz, sin mayor derroche, Varias son las versiones res.
cansar un momento.
tras la sombra de la noche Acepté gustoso la invitación y que tras el fulgor del día. en el río Chiquero y considepasé adelante.
Dolor que insufrible ayer raciones varias se presta el aMi visita no duró más allá de diez minutos, al cabo de los cuaparecer al alma pudo, sunto. Según decires, el señor hoy, tras dolor más agudo, les me levante para despedirme.
Guerrero, cuando pasó por la tiene dejos de placer. Come usted sola en casa Sabana, llevaba consigo respeY, en cambio, sufrimos días pregunté la pobre viuda.
table suma de dinero. Entrada No, señor; en un restaurante de angustias tan extremadas ya la noche tocaron en una tacercano.
que las tristezas pasadas nos parecen alegrías.
quilla que está cerca del río pa ¿Quiere usted comer conmiia que se les vendiera licor, El go esta tarde. En tí, mundo engañador. No tenemos todavía la sufidonde todo es farsa y suefio, cadáver de Guerrero dicen se ciente confianza para ello.
nada hay grande ni pequeño: encontró completamente desnu ¿Y eso qué importa? No todo es mayor y menor.
do, con sólo un zapato por toda DO sea usted niña. prenda: su caballo, que era buepregunto: Dia quedado pe 55 BE T530 pecto de los señores ahogados obregs obrusb NUÑEZ.
ESQUINA DE LA AVENIDA LA CALLE 18.
no faltará el más completo surtido de SUELAS y otros materiales para DESDE HOYste ste documentoleABABRAligte ALABARTERI Azano tem sidlendascut jo tibliotecendet finis tefeesalnya ya wventud Costa Rica.
ZAPATERIA