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EL DIA LOS SABADOS DE EL DIA Zúñiga Montúfar ticante para que la socorrieran. carse: va expirar. entre retrato de Mr. John Rockefe.
Luego, ya sereno, inyectóla un el murmullo de la hermana que ller, el Rey del petróleo.
Director, Rafael. pizar 10 de enero de 1903 estimulante que la hizo volver reza y bajo el sol implacable Reproduciremos parte del la vida, y antes de que abrie de la primavera que se cuela trabajo, pues es de creer que se los ojos se apartó del lecho, por una rendija, balbucea la po interesará los lectores: DOLOROSA exclamando: bre mujer, atrayendo con tra. No hay en la actua No conviene que me vea. bajo supremo la cabeza del mé lidad, entre los ochenta millo Jamás el que amó bien, la dolce copa con su paso mesurado de dico: nes de habitantes de la gran de la fruición probó, costumbre, prosiguió su visita. Tú me diste el primer be República del nuevo mundo, ni vió realizarse el bello símbolo de cama en cama, muy pálido, so. dame el último! una gota de aceite que se dede la cara ilusión qne ambicionó.
atento cada caso patológico, ALFONSO PÉREZ NIEVA. rrame, ni un litro de petróleo no dejando traslucir su emo que se queme, ni una onza de Al puro manantial de las delicias ción, sino en algo de titilación grasa de betún que se use, que el alma atesoró, del labio interior, haciendo resque no venga aumentar la mezcló escondidas, ponzoñosas lágrimas, tablecerse así la moralidad de renta de Rockefeller, que no la ingratitud, que nunca se sació.
la sala, un instante alterada por haga entrar billetes, plata Jamás la realidad, con justo éxito, el grito del médico, mientras la oro en los bolsillos de ese homEn folleto se ha publicado el sus ansias coronó; enferma que le había provoca discurso que nuestro particular bre.
del campo que sembró con mano amiga, do se esforzaba en enjugarse amigo, el joven e inteligente ha monopolizado una de las Este hombre ha acaparado, jamás el fruto sazonado vió.
dos lágrimas silenciosas, que al escritor don Tobías Zúñiga Fué llama generosa y solitaria fin secó la hermana con cariño Montúfar pronunció en la no fuentes de la energía y de la sa mano, diciéndola a la vez, que nunca vacilo, che del 18 de Octubre de 1902 luz humanas; ataca como con Y, alimentada con su propia esencia, blandamente, aunque con in en el Teatro Nacional, con mo.
un impuesto cada hombre, solas, sí propia devoro.
voluntaria femenil reticencia: tivo de la velada artístico litecada mujer, cada choza, cada Vamos.
Es la ley que se cumple; en vano es todo. Sea juiciosa y raria beneficio del monumen palacio de su país, y muchos bondad fortitud: prudente y no se desarrope pa to que ha de erigirse en Espa otros hombres y otros hogares ra que no se enoje con usted ña Emilio Castelar.
para toda virtud hay un martirio Es tal de los demás continentes de más allá de los mares.
y para todo amor hay una cruz.
el doctor, ya que por lo visto discurso una pieza oratoria de la conoce!
Posee una fortuna de mil migran mérito y uno de los tanABRAHAM LOPEZ.
tos triunfos alcanzados por allones y medio, que le reporta cien millones por año. Los La enferma del 5, de la an quel distinguido joven que no estadistas nos dirán que esto Dos besos supremos tigua sala común, trasladada descansa en su noble empeño hace ciento cincuenta francos luego una cama de pago, ade ir ganando terreno, día goniza en su triste lecho de día, en el campo de la gloria. de utilidad por minuto, dos hospital, rodeada de una her Entre nuestra juventud in francos y medio por cada ticY dice usted que mi nombre el contento de la prioridad, y tac de reloj mana que reza de rodillas, con teligente, estudiosa, incansala produjo gran impresión? el médico, fiel a su costumbre, ahora oid esto que sigue, su gran toca blanca inclinada, ble, que constituye el porvenir Sí, señor. Cuando la her comenzó su obra de consuelo.
como dos alas que hubieran a de Costa Rica, figura en pri porque ello es una especie de mana Inés, que fue la que la Ni el practicante, ni la herma bierto el vuelo para remontarmera línea Zúñiga Montúfar; tragedia como ningún cerebro acostó, estaba metiéndola en la na que se les incorporó, advir.
se, llevándose algo, y del mécuenta él con las aptitudes nehumano haya jamás concebido.
cama, ayudada por la manda tieron en su jefe nada de exdico, que pulsa la moribunda cesarias para llegar a la altura Si queréis transportaros allá dera de servicio, cualquiera de traordinario. Practicó su exa de cuando en cuando y conenvidiable que sólo se llega abajo, muy lejos, un país sallas dos hubo de nombrarle men con la calma dulce de templa con ojos desolados su con el talento y la dedicación, vaje y perdido, cerca de una usted y la enferma, que se de siempre, sin economizar ni una ciudad faz terrosa. Es la hora del pa y su nombre ya es bien cono que se llama Lakewood, jaba zarandear sin conciencia palabra ni una sonrisa, sin de seo en el jardín del edificio. cido dentro y fuera del país, veréis en un camino bordeado de lo que la sucedía; abrió los jar de verter en el ánimo del La estancia se halla vacía. cosa que debe llenarlo de sade pinos una especie de esqueojes con terror. murmurando: o doliente la gota de paz de toleto descarnado, encorvado so.
Las restantes enfermas gozan tisfacción, y de orgullo nobre un bastón de mendigo, es el médico de la sala! No dos los días, olvidado del mis fuera de la vida que recobran, sotros, los costarricenses, que hubo modo de arrancarla una terio del 5, hasta que le llegó indiferentes esa otra vida somos sus compatriotas.
marchar bajo la sombra fantásque palabra más.
su turno.
huye. Es el egoismo humano su paso encontrará espi tica de los árboles; veréis una El misterio que trascendía de Acercóse el médico la ca apurado en el peligro.
nas; mas tiene suficiente ener cara pálida, sin un cabello, sin aquella exclamación. brotada ma, y el practicante y la her gía para la lucha, y son sus as una pestaña, sin cejas, sin pelo de las rimas de la fiebre en el mana vieron atónitos como la agonizante, y su rostro lívido y bias no hará caso a los obstáEl médico no quita ojo a la piraciones tan nobles, que To de barba, sin bigote: una cara alta de un enfermio, dejó al me enferma hacía intención de incuya piel arragada es ya como sin líneas de ahora, le recuer.
dico un instante pensativo. Se corporarse, balbuceando con da aquel rostro sonrosado y culos, la guerra estúpida de la de un muerto, caída lánguitrataba de una mujer joven. El damente sobre un pecho exansus labios secos, ahogada la correcto de ayer.
Toda la no la envidia, y continuará su cahombre se impuso al facultati.
vo, y durante un segundo re lipel y cómo el doctor estupe por la memoria como un desfi voz, el rostro cadavérico: ite vela de sus veinte años pasa indiscutibles méritos hacia lo miseria, este espectro del sufri.
mino, apoyado en sus propios güe. Este Macbeth de la pasó rápidamente en su memofacto, abriendo las manos con miento, es John Rockefeller, es grande.
le de rayos de oro, apagados ria el libro de sus pasiones. asombro se precipitaba al le el rey del petróleo.
Que prosiga, pues: su her.
bruscamente. La que muere moso discurso acerca de CasteHace Nada le dijo y preguntó por cho, olvidado de su dignidad seis años, entenya en el lecho de la caridad es su preguntar: profesional, de que se hallaba dedlo bies, seis años, que no amor primero, el que se sueña lar no es su primer triunfo ni Qué cama ocupa?
en público, de que sus subor.
será el último come nada. Seis años que no al abrir el alma la pubertad.
El dinados le contemplan, gritanR se sostiene más que con alguSin explicárselo él mismo, tu do con un ímpetu que no pudo Si ella, con su volubilidad de nas gotas de leche; y gracias vo un impulso repentino, el de reprimir: mariposa, no le hubiera dejado los procedimientos de ali dirigirse en derechura tal ca. Pero es usted? justed?
optando por el que la compraEl Rey del petróleo mentación artificial. Seis años ma, pero era la hora de la visi El golpe fue tan rudo ba legalmente peso de oro, para que sus dientes no mastican y ta; desde los lechos todos los la pobre mujer, que cayó lo quizás no habría rodado al loque sus labios no prueban aliojos miraban, ojos implorantes, largo de la cama sin sentido. do de brazos en brazos, hasta Un millonario que se mento sólido.
muere de hambre de muda súplica, contando los El médico se despertó en el hundirse en el último rebaja Este hombre, este rey del segundos que tardaría en acer. acto en aquel hombre abruma miento en el crepúsculo de su oro, este dios de la riqueza, do carse el facultativo; ya de la por el peso de la sorpresa dignidad y hoy sería feliz, lleUno de los inás finos cronis.
oidlo bien, se está muriendo de na de fuerza a su lado.
primera almohada venían a y se abalanzó al pulso de la tas parisienses, el señor Sté hambre como un mendigo.
cariciar al doctor dos pupilas enferma, dictando a la vez sus La moribunda abre sus ojos. fano Lauzanne, acaba de putristes, aunque alegradas por órdenes la hermana y al prac La ciencia no puede equivo blicar un interesante y curioso PLATERIA LATERIA RELOJERIA DE Av. Central Deseando facilitar mis clientes la llegada mi establecimiento, he dispuesto trasladarlo la Avenida Central, entre la tienda LA LUCHA y la Zapatería de don Emilio Artavia.
Tendré abierta mi RELOJERIA. PLATERIA desde las de la mañana hasta las de la noche Todo trabajo se despacha la orden del cliente VICENTE PALAVICINI Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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