EL ORDEN SOCIAL5 Sare En medio de sus continuados sufrimien: tos, llególe el día de apurar el cáliz de amar gurn, oyendo pronunciar el decreto de su condenación: acto verdaderamente vandá ico y contrario a toda ley.
En la misma mañana del día de su muer.
te, 21 de Enero de 1793, confesó al infor tunado Morarea y dióle la Comunión su tiel amigo el abate Fermont, que no le dejó hasta el cadalso Luis subió un carraje, y fué colocado entre dos ven larmes que tenian orden de ma tarle si se hacía el menor movimiento en sn favor. Así recorrió tido el trayecto orando, y nada fué capaz de alterar un alma que sólo se aco daba de Dios.
Llegado al lugar del suplicio, que era la plaza de Luis XV, la víctima Real descendio LUIS XVI del carruaje, se quitó ella misma os vestidos y se dejó cortar el cabello; alargó sus manos para que se las ataran, y marchó con p4so firme a En 1791 la Asamblea nacional de donde se hallaba el instrumento de su suplicio.
Francia había cedido nesto la Asam Dirigiéndose la multitud que rodeaba el blea legislativa, y ésta era reemplazada al cada s, dijo con voz firme y tranquila: Fran año siguiente por In Convención. Uno de ceses! muero inocente de los crimenes que se me los actos de la nueva Cámara fué abolir el han imputado: perdono mie enemiyos, y anhie.
po! er Real, proclamar la república y con lo que mi muerte aleje. Un redoble de tamentrar en ella todos lo: polers del Estado. bores apagó su voz y le impidió continuar.
En.
Lris XVI babía desgraciadamente ol: tonces presentó su cabeza al fi o de la guillotina, vida. o, sigui la expresión de San Pablo, y encomendando su a mn Dios, recibió el gol qne Dins le dió la espada para castigar pe mortal, mientras su confesor exclamava: los malos y proteger a los buenos. Siriado Ch hijo de San Luis, volad al cielo!
en su palacio de las Tullerias por un popu lacho wniotinado (10 de Agosto de 1792, presentó e voluntaris mente en el seno de la Soneto Filosófico Asambles a fin de evitar la efusión de sau gre: noble confianza la que correspondieron DE CARLOS CANO liis revolucionarios encerrando al Rey, con Ful augusta familia, en el Temple.
No te guardo rencor si falsa un día olvidaste por otro tu promesa, Débil basta aquí, sin resolución alguna que mi alma, siempre en tus encantos presa, en su conducta política, Luis XVI va aun cifra en tu cariño su alegria.
transformarse en otro hombre. La Conven Yo perdono tu negra hipocresía, ción le hace comparecer su tiibanal y Luis el haberte querido no me pesa, se presenta tranquilo y magestuoso ante sus y aunque olvidas mi fe, conservo impresa miserables jueces, mejor dicho ante sus ver tu imagen pura en la memoria mía.
dugos; los confunde con la noblesa de sus También perdono tu sonrisa breve, respuestas; y no pudiendo desconocer que va que es del desprecio la expresión más clara derecho a la muerte. escribe uo testamento imagen fiel de un corazón de nieve; Perdono que tu pecho me olvidara, admirable, monumento de la fe más pora y pero no te perdono, niña aleve, de una generosidad sublime.
que lleves tantos polvos en la cara.
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