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EL ORDEN SOCIALLa persecución en Francia entonaba la inmensa multitud que llenaba el patio y la calle, cesó un momento.
El Consejo de Ministros que celebró Reinó imponente silencio.
sesión el 11 de diciembre bajo la presi Una emoción bija de mil recuerdos dencia de Falliéres, acordó entrar velas y pensamientos, extraña ansia nacida de desplegadas en la persecución descarada lo presente y de lo porvenir, torturaba el contra la Iglesia y los católicos.
corazón de cuantos llenábamos los salo.
Los acuerdos adoptados fueron de nes austeros del antiguo palacio.
los más brutales ipicuos: Vióse aparecer, sostenido por dos Suprimir todas las pensiones eclesiás sacerdotes, el anciano augusto, inclinado ticas.
al peso de los años y llevando únicamente Liquidar inmediatamente todos los el solideo rojo como insignia de su dignibienes de los establecimientos públicos dad cardenalicia.
católicos. Os doy gracias porque habéis venido.
Expulsar de sus palacios episcopales Acercaos, amigos míos, yo os bendigo y de los presbiterios todos los obispos a todos en nombre de Cristo.
y párrocos. Nadie ni nada del mundo sabría Consecuente, pues, el Gobierno con traducir el acento de esta voz, mejor de su programa perseguidor, envió al Car leste suspir, que parecía venir de regiodenal Arzobispo de París un pliego con. nes lejanas, que respiraba los encantos teniendo dos cartas: una emanaba del del infinito.
alcalde del séptimo distrito, y la otra del Aquel descenso por la escalera del prefecto del Sena.
palacio arzobispal se me antojaba un enLa del Rister, alcalde, concebi tierro. Dijerase que era la Francia trada en términos desprovistos de toda cor dicional que descendía al sepulcro y que tesía, annnciaba que, según la carta acompañaban sus restos los úniros hijos adjunta del prefecto del Sena. el Carque siempre la amaron.
denal Richard y todo el personal del Ar.
zobispado debían abandonar los locales La expulsión de un anciano, herido que ocupaban en la calle de Grenelle, 127, por las enfermedades y la edad, sin fuerel 21 del mismo mes de diciembre. zas para tenerse en pie, al que sólo que La carta del prefecto, anunciada por da un soplo de vida, tiene un carácter el alcalde, era menos explícita y menos particular; ella marca una fecha, reprebrutal. de Salves empleó mejores senta el actual nivel del alma francesa: formas y prevenía sencillamente al Arzo lella proclama muy alto hasta qué grado bispo de Paris que adoptara las medidas de abyección y bajeza ha caido ésta napara dejar su palacio, pero no fijaba ninción, ayer admiración del universo, y hoy guna fecha. Cualquiera que fuese la en manos de masones y judíos, risa de forma, la orden era la misma: en el Ar todos los pueblos libres.
zobispado nadie esperaba una medida tan La manifestación que los católicos brusca.
tributaron al cardenal Richard fué imEl venerable Cardena! Richard, Arponente: más de 20. 000 personas, lo afirzobispo de París, acordó abandonar el man todos los diarios parisienses no secpalacio sin esperar nuevas intimaciones tarios, acompañaron aclamándole al ve.
de los tiranos que monopolizan la auto nerable Arzobispo, que empleó más de ridad.
una hora en recorrer la distancia de me. la una de la tarde del lunes 20 dio kilómetro que media entre el palacio salió triunfalmente de su residencia. arzobispal y la residencia del diputado Fué, dice Drumont, en su La Li Cochin, donde se hospeda el Prelado.
bre Parole, un momento intensamente En todas las ciudades que tienen emocionante, un momento cuyo recuerdo sede episcopal los católicos franceses triguardaremos indeleble los testigos de la butaron iguales parecidas manifestaescena la par grandiosa y sencilla de ciones sus Obispos que han sido más abrirse de par en par las puertas del ga lo menos brutal pero igual inicuamente binete de trabajo del Arzobispo. expulsados de sus domicilios.
El entusiasta canto del Credo, que ¡Dios salve la Francia!
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.