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2 EL DIA AVISOS.
mella, esquina opuesta al Mercado. PDE ESPANOL.
LMACEN DE ALZADO Esperaba una ocasión. Cuando rras de Aragón fuesen adoptadas desesperaba de encontrarla, se la desde entonces para la bandera es MAXIMILIANO KABSCH.
deparó Dios.
pañola En lucha constante con los normandos, Carlos el Calvo pasaba su Corredor Jurado comisionista.
vida en los campamentos.
Sus feudatarios le auxiliaban cual deREMATISTA AVALUADOR bian; y ellos debió el éxito de Oficina: avenida Oeste, Nos. 39 y 163.
sus victorias ALMACEN DE REMATES.
Unidos, lưchando con sus enemi UNA BUENA gos, la batalla se empeñó serra En casa de los Srs. Agustin Atmente.
GRAT FICACION El Rey contemplaba desde su tienda la lluvia de flechas, las nu Se ofrece en la oficina de El Dia bes de polvo que levantaban al aire al que presente un prendedor perlos pelotones al cruzarse y el hura dido, y que consiste en una palocán que formaba la mezcla de es mita de oro con chispas de brillante.
padas, lanzas, mazas, azconas, dagas, catapultas y pendones.
Los normandos avanzaban cada HOTEL vez más, y el Rey se consideraba ya su prisionero, cuando un nuevo camW. DE LA GUARDIA peón con grandes refuerzos, cayó. ANTES INTEL NACIONAL. sobre el campamente, arrollando a los normandos y poniéndolos en Excelente serviNo lazy otro igual en la dispersión.
Repubblica.
De pronto cae herido el vence cio, buena mesa, dor caudilo. Trasladado a la tienda real, el Rey levantó la visera de cuartos bien fresCONTIEME SIEMPRE EXCELENTE CALZADO su casco, reconociendo Vifredo. COS expontáneamente había corrido en DE TODAS CLASES PARA TDAOS LAS para familia.
su auxilio.
EDADES CONDICIONES Cantina surtida, liRendido de gratitud le dijo: PRECIOS SIN COMPETENCIA. Si mueres, Vifiedo, Barcelona cores finos.
será siempre el primero de mis EsPretados; si vives, libro tu pueblo de Tabacos y cigrrrillos Habanos.
mi bando y te nombro su rey y cios moderados.
soberano.
PUERRO Euon. EL PROPILTARIO. Por si vivo, contestó Vifredo, señalad mis pueblos las armas que PEDRO PÉREZ han de usar en sus escudos.
El Rey mojó entonces sus maE. CHAMBERLAIN nos con la sangre que manaba de la herida de Vifredo. y pasándola Representing luego por el escudo de oro qae briROBERT DERLEY C?
llaba en su coraza, grabó en el cuaIRON Works tro lineas rojas. Con tu sangre haz salvado mi corona, le dijo: honro con tu san Toda clase de maquinaria pagre tus escudos.
ra fabricar azúcar etc. etc Un escudo de oro con cuatro ba1 rras de sangre y una corona condal for cimera, fue desde aquel día el SOCIEDAD DE ABOGADOS distintivo de los Condes de Barcelona y más tarde, por los reyes de CASTRILLO NAVAS.
Aragon cuando en 1462 Fernando II de Aragon y de Castilla se MAN AGUA.
unió en matrimonio con Isabel la Católica. En las condiciones estipuladas para verificar la unión de mes. los dos reinos, se acordó que las baCOMPRAMOS en la oficina de El Dia ejemplares de los números 1, 3, y NEW YORK CABALLERIZA EN MI ofrezco alquilar caballos para señoras, señoritas, caballeros y niños; coches, volantas y un carro que conduce con prontitud y seguridad mercaderías muebles, construido especialmente para este fin.
El cuido de caballos y coches es esmerado; hay mucho pasto y gran LUIS CRUZ.
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limpieza.
de Banos termales.
Situados quince minutos CARTAGO. Muy recomendados por los Médicos del país, y especialmente recetados para los dolores reumáticos, y enfermedades cutáneas y de la Hotel y rRestaurante, sangre.
NICARAGUA. 79píritu. Es menos dífícil conocer un autor subjetivo que un autor objetivo. el primero exprime sus sentimientos, expone sus ideas y juzga la sociedad y al creación con arreglo su ideal. el segundo presenta los objetos tal y como nos los ofrece la naturaleza. procede por imágenes y descripciones. lleva las cosas a la vista del lector. dibuja, viste ilumina exactamente sus personajes. les pone en la boca las palabras que tienen que decir y se reserva su opinión. Este es vuestro estilo. primera vista se os puede acusar de cierta desdeñosa imparcialidad que no establece gran diferencia entre un lagarto y un hombre, entre los arreboles de una puesta de sol y el incendio de una ciudad. pero mirando de cerca esas frases rápidas, esos rasgos bruscos, tan rápidamente cortados, se llega adivinar una sensibilidad profunda contenida por un pudor orgulloso que no quiere mostrar sus emociones.
Este juicio literario estaba de acuerdo con el juicio instintivo de mi corazón, y ahora que nada se me oculta sé cnán justo era. Todos los énfasis sentimentales, lacrimosos hipócritamente virtuosos os horrorizaban, y para yos el peor de los crímenes era engañar al alma. Esta idea os daba extraordinaria sobriedad en la expresión de los sentimientos tiernos apasionados. Preferíais el silencio la mentira á la exageración sobre esas cosas sagradas, aunque para ello tuvieseis que pasar los ojos de algunos por insensible, duro y hasta algo cruel. De todo me di cuenta y no dudé un momento de la bondad de vuestro corazón. De la nobleza de vuestra alma no había que hablar, porque vuestro desdén altanero hacía todo lo vulgar y pequeño, así como hacia la envidia y cuanto constituye alguna fealdad moral, lo demostraba bastante. fuerza de leeros adquirí tal conocimiento de voz como si os tratase toda mi vida, a pesar de que solo os había visto una vez. Había penetrado en los rincones más ocultos de vuestro pensamiento y conocía vuestros puntos de partida, vuestros objetivos, vuestros móviles, vuesiras simpatías y antipatías, vuestras admiraciones y disgustos, toda vuestra personalidad intelectual y hasta llegaba comprender vuestro carácter. Algunas veces leyéndoos daba con un pasaje que era para mí una revelación, y levantándome iba al piano tocar, como comentario vuestra frase, un motivo de calor y sentimiento análogos, que la prolongasen en vibraciones sonoras melancólicas.
Gustábame el oír en otro arte el eco de vuestra idea. Quizás aquellas interpretaciones fuesen completamente imaginarias y no hubiesen podido ser descubiertas por nadie más por mí, pero algunas eran verdaderas, como he podido comprender ahora que habito en la fuente de la eterna iaspiración y la veo descender en chispas luminosas sobre la cabeza del genio.
Miemtras leía aquellas obras vuestras que podía procurarme, porque el circulo de acción de una joven es tan limitado que hasta el paso más sencillo le resulta difícil, la estación adelantaba, las cimas de los árboles tomaban esos tintes azafranados del extremo otoño; las hojas se desprendían de los árboles una tras de otra, y pesar de los cuidados del jardinero, los andenes y los macizos estaban siempre cubiortos. Algunas veces cuando paseaba en el jardín por debajo de los castaños, la caída de una castaña que me daba en la cabeza como una bala, rodaba mis pies con la cáscara abierta, interrumpía mis sueños y me hacía temblar tnvoluntariamente. Colocaban on los invernáculos las plantas delicadas y los arbustos Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.