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EL DIA Precauciones contra la salubridad de los pantanos. ser posible no se debe trabajar, ni hacer marcha, bi cazar en las orillas de los pantanos, durante los rigon del verano, es mejor en el otoño. a la primavera. De todos modos es conviente tomar estas precauciones no trabajar en ayunns, sino almorzar primero y tomar una tasa de café: dortoir lo mas lejos yue se pueda de la orilla del pautano, buscando al efecto los puntos altos y des.
pejados para instalarse nue en las siestus no salir por las mañanas ni por las tardes sin el correspondiente abrigo, siendo el mejor una camiseta de franela pegada al cuerpo; los alimentos deben ser fuertes, dominando en ellos las carnes; y por último, cuando en medio de la fatig se desee beber, no hay mejor refrezen que el preparado con cafe.
Con estas precauciones, descansando cou mas frecuenin que ordinarinneate, y tomando despues de cada comida una tasa de buen café, wo hay tanto peligro de que caigan con calentara los cultivadores de arroz y otras plantas acuatica, como nsí mismo los que trabajan cu si tios húmedos los que se dedican a la carn de oudes. Copiado. Concierto. Manna Domingo tendrá lugar el que Filarmonia de San José a beneficio del Parque de esta Capital; y cuyo progrıma publicamos en in sneción correspondiente. Tanto por el objeto que es destinado el producto de esta función, como tambien por ser ella la exhibición de los primeros trabajis de la Filarmonia, esperamos que el pnblico no le negara so protección Debido a la baratura de nuestro diario es es innegable que circulara mas que cualquier otro. En ese coucepto inerece la preferencia del comercio y del pa blico para la inserción de avisos y comuniculus.
Además, la tarifa sumamente módica, como se ve en la seccióa correspondiente, nos hace esperar que no serán defraudains nuestras ilusiones. Por otra parte si el número de anuncios es bastante. aumentare, mos las dimenciones del diario, o agregaremos un oja mas El interes del dinero. En La Voz del Pueblo no 20 se encabeza un pequeño articulo con el mote que acabamos de indicar. El Sr. Huard escribe con virulencia, digamos, sobre el contrato Soto Ortuño, pe.
ro no hace cargo concreto algumo. Dice que el misterio que envuelve ese triste asunto es muy odioso y que no quiere convertirse en eco de los rumores que circulan acerca de los protectores de dicho contrato que lo sostienen para ganar comisiones prometidas Nosotros creemos que dicho contrato tendrá de todo menos de misterioso, pues fné dos veces publicado: mua cuando se presentó en forma de proyecto a la II.
Comision Permanente, y otra cuando por ella fue promalgada fin de que tuviese la fuerza de ley. El Sr.
Huard se equivoca atrozinente en cuanto a eso del misterio. Respecto promess, solo lo hemos leido en el articulo que contentamos y estamos seguros de que es una creación fantástica del Señor Huard. Promesas, aquien Señor Hnard? Ni el Gobierno ni el Banco de la Unión necesitan esos modios para cumplir reciprocamente sus compromisos. Es una ley de la República el contato, entonces no depende de la voluntad de ninguna de las partes contratantes el bedeserlo; ambas están en esa obligación. Vea si serán no inútiles las tales promesas y si tal timmaciòn tiene siquiera un tanto de sentido común. Que el contrato es la causa directa de la baja del interes es tan cierta como cierto es que su Banco Ilipotecario no desendio hasta alli. Digamos, Sr. Inard, en que época los agricutores han recibido en el verano dine.
ro al mo anual? mismo lo ha dicho en muchas ocasiones, que en esos tiempos es mando mas ha sido explotado el pueblo por los Bancos. Recabe intormes y se convencer de que hubo veranos en que el dinero estaba al y al 21 910 mensual. Se guiremos IMPRENTA DE LA LIRA. la ropa.
le mirara. Vestia el traje propio de los señores acomodados que viajan en verano, con el redondo sombreret que debe a su fealdad el nombre de hongo, gemelos de campo pendientes de una correa, y grueso buston que, entre paso y paso, le servia para apalear las zarzas cuando extendían sus ramas llenas de afiladas uñas para atraparle Detúvose, y mirando a todo el circulo del horizonte, parecía impaciente y desassegn do. Sin duda no tenia gran confianza en la exactitud de su itinerario y guardaba el paso de algún aldeano que le diese buenos intormes topográficos para llegar pronto y derechamente su destino. No puedo equivocarme murmuró. Me dijeron que atravesara el rio por la pasaders. asi lo hice. Després que marchara adelante. En efecto, alla, detrás de mi queda esa apreciable villa, a quien yo llamaria Villafangosa por el buen surtido de lodos que hay en sus calles y caminos. De modo que por aqui, adelante, siempre adelante. me gusta esta frase, y si yo tuviera escudo no le pondría otra divisa) he llegar a las famosas minas de Socartes.
Despnés de andar 14 go trecho, añadió. Me he perdido, no hay duda de que me he perdido. Aquí tienes, Teodoro Golfin, el resultado de tu adelante, siempre a delante. Estos palnrdos no conocen el valor de las palabras. han querido burlarse de ti, ellos mismos ignoran donde están las minas de Soeartes. Un gran establecimiento minero ha de anunciarse con edificios, chimineas, ruido de arrastres, resoplido de hornos, relincho de caballos, trepidación de máquinas, y yo no veo, ni huelo, ni oigo nada. Parece qne estoy en un desierto.
qné soledad! Si yo creyera en brujas, pensatrigne mi destino me proporcionaba esta noche el honor de ser presentado ellas ¡Demonio! apero no hay gente en estos lusares. Ann falta molia hora para la salida de la luna. Ah! bribona, tú tienes la culpa de mi extravio. Si al menos pudiera conocer el sitio donde me encuentro.
Pero que mas dá. Al decir esto, hizo un gesto propio del hombre esforzado que desprecia los peligros. Golfin, tú que has dado la vuelta al mundo, e te acordarás ahora. Ah! los aldeanos tenía razón: adelante, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.