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EL DIA una coger la tela. EL DIA DOMINGUERO más que verme y comenzó a cada paso creía ver los volvió a tocar, acabando manera de un manojo de sierpes gruñir.
ojos de mi acreedor que me tranquilamente su obra.
furiosas. ver: vuélvase me miraban iracundus; no me atreDespués, volviéndose hacia BeeBan José, onoro 12 do 1902 Viudal Yo? Oh, Dios. decía, empujándome sin nin vía salir la calle, ni pisarthoven, la muchacha, que era be. Llevadme con él.
guna consideraciòn. Tiene fuerte, ni estornudar, temien Ven papá; acércate para que te blasfemias y sarcasmos.
llísima, le dijo alegremente. Quedarme aquí oyendo sólo un apuro, Que el cuerpo más difícil que he do que el sastre estuviese es abrace, ya que no puedo ir yo blasfemias, sarcasmos de la visto en toda mi vida de sas condido detrás de la puerta. misma buscarte.
suerte son las palabras y las lá otro mayor tre. Encoja ese vientre, Había perdido mi natural Beethoven se acercó al piano y grimas conque consuelan las amihombre de Dios! Jesús. rubicundez, y hasta los calzon se quedó penosamente conmovi sas. Qué sastre aquell iQué ¡Qué huescs le salen U. en la cillos me venían anchos.
do. Tenía ante sí una encanta Mejor morir. Abi Sería tan hombre tan fino y tan cariñosol espalda! Parecen dos clarine Cada dos tres días llegaba dora jovencita de quince dieci feliz.
Cuando fuí que me tomarates. mis manos una carta de mi seis años, cuyos hermosos ojos, medida del traje, el hombre se El traje, después de la re verdugo, concebida en esta for azules. grandes y abiertos, careRie! Qué satisfecha estal.
deshizo en obsequios.
cían de toda expresión vital. Aforma, quedó convertido en un ma: Su chaquetilla de escote le cae quella niña era ciega. Tome un cigarrito adefesio, pero no tuve más re Donde le encuentre a maravilla.
El Maestro no pudo contener me decía alargándome la peta medio que admitirlo y, lo que me lo como. Deja ver con perfección las es.
una triste exclamación. Esta voz ca Quiere u fósforo! es peor, que dar los 10 Una tarde tave que salir de desconocida, asustó a la joven Marial Caen en su pecho mupaldas modeladas de ella, de Siéntese en este rincón, que del primer plazo.
mi domicilio contra mi deseo. que preguntó con la mayor anestará más abrigado. Quiere Ya sabe que el día 31 Habíame citado una persona siedad: chos carlines sujetos al cuello, de cadenilla hecha de perlas probar un chorizo muy bue de octubre debo de recibis los para ver si era posible meter. Quién sois? No sois mi y de platino. El peinado es una no que me han mandado de mi otros diez duros me dijo el sasme de macero en la Casa Con padre.
obra concluida; lo ha estudiado.
país?
tre.
sistorial. Yo iba ocultando la No, hija mía respondió meMaría trata de aparecer más beDespués nos pusimos es. Pierda Ud, cuidado. faz con el embozo de la capa, lancólicamente el Maestro. Pero no temáis: soy un amigo, soy lla: se ha pasado por el rostro tlPero los ocho días me de y de pronto. jjhorror. Beethoven.
na mota de seda llena de polvos Guíese por mí.
Lleve jaron cesante, y comence code pronto ví al sastre parado de Anthéa y de carmín. Cómo. Sois Beethoven? esta, que es de mucha dura. mer mal y sufrir toda clase en una esquina, con un palo exclamó la joven alborozada.
Parecía una mágica. FascinaQuiero que salga satisfecho de privaciones.
muy gordo en la mano dere Oh! qué desgracia tan grande la ba. enloquecía. de mi casa ¡Mire mire El vestido ya no tiene color Llegó mi desgracia hasta el cha, y unos ojos verdes ribe mía que no me permite ver el qué punto de color más ele punto de tener que dejar mie teados de grana que despedían rostro del hombre a quien tanto negro: hoy es de organdi adors. agante. do con encajes y pasamanería esrelaciones con Josefina, quien chispas.
amo y venero. Hace dos años carlata.
Todo aquello me sedujo y obsequiaba frecaentemente con. Dios! El. digo yo. que una grave enfermedad me acabé por aprobar la elección lemas de coco.
quitó la vista, y desde entonces Por el lugar en que se halla. se Dónde me meto! No me que solo la música me consuela; si supone va a representar: así lo indel maestro, que me llevó un. Me traes las llemas. me da más recurso que subir una la música, ya habría yo muerto dica también el vestido.
cuartillo situado en la trastie preguntó un día.
casa cualquiera. Sí; pregun de tristeza. Sobre todo, vues Sí, María, la viuda de hace meda y se puso a medirme la es No, negrita, le contesté yo taré por mi propio nombre, y tras obras son las que me unen a ses, se ha vuelto actriz.
palda y los brazos y el pecho. Ya no me amas, Restitu así no me expongo que me la vida, haciéndome olvidar mi Es tiple. Va cantar.
Hace y todo lo demás, diciendo con to! replicó ella, dejándose contesten que está en casa el desgracia.
lloraba su mariросо voz campanuda: 22 31 17 45. caer con desaliento sobre una interesado. Pobre niña! suspiró el ardo; hoy va reir un público.
18.
Es lo anormal de la vida.
butaca coja. subí las escaleras.
tista; y luego añadió: Pero si no Así es la humanidad.
Un dependiente iba apan La mamá intervino para Llegué al piso principal; a podéis verme, por lo menos poEs cómica!
tando estas cifras en un cuader cir con acento de reconvención poyé el dedo en el botón del dréis oirme.
no, y yo me dejaba sarandear amarga. Dónde están aque timbre, y la voz de un criado Beethoven se sentó al piano. EMILIO GOYENAGA.
Una lágrima resbaló lentamente por el sastre, sin oponer la me llos bisteques conque nos obse dijo desde adentro: Dor resistencia.
por sus mejillas. Los sentimienCORRESPONSALES quiaba al principio de nues. Quién?
que llenaban su alma, se maHabíamos convenido en que tras relaciones? no quie. Servidor nifestaron en un torrente de ar.
De Escasú yo le daría 10 duros en el acto re mi hija, Restituto. Pue ¿A quién busca monía. Sus dedos corrieron sobre de entregarme la ropa, y los de irse. don Restituto Morales. las teclas, improvisando aquella Señor Director de El Dia.
otros diez fines de octubre. Aquel día concluyeron para No vive aquí?
elegía admirable que se llama San José.
Una mañana entró en mi siempre mis relaciones con la Sí, señor.
Rayo de luna.
Estimado amigo domicilio el dependiente, y muchacha, y la mañana si. Cómo. Del Almanaque de la Familia Cristiana. Nosotros también estuvimos de mostrándome el traje nuevo, guiente recibía una carta del Sí, señor: pase adelante.
jolyorio el domingo y lupes pmo.
me dijo: sastre que decía así: Me caí redondo. pdos. De parte del maestro, que Señor don Restituto MoraLUIS TABOADA.
Es cómica El entusiasta ex munícipe don aquí tiene la ropa, y que se les: Pedro Brenes, se interesó porque hubiera un simulacro de corrida la pruebe por si hay algo que Tres beces estubo el deLlora, grita y clama, pidiendo de toros en una finca de su propiecorregir.
pendiente ácobrar los diez du RAYO DE LUNA los cielos piedad. dad, y el resultado superó lo Quise ponerme el pantalón ros que me ha denda lo cual ¡Cómo sufre la desgraciada. que esperábamos.
y no entraba por los pies; fuí quespero me las rremita cin UNA SONATA DE BEETHOVEN Es deveras una infeliz.
El domingo a las p. y el ponerme la cazadora, y pare perdida de tiempo.
Las mujeres casi nunca quie lunes a la p. una lucida cía un talego Ciorta noche, el gran Beetho. Dónde encontrar los diez ven paseaba, según su costummascarada recorrió las principales Pero, qué me trae a duros?
bre, por los alrededores de Bonn, Cuando suelen amar son extre calles de esta villa, seguida de la quí? exclamé dirigiéndome ¿Dónde! Recurrí la amissu pueblo natal. Al pasar por filarmonía que tocaba alegres la crisálida de sastre. tad; escribí un tío sacerdote delarte de una casa de campo de Maria amaba!
danzas y jotas. Bueno, ya he visto que el que tengo en Santander, y que humilde apariencia, oyó tocar un Amaba con extrañeza a su re La corrida tuvo lugar el lunes pautalón está un poco estrecho, me contestó enviándome su piano, se detuvo y escuchó, ob cién marido. Este había muer a las p. siendo de notarse el y la cazadora una migajita ad bendición y una merluza, pero servando que una mano habili to. Su cadaver se hallaba entre orden que reinó, pues no obstante cha; pero esto se arreglará. sin darse por entendido de los sima tocaba una de sus más her cuatro cirios en la sala. Por eso la gran concurrencia, no hubo una Y, cogiendo el traje, salió de diez duros.
María estaba loca de dolor. Tres sola riña, ni nada que desdijera Todos mis mosas sinfonías. Maquinalmen.
pasos de la moralidad de nuestro puemi casa diciendo: fueron inútiles; pero los ochote, sin darse cuenta de lo que ha horas contaba de viudez. Cuando pueda, pásese días recibí otra carta del sastre cía, Beethoven entró en aquella Por eso viste de negro. Los cablo.
La filarinonía tocó en todo sin por allá para que lo vea el diciéndome que me iba a dar casa, abrió la puerta de la bali bellos los tiene en desorden.
tación donde sonaba el piano, y Las mujeres se cuidan mucho cobrar un céntimo. Bravo por maestro y lo arregle. un golpe donde quiera que me se halló en presencia de una jde su peinado.
los muchachos desinteresados. El maestro no me recibió encontrara.
ven, que interrumpiendo la sia Se necesita que safran en de. Ya tomó posesión de su pues con la amabilidad de costum Desde aquel momento, ya no fonía, dijo: masía, para que los mechones de to de Alcalde, el joven don Juan bre; por el contrario, no hizo tuve reposo. Eres tú, papá!
su cabeza bajen a la espalda, Acuña.
detos ren.
mosas.
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