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EL ORDEN SOCIALQuien sea rehacio para cubrir esa contribución, que bien llamaremos espiritual, come te un fraude, tanto más punible, si es persona capaz de comprender el bien que el perió.
dico trac las sociedades, cuanto más vituperable si ignora que el periódico representa una cantidad enorme de energías que se gastan diariamente, para caer en lo hondo del olvido, una cifra de dinero tirado a las probabilidades de un fracaso económico, una suma de tiempo que no vuelve. El periodista católico no es un mercenario que tiene estipendio fijo, no es un financiero que especula con el alza y baja, ni un mercachifle que compra al mejor postor; es un obrero que trabaja en tarea afanosa y ruda, para equilibrar las fuerzas diseminadas de la civilización cris.
tiana.
Que tú sola eres gentil. Pobre rosa marchitada Por el ardiente huracán. Qué te queda, desdichada De tu gloria en tanto afán. Qué te queda ya? la nada!
Tan solo la nada. oh no!
Pues si el tiempo, que consume Cuanto toca, te agosto, Ese celeste perfume Que tu corola exhaló, Ese aroma delicioso, Más fino que tu hermosura, Guardarás siempre oloroso, será en tu desventura Atractivo más hermoso.
Así también la mujer, Tras dolorosa inquietud, Su esplendor puede perder; Mas en medio al padecer Brilla siempre su virtud.
Que es la hermosura una flor Que tan solo dura un día, del destino el rigor Agosta su lozania, Dejando solo dolor, Más su soplo funeral En vano al rededor zumba De la virtud celestial; Que bella siempre, inmortal, Nos acompaña la tumba.
No llores, pues, pobre rosa, Tu pasajero esplendor: La belleza es frágil cosa; Mas te queda, flor dichosa, To perfume seductor.
ANGELA GRASSI una rosa marchita Reina hermosa del pensil Que en la espléndida mañana Suspirando aromas mil Te ostentabas tan galana, Tan hechicera y gentil. Qué se ha hecho tu hermosura. Qué se ha hecho tu altivez. Ya te ajó la desventura, a la par que tu brillantez Se marchita tu ventura!
Al nacer de la alborada Tú cáliz se abrió al rocío, de perlas alfombrada Miró tu planta esmaltada El sol ardiente de estío. la brisa placentera, Revolando en derredor, Besos te dió lisonjera: Mas desechaste altanera Tiernos ósculos de amor.
Esa fuente cristalina Que va sola y murmurando, En las guijas tropezando.
Tu hermosura peregrina Fue en su linfa retratando.
Hendiendo el aire ligero, Las abejas en tropel, Todas quisieron primero En tu cáliz hechicero Libar la sabrosa miel. en vano las otras flores, Que decoran el pensil Ostentaron sus colores, Que eres tú, rosa de amores.
DE TRES RIOS La inmoralidad cunde en la mayor parte de los hombres del mañana. Niños hay que sin ningún escrúpolo se mofon cuando pasa un viático, proseción, etc.
Es muy común hasta verlos silvarles personas que pasan caballo. En fin, nuestra sociedad si así sigue, se hundirá. con franqueza confieso que depende en gran parte, en el descuido de la religión, base de la moralidad enlos pueblos.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.