Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
EL DIA orillas del torrente Cosas y Quisicosas la dirección del pueblo con dría que estar completamen EL DIA DOMINGUERO su mujer y espera la hora te tendido. Preciso es que DIRECTOR PROPIETARIO, del baño del siguiente día. la sangre borbote con todo De política: RAFAEL ALPIZAR De acuerdo con algunos el brío de la juventud en las Se dice que van dar un San José, 17 de Febrero de 1901 mozos de los que no faltan venas para exponerse tales General uno de los Ministerios, otro General otro idem, y que en toda broma, se adelanta peligros.
Ojoalerta su esposa cami Primero clavó Alejo una será un General el Presidente no del baño, y lo mismo el rodilla, después clavó la otra del Congreso. Todo, como se vengador marido que los de igual modo, y quedó en ve, será general. hasta el desFalta hacía contento público mozos, después de hacer flo actitud de orar.
tar un pelele, con forma de sus labios entonar el credo como reo en patíbulo, Decían un conchito: mujer, en el estanque, se oDel randal rumoroso en las riberas Se conoce que usted va pamirábamos del sol la última luz cultan pocos pasos de és porque aunque él no había te, aguardando la cautelosa cometido ningún crimen, só ra la frontera.
en las copas jugar de las palmeras, lo le concedía Ojoalerta bre. Por qué?
llegada del ratero.
y abajo, en lejanía, ves minutos de felicidad, mi. Porque no sabe para dónde El cual, como le hierve la rándole desde su escondite va.
con los oleajes de la mar bravía sangre moza, y el plato que catorce pasos de la alberca.
en el confin del horizonte azul.
piensa dar su vista es por Alejo no sólo inclinó todo. No puedo, mi General, ir extremo apetitoso, siguiendo el cuerpo, sino que miró, y a las fronteras, como son sus de Pálida cual los nardos que en su frente ajaba el frenesí de mi pasión, el rastro la mujer y me lo que es más, dirigió la voz seos!
arrojando el más bello la corriente, tiéndose por esta viña, sal al muñece que adoptaba for. Cómo. insolente. teando mira, dijo, ya en vano por aquel vallado, ma de mujer. No, porque dice mi mamá resistir quiero tu poder ufano: cruzando este portillo y Bienafortuna el agua, que pueden darme un balazo en el raudal eres tú, yo soy la flor!
cultándose detrás de aquel María! susurró el mozo des el corazón, como padezco de tronco, llega unos cincuen de arriba al insensible pele él, es posible que me dañe más Césped de pardos su sepulcro alfombra ta pasos de la alberca conte le. viendo que no hacían la salud.
do en mis brazos durmió junto al raudal, niendo la respiración.
efecto sus palabras. Asín fuera yo gotita de Cada mozuelo oculto tras Dos y las palmeras que voluble sombra y dos son cuatro.
nos dieron en los días de una mata, ve la expresión agua pa abrazarte! agregó. Bah. no siempre. Cómo. dos y dos no son de juventud y locas alegrías.
de miedo a la vez que de a modo de estrawbote amosombra al sepulcro solitario dan!
audacia del rostro de Alejo, roso, sin que por esas se cuatro, siempre. No señor dos dos pueden y siente tentaciones de risa, conmovieran las duras enJORGE ISAACS.
Las trañas del muñeco.
hacer también 22, tales, que se llena la boca, para no soltar la carcajada, personas ocultas en las matas mostraban lo rojo de una. Quiere usted, me dice UNA VENGANZA CHUSCA techo y se ha tendido en u de olorosos cogollos de mascongestión de risa en los perder la vergüenza para pasarna rama, que duras penas tranzas.
semblantes.
la bien. le sostiene.
Cuando Alejo llega al laBoca abajo sobre el techo. María agregó con voz Sí, señor.
Pero si el hombre ha des do de la enramada, más de de follaje que cubre las redoliente Alejo. permíteme Pues haga que le echen una cubierto la uno de los del escondite se el presa, movidas aguas de una alesposo oír tu voz y no enmuezcas; inyección de sangre de esbicro.
berca, está el cauteloso Ale de María ha descubierto al ha tragado media mata ha tumario Dios sabe dónde Un examinador: Jo, mozo que en lo tocante ladrón, que no en vano le ciendo esfuerzos extraordi estará esta hora, y si tú me enaguas se mantiene al ace llaman Ojoalerta, por aquello narios para no reir.
respondes, naide habrá de. Pero no comprende usted Por su parte de que el que tiene mujer Ojoalerta oirte más que yo.
cho de la que cae, como canada. Ea! que traigan un Por todo había pasado, haz de paja este joven.
da hijo de vecino. Se halla guapa debe tener también siente que le titilan los ojos de puro vivos, y añanza la mal que bien, Ojoalerta, me. Traiga usted dos: este ca.
eo tan arriesgada postura, ojos de lince.
que abajo, dentro del es No se irrita el avispado cuerda atada al puntal de la nos por aquella ofensa que ballero almuerza conmigo.
tanque, goza de la frescura, marido, ni espanta de una alberca, anhelando que Ale le hacía el astuto acechador Liose la cuertomando un delicado baño, manera brusca al ratero; va jo, tras de mil trabajos de e de su honra.
El juez una señora: la mujer de Ojoalerta, que es se cantiñando hacia la al quilibrios, quede boca aba da a la mano, llenó el pecho. Dice usted que ese indiguapa, tirada de largo y fres berca mientras piensa en u jo, mirando al pelele que flo de aire, presa de una enloca como el agua misma que na chusca venganza, y el ta en medio del estanque. quecedora emoción, y al de viduo la ha abofeteado, la ha ticir de nuevo Alejo, más al rado al suelo y la ha pisoteado?
rodea con amoroso abrazo pájaro levanta el vuelo y se No hubiera cambiado Ojoa Sí, señor.
mibarado que nunca: lerta el tirón por el cortijo aleja.
su cuerpo. Es usted su pariente. María, pecho e piedra, Pero así como no hay ce En seguida, y una mejor del pueblo. Soy su suegra.
pecho e roca, ojalá cayera Un crujido leve y argen sobre tí.
El juez, señalando a la puerta: rrojo que pueda guardar fuera del agua su esposa. Entonces. de qué se queja Vas ser complacíouna mujer, así ella se está corta con el hacha dos pun tino, que lo mismo pudiera usted. guardada y salvo de todo tales de los tres en que se ser de piedrezuela caída en saltó por fin Ojoalerta con daño, como le salga de la sostiene la enramada, y de el agua que de risa mal con la violencia del corcho que voluntad el guardarse; y ja en pie el tercero, pero no tenida, detuvo Alejo en su salta de la botella.
CONSEJOS PATERNALES aunque Alejo fisgonea des clavado en el suelo, sino a marcha, y por un momento Tiró con toda su alma, in He sabido, hijo mío, que de arriba, sólo alcanza ver poyado en el brocal. Lue le arrebató todo el color del clinóse el techo de hojas en Giró los ojos a medio de una espantosa ciso que te acostumbres decir mientes con frecuencia y es prela cabellera de María, que go le ata por la base una di semblante.
rubia y espléndida se abre sinulada cuerda, cuya punambos lados tratando de a mueca de susto del mozo, en la trémola superficie del ta va esconderse catorce gachar el cuerpo y estuvo rodó el puntal que sostenía siempre la verdad, por mucho agua.
pasos de distancia entre el en absoluta inmovilidad has la enramada, y Alejo dió un que te cueste.
colosal crimazo en el agua. Está bien, papá.
Tan silencio es cuando follaje, deja convertido el ta pasado un corto espacio. levantando un tropel de olas Un instante de silencio.
Debió de suponer que el quiere el amque con me techo del estanque en una en el estanque. Calla! exclama el padre ue hiciera si especie de trampa, puesto chasquido lo ocasionaría aCuando manoteaba con an Han llamado a la puerta. Ve el mo. que, dá adole un fuerte tirón caso un grano de tierra, por sias vivas, rodeó el coro de abrir, hijo mío, y si preguntan llegar hasta a la cuerda, el techo se des que volviendo a aparecer el mozos la alberca, y en ella por mí, dí que no estoy en casa, detrás del estanque, que se plomars, haciendo al caer debriendo de nuevo los brazos, canadas de agua fresca y tono rojo en su cara y a cayeron, además de las boextiende al pie de un tajo tapa de carpeta.
PENSAMIENTO echo otra vez el pie y quedó hermosa, otras alegres boca pequeño, ha mirado lo terminado el primer en una rama de poca connadas de risa.
hondo por entre las hojas del trámite del expediente, toma sistencia, sobre la que tenNo hagas cosa de que tu eneSALVADOR RUEDA. migo on pueda enterarse.
vez nos ruido OS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.