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EL HERALDO. EL HERALDO No haremos, dijimos nos to y sabiduría, esté tomaudo hacia la espalda se juntaban apreYo siento la sublime ciencia.
otros, cosa que perjudique el parte may activa en las censu tados; eran recios y de vivo bri. La ciencia de la armonía!
plan concertado ras que se me hacen.
llante; su faz pálida luciente, ne. Ah, pero no pnedo llorar.
Para que algunas personas Ni el señor Rodríguez ni su Mucho me correría el hecho gros y de mirar profundo sus Amo a la mujer blanca, de capreocupadas contra nosotros, gobierno caerán, en tanto que de que sólo la turba multa se grandes ojos.
bellos como el oro, y de mirada porque dan en suponer que es sea tiempo de esperar resolu ocupara en juzgarme. Cánta, Robesco, cánta. que es como la luz de una estre.
tamos propuestos a lastimar y ción, bajo los dientes de nuesclamaron una todos los camara. Ila vista en las tempestades del Si la autoridad cree que de das, cuando el canto del coro ce mar y de la noche.
perjudicar el partido nacional. tra heráldica rueda. bo ir presidio, que me conde só. Cánta. repetián juntando Yo siento la sublime ciencia; se convenzan y persuadan de Pero llegó el día de la so ne; pero que no vengan re todos los vasos rebotantes de es la ciencia de la armonía.
que nuestra actitud no tiene lemne instalación del partido; querirme los desposeidos de pumosa cerveza y cruzando todas ¡Ah, pero no puedo llorar!
raíz ninguna en prevención y discursos brillantes hubo, y jurisdicción, porque no toleraré las espadas que la luz del sol hi Quién me diera poder llevar nuestra contra ese partido, en hasta Castelar habló por su la audacia.
zo relucir con una lluvia de pun conmigo a esa dulce niña de ojos cuyo libro de filiación suscribí fórmula del progreso; y nada tos de fuego que cuían por la es que son como la luz de una estremos con orgullo, juntamente más hubo.
pesura del follaje de los seculares lla vista en las tempestades del con los primeros que se enfila callamos y seguimos caLiteratura. árboles tan misteriosos como los mar y de la noche. esa muvetustos infolios apergaminados jer de rubios cabellos que son coron. vamos a hacer las si llando, aunque ya nos había de la biblioteca de la venerable mo el oro, y presentarla la sanguientes categóricas confesiones parecido bien reflexionar, que Universidad ta mujer de los cabellos de plata, El partido nacional, como no era justo que a tiempo de la Ls flauta rumana. Canta, Robesco, canta, se y desposarnos con su bendición fuerza y forma concreta de la instalación no se hubiese tenido guían clamando todos aquellos en los alegres campos, cargados idea y sentimiento liberales, recogida con fiador y testigos (CUENTO BALADA ORIGINAL. mozos de blandos cabellos y de de trigo y bajo los árboles que conviene en Costa Rica; y fué alguna promesa valiosa.
Por José Zahonero. ojos grises azules.
se doblan al peso de los frutos.
y está muy bien pensado. Pero no pudimos guardar siI. Canta tu Dios, tu patria Vedla, madre, diría con entre¿Los clérigos persiguen pues lencio lnego que hubimos visto cortada voz, voz para dos afectos; Un día de primavera del año y tu amada. Mil veces to hemos visto ha mi amor de hijo y ini esperanza to político con bastón de man que la Nación, periódico del de 1851, en elbosque de la Unido, y pretenden apoderarse del partido, que bien podría lla versidad de Gottinguen, cantaban cer culebrear rápidamente la es de amante; vedla. la extranGobierno exclusivamente! marse el desearlo, salió muy oy bebian alegres los estudiantes, pada de los desafios. Más de una jera de cabellos rubias como el nariz lleva tu marca!
con los birretes adornados de casol, de ajos azules como el cielo.
Es entonces necesario opo rondo, sin hacer comprender co Hurra, Robesco, hurra!
mos de robles y las espadas des¡Ah. pero no puede llorar!
nerles resistencia, y la escuela sa importante; y diciendo sin em Sabemos nudas.
si tu pecho es que y la falanje del libre examen Largo, que el señor Rodríguez, duro Cantaban con vehemente arresistir una puñada, es para Ved allá los proseritos: corren tienen razón para hacerle frente contra quien luchamos ayer no dor el blatund leben.
eomo de mármol ante el acero.
flagelados por la barbarie y con su enemigo mortal. más por convicción pura, está Bebían los tumultuosos estu. Bravo por Robesco! brindelas espaldas sangrientas las saLos ultramontanos, que son mejor que en la directiva del diantes de Gottinguen la amarga mos por Robesco!
cudidas del kohnut, camino de la los intolerantes brāzus de La partido nacional, colocado en cerveza con los estudiantes que Mil veces penetraste con el Siberia.
Unión Católica, no tienen más la presidencia de la República. habían llegado de Heidelberg: de Suhelling, has seguido Schi periales entran en los establos y pensamiềnto en las profundidades Ved acá como los sicarios imderecho que los enamorados de Ese recurso oratorio, nos pa hijos del bullicio, bebían como si ller y te has elevado con vuelo clavan las lanzas en la testuz de la libertad de conciencia, de reció insufrible, aunque por 9buscaran el olvido, cual si huvigoroso hasta las grandezas de las bacas mansas que comían en pensamiento, de palabra, etc. tra parte mereciera nuestro resbieran deseado dar al corazón Goethe.
etc. para aspirar a la suprema peto, dado su origen.
al pensamiento esa doble energia mi mano; veil como degüellan con Yo os juro dijo Keis, el cía en política.
de la embriaguez, cuando aun no bravo que Robesco sabe cantar ses; ved como el fuego de las teas sus corvos sables tártaros las re(Continuará. se pierde ni el juicioso discurso No discutimos ahora las isolemnes himnos Dios y rugien incendia las moradas. escuchad ni la conciencia para comprender deas que están comprendidas Sé qne algunas personas me la realidad, pero se sienten el destes cantos de guerra.
como los mugidos y los ayes en los ideales, el del católico juzgan duramente con motivo vanecimiento y los deleites del sinembargo. no ama los se unen las bárbaras risas y los de Roma y el del hombre libe de los últimos artículos que he ensueño.
coros, no siente la armonía. no salvajes gritos del cosaco. ante es hombre de cabeza cuadrada. la agonía de la doncella profanaque es de todas partes. publicado Eran casi todos jóvenes de rujes un dolicocéfalo!
Por fortuna, cuando mi con bicundas cabezas, anchas y rudas. Hurra, Robesco, toca canda Por lo pronto basta decir asesinada.
Siento la sublime ciencia, la que los liberales hacen muy ciencia me ordenó que asumie de rostros blancos y de ojos clata!
ciencia de la armonía. Ah! pero bien en no abandonar el cam ra esta actitud en el debate de ros, mancebos de cuerpos robustos y de entendimientos deliran le pusieron lívidos y trémulos, las Robesco, con los labios que se no puedo llorar!
po así no más y como quiera, los partidos políticos, eché de Estaban allí los paciento mejillas que se le encendieron de silencio seguía el concurso, cuanCesó Robesco, y en profundo sus exclusivistas y teológicos ver que era imposible obede.
sos trabajadores del calo los adversarios.
cer el mandato sin dar ocasión filólogos amaestrados; los metafisirubor, con los ojos que miraron do el joven mostró la flauta valaY nos atrevemos sostener de ejercicio la censura vio cos perdidos en las oscuras difu con imperiosa audacia, agitó vi ca partida en dos; una de las parvamente su melena y exclamé tes que elevó el joven sobre su que sería cosa muy llena de lenta.
siones de la idea; los audaces discon débil voz y iecidido acento: cabeza, era la empuñadura de vergüenza hacer abandono de De manera que no me sor cípulos del materialismo ateo. Hurra! También yo cantaré una fina, recia y agudísima hoja la causa, cambio de no peli prende la acritud de la crítica. los ociosos divagadores; los erude acero.
grar en el combate.
Ahora debo manifestar que ditos en domesticidad oficial Toca y canta dijeron los es. Ved el secreto de la flauta La idea de un partido nacio aquello de qua soy tonto igno los poetas sin propósito, contem. tudiantes, y resonó un estrepito rumana. para el corazón del gran rante no me hace cosquilla gran pladores adormecidos de los más so golpeteo de vasos en las tablas cosacol.
nal, republicano francamente de ni pequeña, porque yo sé sutiles conceptos de la estética; de las mesas.
liberal, que represente y defien ¡Hurra por Robesco, huda los principios avanzados de bién, que es apasionado ese y muchos otros lo saben tam los pensadores estéticos deliberanElevóse sobre un banco Robes rra. Hurra por el rumano. grido sobre las verdades del derecho co, sacó de una pequeña bolsa taron con fuertes voces los estupolítica humana, que se opone los juicio.
sonzos catalépticos una flauta valaca de dos palmos, diantes de Gottinguen, lo mismo la pontifical divina, es y será y de ella arrancó una melodía siempre idea muy simpática mis dotes intelectuales quisiera ni de Berlín, ni de Heidelberg, tocar para entonar una estrofa, y Si la gente que hace befa de piensan en su dios.
Robesco no era de Gottinguen, monótona pastoril. y cesaba de que los de Heidelberg.
para nosotros.
Què nos ha chocado pues decir solamente que soy pobre ni de Leipzig, pero también ha nego volvia producir el suave COMUNTCADOS dónde está la causa de nuestra en conocimientos y no soy rico bia prendido su birrete el ramo sonido de la flauta. Cantó prien cerebro, entonces estaría en de roble; había acudido al ban. mero con voz débil y tierna, y pequeña disidencia?
Una aclaración.
Con persona que resplandelo cierto, y lograría punzarme quete como estudiante, pero no luego con voz robusta y airada.
con la verdad.
era ni de los antiguos Landsmace mucho por su talento y su Estaba Mi luz es escasa y corto el unschaten, ni de los Burscheusyo en el Limón desem ilustración, pensamos cuando número de los datos que poseo; chaten; no era alemán, era de un Así el fugitivo llegó a Alema peñando el cargo de Jefe del se principio pensar en la for pero no soy ignoraute ni tonto. país lejano, de un pueblo tal vez nin como ave perseguida que hu Resguardo. De mi jefe don Amación seria del partido, que Por lo demás, miro con agra olvidado.
yendo del árbol donde tenía su gustín Gutiérrez siempre recibí era indispensable a todo trance decimiento que alguna perso Sus oscuros cabellos ensortija nido. se oculta en la ruinosa las mayorǝs deferencias, las cuana muy superior mí en talen dos le raían una y otra sien tener propicio al Gobierno.
mole de castillo.
y negro les le agradezco: Pero cuando el ral y tes.
y tocaré. coino II.
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