EL ORDEN SOCIAL lles fisiológicos, el quid divinuu de la ins Contentarme he con recoger algunas piración artística si es incomparable el dón de las más hermosas flores de ese vergel, de arrancar de los colores la representación para ofrecerlas en fragante ramo cuantos de soberbios y arrobadores cuadros de la me escachais, buen seguro, con la benig naturaleza, más admirable, más glorioso es nidad en el juzgar y el interés de espíritus sin duda hacer germinar en una naturaleza reflexivos.
brusca los graciosos y preciosísimos brotes Es indudable que si es difícil cosa edude la cultura, hacer brillar en una personali car, más difícil aún es encontrar quienes dad humana, el esplendor magnífico, los tengan vocación de educadores, que estén deslumbrantes fulgores de la propia digni bien revestidos de las fundamentales condidad, del genuino conocimiento de sí mismo, ciones del pedagogo legítimo; es decir, que del imperio de las múltiples inclinaciones y al carácter de la antoridad, úna el cariño y apetitos, unido eso, en intimo consorcio, con el amor al discípulo; y que proceda siempre los reflejos de la ciencia humana y la inves gobernado por la prudencia en la ardua latigación de las causas que rijen las relacio bor de la educación; que no sea comerciante nes de todos los seres: Ars artium regimen de principios pedagógicos; en otros tèrmi animarum.
nos que no sea venal y mercenario, sinó Mucho sobre la educación se ha escri desinteresado y fiel.
to, mucho se discute, mucho se experimen Véis que he establecido como condición ta con mayor o menor éxito, señores; y la primordial en el educador, el gran principio divagación y la divergencia y las contaadic de la autoridad: y con razón. Nos os parece ciones en que incurre la pedagogía, ya nos ona paradoja ridícula el concepto de un Está probando, al par que la importancia del maestro que se esfuerza en imbuir los cere asunto, lo confuso del concepto que de ella bros de sus discípulos con la ciencia humana, se tiene, y lo dificil de esa arte, ciencia, su que se esmera en formarles la voluntad y el gestión misterio carácter, careciendo en absoluto, si queréis ¿Qué pensaréis, señores, si os afirmo relativamente, de toda autoridad sobre ellos?
gne la cuestión de educación, con todos sus tal idea de un maestro no puede concebirse, intrincados problemas, está resuelta desde porque es contradictoria; ya quien dice hace dos mil años, en un libro eterno y so maestro dice hombre de autoridad porque la brenatural que refiere, con caracteres huma: ejerce, y porque le es ioherente en sn condi nos, pensamientos divinos, que permite cación y oficio.
da uno de nosotros tomar en nuestras manos No es desacertado afirmar que tanto la sabiduría de Dios mismo para empapar vale un maestro, cuanto vale la autoridad nos en sus melífiuas enseñanzas?
que sobre sus educandos se ejerse.
En el Evangelio se nos dan los Ahora bien, hablando de autoridad en tol de la pedagogía más acertada, sencilla el magisteriozno oís señores resonar en vues y cabal, que no es capaz de excogitar cere tros oídos con dulzura incomparable la pala bro humano. El Evengelio, es el gran maes bra maestro. con la cual saludan en el tro de In educación; es el gran códice de la Evangelio Cristo, sos apóstoles! Maestro, preceptiva pedagógica, es depósito inexhaus dicen, vos lleváis palabras de vida eterna.
to de todos los cretos que es necesario por la ley, los escribas, los fariseos enemigos ju no sólo los apóstoles, sinó los doctores de seer para saber bien educar.
rados del Salvador, constreñidos se ven Ab señores! No es el ámbito de indar tal dictado, quien venia enseñar la disearso, el campo oportano para exponer unica doctrina de regeneración.
esta tesis digna de muchísimas páginas, de si bien escudriñáis, señores, encon muchísimos libros y de plomas que aunen la traréis en el Evangelio, que ese calificativo profundidad del pensar, con la fluidez del se da Cristo, porque gran educador de lenguage.
preblos, de generaciones y de siglos, recla.
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