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EL OR: EN SOCI IL cidentes de la lucha que se nos está lide una época de pública corrupción y de brando o que se nos prepara, y estar general descreimiento que la preparó, la como se dice todo evento dispuestos, explosión de las pasiones sectarias fué sin que nos coja de sorpresa lance alguno realmente horrible, y pareció verdad que en que pueda parecernos más o menos el infierno se había salido de cauce des.
comprometida la seguridad de nuestro bordándose sobre la tierra. La guilloti.
triunfo.
na fué el único poder que funcionó con Mas con mirar constantemente al cierta regularidad en aquellos aciagos cielo, no por eso dejará de ser de gran dias, y media Francia, con sus reves la provecho fijar también alguna vez los cabeza, puede decirse que tuvo que so ojos en la tierra, y estudiar aun en esta meter la cerviz su feroz cuchilla. La baja atmósfera de los humanos acontecifinnunda dina Razón recibió culto púmientos, mucho y muchisimo que puede lien en el ara mayor de la Catedral de avndar nuestra tranquilidad.
Paris, y escandalosas apostasias aun de Queremos decir que si mirando al altos dignatarios acabaron de consumar cielo hallamos alli grave serio de las el escándalo de aquellas infamias. Mil divinas promesas en orden a la indefecti mil víctimas ofrecían cada día a Dios en bilidad de la Iglesia, mirando a la tierra holocausto rios de sangre generosísima.
es en alto grado consolador observar co pero ¡ay! el cisma religioso extendia a la mo tales promesas ni un instante sólo par sobre Francia sus negras alas cuhan dejado de cumplirse en todos los si briéndola de deshonra y de vergüenza clos de su accidentada historia. El cielo Una generación entera nació y se crió en promete la indefectibilidad, pero la tierra la idea de que el Catolicismo había sido certificas da testimonio de ella. Lascriraido para siempre de aquella tierra en sis del Catolicismo han sido numerosas y que habia florecido mil ochocientos años, terribles, pero tan numerosas como fue si alguna vez la perversidad masónica ron sus crisis han sido igualmente sus pudo creer colmados sus deseos y realiza.
victorias, y tan terribles como fueron do su ideal, fue sin duda en aquella oca aquellas han sido éstas brillantes y es. sión.
plendorosas. Está aún por escribirse un ¿Cómo se deshizo y pasó aque! de libro que podría ser de no muchas pági vastador ciclón, y cómo refloreció en nas, en que esto se reseñase, siglo por si Francia el culto católico, y se reanudó la glo, y sería hoy de suma actualidad. vieja tradición de fe y de sus cristianas Mas sin movernos, por decirlo así, instituciones, quedando tan sólo como de nuestros mismos tiempos y de la manegro paréntesis en ella aquel período de ción teatro de los dolorosos acontecimien diez o doce años que duró el pasajero tos que estamos hoy presenciando, halla reinado de la secta?
mos hartos testimonios de esta verdad, y Como aquello se deshizo se deshará pecamos ciertamente de muy desmemo lo de hoy, y dejará en la historia el misriados si no los recordamos.
mo recuerdo de horror, pero también Hace poco más de cien años Francia para la sectaria impiedad el mismo des.
se hallaba en una situación como pocas engaño. y veces se halló otra nación alguna desde la predicación del Evangelio. Lo que Los tres cajones llaman allí la gran Revolución, fue gran de en efecto, y nadie puede desconocer su Con ademán resuelto, propio de una verdaderamente satánica grandeza. Tras persona que está decidida no modificar Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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