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HERALDO.
GRICIA.
verde con puertas que tienen şu sin árboles, todo lleno de sepul siones extraordinarias, si es por quilo en su sueño, abria los ojos AGENTES DE EL HERALDO.
correspondiente campanilla. Por turas y de nichos. Como esos alguna circunstancia no se les cautelosamente, eso sí, y al verse allí ha pasado la cólera de las tur campesinos avariciosos que la rompen el día menos pensado. sorprendido en su ardid, optaba bes. Las rerjas están en tierra brando sus tierras van comiéndo Para algo han de querer uñas por la ofensiva y enseñaba sus CARTAGO don Joxe Madriz. y las puertas uravcadas. No ha se cada día un pedazo del cami largas en la su mano listă los se colmillos amenazantes. Hasta la LA UNIÓN Franco. Vargas o. quedado en pie más que un plau no vecinal, la muerte lo ha in. nores letrados, y este no es caso dulzura se empleó con el oso reHEREDIA tio de tilos, una veintena de ar vadido todo, hasta las alamedat. que sea de nuestra incumbencia trechero. Arrojánbanle higos se. PANTOJA.
ALAJULA Luis Baiguero.
bustcs recies temente podados, Los nichos suben vros encima indagar, y solamente se nos vinie cos, a comida favorita, en el com.
que lucen sus ramas, duras y gri de otros. Todo està lleno. Noron las mientes como un merc partimento donde se quería poATENAS Juidoro Ramírez.
ses, como garras de buitre. Una se sabe dónde poner los pies. recuerdo, viendo hace pocos días nerle; pero él veía el cebo con SAN Malev Ezequiel Arce. verja de hiero pintada de verde No conozco Dada tan triste co ciertos animales que están ence ojo disimulado, distraía los guarP, AXENAS Francisco Gil. corre por detras de ellos guisa mo esos comentarios antiguos. Se rrados en el jardín zoológico de dianes y con ligereza de maroinen GUANACASTE Rafael Rivera. de ta pia y deja ter lo lejos el siente tanta gente sin orá nadie! Filadelfia, los cuales parecía que ro alargaba la pata y se apoderaLIMON Felipe Alina do valle, il menso melancólico: don. Los que están enterrados en ellos habían puesto especial cuidado en ba de los higos, los cuales se enSAN RAMÓN JURADO Cruz.
de humean multitud de chimeneas parece como que están muertos el crecimiento de sus uñas, que de gullía con aire burlón y picade fábricas.
dos veces.
puro largas se encorvaban hacia Tesco.
BARBA MÁXIMO VÍQUEZ.
Las cosas se apasiguan como. Qué busca Uat me pregun adentro, enterrándoles en la car Se cambió de sistema; La dulJulio Barbi.
los seres. Heme allí en el lugar ta una especie de jardinero sepul ne de las patas.
zura se sustituyó con la fuerza y NARANJO Leoncio Bello. de la escena del drama; y sin en turero, con kepis nacional, que es Entre ellos existe un osito, del escobazos y empujones se le tra PALMARES Vicente Pamagua: bargo, me cuesta trabajo rehacer tá arreglando la verja. tarraño de un perro y con más to de meter en la ctra jaula; pero la impresión. El tiempo es bue Mi contestación le asombra. Va uñas que un usurero; aunque me ni por exas.
Una antorcha pues, Do, el cielo está muy despejado. cila un momento, mira en derre nos temible que esta clase de gen ta bajo sus narices tampoco le Los soldados de Montmartre que dor y luego, bajando la voz, me te, pues el pobre animal en su rindió: con las patas la alejaba, V3 LITIRATURA.
me rodean, parecen muy buenos dice: jaula co tiene el privilegio de co cuando no podía, de un resoplido muchachos. Están cantando y Allí abajo, junto a la capota. dearse con las personas y, por en la apagaba el animal. Otros me jugando al marro. Los oficiales Lo que el llama la capota es de, el de hacer de las suyas entre dios se emplearon en vano, basta; El jardin de la calle de les Rosales. se pasean riendo y charlando. So una especie de garita hecha de los prójimos.
que una cuerda con nudo corredis lamente una pared, agujereada por tela encerada, al abrigo de la cual El tal osito se mostraba indó zo diestramente lanzada le agarro ¡Fiaos, faos del pombre las balas, cuya cresta está toda hay algunas ajadas gartas de aba mito para la operación de cortar por el pescuezo, y alli fué el grus de los calles y de su dulce fi descorchada, se levanta como un lorios de vidrios y unos cuantas le las uñas; burlando con su aštu wir impotente del mšo vencido sonomía! Cuando después testigo y me relata el crimen. fores viejas de filigrana. Al la cia la fuerza de sus guardianes humillado, tras largas horas de de haber saltado barricadas y a Contra esa pared los han fusilado! do, una ancha fosa recién abierta. que querían ponérselas, para su fatigas y mañas. Ei tabique mos metralladoras llegué allí lo alto. Parece que en el altimo mo Nada de verja, nada de incrip propio bienestar, un tanto chicas vible manobrió en seguida y lo detrás de los molinos de Mont mento, el General Lecomte, ción. Nada más que dos ramos y presentables. Animales más mantavo cerca de la reja. El rë martre; y. vi aquella callecilla de brme y resuelto hasta entonces, de violeta envueltos en papel corpulentos habían pasado por la belde estaba préso. Pero se har Rosales, con su arroyo empedra sintió que le faltaba el valor. Tra blanco, con una piedra encima prueba de las tijeras, y solo pues cía preciso sostenerle las patas y do, sus jardines; sus casitas bajas, tó de luchar, de buir. dió algu de los tallos para que no se las tro oso se paseaba en su jaula in eso fué la parte más difícil de la creíme transportado provincias nos pasos corriendo por el jardín; lleve el viento fuerte del terreno. tactas las uñas, largas que daba operación. Con todo y éstar ins uno de esos barrios tranquilos cojido en seguida, sacudido bru Allí duermen uno junto miedo y compasión mirárselas. comodado en su movimientos por donde se esparce la ciudad y talmente, arrastrado, empujado, otro; en ese sepulcro de paso, se Pero se lo llegó su día de ven comprimido contra las rejas, disminuye para venir morir en cayó de rodillas y hablo de sus dióm mientras se devuelven a sus cimiento, y tocónos en cuerte ver: animal desplegó durante másdor el lindero de los campos. Ante hijos.
familias boleta de alojamiento, le sufrir la operación, bien difícil una horà una destreza tal para mo mi nada más que una bandada Tengo cinco decía sollozan tá aquellos dos soldados. por cierto, y hasta curiosa, pun dejarse coger las patas, que los de palomas y dos hermanas de la dos Hto do que se nos antoia referir el prestidigitadores más hábitos Caridad con sus almidonadas toEl corazón del padre había ALFONSO DAUDTE. caso puestros lectores, ilustran ambos mundos le habrían engi: cas rozando tímidamente la pared desgarrado el uniforme del soldadolo con el grabado correspon diado. Una circunstancia feliz Allá en el fondo de la torre de do. También había padres entre diente. Para sajetar al animal permitió, por fin, pasarle un nudo.
Solferino, bastilla vulgar y pesa aquella turba feroz; su llamase hacía preciso arrinconarlo en corredizo en una pata, más arriba, SALMO DE LA VIDA.
da, lugar de cita en las excursio miento desgarrader respondieron un ángulo de su jaula, lo que del codo; una páta de detrás se nes de los domingos a las afueras, algunas voces conmovidas; pero (de Longfellow. era tuejor, atraerlo otra que pa pudo agarrar, y tres hombres la cual ha becho el sitio casi pinto los implacables desertores no ra el objeto tenían preparada los gerosos lo mántuvieron préso poi resco al convertirse en una ruina. quisieron oir nada y exclamaron; No me digáis con dolorido acento, guardianes, ya que lo primero medio de una fuerte soga. La Tida es solapoenté una ilusión, medida que avanza la calle. Si no le fusilamos hoy, ma Porque está muerta el alma que dormita. En la cárcel de hierro vecina la mado de pinchas cortantes, y parecía no mostrarse muy dócil. El operador hizo sú oficio ar Ee ensancha y se anima un poco. Dana fusilara él nosotros las cosas parecen, más no šon.
Vense per todas partes tiendas de Ln empujaron contra la pared. La vida es realidad, no vano ensueño; suya, se arreglo un tabiqué movi osito travieso y fuerte fué ueto campaña alinerdas, cañones, fusi Casi en seguida, un sargeuto de No es la tumba su término fatal, ble, formando fondo y de manera en libertad. Al verse con las uñas Que jamás del espíritu se dijo, les puestos en pabellones; luego, infantería se acerco el que, llegado el caso, apretase con cortadas miró de soslayó suse. Eres polvo y al polvo tornarás. la izqpierda, un portalón gran. General, dijo, sa á No es el dolor el yaje de la vida, tra las rejas de su janla al osito pemigós, se pášeó por la jaula de, delante del cuál fuman sus pí prometernos.
Ni su objeto final es el placer, mañero y discolo. El veía con o tranquilamérte y sin fatiga, y en pas unos cuantos guardias nacio Pero de prnto varió de idea, Sino la acción, fin de que el mañana jos fijos los preparativos que se el momento que el operador Nos encuentre más lejos que el ayer, nales.
dió dos pasos atras y lé descargó hacían, gruñía furioso veces, y pié de la réja éstaba inclinado re La casa está un poco hacia a éu chassepot quema ropa. Los aunque es el corazón fuerte y andar, El arte pide tiempo, el tiempo vnela, otras se ponia a hacer cabriolas, cogiendo sus instrumentos, se trás y no se ve desde la calle. Des otros notuvieron más que acabar Late, no obstante, cual tambor que toca como si se burlara de antemano arrimó villa: alzándose con cau: pués de algunas explicaciones, el la obra.
Hacia el sepulcro marcha, fuperal. de la operación que tantas veres tela sobre sus dos påtas traseras, ceplinela nos deja entrar. Es Clemente Thomas, en cambio, Nuestra efímera vida es un vivac: El mundo es rasto campo de batalla, babían sus ingeniosas artes frus y bautizò a su verdugo con una una casa de dos pisos, entre un no flaqueo ni un instante. Apo No os dejéis arrastrar como rebatio, trado.
lluvia poco gratá, que no es para patio y, un jardín, la cual no tiene yado en la misma pared de Le Antes, cual héroes, con valor luchad.
Se llegó la hora, y allí fue el mentada y mucho menos para sunada de trájica. Pertenece a los comte, dos pasos de su cadáver, El pasado sepulte lo que fuéz No os burle el porvenir con falsó brillo; bregar por hacer que pasara ali frida. Satisfecha šit vergånza, se berederos del señor Scribe. desafió la muerte hasta el último Trabajad, trabajad en el presente, otro compartimiento de la janla. dió a hacer cabriolas retózopas, En el corredor qne conduce des momento y babló con nobleza. Que Dios da al corazón aliento y fe.
Abierta la comunicación, por na ágil, y fuertë, en tanto que los de el patio embaldosado al jardío, Cuando se echáron los fusiles Grandes hombres ha habido. y en su his da quería el animal astuto caer guardianes, después de haber su.
están las abitaciones del entresue la cara, por un movimiento ins(toria. en la trampa. Se le azuzaba, y dado la gota gorda, recobran peu lo, aireadas, claràs, tapizadas con tintivo, so puso el brazo izquier: y vestigios dejar de nuestro paso sei grandes podemos aprender, ni por esas. Cuando mucho le nosamente su perdido aliento.
uý papel de flores. Allí celebra do delante de los ojos, y aquel que vunca pueda el tiempo oscurecer burgaban, parecía que ya iba Cada vez que acierta a pasar eli ha sus sesiones el antiguo comité viejo republicano murió en la ac Huellas que acaso servirán de guía entrar donde querían llevarle, operador por la jaula dėl oso, éste central. Allí fué dovde, en la tar titud de César. En el sitio el perdido valor devolverán y daba un paso; pero se detenía corre la reja, saca por entre sus de del 18 de mayo de 1871, con donde cayeron, contra aquella De la existencia en el revuelto mar. algún hermano ráufrago y errante viéndose las uñas, y sentado so verjas la trompa y una pata, mo.
dujeron a los dos Generales, y allí páréd fría desnuda, como la Animo, pues, y varonil esforzo, bre sus påtas traserás, con las viéndolas con ademán de burla y donde éstus sintieron la angustia placa de un jardín de tiro al blan sea la suerte próspera o fatal! otras, agitándolas en el aire, pa ahullándo sin cólera. Así es de su última hora, mientras las co, vense algunas ramas de me Siempre avanzando, trabajando siempre, recía decir inones! sus carcele que él se rie de mi nos ha dicho turl as ahullaban en el jardío y los locotonero, y en lo alto se abre Sepamos ser activos y, esperar. rós, quienes, después de rascar el operador, un buen hombre que desertores itan åsomar sus ca una flor temprana y blanca, que CÉSAR CONro.
se la cabeza con aire meditabun han envejecido en el jardin zoo.
bezas los cristales de sus venta las balas no alcanzaron y que la do, cual si tratára de resolver el lógico, en donde según sus pronás, como, lobos que olfatean la pólvora no engegrecið. Cuan(Colombiano. problema, se quedaba mirando pias palabras, aún siendo odiado sangre; allí tainbiến fúé donde de do salí de la calle de los Rosales, con una sorpa y malicia sorpren de todas las fieras por el oficio positaron los dos cadáveres y los por åquellas vias silenciosas que dentes, sin dar trazas de cambiar que con ellas ejerce, se siente mutuvieron expuestos durante cua se escalonan los lados del te UNA OPERACION DIFICIL. de domicilio.
cho más feliz que si viviera entre reuta y ocho horas.
rreno, lleno de jardines y de teY como si quisiera decirlés: los abrazos y protestas del cariño Bajó, con el corazón en un pa rrazas, me encaminé al antiguo aquí me siento muy bien, gra de los hombres.
ño, los tres escaloaés que condu cementerio de Montmartre, que cias, se echaba en seguida, cecen al jardín; verdadero jardín de han abierto de nuero hace unos Los letrados anamitas diz que rraba los ojos y fingia roncar co CABLEGRAMAS.
Ins afreras, donde cada inquilino días para enterrar los cadáveres tienen la singular costumbre de mo un canónigo. Así permanecía tiene su rinconcito de groselias y de los dos Generales. Es un ce dejarse crecer libremente las uñas, inmóvil, y creyendo que habían lelies, separado con nná terja menterio de pãeblo, desnndo, las cuales suelen adquirir dimen caído en la pegata, dejándole tranRoma 17. El marqués Radi:0:Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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