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EL DIA El Día dominguero San José, domingo 14 de Febrero de 1904 LOS GITANOS rio.
61 Aprendizaje CUENTO Con trajes pintorescos surcados de jirones Que reparar no intentan las indolentes manos: Tras la polvosa huella de viejos carretones, Avanzan entre gritos, chasquidos y canciones Los hijos de la suerte, los nómades gitanos!
Trenzada y recogida la hirsuta cabellera Bajo los anchos fieltros deformes y abollados; Cargada de utensilios su extraña bandolera, Los hombres de la tribu caminan en hilera Jinetes en rocines maltrechos y cansados.
Su jefe, tipo extraño de singular belleza, El que de todos rige mejor cabalgodura, Con aire taciturno que evoca la tristeza, Se mira de su banda marchar a la cabeza Irguiendo en los estribos su varonil figura. cuando en lontananza se marcan indecisas Las torres de la aldea, su activo pensamiento Tras el soñar despierta, y en órdenes concisas, Con rápidas palabras marciales y precisas Dispone cuál se debe formar el campamento. pronto en armazones escuetos y sencillos Elevan los gitanos su vieja toldería entre alternadas voces y llantos de chiquillos, Resuenan la contienda del yunque y los martillos Cuyo tesón aumenta cuando se duerme el día.
SO.
Entonces de la forja los hornos encendidos El campamento alumbran y su poder ejercen Los brazos vigorosos que golpes repetidos Machacan esos hierros que al fuego enrrojecidos Bajo el terrible choque se encorvan y retuercen.
Del flagelado acero las chispas voladoras Como sangrientas gotas que de la herida saltan, Elévanse doquiera fugaces, tembladoras, como las luciérnagas que cruzan brilladoras La oscuridad vecina con su fulgor esmaltan!
Las madres de la tribu, sibilas misteriosas, Encanecidas momias que desdeño la muerte; Del tiempo señalando las huellas pavorosas En torno a las hogueras se agrupan silenciosas Soñando en los enigmas de la futura suerte.
Son ellas las que guardan las viejas tradiciones De la errabunda tribu; su trágica silueta Se ha visto bajo el cielo de innúmeras naciones El porvenir mostrando con vagas predicciones Que el vulgo siempre escucha con inquietud secreta!
Falaz es el reposo de la gitana gente Que un mismo sitio ocupa tan sólo breves dias; De nuevo empieza el viaje que dura eternamente, De nuero infatigable restalla duramente El látigo en el lomo de las caballerías Con niños y mujeres, en tropa abigarrada, Cual iban otro tiempo las tribus israelitas, Prosiguen los gitanos su pertinaz jornada; Vel sol no los detiene, ni la ventisca helada, Sobre las carreteras de curvas infinitas!
Mas cuando se disipa la fiebre de la danza, mente exaltado, celoso y tal Al recobrar su aspecto meditabundo y serio, vez demasiado cándido y senSus rostros se transforman con súbita mudanza sible. copian la tiniebla de la desesperanza. Como yo pensaba GeSus ojos soñadores tan llenos de misterio!
noveva. Ese hombre no Aquellos grandes ojos que entornan con fijeza, supo Cual si el perfil buscasen de ignotas lejanías comprenderme y me hizo suY encierron la profunda nostálgica tristeza frir de un modo extraordinaDe la proscrita raza cuyo destino empieza En el país brumoso de las melancolias. qué ha sido de él. Še casó y dicen que es feAlfredo Gómez Jaime liz. Lo creo porque era un hombre leal y porque yo lo tre ellos desde aquel momen enseñé conocer y apreciar to!
debidamente el corazón de la Genoveva no dijo una pa mujer. Estoy segura que ante labra su marido, deseosa una nueva compañera no seI de estudiar a aquel hombre ría víctima de los arrebatos. Qué feliz soy, Carlos! habíala hecho creer que su y de las debilidades que antes Asomada una ventana, corazón no había palpitado le dominaban. Hizo conmigo más la marquesa de recosto que por ella.
su aprendizaje.
su rubia cabeza sobre el hom do ocultamente algunas lá lo cierto.
Después de haber derrama Luisa Verneuil estaba en bro de su marido.
grimas, Genoveva se enjugó Pues en ese caso pensaba. De veras, Genoveva?
los ojos.
Genoveva he labrado mi. Ya lo creo. Me encan.
ta todo cuanto proceda de tí. Qué importa! esclamó. felicidad costa de la dicha Exageras, hija mía, exa ahora no ama más que mí.
Eso pertenece al pasado y de esa mujer.
En el momento de separargeras. Por qué te muestras subsistía una curiosidad, sub Genoveva se acercó ella, la Pero en el fondo de su alma se para siempre de la actriz, tan escéptico cuando hablas sistía el deseo de conocer cogió de la mano y la dijo de nuestra ventura conyugal. Porque la mujer es un sér aquella mujer y de averiguar con voz agitada por la emomuy complicado, sumamente había profesado su marido.
el secreto de la pasión que ción.
dificil de comprender. Tengo que pedir usted Déjate de tonterías y da lor, se dirigió casa de la acY un día, armándose de va mil perdones. Perdonarla yo usted?
me un beso.
triz. santo de qué. Te juro que también ne IV El hombre de quien usconsidero en extremo dicho Anuncie usted mada ted me hablaba hace un ins. era pura verdad. Hacía me. Perrín dijo Genoveva al tante ha sabido hacer dicho tres años que Genoveva y ayuda de cámara y dígale sa su compañera, sin duda Carlos habían contraído ma que vengo con objeto de to porque al hacerla sufrir usted, comprendió lo que hay trimonio, sin que una sola mar lecciones.
nube hubiese eclipsado su feLa marquesa de fue de bueno y de santo en el colicidad ni obscurecido su vi introducida en una sala, en razón de la mujer. He venido la que esperó breve rato.
deseosa de conocerla usted, da alegre y sosegada.
Al fin se presentó la actriz. queriendo odiarla, y ahora II Madame Perrín le explicó comprendo que la debo usUn día que madame el objeto de su visita y le dijo tpd gran parte de mi feliciasistió con una de sus pri que deseaba aprender el arte dad. Soy la marquesa de mas una venta benéfica, del teatro, ese arte tan herLuisa Verceuil contesto la que había acudido el to moso y tan útil. Genoveva sin inmutarse y do París. notó la presencia. Util para usted, señora? con la más asombrosa friaide una mujer morena, her. La vida tiene dramas im dad: mosa y elegante que detrás previstos, contra los cuales Ya lo sabía!
de un mostrador vendía ob hay que prevenirse. DE FORGE.
jetos de diversas clases a sus Luisa Verneuil miró con muchos amigos y admirado sorpresa la recién llegada. NOTAS. Ha sufrido usted mucho. Qué mujer tan bonita. le preguntó.
Fallo exclamó la marquesa de Al contrario, soy la mu. Quién es?
jer más feliz en el mundo. En la acusación por injurias Luisa Verneuil, la nue. Estoy las órdenes de entablada por el apoderado es.
va estrella de la comedia usted, señora.
pecial de Franz Muller contra francesa. El Noticiero. por las referenPrecisamente al lado de GeLa profesora no tenía más cias que dicho diario hizo del noveva hablaba de la actriz que alabanzas para su discí folleto publicado por don Juan un grupo de caballeros.
pula. Madame Perrin acudía Kumpel, el Tribunal de Casa Es una mujer encantado diariamente casa de la acción dictó, por mayoría de vora exclamó uno de elllosy de una conducta irrepro confianza para averiguar el triz con objeto de ganar su tos, sentencia absolutoria.
No podía ser de otro modo, chable.
secreto de su vida íntima. pues si se hubiese condenado Será ahora dijo otro.
Al fin se estableció una pro El Noticiero. se habría senta ¿Qué quiere usted decir funda simpatía entre aque do uc precedente de graves concon eso?
llas dos mujeres.
secuencias para el periodismo. No saben ustedes que ha Genoveva, no obstante, no nacional y se habría cohartado tenido en su vida un drama podía alejar de su corazón la en gran parte la bien entendida por demás interesante?
idea de que su marido había libertad de la Prensa. No lo creo!
amado aquella mujer antes Una sencilla referencia un Sí, señor; una pasión por que a ella.
folleto que contenía exposición un hombre que también es Un día después de la acos de hechos, más o menos verídi.
taba loco por ella.
tumbrada lección, al notar cos falsos pero relacionados Es singular!
la acentuada tristeza de la con los intereses comerciales de Hace cuatro años que se actriz, le suplicó que le con la sociedad, no podía dar oriverificó la ruptura.
fiara la causa de sus sinsabogen una condenación por inju ¿Y quién era ese mortal res.
ria sin rebajar en mucho las aafortunado. Para qué. Mis penas tribuciones de quienes a las la El marqués de no pueden interesar a nadie! bores periodísticas nos dedicaGenoveva se puso pálida. Sin embargo.
mos, tanto más cuanto que el fa pero serenándose luego rápi. Sí; usted es quizás la úni llo referido, que es el que ha adamente, a pesar del golpe ca mujer que podría com fectado la reputación comercial que acababa de sufrir, salió prenderme. Pero qué del señor Muller, que se condel salón con su compañera. hablarla del luto que llevo en traé la acusación, está respalSin embargo, al llegar a la el alma?
dado por varios comerciantes puerta se volvió y miró aten Qué luto es ese? de responsabilidad efectiva, sotamente Luisa Verneuil. Un luto muy doloroso bre quienes, en caso de haberla, III por la muerte de un ser que debe tecaer la culpabilidad. Conque Carlos había ama existe, de una ternura que En nuestro carácter de periodo otra mujer antes que era el encanto de mi vida. distas no podemos menos que ella. Qué derrumbamiento maba a un hombre generoso, congratularnos del fallo justide ilusiones. Qué abismo en pero débil; bueno, pero suma ciero del Tribunal de Casación.
res.
Ellos, como las bordas de indomitos beduínos Que adoran del desierto los blancos arenales, Aman la polvareda y el sol de los caminos, Do entre guijarros brotan los áridos espinos exangües enmudecen los secos manantiales. en esas carreteras que airado el sol castiga Con látigo de fuego, la caravana errante, En medio del bochorno, cuando la sed hostiga, De sus enormes carros arrastrá la fatiga Entre ásperos chirríos y vibración jadeante!
Ellos de nadie esperan la compasión, y fieros Desprecian de la suerte los múltiples rigores; cruzan por el mundo cenudos y altaueros, Huyendo de los hombres para librar sus fueros, Sin leyes y sin patria, sin amos ni señores!
Sus hembras, flores raras de exótica hermosura, Que de la tierra toda recorren los confines, Variar nunca pretenden su singular figura; La moda es impotente contra su vestidura Do há siglos se ostentaron los mismos colorines!
En las nocturnas fiestas de sus inciertos lares, Cuando exitadas giran en torno de la hoguera En serpentina danza, sacuden sus collares Al enarcar su cuerpo ceñido de alamares, Con gracia de paloma y agilidad de fiera!
Sus ojos enigmáticos tornándose expresivos Encienden su negrura con voluptuoso fuego, con sus ademanes ya lánguidos vivos, Enlazan en sus cuerpos nerviosos y lascivos La rabia de la lucha con la actitud del ruego!
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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