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EL DIA SÉREXATA ición con tierra después els dos semanas de su llegada. Se necesita, juicio de mu(CUN PARÉNTESE. chos, que permanezcau más tiempo alejalos de ndestras costas.
Xia de talle de abeja y de expresiro mirar, asómate tras la reja Junta de médicos: Sabemos que el y one mi línguida queja, Gobierno convocó antier una junta de oye mi amante cantar.
médicos con el objeto de dictar las mas (Veremos si esta quintilla eficaces disposiciones higiénicas, para 6me le gblanda el corazón ritar la invación del cólera. este diablo de chiquilla: Esperamos ver pronto publicado lo ya está el mío hecho tortilla que esa junta resuelva. bien gigot de mouton. mi pasión corresponde; ten de mis cuitas piedad: Remate importante en Heredia es el de (Pues, señor, no me responde.
la casa de la sucesión del que fué Dos.
Es gracioso. Dime, dónde te hallas, candida beldad. Que ante tus plantas postrado rá el Sr. Juez de 12 Instancia de esta te juraré amor eterno!
Provincia las 12 del dia 21 de se(Si sigue el balcón cerrado marcho tomar un helado.
de sa oficina. Esa casa está situada en Que calor! Ni en el infierno. dos calles de las principales; es grande, De ángel y mujer ingerto, cómoda para familia numerosa, con dos no es digno de tí este mundo. Por el postigó entreabierto escucho un sonido incierto. 100 varas del Mercado, 200 del ParEs un Tonguido profundo. que igual distancia de la Estación, teBien sé que en tu gabinete niendo todas las condiciones para un por mí gimes con pasión!
buen punto de comercio. yo miento más que siete, Pormenores los dará en Heredia el pues, me llama zoquete, druerme cómo rin lirón)
albacea. No scudes. milamento?
CIRILO MEZA. Como quien oye llover. Acalla mi triste acento 15 V: que va tí en alas del viento: no desdeñes mi querer. Se abre el balcón, no es quimera!
AL COMERCIO.
Mi bien, cesó mi sufrir. Ah, es la negra cocinera En esta fecha hemos establecido una que contesta airada y fiera: casa de Agencia y Comisiones y clesie Niño, váyase dormir. hoy nos hacemos cargo del recibo y despacho de mercaderías y del embarque alt BENJAMIN GIBERGA.
café y otros productos.
Tenemos oficiaas en Limón y esta ciuCuarentena. Muchas dad. Las órdenes se réciben, po ahora personas en la oficina de don Jäinie J, Ros.
Puentran corto el término de quince días Ofrecemos actiridad y esmero en cunestablecida påra là cuárentena. Pienplir las comisiones que se nos confien.
an que el hecho de presentarse un buQUIROS, VILLEGAS que procedente de puertos infestados, con patente sucia, es demasiado alarman Apartado ue correu 107. e para que se le permita su comunica José; Setiembre 19 de 1802.
GRAN LEGHERIA CASA DE DOMA.
Emilia de Guardia Desde el día de los corrientes ha tor Don Fermin Meza, el cual lo verifica quedado abierta esta lechería, instalada de acuerdo con los últimos adelantiembre del presente año, en la puerta tos modernos.
Contamos con las acreditadas vahabitaciones independientes, tres tiendas, cas de Durham, Jersey y Holstein Leche caliente a todas horas.
SE HACEN CONTRATOS ESPECIALES.
ALM MACENE (GLZADO DE LA GUARDIA en No hay otro igual en la República.
CONTIENE SIEMPRE EXCELENTE CALZI DO DE TODAS CLASES PARA TODAS LAS EDADES CONDICIONES Précios sin competencia. il 1194 de sombra profunda había sucedido un deslumbramiento de esplendores, un ensanche de horizontes, desaparición de toda suerte de límites y obstáculos que me empapaba de indecible alegría. La explosión de nuevos sentidos, me hacía comprender misterios impenetrables al pensamiento y los órganos terrestres. Libre de aquella arcilla somrtida a las leyes de la atracción, me láncé con loca velocidad en el éter insondable. Las distancias ya no existian para mí el simple. deseo me llevaba donde quería ir. Tracé grandes círculos volando más rápidamente que la luz, a través del vago azır de los espacios, como el que toma posesión de la inmensidad, cruzándome con enjambres de almas y de espiritus.
Un raudal de luz brillante coino polvo de diamantes constituía la atmósfera, y cada grano de aquel polvo lumínico era un alma, según tuve muy pronto ocasión de notar. Formaba corrientes, remolinos, ondulaciones y jaspeados, como ese polvo impalpable que extienden sobre las mesas armónicas paja estudiar las vibraciones sonoras, y todos aquellos movimientos producían nuevos brillos aun en medio de su esplendor. Los números que los matemáticos pueden en.
tregar al cálculo, prolongándose en las profundidades del infinito no sabrían, con sus millones de ceros añadidos para darle sü enorme poder la cifra inicial, dar una idea aproximada de la espantosa multitud de almas que componen aquella luz tan diferente de la luz material, como el día de la noche. las almas que han pasado por las pruebas de la vida desde la creación de nuestro mundo y de los otros universog, se unían las almas en expectativa, las almas fírgenes que esperaban su turno para encarnarse en un cuerpo de cualquier planeta o sistema. Había bastantes para poblar durante millones de años tüdos esos universos, espiración de Dios que cesará cuando causado de su obra absorsa de nuevo su soplo. Aquellas almás, annque diferentes, en esencia y aspecto, según el mundo que debían babitar, no obstante la infinita variedad de sus tipos, todas recordaban el tipo divino y éstaban hechás imagen de su creador. Tenían por monada constitutiva la chispa celeste. Unas eran blancas como el diamante, y otras tenían los colores del rubí, la esmeralda, el zafiro, el typacio y la amatista. falta de otros términos que puedan servir para que me comprendaís, empléo ésos nombres de piedras, que son viles guijarros, crigtales opacos, negros como la tinta, que aun escogiendo los más brillantes sólo parecerían como manchas sobre el fondo de los vivos, esplendores.
De vez en cuando pasaba algún ángel llevando a los límites de lo infinito una orden de Dios y hacía oscilar los universos con las palpitaciones de sus, enrmes alas. La vía láctea manaba en el cielo como río de soles en efusión. Tias estrellas que yo reía en su forma y tanaño verdaderos, tamaño de que no se puede formar idea la imaginación del hombre, brillaban como antorchas terribles y descomunales; detrás de ellas, por entre los huecos que dejaban, en las proEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio Cultura y Juventud, Costa Rica.
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