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2 EL ORDEN SOCIALce que sas.
se.
Pues esa duración de la Igledad? Claro está que no, por Ya sé que se burlarán de esta sia Católica por espacio de veinte que hablando así, acabaría de moral cristiana los deslenguados siglos, en medio de tantas per. echar tu honra por los suelos. murmuradores, y se reirán de secuciones y rodeada de tantos Pues bien: lo que no quieras tan graves obligaciones como de enemigos que eternamente sue para tí, no lo quieras para los escrúpulos de monjas: pero vive ñau con su muerte; demás. El publicar sin necesi Dios! que si fueran ellos las víc.
Esa perpetuidad que es pri dad los defectos ocultos del pro timas de la murmuración, ya vilegio suyo, porque todo mue jimo es quitarle la honra, y el pensarían de otro modo. Si re y desaparece a su alrededor; quitar la honra es un latrocinio, por la malignidad de una lenEsa perpetua unidad de su y un latrocinio con que se roba gua difamadora se hallaran sin doctrina y no interrumpida su cosa que se estima más que el honra, sio crédito, sin trabajo cesión de sus Pontifices, prueba dinero, y veces tanto más que y sin pan; si se viesen en medio evidente es de que la Iglesia no la vida. El murmurador es un de la calle, (lo que es peor y es obra humana.
pícaro ladrón que roba lo más puede muy bien suceder. en ser cosa humana, siglos ha precioso en ausencia de su due una cárcel o en un presidio, enhubiera muerto, y de ella ño; es un cobarde asesino que tonces ya tendrían esta moral no quedaría más memoria que civil, hiriendo con su lengua buena: y no sólo juzgarían a sus le quita la vida al menos en lo por muy verdadera, justa y la que queda de mil institucioponzoñosa su pobre victima, nes humanamente más podero cuando ella no puede defendermurmuradores difamadores por responsables de todos los Todo ha desaparecido, y de 39 ¿A qué está pues obli. perjuicios y por dignos de toda esos veinte siglos sólo vive una gado el murmurado? Está infamia, sino que hasta desea obra, que es obra divina: la obligado restituir la honra rían que llevasen en la otra vida su prójimo, y compensarle los todo el castigo que merecen, y Iglesia.
daños que previó que le acarrea.
que no tienen en este mundo.
Descubrámonos, pues, ante ba. Ni más ni menos: esto es ella, querido lector, y no nos lo que exige la razón de justicia. Qué ha de hacer el que apartemos jamás de su dulcísi Así pues, si por haber revelado oye murmurar? Alerta pues, tú el defecto oculto de una per amado lector, eo hablar del pró.
mo y consolador regazo.
sona, ésta se ha quedado sin jimo; que es cosa muy delicada, El Chico TILLO empleo, sin trabajo y sin pan, estás obligado restituirle dos muy peligrosa y de gran respon.
La murmuración cosas; saber: la honra, y lo sabilidad: pero has de saber (Concluye. que ganaba con su empleo además que también hay sus trabajo. Para compensarle en graves peligros en oir a los murY no te vale excusarte con lo posible la pérdida de la hon muradores. Si eres superior.
aquel necio pretexto de los mur ra, debes y puedes decir sin men. estás obligado en conciencia muradores que dicen: Lo que tira que hablaste mal injusta: impedir la murmuración, y pemente de tal persona, he contado de fulano es ver. que pesar de lo que dijiste inconsi cas al menos contra la caridad, dad, y la verdad debe decirse: deradamente de ella, es persona si no lo haces. Si eres un parporque si tienes un poco de honrada y que goza de buena ticular quien no incumbe la seso, comprenderás fácilmente opinión. Debes, además, com. obligación de corregir, estás o.
que cuando la verdad perjudica pensarle todos los perjuicios que bligado desviar la conversaal prójimo, no debe decirse. le has causado con tu maldita ción al menes poner mal También es lícito encender fue los podías fácilmente prever. Es rostro cuando se murmura: y go, pero no en un pajar. Si tú una obligación de justicia que entiende que si cedes los mahubieses cometido secretamente si tú no cumplieses, la habrían lignos deseos del murmurador.
alguna falta ¿te gustaría que la de cumplir tus herederos; por y le oyes con exterior complaúnica persona que la supiera la que bien sabes que si no hubie cencia, pecas contra la caridad; publicara. Te baría mucha ses murmurado, no se viera tu prójimo en la necesidad en que y si además cooperas la difagracia que añadiese ademís que se balla, pues toda su ruina se mación con tus indiscretas prelo sabía de cierto, y que no ha debe la pérdida de la hopra y guntas, aprobaciones y aplaucía más que decir la pura ver. crédito que tú le has causado. sos, te haces cúmplice de la diEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica