EL ORDEN SOCIAL1LA BIBLIA dores cristianos, escasamente habrá alguno cu yos decretos no lleven impreso el sello de su fe y y otras literaturas antiguas en el espíritu de vindicación de los dere bos de la el Siglo XIX de tan largos sig os oprimida humanidad.
Obra publicada en inglés por Tozunsend, Profesor La Ley Constitutiva de Inglaterra y La Biblia de la Universidad de Boston La actual Ley Constitutiva de Inglaterra debe a la Biblia más de lo que generalmente se Traducción para El Orden Social por Manuel Pasos, Doctor en Derecho piensa. Cualquier estudiante del derecho y de la ciencin legal, se halla al tanto de que las leyes (Continua de Alfredo y de Eduard, el Confesor, y, aun muchas otras formuladas después, en los tiempos La Biblia venerada por eminentes jurisconsultos de Coke, constante mente citan la Biblia como digásenos zn) ex también una forzosa última decisiva autoridad corroboración de la alta file:solia legal de la Biblia, Caben aquí, por tanto, como pertinentes el que los gran les maestros en la tradiciones del estas preguntas. Han recibido progreso algu Derecho, como Back tone, Somers. arshall. nos de los principios del Derecho remaro y de Story y Kent, hayan si lo reverentes Imiradores la Ley Constitucional de Inglaterra! Es ello de las sagradas págin is brian ellos pres posible? De consiguiente no se ha establecido, ta de homenaje a las inseñanzas de la Biblia si no de modo franco, que la Biblia sea la éltima y las hubieran haladto profundas yverdaderas! más alta autoridad?
Dependencia del Derecho romano La Biblia y la ciencia politica.
respect de la Biblia Lo que hemos hallado verdadero en el camEmpero algúo incrédulo nos se dará el Depo de la ciencia legal lo ballaremos igualmente en el de las ciencias afines, como la política y riche romano como un gran monumento de la pe netración y de la humana sagacidad Hasta cier ia civilización. Las verdades y preceptos bíbli to punto aim tido. Pero su dependencia respecto cos han sido como ya lo hemos insinuado, el gran los preceptos espíritu de la blia es cosa regula lor y la fuerza que ba refarmado las nacio.
que yn amit dis nusión entre los hombres En todos los pueblos y en todos los tiemduetos. En efecto, el Derecho romano que vie por, la importancia de los principios bíblicos ha ne a ser la base de casi todo el derecho rerop. o. elevación. No ha habido nación alguna que los representado invariabilmente el adelanto y la no llegó a ser lo que es sinó por la influencia del elevación. No ha habido nación alguna que los cristianismo en las niciore roinanizadas.
haya recibido sin dejar de sentir en su corazón benéfico influjo, y sin experimentar en su orgaEl Doctor P. Peabody en un artícu o nismo político el a crecentamiento del vigor y su sobre La influencia del Cristiani, mo sobre el vitalidad. La Biblia ha sido la constante pro recho romano, sabiamente diserta así. Los testa contra todas las usurpaciones y contra todo Teedificadores prácticos del Derecho roman, gen 20 de exesos.
fueron todos seminalmente cristianos. Verdad es que Eminentes estadistas citan la Biblia, Constantino apenas podría llamarse cristiano en el sentido interior y e piritual de esta palabra; ke, Pit, los Adam ex, Webster. 1) han citado la Grocio, Seld o, Montesquieu, Raleigh, Bur.
pero cierto es que se titulaba tal; y los ade anBiblia como aut ridad eecisiva en materia de tos que introdujo en la legi lación fueron guia política y legislación. Al trascribir pasajes de la dos y, aun podemos decir, fueron puestos bajo Biblia esos grandes hombres han estimado las la dirección de los Obispos quienes él concep decisiones de la Escritura como dictadas por el tuaba dotados de autoridad y sabiduría divinas.
mas alto tribunal, la Corte Suprema del mundo (Continuare Justiniano, el gran legis ador, fué cristiano celo 80, y en algunos casos, demasia lo celoso quizá, puesto que fue inflexible perseguidor de judíos, bublaron su lengua. La listaBeria interminable si urgegara (1) El autor menciona casi exclusivamente estadistas que herejes y paganos. de la serie de empera los que hallaron otras nes Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.