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EL ORDEN SOCIAL La mayor desgracia Por fin volvió y entonces en Nicolás Meza (PARÁBOLA)
controse con el viajero cuya CIRUJANO DENTISTA aparición tan grandes desgra(Concluye)
Se encuentra en su oficina cias había acarreado a la infeliz Espera. repuso el viajero. subo al castillo y pronto tenque acababa de separarse de casa de habitación. Cruz Ro ja, que se mira al Sur del Banallí.
dras noticias mías.
co de San José, donde El rostro del viajero estaba to la mujer sobresaltada, pare. Sus pies no se posaban en el Aquella misma noche desper impregnado de sublime tristeza. Ofrece dejar satisfechos sus clientes.
ciéndole que oía lejanos gritos suelo; era el ángel de los sufri LOS Sres. mantenedores de de socorro. Salió de su cabaña y vió a lo lejos un siniestro de los justos.
mientos que prueba la virtud Altares de Corpus para el presente año, ofrezco venderles dos magnífiresplandor. El castillo ardía y. ahora estás contenta. cos Altares, uno en madera y otro su inmensa llama iluminaba el le preguntó. no te parece más en tela, pintura al óleo, cjecutado por horizonte.
los mejores artistas.
desgraciada que tú? RefleccioSe oían sordos ruidos de los PEDRO LIZANO.
na que tú al menos tienes una muros que se derrumbaban.
Heredia, enero de 1909.
cabaña y ella ni aun cabaña Inútil era el trabajo intentado tiene.
para a pagar el fuego. La viuY la viuda del pescador, EL SOL da acudió, como todos, pre retorciéndose las manos, le ressenciar la catástrofe y entonces TIENDA NUEVA DE SATURNINO MELENDEZ pondió: Esta tienda merece la atención supo que su enemiga, con el in No, no es más desgraciada del público por los precios tan cendio del castillo y la fuga de un depositario in fiel a quien ha.
que yo, porque no ha merecido bajos que vende casi todos sus bía confiado el manejo de sus ninguna de sus penas, y yo sí, objetos, entre ellos, manta ancha por el odio y por la envidia que que fueron 20 y 25 cts. las hay y gruesa, lienzo, cefiros y zarazas riquezas, quedaba en la mayor han destrozado mi corazón! ahora 15 cts. daro.
miseria. No quiso creerlo y volY al decir esto, por la primeSurtido de frazadas de algodón vió a su cabaña; empezaba tera vez de su vida, salieron de y de lana; driles: casimires para ner miedo de sí misma.
hombre, y para señora; zarazas sus ojos unas lágrimas muy crudas; crespones, pañuelitos de dulces que hicieron sonreir al seda; objetos de tocador; museliNo tardó mucho en conven angel, el cual, elevando su vue nas de todos colores y todas clacerse de que la miseria de su lo, contestóle: ses; carrieles, gasas, etc. Pruébe hora comprenderás por enemiga era cierta, puesto que que permite Dios las desgracias se una des siquiera.
Heredia, setiembre de 1908.
ésta había aceptado un puesto no merecidas: para que al sude institutriz en casa de la fami frirlas resignados los justos, enlia más rica del pueblo.
señen los demás que en este AVISO Un día calurosisimo de veramundo la mayor desgracia, la Vendo mi casa situada en la no la vió acercarse su cabaña única desgracia, es tener el corazón cerrrado al amor, la calle de la Unión, propia para muy fatigada y sedienta.
compasión, la caridad.
familia; consta de una sala Dadme por favor un vaso grande, dos dormitorios, amplio de agua le dijo la castellanacomedor y cocina; tiene 13 mey ella, con mano temblorosa le presento uno de sidra. Su ene. Economía escolar tros de frente por 30 de fondo.
miga lo bebió con verdadera anTambién vendo, muy barata, sia, y al devolverle el vaso, son. Aquí tienes, hijo mío, una cocina de hierro, enlosada, riendo dulcemente le dice: el recibo del colegio.
en buen estado. Excelente sidra; mil gra. Importa cuarenta y cinco cias hermana! y se alejó.
pesetas y doce céntimos Para más referencias, enten La viuda del pescador, in mo¡Cuánto cuesta el estudiar! derse con su dueña.
vil y sin saber lo Mucho, padre. Yo por eso, Rafaela Hernández de Vindas, le sucedía, que la miraba alejarse hallándose sabedor de lo que cuesta, sin fuerzas para entrar otra vez soy de los que estudian menos.
Heredia, 24 de marzo de 1909 en la cabaña.
FERMÍN SACRISTÁN. ipografia de Carlin Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica