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2 IL ORDEN SOCIAL son los que ogen y guarden la esto, en castigo de haber esta increible fortaleza, es.
palabra de Dios. Así, pues, no escandalizado al pueblo con sus ta inexplicable paciencia, no sosotros, siguiendo las huellas de pestilenciales doctrinas, turban lo se admiraba en los hombres adultos y de muchas fuerzas.
nuestro divino Salvador, debe do la paz de las conciencias y el sino también en las mujeres, en mos pelear sin descanso y recha buen orden de la sociedad.
los niños y niñas delicadas.
zar al tentador. Debemos ade. cómo murieron?
Esto imponía tal espanto y más salir cuanto antes del esta. No murieron, por cierto, con veneración en los mismos paga.
do de la culpa y guardarnos de el inalterable sociego, propio de nos, que muchas veces se conrecaer en ella, para que no se los santos mártires; sino llenos vertían por solo este milagro de cumplan en nosotros las terri de furor y despecho, y con la constancia, sin necesidad de otros estupendos prodigios, que bles palabras de Jesucristo, al indignación propia de los homcon frecuencia obraba el Señor decir que los últimos días del bres criminales, desesperados en sus mártires.
pecador reincidente son peores como demonios. Fueron así los mártires, de que los primeros. El premio Los autores que nos refieren que tan orgullosa se muestra la de la perseverancia en la virtud im piedad?
como testigos de vista, los suserá la bienaventuranza, que esplicios de nuestros mártires, nos Ni siquiera pensarlo!
tá reservada para los que oyen dicen siempre, y como cosa ya EL CHICO TILLO la palabra de Dios y la guardan. sabida, que aquellas inocentes víctimas padecieron los más ho Actitud de El Orden Social.
CATECISMO rrorosos tormentos con una se Hace un tiempo algún sema.
renidad de espíritu admirable, nario de esta Provincia, cometió Los mártires de la impiedad y con un sem blante tan apacible el acto de excesiva confianza de dar nuestro Orden Social Al argumento solidísimo de y alegre, que irritaba la cólera los mártires, que ya te hemos de los tiranos, espantaba los carácter político, haciéndole a parecer como órgano del Par.
expuesto, para probar y con verdugos y llenaba de estupor y tido Civil.
probar la divinidad de nuestra admiración al pueblo que preConste que a pesar de la reFe. 1) contestan tontamente senciaba aquellas horribles car conocida filiación política la los impíos los necios que todas nicerías.
Candidatura de don Rafael Igle.
las religiones han tenido sus Porque mientras los inhuma sias que profesa el Director de nuestro semanario, sin embarmártires.
nos sayones ejercían en ellos su go es su voluntad absoluta que Qué mártires. ni qué cala bárbara crueldad: El Orden Social como perió.
bazas! descoyuntaban sos huesos dico de intereses católico socia.
Pues qué, para ser mártir, en el eculeo; les, no tercie en ningúo partido basta dar la sangre en el patíY les rasgaban las carnes con ni a poye candidatura alguna.
bulo?
En tal virtud se desmiente la Entonces los criminales y los uñas de hierro; noticia y se reprueba la extembribones serían unos mártires les ponían sal en las llagas; poránea confianza del semanario gloriosísimos. les abrazaban los costados aludido.
No, caro lector.
con láminas candentes; El Orden Sociales paladin Para ser mártir es preciso les daban beber plomo exclusivamente y de ningún mode las causas católicas y sociales morir por la verdad.
Morir como un santo.
derretido; do de causas politicas. si no, vamos cuentas, los quemaban en ardientes ROSENDO DE VALENCIANO que va saltará la liebre.
hogueras, o fuego lento, para ¿Quiénes fueron esos márti.
que fuera más largo el acerbo res famosos de la impiedad.
Tipos de mi tierra dolor del suplicio; Ya lo sabemos.
II Algunos poquísimos herejes, Ellos, los egregios mártires, Pepe Tragaldabas está que quemados por su orgullosa obs ni se quejaban, ni perdían su se muere de gusto.
tinación malicia, conforme compostura, ni hablaban una so Dice que en su solar se ha las leyes penales que en su tiem la palabra, si no era para alabar aparecido una gallinita, y que po se usaban. Dios para rogar por sus ene piensa meterla la olla en la (1) Véase el 318.
migos.
primera oportunidad.
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