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EL ORDEN SOCIAL miento de la clase pobre, para como en el año anterior; y les su inclinación revela la que trabajan; y con ello se parecerá extraño cuando en la sucia pornografía facilitarian mutuamente el buen estadística pue se les muestra Con gran ultraje al pudor: desempeño de su comisión. figura una partida por valor de Líbranos, Señor.
Yo no conozco la miseria más 6377. 30 invertidos en géneros Del que necio inconsecuente, que de oídas, nunca he tenido y utensilios para costura y otra Inventa ganar el pan tiempo de estudiarla, de bus. de 655. 80 empleados en el pa. Del desvalido paciente, carla, y de favorecerla, como digo de costureras: debo advertir que siendo un charlatán chosamente han podido hacerlo Uds. que tales gastos se han Quiere le llamen Doctor: las señoras que han integrado hecho en el último pago del reLibranos, Señor.
comisiones investigadoras de parto extraordinario del día de Del lenguarás que provoca más grandes y reguladas socie nuestra Patrona.
Con su veneno maldito, dades que la de Santa Isabel, No todos, a pesar de haber. Que se persigna la boca como lo es la hermosa y venera me quejado de algunos, se olvi. murmura muy quedito ble Sociedad de San Vicente de dan de esta pobre Sociedad de Para deshcorar mejor: Paul.
Santa Isabel: heinos recibido Líbranos, Señor.
Por eso me he rodeado de para sus socorridos algunos do Del que con torpe labio, quienes pueden hacerlo mejor nativos, entre los que figuran Quiere de todo hablar pronto: que yo: y pongo a la considera varios miles de papeletas para Y, pretendiendo ser sabio, ción de las presentes, las dificul pobres, obsequio de Dn. Vicen. Sólo acredita ser tonto, tades por que atrevesainos, y les te Lines, como lo hizo el año Cayendo de mal en peor: pido manifieste cada una el me pasado: quinientos cuadros pa.
Líbranos, Señor, dio que le parezca acertado para estadística de Dn. Antonio De aquel joven cuelli erguido, ra zanjarlas.
Lehmann, varios trabajos de que se anda en galanterías Cómo he de quejarme de las impresión de Dr. Luis Cartin, Y, con muy hábil descuido, limosneras que piden para y muchas limosnas extraordina Almuerza todos los días oir reproches, que recogen la rias en efectivo del Ilmo. y Rev. En ajeno comedor: ropa por caridad, tal vez un año mo. Sr. Obispo, y de nuestro Libranos, Señor.
y se retiran cansadas del traba. Director, quienes tienen siem Del que en la avenida fijo, jo? Lo que se necesita es que pre el corazón abierto para to. Sin tener ningún oficio.
las da miseria y tristeza de siis sehasta aquí no han ejerLa pasa de lagartijo, que mejantes.
Con escándalo y perjuicio cido este cargo, se presten gusDel hombre trabajador: tosas ayudar a las que lo han Librauos, Señor.
tenido largo tiempo, antes que Libera Nos, desmayen todas como les ha pa De la joven indiscreta, sado ya algunas de las más Domine. Fea, gazmoña, presumida, activas.
Por demás tonta y coqueta, Si no piensan lo contrario, Del ignorante atrevido Que sus deberes olvida creo sería también prudente Que critica con audacia, no deja el tocador: volver a recordar a los señores Que no sabe vi ha sabido Líbranos, Señor, Dominar su contumacia sin verse al espejo panaderos su limosna mensual quiere ser gran autor: De la sincera verdad, que antes acostumbraban dar.
Libranos, Señor. Huye de todo consejo nos y que no se les volvió a pe dir desde la carestía del pan.
Del usurero ambicioso De la buena sociedad Que robando al desgraciado, hay también multitud de Con un afán envidioso, quien deshonra traidor: caballeros en esta capital que Pone todo su cuidado Libranos, Señor.
De la vieja literata una pequeña insinuación de sus En el dinero traidor: Pintada de colorete, a migas se inscribirían como so.
Libranos, Señor.
Que suspira y disparata cios nuestros; lo que contribui.
Del Al lado de un mozalvete que en eterna molicie ría en gran parte mejorar la Que la finje tierno amor: Se sepulta disoluto, marcha de esta Sociedad.
Libranos, Señor. con brutal crasicie Y, propósito de contribu. con descaro absoluto Del que Farmacia no entiende, ciones en efectivo, recuerdo que Pierde en el suelo su honor: Pero drogas pesa y mide al pobre quien se las vende al principiar este pequeño infor Libranos, Señor. Desapiadado le pide me dije Uds, que no nos he Del que la in munda novela Diez tantos de su valor: mos ayudado con ropa nueva Leyendo, se pasa el día Libranos, Señor.
Del que Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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