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¿Cómo ba atada. LA PRENSA LIBRE LA PRENSA LIBRE bido movimientos admira En cuanto al ejéreito, es en un grito de terror y desesperación. caritativa movía las ramas de los árbles hacia la salud; haza cosa demostrada hasta el el delirio de la muerte, pero no tué resplandores de las estrellas, disperEl soldado había creído que le vencía boles para que hasta el llegaran los DIRECTOR ñas, por decirlo así, de la colmo que de su organización así, puesto que le hería el dolor, y el sas como guirnaldas diamantinas soANTONIO ZAMBRANA dolor constituye la vida.
bre el profundo azul del firmamento.
naturaleza moral humana, depende en parte principal ¡Qué extraño que tal reflexión vol De improviso, esparciéronse por el Administrador que no suele hacerse to la de las libertades de un riese en aquellos momentos sa me tranquilo ambiente, suaves, armonioJ. Lomónaco moria! Hacía algunos años, no po sos como ritmos de soñada cantinela, da la justicia que merecen: país. En Roma, el ejér día precisar cuántos, estuvo punte las tenues vibraciones de distantes todo lo que ocurrió en el cito estipendiado y perma de perecer, víctima de su infantil a campanas.
El moribundo desechó el duro tronseno y al rededor de las nente hizo imposible la fojo, en la candalosa corriente de un rio; y cuando, debido a los persisten co en que apoyaba su lacerada frenes eso. Cortes de Cadiz de los co República, y estableció y tes esfuerzos de sus salvadores, recote mienzos del siglo recién mantuvo el Imperio; en profundo malestar, sus quejas res sonidos fantásticas quimeras forjaDeliraba acaso. Eran aquellos pasado es, en esa materia, España el Cardenal Jimé pondió la gozosa exulamación de su das por su debilitado cerebro? iseAyer por la mañana ende una grandeza que toca nez de Cisneros y la casa madre: Hijo mío! siente dolo. vive. rían quizás rumores de alguna cercacontramos debajo de nuesY desde entonces creyó él que el dolor na población?
en lo sublime, y la elabo de Austria extinguieron con acompaña la vida.
Dios de misericordia. Si fuese positra puerta un número de ración de ideas que prece el mismo procedimiento las Empéro, esta vez, no había nadie a ble llegar hasta ella! Si pudiese obEl Figaro. periódico que dió en su lado para celebrar su regreso la tener un sorbo de agua para apagar unos diez años la libertades tradicionales. y existencia. Estaba solo, enteramente la sed que atormentaba su gargan no recibimos ordinariamen caida de doña Isabel II nos en cuanto Francia, los solo ta y aliviar la fiebre que abrasaba te el del veinticuatro de parece una de las obras granaderos de Bonaparte darios. Dónde se hallaba él. Qué se habían hecho sus coparti sus entrañas!
los que corren, y en ese Padecía tanto, era tan cruel agonimás admirables y carac dieron buena cuenta de lo Intentó moverse rastras, en bus zar en medio de las tinieblas y de la número hay un párrafo, terísticas del siglo XIX. que la revolución relampa guía en la confusión de su cerebro, lla pobre mujer si supiera que el hijo ca de algún indicio que le sirviera de soledad! Jamás se conformaría aquemarcado con tinta alrede dor, que dice lo siguiente: Eso no es óbice para que gueante que precedió el que funcionaba tan lúcidamente en mimado por su inagotable ternura, estemos profundamente con reinado del nuevo César, remotos acontecimientos y se negaba había muerto sin tener quien cerrara aclarar hechos recientes.
sus ojos con cristiana piedad y cava Los que andan de continuo vencidos de ponderándonos las virtudes sala que raza tuvo por más sólido en su Sus temblorosas manos, en ciega ra humilde fosa en que resguardar jonas, las costumbres sajonas, angle sajona es en asuntos obra. En España durante pesquisa, tropezaron con un objeto sus pertos despojos contra la profainforme, y, al querer levantarlo, rodó nacion y la voracidad de las aves de la educación sajona, y el selfgo del gobierno de sí mismo y largos períodos se ha go pesadamente. produciendo un ruido rapiña.
vernment de los Ingleses, debe.
rían callarse la boca y hacer un de la libertad política la bernado en los cuarteles metálico.
Galvanizado por el aliento de la esEl soldado lanzó una exclamación peranza, el moribundo, medio cegado viaje de instrucción (no se diga maestra del género huma cuando no se ha goberna de júbilo: aquel cuerpo inerte era su por la sangre que caía por su rostro, por la metrópoli y sus instituno.
Sólo en su seno dedo en los conventos.
fusil, el arma que con el último es salvó de rodillas un corto trecho.
ciones de enseñanza, en escuelas, fuerzo de su energia desfalleciente ha El repique de las campanas conticolegios y universidades, sino una manera estable y!
Es claro, y ya lo hemos bía resguardado contra el pecho.
nuaba incesante, como voces amigas por sus más remotas colonias, esencial ha existido hasta dicho otras veces, que está Con toques inciertos y febriles des que le llamaban imperiosamente.
de Africa y Oceanía. para que ahora aquel respeto hondo bien lejos de ser España al rozar la suave superficie de una del soldado las alegres frases de un lizó la mano por el cañón, y la detuvo Acudieron entonces la memoria quieren de otro modo, cómo se los derechos individuales lo que ciertas preocupacio angosta banda de seda que él esta compañero, oriundo como él, de las fértiles sabanas de Bolívar.
ería la juventud en ciencias y le que es el soporte de la li nes suponen y propalan.
tras, cómo se convierten los ni.
No la había perdida! No; allí esta Compatriota, le había dicho al nos en hombres, cómo se educanbertad verdadera, y solo El a sólo, por ejemplo, ha ba la hermosa divisa, la cinta roja, Noche Buena. Después del triunfo la entrar en la refriega: esta noche es ciudadanos.
allí es hoy mismo la edu conservado la mala fama consagrada por las lágrimas de terfestejaremos en el vecino pueblo.
nura, de santo patriotismo y de ab¿Cómo había podido olvidar la feIgnoramos si es el mis cación, que no se recibe de la intolerancia religiosa, negación de seres adorados.
cha? ¿cómo pudo no recordar al priCuán lejos se encontraban la anciamo autor del párrafo quien sólo en la escuela, sino en siendo lo cierto que toda na madre que le bendijo en un sollozo miento hecho a la madre y la promer eco de las campanas el ofreciha querido llamar sobre él las costumbres ambientes, Europa quemó endemonia de su desgarrado corazón, y la bella metida. de volver en la Noche Buena uuestra atención, y como verdaderamente adecua dos y brujas, y la historia prometida que, al spedirse, le con. de Navidad?
no conocemos el curso de da para formar ciudasianos de Inglaterra, precisamente el primer y quizá único beso de su mortal fiebre, confun o la tristeza la polémica en que el pá que sean del todo señores tiene en esta parte páginas puro amor.
de la realidad con el regocijo de un rrafo aparece, apenas pode sí mismos.
de una fealdad caracterís Ah! si pudiese, salvando la distan deseo cumplido.
cia que les separaba, reunirse ellas!
demos darnos cuenta de su Vengo de regreso, madre. balbuBastan dos detalles tica.
para él, que despreció con sereno valor ceo. Ya no te dejaré más, alma de alcance.
los peligros del combate, tembló de mi alma. que el punto quede resuel Pero no es menos posi tristeza y frío, y lágrimas de infinita De todos modos, hay allí to sin alzada posible: el tivo que la escuela única desolación rodaron por sus mejillas, chando las vibrantes notas del tiple afirmación coner ta relativo la libertad de la de las libertades políticas siguiendo el surco marcado por el hilo de sangre que continuaba brotando los fandangos y los aguinaldos.
y la bandola, y el excitante coro de que no sería propio de conciencia, problema que modernas ha sido abierta y de su mortal herida.
Se figuraba hallarse en la pobre ¿Por qué le habrían abandonado nuestra propaganda dejar embaraza en estos mismos mantenida en primer tér sus compañeros, sus hermanos de ar ila, oyendo la fervorosa ora ión de pero vistosamente engalanada capipasar en salvo: que en días la marcha correcta de mino por esa raza anglo sa mas?
gracias de su madre ante la riente filas escuelas españolas, no las instituciones españolas, jona en la que hay cuali Cuando cayó aturdido por aquella gura del Salvador, reclinado en cuna sólo en las de la península y el referente la orga dades y aun deficiencias es sem fución de fuego en dso frente, pasar de mimbres, en medio de las peregriIbérica, sino en las de fri nización del ejército. No pecialísimas que fueron to en vertiginoso tropel, como hojas escenas, amontonados con la candida el Has propicias para ca y Oceanía. hay que ir hace mucho movidas por irresistible huracán.
caso.
sencillez de la fe, y le parecía aspirar que tuvimos ¿Hacia donde iban. Huían en el pá el suave perfume desprendido de las aprender como se for ocasión de citar el prejuiEl tema nos parece in nico de la derrota, corrían desala negras trenzas de la dulce novia, en man hombres y ciudadanos. cio del inolvidable Conde teresante; pero como pro dos en persecución del seguro triunfo? cuyos ojos asomaba una lágrima en El soldado había implorado auxi recuerdo de las pasadas angustias de bablemente no lo tocamos lio; mas en medio del fragor de las la ausencia, mientras en sus frescos La persona que asegura de Aranda cuando eso debe tener una idea en representante de España, por última vez, dejamos al detonaciones, en medio de las voces labios vagaba la seductora sonrisa vibrantes, con el imperio del entu de amor y la dicha recuperados. Qué teramente singular de lo firmó el tratado de París go en el tintero.
siasmo de los jefes y las ardorosas orgulloso y satisfecho se sentía el joexclamaciones de los soldados. cómo ven patriota, luciendo sobre el valeque constituye la ciudada en que se reconoció por era posible distinguir el débil murmu roso corazón la cinta roja, salvada ría. Para nosotros el Europa la independencia La noche buena llo de un moribundo, que se confundía de todos los combates, y que le señaideal del género estriba en norte americana, acerca 1 con centenares de quejidos iguales, laba como soldado de la Libertad!
quejidos de desesperación y muerte, Ah. qué grata era la vida! y qué ser un hombre libre, miem porvenir que aseguraba del soldado que forman las notas solemnes y con noche tan hermosa la Noche Buena bro de una sociedad que la nuevn nación la sobemovedoras de la grandiosa sinfonía de Navidad. lo sea, y estamos muy le ranía de la conciencia. El herido se incorporó vacilante de los campos de batalla?
El delirio del soldado se interrumUn ronco gemido brotó de sus secos terminó el rápido pasar de los pió. Otra vez taladró sus sienes pensar que las colo por cierto, es muy de notar labios, y con los movimientos auto corceles y se extinguió la voz de los la tortura de insoportable punzada, nias africanas y oceánicas que los primeros que en los máticos de un sonámbulo llevó las jefes y soldados, y desaparecieron en y otra vez trato con temblorosa made España pueden pasar co Estados Unidos alcanzaron manos la frente y trató de oprimir la distancia los flotantes pliegues de no de cerrar la herida por la cual se aquel punto ensangrentado, donde la bandera liberal, cuyos colores ani escapaba su energia vital.
último reflejo de Virgen Santa. sería posible que le mo semilleros de esa plan establecerla por comple palpitaba la punzada terrible, agudi maron como un ta. Bajo el influjo nefas to, fueron los colonos cató sima, que produciendo el efecto de un luz, de esperanza y de vida, las en recobrara la desesperación!
hierro candente, disipó el adormeci turbiadas pupilas del desamparado La brisa en lugar de reanimar con suave caricia su frente, la azotaba to y sucesivo de las casas licos; acaso porque de ella miento que hubo embargado su cere herido.
Después. él no pudo seguir con con el hielo de la agonía.
de Austria y de Borbón las eran los que estaban más La última sensación de que podia exactitud el trascurso de las horas de El repique de las campanas se apainstituciones españolas su necesitados: que se estudie darse cuenta era la de haber rodado aquel fatídico día, pero se apercibió gaba en la distancia. las estrellas frieron un envenenamiento la historia del Estado de lenta, muy lentamente, por una sima confusamente que el sol se ocultaba se borraban en la sombra y se abrió oscura y silenciosa, en la que no ha entre luminosos celajes y reinaba la amenazante la negra sima.
cuyo influjo letal no ha de Mary and, y se encontra bía encontrado una frágil rama noche; noche de Diciembre, serena y El desdichado cumplió un supremo esfuerzo. Impaciente apartó las saparecido todavía del to rán ea su relato muchas que asirse; y en la que, martirio más aromada.
intenso aún, su voz no logró desperUna fresca y ligera brisa oreaba la gotas de sangre que seguían rodando, por mas que haya ha suge tiones de importancia. tar eco alguno, apesar de levantarse frente del soldado, y como con mano do una por una sobre sus párpados: una como jos de bro.
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